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La muerte no tiene explicación

La muerte no tiene explicación

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* Podéis seguirla en @sonpa70 y en su BLOG.

La muerte es una parte ineludible de la vida pero, ¿cómo se le explica a un niño que jamás volverá a ver a su abuelo? ¿Cómo se le consuela dos años después que siguen llorando su muerte? ¿Cómo hacerles entender que una maldita enfermedad, llamada cáncer, les privará para siempre de sus abrazos, sus cuentos inventados o sus horas de pesca?

Ahora hace dos años que el yayo Paco no está. Mis hijos conocían la muerte sólo en las películas, los dibujos animados o las conservaciones entre adultos. Hace dos veranos les tocó muy de cerca. Sin previo aviso nos llegó el bofetón. Sin duda, el momento en que les comunicamos la muerte de su abuelo fue uno de los más desgarradores de mi vida. Ver sufrir a un hijo te parte el alma. Que tus abrazos o tus palabras no alivien su dolor te hace sentir inmensamente vulnerable.

Fue bien curiosa la forma  como reaccionaron ante tal cruel  noticia. Pol se sumergió en un profundo silencio sin dejar que lo abrazásemos. Xavier, en cambió, sacó toda su ira al instante, intentó pegarnos mientras nos culpaba de no haber buscado los mejores médicos para poder curarlo. Su rabia lo rompía por dentro, su lloro desconsolado nos acabó de rematar. Si para nosotros era casi incomprensible que se hubiese ido en tan sólo veinte días, ¿cómo lo iban a entender ellos?

Desde el principio les dijimos la verdad, sin metáforas complicadas. No escondimos nuestras propias emociones y les ayudamos a expresar las suyas. Aquí papá fue muy, muy valiente. Lloramos juntos, maldecimos nuestra suerte, elegimos la estrella que más brillaba para tenerle cada noche presente.  Intentamos mostrarnos  comprensibles con algunas conductas y nos esforzamos para que entendiesen todo lo que había pasado. Contestamos cada una de sus preguntas, nos vieron tristes, compartimos el duelo, nuestro núcleo familiar se fortaleció. Les mostramos seguridad y confianza en el futuro. Conseguimos que entendiesen que la muerte es universal e irreversible. Dejamos fluir el dolor y los sentimientos amargos aunque no resultó fácil.

Es bien curioso ya que con el paso del tiempo el yayo se hace cada día más presente. Después de meses convulsos fuimos perdiendo el miedo a hablar de él, a expresar todo lo que le echamos de menos. A recordar todo lo que nos gustaba de él y como se enfadaba cuando correteaban por su casa. Mis hijos lo nombran diariamente, hablan sin tapujos de todo aquello que el yayo les aportaba, lo extrañan en cada cumpleaños, en cada función del colegio, en cada partido de hockey .Estoy convencida que cuando soplan la vela del pastel algún deseo está relacionado con lo mucho que lo echan de menos.

Hay días como los de Navidad, una celebración familiar o los días largos de verano donde su ausencia se hace mucho más duro de llevar. Pero intentamos recordar todo aquello que nos enseñó y estamos convencidos que ,desde donde esté , cada día nos echa una mano.

Mañana será un día complicado pero seguro que pasado lo volveremos a ver todo de otro color. Estoy convencida que desde allí arriba nos echa cada día una mano. Recuerda que el 5 de octubre te esperamos en la alfombra roja.

Tus tres nietos, tu mujer, tus dos hijos y yo te echamos muchísimo de menos.

¿Cómo han gestionado vuestros hijos la pérdida de un ser querido? ¿Cómo lo habéis hecho para llevar el dolor de la mejor forma posible?

Han comentado...

  1. Tengo un hijo de dos años y medio, mi madre murió hace 13 años y mi padre una semana antes de nacer mi hijo, lo de mi padre fue muy duro porque era un padre maravilloso y hubiera sido el hombre más feliz del mundo con su nieto. Yo siempre le hablo a mi hijo de sus abuelos, de que le quieren mucho y le cuidan desde el cielo, no sé explicárselo de otra forma, cuando sea más mayor le explicaré más cosas. Muchas gracias por el post.

  2. Soy madre de 2 niñas, de 7 y 4 años. A mi madre le diagnosticaron cáncer este verano y le dan solo meses de vida. Ya les he explicado a mis hijas que abuela está muy malita y la mayor de vez en cuando me pregunta si ya se ha curado o no (no pueden verla porque vivimos en Madrid y abuela vive en Canarias). Para mi es muy triste pensar que ellas no tendrán recuerdos de su abuela; aunque pienso hablarles mucho de ella, apenas recordarán vivencias con ella.

  3. En nuestro caso no fueron los abuelos, estaba embarazada y tras un embarazo bastante complicado, venian gemelos, uno se queda en el camino y al final el otro tampoco aguanta y con 24 semanas de gestacion me pongo de parto y no logra salir adelante. Pau tenia 3 años y medio, lo paso fatal, por un lado estuve ingresada 15 dias y estuvo con la abuela, fuera de su ambiente, sin mi, y luego la perdida. Le explicamos lo que habia pasado sin tapujos, creo que es mejor asi que adornarselo. Hace 3 meses fui mama, y esta vez salio todo bien, pero hasta que no lo vio, no estaba seguro de que fuera a tener un hermanito.

    Un abrazo muy fuerte
    Gemma

  4. Un post precioso y real como la vida misma.
    Mi padre murió de repente de la noche a la mañana por un infarto hace año y medio. Mi hijo tenía 4 años y medio y fue terrible decírselo. ¿Cómo le explicas a un niño que veía todas las tardes a su abuelo que ya no le va a ver más? Mi marido fue quien le dio la noticia y parece que entendió lo que eso suponía porque lloró desconsolado más que en toda su corta vida. Durante este último año ya ha perdido el miedo a hablar de él (se da cuenta que yo también estoy más fuerte y que puedo hablarlo más tranquilamente. Aún así sigue pidiendo cada dos por tres que quiere que baje del cielo, que le echa mucho de menos, que sí podría subir él a verlo allí arriba un ratito y que cuando viajemos en avión a lo mejor le vemos.
    A mi se me parte el corazón pero a la vez me resulta maravillosa la ingenuidad y la inocencia con la que pregunta sobre este tema.
    Un saludo.

  5. Buf, tengo el nudo en la garganta. Mi suegro y mi padre nos dejaron con una diferencia de mes y medio, los dos por cáncer de pulmón, cuando mi primer buenhijo tenía 15 y 17 meses respectivamente. Fue un año horroroso, pero más llevadero gracias precisamente a mi buenhijo. Compartió más momentos con mi padre que con mi suegro, y el primer día que llegó a casa de mis padre fue, como todas las tardes, al sofá para que su abuelo le abriera la caja de las galletas. Fue un momento durísimo, porque el pobre miraba el hueco vacío del sofá sin entender nada…
    Bastante tiempo después, me preguntó un día qué dónde estaba mi papá. Como me pilló desprevenida, contesté que en el cielo, a pesar de que no soy religiosa. El me dijo, con su preciosa inocencia, que iba a pedirle una escalera larga a los bomberos para subir al cielo y ver a los dos abuelos…
    Hasta hace muy poco no he podido ni tener fotos de ellos en casa. Ahora sí las tengo, hablo de ellos con normalidad porque intento que estén presentes en su vida, y en la del segundobuenhijo que nació después.
    En fin, que han pasado 4 años y todavía se me pone el nudo en la garganta
    Bss

  6. Me ha encantado el post,muy muy emocionante. Yo aun no soy madre,pero tuve que vivir algo parecido siendo yo la “protagonista”. Mi hermana murio cuando yo tenia 7 años. Era mas pequeña que yo. Recuerdo que fueron meses muy duros,con mis padres en el hospital practicamente todo el dia y yo con mis abuelos y mis tios. Recuerdo que esa mañana mi padre me desperto,me llevo un zumo a la cama y me dijo: “esta noche ha venido un angelito y se ha llevado a Beatriz al cielo”, y se echo a llorar. Yo lo unico que acerte a decir fue que no llorase,que si el lloraba yo me ponia mas triste. Puf,duele recordarlo aun,despues de mas de 20 años.
    Desde ese dia,hablamos de ella y de la situacion con naturalidad,y eso ayudo y mucho.
    No se como hare el dia que me toque a mi ser madre,pero espero hacerlo tan bien como ellos.

  7. Que triste es la muerte!! En casa vemos a la muerte como un paso inevitable hacia la eternidad y decíamos que no nos duele porque la vida sigue en la memoria de quienes quedamos. Como bien dices, el tiempo ayuda a que la persona esté cada vez más presente porque hablas y recuerdas más. Sin embargo, todo se dice fácil y cuando la muerte toca tan cerca es muy duro explicárselo a un niño.
    Hace dos semanas, murió la tía de mis niños. Todo fue muy inesperado, muy ilógico y sobretodo muy duro porque ellos conocían la familia paterna gracias a ella. Ella compartió con nosotros y sus hijos (de la misma edad de los míos) un verano espectacular, todo eso está aún muy fresco. Fue muy duro decirles a los niños que su tía había muerto, que no hubo un adiós y que ahora será muy difícil ver a sus primos.
    La pregunta inevitable fue el “cómo?” Y nos quedamos mudos.
    El “festejar” a los muertos cada año, nos hizo quizá menos dura la explicación para los niños. Para mi fue un golpe muy duro porque cada martes nos veíamos por skype para morir de risa y cansancio, para mi esposo ni se diga porque a fin de cuentas el está sólo en este país y ella era su única conexión.
    Ay, ya me extendí mucho… A lo que iba es que, el tema no es fácil pero si creo que los muertos viven en nuestra memoria y corazón. Un abrazo apretado para ti y los tuyos.

  8. Yo perdí a mi abuelo paterno a los 3 años y todavia hoy me acuerdo de él y me pongo a llorar. mis padres y mi abuela siempre me hablaron de él con toda normalidad pero no me acuerdo de lo que me contaron mis padres cuando se marchó.
    De lo que si me acuerdo es de cómo a los 8años mi padre me contó que cuando yo tenía 2meses mi madre falleció. Justo mi hermana pequeña acababa de cumplir 2meses. Me lo contó como una fábula de un cervatillo que pierde a su mamá. Obviamente al no tener referencia de ella lloré poco y mi madre, la que me cogió cuando yo tenía 6meses, vino a abrazarme y se me pasó todo. Ahora yo he sido madre y muchos años después de todo aquello me doy cuenta de lo terrible que tuvo que ser para mi padre y mis abuelos aquellos momentos. Pero lo que me queda es cómo a pesar del dolor tan profundo que mi padre tenía supo mantenerme apartada de todo dolor y contarmelo en el momento justo en el que me vio preparada. Sí, hasta hace muy poco yo he tenido tres pares de abuelos. A los de mi madre fallecida los veía menos porque viven en otra ciudad pero siempre que han venido a vernos mi madre los ha acogido con todo el cariño y dulzura que se merecen. Y en casa se ha visto ese hecho con toda naturalidad.
    Madre mia, qué llorera y qué tostonazo he contado.
    muchas gracias por el post

  9. Yo hablo a mis hijos constantemente de su abuelo, mi padre, al que nunca conocerán y el que por desgracia no los conoció. Así, aunque son pequeños y aunque para mi es muy doloroso tienen la muerte y esa pena más o menos presente. Otra cosa será cuando lo tengan que vivir por alguien cercano y conocido, que espero sea dentro de mucho tiempo. Mucho ánimo. Un besazos. Que injustas son algunas cosas…

  10. Yo he perdido a mi segunda madre este mes de marzo, teniendo mí hija 5 meses. Aún estaba aprendiendo a vivir con mi niña cuando pierdo a la que era como mi madre. Esta siendo muy duro gestionar esta situación, pero lo que tengo claro es que le hablaré a mi hija todo lo que pueda de su tía que la quería con toda el alma y que fue su razón de vivir sus 5 últimos meses.

  11. Mis hijos no conocerán a su abuela paterna pero les hablamos de ella. Mi hija, de cinco años recién cumplidos, ha vivido la muerte de su bisabuelo y recientemente la de su bisabuela. También la pérdida de un hermanito en mi barriga. Nunca le hemos ocultado nada y hemos intentado hablar con naturalidad de la muerte y de nuestra tristeza pero durante un tiempo dijo que no quería crecer porque las personas mayores se morían. Mi hijo es un bebé y no se ha enterado de la muerte de mi abuela pero a él también le hablaremos de los que se han ido y no le ocultaremos la muerte.

    1. Para mi es esencial no dejar de tenerlos presentes, de hablar de ellos y de lo todo que le echamos de menos sin tapujos. La normalidad hará llevar el duelo un poco mejor.
      Un fuerte abrazo

  12. Bufff…a medida que iba leyendo me iban cayendo lágrimas! Qué similitudes tiene la vida. Mi padre hace casi cinco meses que se marchó, después de tres semanas (iba a decir de lucha, pero no le dio ni siquiera tiempo) de asumir y creerse que se marchaba. Además de saber que se marchaba, tenía que luchar contra la pena de que yo estaba embarazada y me quedaban también tres semanas para una cesárea programada a la que sabía que no iba a llegar. De hecho, él se marchó el 1 de junio y mi hija nació el 5. ¿Os podéis imaginar cuánta tristeza? ¿Cómo ser capaz de gestionar todo esto? Y además me quedaba el momento de decírselo a mi hijo mayor de 5 años. En aquel momento se quedó como si nada, le explicamos que sería la primera estrella que brillase siempre en el cielo, y que desde allí nos cuidaría. Pero ahora, unos meses después va saliéndole la añoranza, la tristeza, el querer llamarlo y no poder hablar con él…
    Intentamos hablar mucho sobre él, de lo que nos gustaba hacer con él, de cuando se reían hasta caérsele la baba a mi hijo,…
    Es difícil, pero poco a poco todos juntos; con cariño y amor lo superaremos.
    Nina.

  13. Sonia, fantástica narración. Lo has bordado.
    Ante todo deciros a todas que no os angustiéis por lo que tenga que llegar, disfrutad del presente. Es importante que cuando llegue la hora nos vean lo más serenas posible, y para eso somos nosotras las que tenemos que “trabajar” primero, aceptando la muerte, y pensando rápido en los niños, decirles siempre la verdad. Que si tú estás “serena” tus hijos no vivirán el duelo con tanta angustia.
    Me quedé viuda a los 39 años con dos hijos de 3y 5 años. La verdad es que aprendí un montón de ellos, porque normalmente estaban felices hasta que llegaba el momento que lo echan de menos y es cuando aparece la súpermadre, y los acompaña, arropa y se los come a besos. Es un momento en que el dolor es brutal pero toca pensar en ellos, en ese instante no te puedes “hundir” porque los hundes contigo. Ya te “hundirás” cuando no te vean, con tus amigos, familiares o sola. No hace falta cargar la mochila del dolor todo el tiempo. Es demasiado pesada, es lo que aprendí de ellos.
    Los niños necesitan seguridad y nos tienen que ver “fuertes” para que ellos continúen con sus vidas.
    Siempre he sido una persona de actitud optimista, el vaso siempre lo he visto medio lleno, pero en estas situaciones os aseguro que se vacía de golpe, pero aún así… quedan gotitas en el vaso y sabes que con el tiempo se va a llenar. Pues hagámoslo cuanto antes, de verdad que se consigue y vale la pena.
    Y como dice el título, la muerte no tiene explicación, no la busques. Como me dijo una amiga, no mires lo que te falta , mira lo que tienes. Y es que tenemos un montón, por supuesto que nos falta una parte muy importante, pero tenemos unos hijos y un futuro que vivir. Y por supuesto , nos quedan los recuerdos imborrables y perennes de Cesc.

  14. A mi hijo las dos muertes más cercanas le pillo uno en mi barriga cuando todavía era una lentejilla y la más reciente con apenas 4 meses, así que aunque notara algo raro, no era del todo consciente. Eso si, el fue la mejor medicina para la abuela ya que el que se fue fue el bisabuelo.
    Por otro lado, el hijo de mi primo si que sufrió con la muerte de mi tío, su tío abuelo, su Totin. Era pasión por el, por lo que cuando le preguntó a su padre por el un día a la salida del cole, fue llorando hasta la casa y nada más entrar dijo:-Abuela, he llorado por el Totin, que está. En el cielo. El sabía que estaba enfermo, y sus padres ya le había estado contado que la gente va al cielo y que san Pedro estaba en el cielo…la verdad que lo encajo bastante bien, lloro todo lo que quiso pero también comprendió que la gente se va y que hay que recordarlos con alegría y cariño.

  15. La verdad que la muerte es lo único que no se pude arreglar perdí a mi padre el año pasado y todavia siento un dolor inmenso, la familia quedo toda desarreglada cada uno por su lado hasta mi pobre madre es hoy otra persona como lo extraño y con mi hijo ya adolescente no he podido hablar del tema es tan doloroso para mi que no lo puedo remediar y veces pienso en preguntarle tu lo extrañas??? y me ahogan las lagrimas como en este memento escribiendo sobre ello.-

  16. la muerte es muy difícil de entender , pues para ellos mucho más. Aunque es admirable la naturalidad con la que afrontan este dolor. En mi caso ha sido mi abuelo, su bisabuelo, pero teníamos una estrecha relación y aunque ya van ha hacer dos años, la buenahija tenía tres años y se acuerda muy muy a menudo de él….siempre le decía: abuelo PEPE , si estás malito no te preocupes que mi madre tiene apiretal……
    Y soy muy afortunada, xq que se muera un abuelo es ley de vida. Ni pensar quiero en los que tienen que crecer sin un padre o una madre, afrontar una enfermedad. Conozco niños que viven esa situación y se me parte el alma que no estén sin sus madres.
    Así que vivamos la vida malamadreando sin parar!!!!!!

  17. Yo también me he emocionado. Estos dias que me quedan 2 meses para tener a mi bebé, pienso que a los 5-7 años tendrá que enfrentarse con la muerte del que será su hermano, nuestro perro, porque solo viven 10 años (mas o menos) y me parte el alma solo tener que pensarlo, ¿como se lo explico? la muerte forma parte de la vida y tendrá que entender que así es.

    No quiero ofender a nadie, evidentemente un perro no es igual que uno de nuestros mayores, pero para ellos…y para mi, es uno más de la familia y será probablemente su primer compañero de juegos.

    Muy buen post, emocionante y bonito. Gracias.

    1. Mireia,
      por favor, no digas que se tendrán que afrontar a la muerte de su hermano, cuando te refieras a un perro!
      De siempre hemos tenido perro en casa, y no ha sido nada traumático, de hecho creo que puede llegar a servir para cuando te afrontas a la muerte de alguien como es un abuel@
      Por desgracia se lo que es perder a un hermano, con 37 años y a mi padre hace dos años y medio
      Y esta comparativa la he encontrado nada acertada!

  18. Dios mio, que horror por favor, no se como lo haré, tengo que buscar algo, todavía no me ha pasado, pero justo hoy soñe con esta posible situación y como intentar afrontarla…y no encontré ninguna solución.

    1. Cuando llegue el día estoy convencida que estarás muy preparada.
      Confianza, diálogo y un apoyo incondicional serán la las de todo.
      Un abrazo

  19. Mi abuelo falleció cuando yo estaba embarazada de NúmeroUno, Aún así, mis hijos han tenido la suerte de tener 4 bisabuelos.

    En 9 años q tiene la mayor, no hemos tenido ninguna pérdida, por lo que su contacto con la muerte ha sido nulo… hasta Febrero. Falleció la bisa F, a la que veíamos 2 veces al año nada más. Se lo conté tal cual a los dos, y tengo que reconocer que me sorprendió que a la mayor le afectó muchísimo; yo sí le conté que se había muerto pero que ahora está mejor (creo que vamos a otro sitio mejor y que de alguna forma aquí queda nuestra energía); el caso es que lo aceptó y aunque le echa mucho de menos (y apenas nos veíamos), entiende que se tenía que ir. Pero claro, era muy mayor y creo que así es fácil. De hecho, mi abuela tiene 99 y en parte les estoy preparando para cuando llegue el día. Me imagino que no lo más difícil de asumir y explicar es cuando alguien se va de repente y con mucha vida por delante.

  20. Buenos dias! cuando he empezado a leer el post me he emocionado al instante: Mi padre también se llamaba Paco, mi padre también se fue por el cancer en apenas un mes, y mi padre nos dejó un vacío que todavía no somos capaces de llenar con nada….La diferencia es que mi pequeño tenía apenas dos años. El conoce perfectamente al abuelo Paco, pero sabe que no está y de momento no pregunta porqué. Es tan tierno que a veces cuando nos ve tristes a mi madre o a mi, viene corriendo a darnos un beso o a hacernos algún mimo…Ahora va a cumplir cuatro años, es el vivo retrato de su abuelo…y la tarea de enseñarle a pescar ha sido de mi hermano, no de su abuelo como nos hubiera gustado a todos.
    Papa, descansa en paz y guía nuestros pasos. Te queremos y te echamos de menos.

  21. Mi niño por desgracia no conocerá a su abuelo paterno, y me da mucha pena. Lleva su nombre y siempre le hablaremos y le recordaremos juntos. Yo a mis 28 años he tenido a mis 4 abuelos hasta este junio pasado. La experiencia que os cuento, no fue con mi hijo, si no con mi hermano con Síndrome de Down. Para el fue muy duro darse cuenta de que su abuela había fallecido. No quisimos esconderle nada e incluso la vio en el tanatorio porque él quería. Al principio no lloró pero cuando llegó la noche…Se derrumbó y se preguntaba el por qué de todo aquello. Creo que le vino bien explotar porque le dio paz interior. El sabe que su abuelita está en el cielo y que siempre cuidará de él, pero sin duda, el verle pasar por ese día…para mi fue durísimo.

    Un beso y mucho ánimo ya que el abuelo Paco siempre os protegerá.

  22. ¿Y qué haces cuando una niña de 8 años ya llora anticipadamente por el miedo a perdernos a sus padres, o los abuelos? Me está pasando últimamente con mi hija, e intento convencerla de que eso pasará dentro de mucho tiempo, que debe disfrutar de cada día sin anticipar el futuro…. pero es muy duro, porque la veo sufrir y me da miedo que llegue el momento de alguna pérdida cercana, porque no sé cómo reaccionará. No sé qué herramientas darle para afrontarlo.

    1. Hacia los 8-9 años empiezan a hacerse muchas preguntas. Yo creo que lo que haces de centrar su atención en el presente y no en el futuro es lo correcto. Piensa que tu hija te hará muchas preguntas porque seguramente compañeros del colegio estén pasando algún duelo. La confianza y el apoyo incondicional debe ser la base de todo.
      Un fuerte abrazo

  23. Mi padre, también el abu Paco, se fue también por un maldito cáncer de pulmón, diez dias después del primer cumpleaños de mi princesa…. Se lo detectaron cuando yo estaba embarazada de cinco meses. Fueron meses angustiosos, dolorosos, de lucha infructuosa. Mi peque sabe que el abu Paco está en el cielo (yo sí soy creyente y mi marido agnóstico, y me deja transmitirle a la niña mis creencias libremente), que mamá le quería mucho porque era su papá, pero no tiene recuerdo de él. Se sorprende mucho cuando ve que los demás niños tienen cuatro abus y ella solo tres, porque al “abu Paco que está en el cielo” no le tiene muy presente… ese es mi reto ahora, conseguir que, en cierto modo, él esté también ahí presente, aunque no hayan jugado juntos como debería haber sido…. y ahora (va a cumplir tres años) empieza a preguntar por la muerte: si alguien se va a ir al cielo, si se va a ir ella, si nos vamos a ir nosotros…. Iremos aprendiendo juntas a responderla, supongo, pero es duro. Muy duro.

  24. Hace un año murió mi abuelo. Mi hija tenía 6 años y mi hijo 4. Sabían que estaba enfermo y que algún día no estaría en casa cuando fuéramos a ver a la bisabuela. El día que murió, se quedaron con el buenpadre y él les explicó que había muerto el bisabuelo y que ya no podrían verle más. La niña dijo que así ya no le dolería nada. El niño se enteró de poco, y cuando volvimos a su casa le buscó, preguntó por él y hubo que volverle a explicar que ya no estaría más. Ese día fue bastante peor que el primero.

  25. El año pasado B perdió a su bisabuela y a una tía de su papi con la que nos hacíamos mucho. Ella aún es muy pequeña pero comprende muchas cosas así q cuando nos preguntó, le dijimos que estaban malitas y se habían muerto, que ya no volverían. No me gusta la idea de decirle que están en el cielo así q cuando me preguntó dónde estaban le dije que estaban las dos en el cementerio (sin darle detalles de lo que hay allí). Ella así lo ha asumido y a veces te lo recuerda.
    No quiero ni pensar si algun día nos toca con alguien más cercano…
    Un abrazo!

    1. Yo creo que cada uno debe buscar la metáfora que más pueda ayudarle.En ese momento al peque de la casa le sirvió buscar la estrella que más brillaba. Él lo eligió así y eso le ayudaba a llevar mejor su pérdido. Creo que cada familia debe buscar la manera que más le facilite sobre llevar el dolor.

      Un fuerte abrazo

  26. Veo en los comentarios que alguien dice que es más complicado para quien no cree en “la vida eterna” por decirlo de alguna manera. Os dejo un enlace al artículo que escribí el año pasado, un par de meses después de la muerte de mi suegro, en el que explico cómo hablar del tema con los niños, tanto si crees como si no. Y referencio a una guía gratuita que hay en pdf en internet hecha por especialistas y que a mí me resultó muy útil. Espero que os ayude.
    http://www.nosinmishijos.com/2013/10/como-hablar-de-la-muerte-con-ninos.html

  27. Que post más emocionante, supongo q me he emocionado recordandome a mí con 8 años perdiendo a mi abuelo, mis padres en aquel momento lo gestionaron muy bien, porque nos hicieron compartir el dolor en familia; fuimos un ratito al tanatorio y también fuimos al entierro, recuerdo q la gente les decía q què hacían allí las niñas; pero nosotras queríamos estar allí, despedirnos de él; q mi padre me diera la mano fuerte y q mi madre y mis tíos me abrazasen. Ahora muchos años después trabajo como enfermera en oncología y veo la cara del sufrimiento todos los días; en mi planta los niños campean a sus anchas por allí, y cuando en la fase terminal la familia nos pregunta si pueden traer a sus nietos o en situaciones todavía más dramáticas a sus hijos, la respuesta siempre es afirmativa, intentamos tapar todos aquellos cables y tubos q pueden ser desagradables, pero estoy convencida de q esas visitas sin necesarias, ellos para entender mejor lo que está pasando, para saber q si mamá no está tanto con ellos es xq allí en el hospital hay una persona que les necesita más q ellos; y al paciente una visita así les ilumina la cara, les aleja del dolor y les hace recuperar su yo como persona y no como enfermo. Por eso mi consejo y el q utilizaré con mi hija, es evitar las verdades a medias, , mantener siempre el recuerdo de esa persona vivo, y si se puede q esa persona les de algo, una carta, una foto, una pulsera, un pañuelo…algo q les mantenga cerca de ellos aunque estén lejos.
    Besitos para todas las malas madres

  28. Por cierto, dejando claro que cada cual es muy dueño de explicar las cosas como quiera, en mi opinión, decirles a los niños que el abuelo se ha ido al cielo es contraproducente porque no tienen la capacidad de abstracción de un adulto y pueden ver como real la posibilidad de subir a verle. Pienso que es mejor recalcar la idea de que la muerte es definitiva, aunque tampoco lo entiendan al 100%.

    1. A los niños no se les debe mentir, nosotros fuimos muy, muy sinceros desde el primer momento. Deben tener la oportunidad de conocer las cosas tal y como son pero a veces una metáfora puede ayudarles a establecer la conexión con la persona que no está.

  29. Este verano murió mi madre de cáncer, en sólo 3 meses. A mi hija de 3 años le dijimos que la abuela estaba muy muy muy malita y que por eso se había muerto y que no iba a volver a verla.
    Ella lo comprendió bastante bien, de una forma sorprendente para todos, y cuando veía al abuelo le decía que sabía que él estaba muy triste porque la abuelita se había muerto pero que ella le quería mucho y le daba abrazos.
    Me ayudó mucho este librito: http://issuu.com/fmlc/docs/guiaduelofmlc/136?e=0

    1. Muchas gracias!! Por suerte en el mercado hay muchos cuentos que nos pueden ayudar a superar situaciones complicadas. Muchas gracias por tu aportación!!

  30. Hace pocos meses nos dejó la bisa de Fabiola, de camino al tanatorio donde estábamos toda la familia, el buenpadre y yo le contamos lo sucedido, también de una forma abierta, sin tapujos ni metáforas, aunque lo de “está en el cielo” con 3 años no se llegue a comprender del todo, de vuelta a casa Fabiola nos propuso ir a visitar a su amiga Lucia, según ella como vive en Tenerife y hay que volar, quizás desde el avión volvamos a ver a la bisa, verdad mamá… se me rompió el corazón.

  31. No te puedo leer,tengo un nudo en la garganta,mi padre tuvo un cáncer hace años y ahora le han vuelto a ver bultos y no queremos ni pensarlo.un abrazo y un beso muy muy grande para todos

  32. Mis hijas se tomaron la muerte del bisabuelo, con el que tenían trato diario, de un modo tan natural, que fueron ellas las que me enseñaron a mi a llevarlo mejor. Se lo dije yo a la mayor que tenía cuatro años, y se cogió una llorera en ese momento que tela, pero luego sencillamente comprendió.
    Ahora tenemos una foto en casa suya, así cada vez que la vemos, nos acordamos de él con un cariño inmenso.

    1. Muchas veces nuestros hijos son el mejor ejemplo. Ellos fueron los primeros en ser capaces de hablar de su abuelo con total naturalidad y nus ayudó a mi marido y a mi a hacerlo también.
      A veces los adultos complicamos mucho las cosas.
      Un abrazo

  33. Te leo con lágrimas en los ojos pues este verano, muy cerca del cumple de mi hijo de 4 años y con el peque de 4 meses, hemos perdido a la yaya, igual que vosotros, por cáncer y de manera absolutamente imprevisible.

    Nos pilló tan de sopetón, como una jarra de agua tan fría, que no pudimos decirle nada. Ni llorar, ni sufrir, para que no nos vieran tristes. Tampoco despedirnos y te quedas con la pena de no haber hecho tantas cosas…….

    El gordo preguntó hace unos días que dónde estaba la yaya, que tenía que preguntarle dónde había puesto su traje de caballero, y le explicamos que se había ido al cielo y nos cuidaba desde allí. Se puso triste, pero ya está planeando subir por una escalera mágica para ver también al gatito de nuestra vecina, que también está en el cielo, sabes, mamá?
    Es muy duro (y lo será en los momentos especiales) pero creo que es más importante compartir el dolor y aprender de los niños.

    Besos,

    1. El duelo compartido en familia es mucho más fácil de llevar y entender. Compartir el duelo, llorar juntos, enfandarnos por no entender la situación nos ayudará a ir avanzando día a día.
      Un fuerte abrazo

  34. Nosotros acabamos de perder a mi padre por un cáncer de pulmón, apenas un mes desde el diagnostico, mi buenhijo tiene tres años y ahora empieza a preguntar porque el iaio no viene…le hemos dicho que se ha ido, pero no sabemos como transmitírselo…si es tan difícil de asumir para nosotros, como explicárselo a un niño de tres años?

    1. Yo centraría toda mi energía a recordarle. a explicarle que tú también le echas de menos, a recordad todo lo bueno que tenía, a explicar todo lo bueno que os aportaba.
      Un fuerte abrazo

  35. La muerte de un abuelo es dura incluso con 20, 30 años. Tan pequeños rompe el alma.

  36. Yo perdí a mi padre antes de nacer mi hija así que por el momento no he tenido que transmitirle ninguna otra partida de ningún familiar pero sé que, no tardando mucho, la bisa se irá (son 102 años ya) y los lazos que han forjado en 3 años son ya fuertes. Y las Abuelas y/o tío abuelos queridos…. No tenia muy claro como afrontarlo pero después de leer tu post no me cabe duda que es la mejor forma, ya que todas las personas se mantienen vivas en tanto nosotros las tengamos presentes y todo aquello que nos aportaron.
    Enhorabuena por esa valentía y mucha fuerza para poner esa alfombra roja y homenajear un año más a una persona excepcional.

  37. Lo siento mucho por vosotros, creo que gestionasteis bien la muerte, todo lo que bien que se puede gestionar, pero no creo que haya una receta perfecta para estos casos.
    Mis gemelos aún no han nacido, pero recuerdo perfectamente cuando tenía 8 años y mi padre murió de golpe y sopetón.
    Mi padre, mi querido, idolatrado súper padre se fue para no volver en contra de la voluntad de todos de un día para el otro. Así es la muerte, no avisa, no te prepara.
    En mi casa los que quedamos hicimos lo que pudimos pero mi madre no tenía fuerzas para gestionar nuestro dolor, bastante tenía con el suyo.
    Recuerdo no entender qué significaba la muerte hasta que años más tarde, a los 11, me di cuenta de repente. No iba a volver. Nunca. Eso significaba. Nunca iba a volver a cruzar el umbral de la puerta.
    Ese y los que le precedieron sí fueron días tristes.
    Todavía hoy, más de 30 años después de su muerte se me encoge el corazón al recordarle. Tengo muchas ganas de que mis hijos nazcan para hablarles de él, explicarles la maravillosa persona que fue.
    Anita
    http://gemelosinvasores.wordpress.com/

    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo la muerte es algo muy, muy dificil de gestionar. Dos años después seguimos llorando su pérdida pero vivir el duelo común nos ha hecho más fuertes tanto a nivel individual como en familia.
      La muerte no tiene explicación sólo nos queda vivir lo mejor posible el duelo.
      Un abrazo muy fuerte

  38. Para los que no creemos en que los que se van estarán en algún lugar protegiéndonos, donde no hay estrellas, nubes ni luz; para los que desafortunadamente creemos que la vida es pura química y así lo queremos transmitir a los buenoshijos, es duro. Muy muy duro. Amor a a raudales, mucha comprensión y sinceridad. Y aún así, sigue siendo duro.

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