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Rabietas: cuando el buenhijo se transforma

Rabietas: cuando el buenhijo se transforma

La buenahija1 ya tiene cuatro años y he de decir que las rabietas son mínimas ahora, pero recuerdo con nerviosismo cuando cogía su pataleta y lo que me costaba que se le pasara, ella elegía siempre enrabietarse en público y hacer la croqueta que era su especialidad. El buenpadre y yo tratábamos de mantenernos firmes y muy mal no ha ido la cosa. Hoy nuestra colaboradora y psicóloga infantil Maribel Gámez nos habla de ello y yo voy a tomar nota para cuando me llegue el momento con la buenahija2.


*Puedes seguir a Maribel Gámez en su página web: www.otrapsicologa.com. En ella encontraréis diferentes temas que os pueden ayudar.

Lo primero, situémonos en la acción

La malamadre está con el carrito de la compra en mitad del supermercado, meditando cual filosofo griego sobre lo adecuado o no de comprar unos cereales u otros y de repente… ¿Habéis oído eso?, ¿es acaso el grito de un Nazgul embravecido? Nos damos la vuelta buscando el origen del sonido y nos encontramos con la terrible visión de ver a nuestro hijo señalando el cereal más azucarado de la tienda, diciéndonos que ese es el que quiere, mientras se prepara para pegar unos gritos de miedo aderezado con una sesión de babas y mocos si no metemos susodicha caja de cereal en el carro. El buenhijo nos mira, le devolvemos la mirada, se masca la tensión en el ambiente.
Por supuesto, después del grito, todo el centro comercial está ya avisado, una tragedia de dimensiones desproporcionadas está a punto de ocurrir. El niño adorable y juguetón que hace dos minutos estaba en el carro se ha tornado Nazgul y todos esperan a que la madre del Nazgul sepa manejarlo.
Como malasmadres responsables que somos sabemos que no podemos darle al pequeño todo lo que pide o desea aunque se vuelva un bicho mordedor. Así que nos preparamos para las miradas inquisitivas de las otras madres del lugar, las abuelas que giran sus cabezas de izquierda a derecha mientras contemplan el espectáculo y que dicen para sus adentros “estos en mis tiempos no pasaba, éramos ocho hermanos y mi madre nos mandaba con puño de hierro”. Benditas abuelas.

Cómo funciona la rabieta

Hoy voy a hablaros un poco de como funciona este curioso fenómeno que va acompañado de una terrible transformación de nuestros querubines: la rabieta.
Las rabietas son algo normal y consustancial en la vida. No nos gusta experimentarlas, presenciarlas ni vivirlas pero son imprescindibles dentro del desarrollo normal de cualquier ser humano. No debe extrañarnos que el buenhijo tenga rabietas, cuyo punto álgido está aproximadamente sobre los 2 años (de ahí el adecuado nombre de “los terribles 2”).
Un niño tiene una rabieta porque se frustra frente al ambiente que le rodea, es decir, que quiere o desea algo que en principio se le está negando. Se enfada, llora y patalea para que el adulto reaccione y pueda proporcionárselo. Vienen así de serie. Todos. Unos tienen más cantidad de rabietas, otros menos, a algunos les duran una eternidad a otros apenas un par de minutos. ¿Qué hacer con ellas? Abramos el abanico de posibilidades:

1. Le damos todo lo que desea y pide en esta vida para evitar que se transforme

Resultado: con el tiempo y a medida que vaya creciendo se convertirá en un tirano que piensa que el mundo y las personas que habitan en él están para servirle y que todo le pertenece. Llorará y montará una buena cuando algo se le niegue. Probablemente se cambie el nombre que le pusisteis por alguno de un emperador romano y pedirán que se dirijan a él por su titulo nobiliario.

2. Dependiendo de nuestro estado de ánimo, nuestras fuerzas y como nos haya ido en el trabajo cedemos ante sus rabietas o no

Si ese día estamos frescas como una lechuga decidimos que no vamos a doblegarnos a las exigencias del pequeño. Aguantamos estoicamente, vemos que la rabieta poco a poco se le pasa, vemos que luego ni se acuerdan de que demonios querían, reafirmamos nuestra autoridad, dominamos la situación. Nos sentimos invencibles.
Sin embargo otro día llegamos a casa hechas polvo, cansadas de un día duro de jornada laboral, al poco que el buenhijo quiere algo y empieza a gritar para conseguirlo, cedemos, para evitar la transformación.
Resultado: el pequeño no tiene claro cuando su malamadre va a ceder, el recurso de la rabieta se fortalece, se mantiene en el tiempo. Es un proceso parecido a la persona que juega a las tragaperras, como no sabe cuando le va a caer el premio, tira y tira de la manivela a ver si hay suerte y le caen unas monedas. No os lo recomiendo.

3. Observamos a nuestro pequeño

Vemos cuando aparecen sobre todo las rabietas. Fijamos unas normas básicas que dependen de la edad del niño, por ejemplo; no comer nada entre horas, recoger sus juguetes después de jugar, no tirarse al suelo, acabar la ficha del colegio antes de poder ir a jugar, ir de la mano por la calle, etc.
Pensamos si esas normas tienen sentido, si tienen el objetivo de proteger al pequeño y que aprenda formas de comportarse buenas para él socialmente que le servirán en el futuro como por ejemplo; adquirir buenos hábitos, a ejercer el autocontrol, a la tolerancia a la frustración. Y aguantamos. Porque creemos que es bueno.
Resultado: poco a poco las rabietas disminuyen en intensidad y duración. Con el tiempo las abuelas del supermercado volverán a mirarnos con buenos ojos.

Volvamos al ejemplo del centro comercial… ¿Qué hacer?

Una de las cosas que yo haría es ir siempre con algo en el bolso que sé que le gusta y le entretiene. Ir preparada (por otras ocasiones en las que he observado como se comporta) y saber en que secciones puede empezar el problema y tener una rabieta. Y que lo que pide no me parece adecuado dárselo (no todo lo que pide tiene que negársele, eso por supuesto, por eso tenemos que tener claro antes de salir de casa si queremos comprarle algo o no y el qué).

  • Si empiezan con la rabieta se les habla en un tono de voz bajo y se le explica porque no va a obtener lo que pide. Tenemos que estar lo más tranquilas posible, cuanto más nerviosas estemos nosotras peor lo pasaran ellos.
  • No ceder ante sus suplicas, saber que en un rato (depende de lo que hagamos y como hayamos tratado este asunto en el pasado) normalmente 10/15 minutos se le habrá pasado y se centrará en otra cosa. Ahí es el momento de ofrecerle el juguete que sabemos que le gusta, para que pueda distraerse.
  • Hay que aguantar, si flaqueamos y le damos lo que quiere en el momento más álgido de la rabieta aprenderá que tienen que llorar más, patalear más y enfadarse más para conseguir los cereales del oso goloso. Y eso es un aprendizaje terrible socialmente que puede durar el resto de la vida mutado de diferentes formas. Todos conocemos a adultos de nuestro alrededor con estadillos de ira y enfado que no toleran la más mínima frustración en su vida y lo pasan fatal porque no han aprendido a frustrarse. Y a frustrarse solo se aprende llorando. No valen las explicaciones.
  • Tenemos que esperar a que poco a poco dejen de llorar y se tranquilicen. Entendiendo porque lloran, podemos explicarles una o dos veces porque no les damos lo que quieren pero no podemos esperar que venga de ahí el cambio y que la próxima vez no se transformen. Dependerá de lo que hagamos nosotras en esas situaciones, como las manejemos para que puedan ser, en un futuro, adultos responsables que vivan, sin amargarse, las pequeñas (y grandes) frustraciones que nos depara a todos la vida.

Y vosotras malasmadres, ¿cómo gestionáis las rabietas de los buenoshijos?

diploma-Malamadre

Han comentado...

  1. Mi buenahija aun no tiene 2 años pero es una experta en no dejarnos hacer nada. Os cuento 2 casos. 1º fuimos a un centro comercial y nada mas llegar vio la zona de juegos y columpios, pues bien, ya no quería salir de allí. Toco ir a comer y nos tuvimos que dejar la comida entera porque no dejaba de llorar y gritar que quería ir a los caballitos. después en las tiendas mas de lo mismo. 2º fuimos a tomar algo a un chiringuito en la playa y justo al lado un parque infantil. pues eso era lo único que existía para ella. tuvimos que dejar la bebida entera porque los llantos y gritos estarían molestando a los demás clientes. en los 2 casos la cojimos en brazos y para casa. pero verla llorar y sufrir de esa manera en el camino a casa duele mucho. lo estamos haciendo bien??? algún consejillo??? graciasss

  2. Mi buenhijo a los 2 años no quería ir en la silla y en cuanto llegábamos a la esquina de la calle pedía a su padre que lo llevará a hombros. Los numeritos entre el portal y la esquina “si no quieres silla, andando y sino a casa” eran la juerga de los vecinos. Al final conseguimos con mucha paciencia y muchos paseos portal-esquina firmar un pacto, el buenhijo iba andando hasta que nosotros considerábamos que se cansaba y solo entonces podía ir a hombros de su padre. Fue el primero de muchos pactos, que firmábamos siempre antes de salir de casa y que siempre cumplimos. A los 12 años un profesor me dijo que lo hiciera diplomático porque era capaz de negociar hasta con su sombra.

  3. para mi la cuestión es, ¿cómo manejamos a toda esa gente que te mira con cara de “no sabes educar a tu hijo”? porque no sé si me llega la paciencia para todos… 😉 bss!

  4. Buenhijo 1 no tuvo rabietas. Buenhijo 2 las está teniendo todas. El problema es que tiene 15 meses, con lo cual es inútil razonar con él. Se tira al suelo (a veces de cabeza, con lo que estoy atenta para sujetarlo que no se haga daño, o me rompa el suelo, que quizás sea más probable….), me lo intento tomar con humor (por decir algo, y eso que soy de humor negro, pero este se pasa de oscuro) y paciencia, le hablo para intentar que se le pase, pero también he comprobado que, cuanto más caso le hago, o más le hablo para intentar calmarle, peor se pone. Si lo ignoras, después de un buen tiempo (porque tarda muuuucho en calmarse) el el cual vas pasando por su lado y le pones el chupe, que lo tira en reiteradas ocasiones, le ofreces agua, ídem…, biberón como arma arrojadiza, ¡a cubierto! así, dándole tiempo, hasta que de buenas a primeras, o bien se la pasa y se vuelve a transformar el un niño adorable, o se queda dormido hipando en sueños. Yo tengo la esperanza de que cuando cumpla dos años, al menos, podrás razonarle, porque con esta edad, aunque le digas que no se puede comer una galleta porque dentro de media hora se tiene que comer su comida, o que tiene que comerse su comida y después una galleta o el yogur (me ha salido muy goloso), pues aún no se puede. De todos modos, te agradecería algún consejo de como gestionar las rabietas en niños tan pequeños, porque el mío, tiene un carácter…., mínimo cuatro al día, yo no se como no se da cuenta de que no le vale de nada, la verdad….
    Genial tu post, lo guardaré por si dentro de uno o dos años sigue con lo mismo….

  5. Hola a todas,,
    Yo escribo desesperada, no pensaba que me llegara a pasar esto pero la verdad es esta.
    Tengo una hija de 8 años que es buenisima pero cuando llega la hora de dormir siempre tiene algo por la que convertirse en el verdadero Demonio y no exagero, un día puede ser por que despues de acostarla, taparla,desearle buenas noches, dale un monton de besos y abrazos te vas a seguir con las tipicas tareas que todas tenemos despues de que se acuesten y se pone a gritar chillando y llorando por que quiere agua o por que quiere otro peluche distinto a los 5 que tiene en la cama. Intento contenerme pero hay días que me puede y acabo gritandole yo y como se pone mas endemoniada acabo dandole un azote y ella sigue Y me pongo de los nervios y ya no se que hacer.Otras veces la dejo y no le hago ni caso y cuando se harta de gritar y patalear se calla y duerme pero me pone……. Sobre todo por que su hermana de 4 años duerme con ella. Me encantaria ver si alguna me puede aconsejar. Gracias y sois geniales.

  6. Desde septiembre hasta una semana después de navidades la buenahija de dos años se estaba convirtiendo en todo lo que ni me había imaginado, justo entre los dos periodos de vacaciones en el pueblo. Estas navidades incluso empezó a pegarme, arañarme o tirarme del pelo. Me cogió tan de sorpresa la primera vez que me pase la noche llorando del bofetón que le solté. Adopté varias tácticas hasta dar con la solucio, mirándol a los ojos con una inmensa pena le pedía que no me pegara y si lo volvía a intentar le agarraba con fuerza las manos.
    Hemos comprobado que con firmeza todo se consigue, en una ocasión y cansados de llevar el carro de adorno, nos plantamos en mitad de una avenida a grito pelao pidiendo brazos y la gente pasando…media hora después conseguido el objetivo nos plantamos en un bar a tomar algo y una pareja nos señaló, no se si para bien o para mal pero me sentó fatal. Por suerte las rabietas han cedido en número e intensidad y son más llevaderas. Por suerte hemos comprendido que es muy independiente para el aprendizaje así que procuro que colabore en todo lo que pueda, desde exprimir las naranjas de su zumo, preparar su bibe, hasta tareas caseras, etc. Vamos a intentar encauzar ese potencial.

  7. La buenahija1 tiene casi 4 y desde que tiene 3 y medio nació la buenahija2…. Pues desde entonces y coincidiendo con el comienzo del cole tiene unas rabietas y pataletas horribles, de gritar tirada en el suelo, decirme tonta a gritos en medio de la calle, etc…horribleeeee!!! Espero que pase pronto….. Sino no sé qué va a ser de mí….

  8. ¡Yujuuuu! Creo que lo estamos haciendo bien. Cosa rara, porque como primerizos lo normal es que en algún puntito del proceso que sea metamos la pata. Mi bichilla es de genio fuerte (fuerte, fuerte) y desde luego, lo de anticiparse al enfado y tener algo a mano que la tranquilice, nos está salvando. Porque estamos casi recién llegados a esos terribles 2.

  9. yo tengo mellizos de tres años. El chico es muy raro que tenga rabietas pero ella no da tregua nunca. Cada cosa que no le gusta se tira al suelo sin contemplaciones. Cuando ve que la ignoro empieza a gritar pidiendo un abrazo y entonces comenzamos las negociaciones. Yo le digo que la quiero mucho y que le daré todos los abrazos que ella quiere si se levanta del suelo; pero asi nos podemos tirar tranquilamente una hora. Al final cede, entonces la abrazo e intento hablar con ella. Del motivo que le hizo tirarse al suelo ni se acuerda. Y al día siguiente otra vez. Y asi ya mas de un año. Es agotador y debo estar haciendo algo mal porque esto es verdad que no va a mas; pero tampoco se termina.

  10. Y si a los gritos, lloros y pataletas de las rabietas se une la autolesion? Mi hijo, con casi dos años, es experto en encontrar la parte que hace daño sea donde sea que esté y claro, que llore, genial, pero que se haga una brecha…

  11. Ufff, que difícil. Yo intento aguantar, pero no siempre es sencillo teniendo en cuenta el cansancio de una malamadre. Cuando la llevo por la calle llorando y todo el mundo me mira me siento fatal. Cuando tengo que seguir avanzando la cojo como un saco para que entienda que no la cojo en brazos de buenas. Ayer precisamente me montó una al salir de la guarde y encima fue porque no le había dado una cosa la profesora!! Luego una se encadenó con otra y con otra… En total 30 minutos llorando. Estuvimos un rato en la calle esperando a que se pasara la rabieta de la buenahija1 pero al rato la buenahija2 de 5 meses se puso a llorar, así que la tuve que coger para ir a casa. En esas situaciones no sé cómo cogerla para que entienda que no es un cariño y al mismo tiempo no zarandearla demasiado porque se deja arrastrar y parece que la maltratara. Que difícil es esto y no quiero pensar en lo que me queda por delante!

  12. Nosotros con la buenahija1 tuvimos una intensidad de rabietas que yo no conozco en otros niños, podían durar horas sin atenerse a razones ni lugares. Probé de todo: ignorar, estallar, llorar…intentaba recordar a supernanny y pensaba ” en esta te quería yo ver a ti amiga”, al final después de muuuuuucha paciencia y razonamiento post rabieta se fue acabando la larga fase, pero cuando me quedé embarazada de sus hermanos mellizos solo podía pensar ” madre, madre, como sea igual, pero en doble y con la mayor de solo tres años más que ellos…” Pero no, debe ser que ya hemos hecho callo porque nos acercamos a los dos años,y hay rabietas pero se viven de otra manera. Las dificultades nos hacen más sabias, jejeje.

  13. A le mi hijo le duran los berrinches, que no llegan a rabietas, de 30 segundos a 2 minutos. Se te olvido una cosa, Maribel: empatizar. Si el niño se siente comprendido de calma antes.Vamos, como los adultos. Ponle palabras a lo que quiere, a lo que siente, y luego le explicas con calma por qué no puede ser. Rosa Jove lo explica genial en Ni Rabietas Ni conflictos.

  14. Una gloria eran para mi ” los terribles 2″ ahora ya con 6 el pequeño mini tirano pretende romper todo para conseguir lo que quiere y al negarselo entre gritos me lanza un ” tu me odias” que me parte en dos. A veces me pregunto si haber estado lejos por trabajar cuando mas pequeño fue la causa de haber llegado a esto.

  15. y que hacer si admeás de la rabieta le da por enfadarse contigo y se acerca a darte manotazos y patadas? con 3 años cuando se frustra aparte de gritar y patalear viene a pegarme a mmi

    1. A mi hija le pasa lo mismo. Ya no le dan rabietas en sitios públicos, y en el cole o en casa de los abuelos tiene un comportamiento modélico. Pero en casa tolera muy mal el “no”: más que una rabieta, lo que hace es contestar de muy mala manera, y cuando ve que no va a conseguir nada, nos levanta la mano. Normalmente no llega a pegar, y si lo hace, es más un empujòn que un golpe. Lo hace como algo instintivo, porque en el momento se da cuenta y se deshace en lágrimas pidiendo perdòn. Pero no sabemos cómo evitar que lo vuelva a hacer…

      1. Cada caso y situación es un mundo, sin embargo ese comportamiento, el de pegar, es algo que poco a poco hay que ir manejando y eliminado. Por supuesto si no le vamos a dar algo y empieza con los manotazos hay que evitar dárselo por todos los medios porque puede aprender que el manotazo sirve para conseguir lo que quiere.
        Por otro lado es importante mirar al pequeño y decirle que no nos pegue si intenta hacernos daño le cogemos la mano para evitar que nos agreda. Por último seria bueno que supiera que nos hace daño, emitiendo algún sonido de queja y que cuando esté más tranquilo le enseñamos a hacer la conducta contraria. Puede darnos un beso o una caricia, para que sea consciente de que eso que hace, produce daños

  16. Jo! Pues el mío tiene 16 meses y acaba de pasar una racha de rabietas maja.. aún le dan algunas pero sobre todo es cuando está cansado.
    Mi duda es cómo distinguir una rabieta de un lloro por algo que sí le daría, como por ejemplo cogerlo en brazos. El otro día iba en el carro y tenía mucho sueño (ibamos ya bastante tarde para casa, me sentía bastante malamadre jeje), se puso a llorar desesperadamente echando los brazos para que lo cogiéramos. Al final, después de un buen rato así, lo cogí, y mi marido me decía que estaba haciendo mal. Es posible. Pero me cuesta mucho distinguir entre una suplica de cariño y un capricho, ¿me explico? Por ejemplo si me pide algo como agua, que le voy a dar sin problema, y lo hace de malas maneras, sé que no está bien, pero ¿cómo actúo? ¿Me espero un rato y luego le doy? No se… creo que estoy un poco confundida jajaja! Muchas gracias por el post!

    1. Hola Azahara, muy buena pregunta planteas. Normalmente la necesidad de lloro o mimos se ve claro cuando se aproximan a nosotras y buscan el contacto con nuestro cuerpo quieren que les abracemos, les toquemos, les besemos. Sin embargo en la rabieta o bien quieren algo que no pueden conseguir o se les junta el sueño, cansacio, etc con alguna frustración. Ahí normalmente no buscan la proximidad de la madre, si no todo lo contrario, se tiran al suelo, patalean y si te acercas puedes llevarte algún manotazo.
      Espero haberte ayudado

      1. Una pregunta si la rabieta es los quiere/necesita brazos y no sé le dan (antes he leído un comentario en el que la rabieta era por eso) ¿Qué se debe hacer?

  17. Dichosas la rabietas! Que buen post! Pero tenemos que ser todas fuertes y aguantar….a veces un caprichito mínimo se permite pero el gran problema es que los malospadres a las 20.00 estamos rotos y cuesta mucho luchar contra su tiranía…. El truco es imaginarte al buenhijo con 15 años y pensar que si lo dejas pasar, a ver quien puede con ese adolescente rumbo a Hermano Mayor….

  18. Pues la buenahija1 sí las tuvo, se transformaba en la niña del exorcista, se tiraba al suelo, pero ahí me pillaba descansada, la ponía en un sitio donde no se pudiera dar con nada, y que patalease. Cuando nació el buenhijo2, volvieron a aparecer las rabietas creo que como una manifestación de sus celos, esas me costaba más ignorarlas porque siempre eran en público y con cuanta más gente mejor, pero más o menos están superadas. Peores son las del buenhijo2 con el nacimiento de la buenahija3, ya que las rabietas las coge cuando sabe que su hermana está dormida y no quiero que la despierte, y ahí no siempre le puedo ignorar, ya que su pobre hermana no tiene la culpa de la fiera que tiene por hermano mayor, y a veces cedo ante su chantaje con tal de que no la despierte. La verdad es que ahí no sé como actuar, me sé la teoría, pero no soy capaz de aplicarla en esos casos.

  19. Muy divertida la primera parte dela entrada.
    Poco acertada la segunda.
    La frustración no solamente aparece porque el niño quiere algo y no lo obtiene, sinó porque no le entendemos o no nos entiende.
    Y eso de que si le das todo lo qye pide se convertirá en un pequeño tirano…ufff…como poco, simplista.
    Me encanta leer este blog, siempre lo hago y disfruto, pero esta entrada justamente..me ha decepcionado ..

    1. Hola Marga, gracias por tus comentarios. Efectivamente un niño tiene una rabieta por muchas razones no sólo porque quiera algo. A veces para el que escribe tener que limitarte aun espacio hace que haya que simplicar y hace imposible ser exhaustiva en algunos temas.
      En cuanto a la frase a la que haces referencia “un niño al que le damos lo que quiere se convierte en tirano”… efectivamente cada niño es un mundo y puede reaccionar y desarrollarse de muchas formas pero sí creo que proporcionarles todo lo que piden aumenta las probabilidades de que vea el mundo como un lugar donde se reciben cosas sin mucho esfuerzo y que pueda ver esto como algo normal o incluso un derecho. Por eso es tan importante aprender a frustrarse. Con este aprendizaje entendemos que no podemos conseguir todo en la vida aunque lo deseemos o nos esforcemos mucho en conseguirlo.
      Un abrazo

  20. Sobre todo hay que comprender en qué momento se producen. Una rabieta a las seis de la tarde después de diez horas de guardería, un día entero fuera de casa sin ver a la familia, etc… No es una rabieta. Es agotamiento, frustración y necesidad de atención. Y eso se ve todos los días por desgracia en muchos sitios.
    Un saludo

    1. Totalmente de acuerdo Pilar, cada rabieta es diferente y las causas también, hay que observar y fijarse mucho para saber como actuar

    2. Yo también estoy de acuerdo en esto. Ayer, por ejemplo, mi marido y yo llegamos a casa bastante tarde de un viaje de trabajo. Mi hija de año y medio que estaba medio dormida se cogió una que no te cuento por una bobada. No creo que la rabieta fuese porque no la dejamos hacer lo que quería, creo que se encontraba mal porque habíamos llegado más tarde que normalmente, que tampoco suele ser muy pronto. También os digo que tengo que trabajar y ya está, y no me siento peor ni mejor que otras madres por ello, pero tampoco creo que vaya a malcriarla por entender que ella necesita mimos en ese momento.

  21. El buen padre y yo intentamos ser bastante firmes con las rabietas de nuestros mellizos de casi 4 años, ya pasamos los terrible two pero ahora estamos en los horripilantis threenagers y ahora además de las rabietas también sufrimos las discusiones con argumentos. “es que ya te he dicho tres veces que lo quiero” “pero si lo he pedido por favor” sueltan a grito pelao.. ai..las rabietas

  22. Cada vez q toca atarla a la silla del coche comienza una pelea de titanes. Llega a salirse de la silla, hemos probado a cambiarle de silla….el grado de estrés q nos genera va a acabar con nosotros. Y sobre todo, es un gran problema de seguridad. Las rabietas no son solo con eso, pero sí las q más me preocupan.

  23. Cuando mi hija era pequeña y me montaba un pollo empezando a gritar desesperadamente yo tambíén me ponía a gritar como ella, no renegándole sino imitándola en grito de niña mal criada. Se quedaba tan asombrada y con tanta vergüenza que paraba de inmediato. Cuando volvíamos a salir le explicaba lo que íbamos a comprar o no y le dejaba bién claro el comportamiento que tenía que tener. Si quería algo, que me lo pidiese bien pedido y dependiendo de lo que fuese, si yo lo creía conveniente para ella lo compraría o no. O se portaba bien o yo también sabía hacer lo mismo que ella. Oye, me dió resultado 😉

  24. Con el pequeño todavía no hemos llegado a esa etapa, y a la mayor no le duraron mucho tiempo.
    Con ella nunca he tenido problemas por no comprarle algo, desde muy pequeñita la acostumbré a que mamá podía decir que no. Aunque pedía muy, muy pocas veces de vez en cuando se lo negaba para que se acostumbrase, y funcionó. Las rabietas venían por otros motivos. Aun recuerdo una vez, que pasando por delante de la consulta del pediatra, al que adoraba, se tiró en plena calle chillando que tenia “fiebeeee” y que no la llevaba al “pediataaaa”, qué vergüenza!!! Ahí no quedó más remedio que agarrarla en peso como pudimos y salir de allí pitando. Pero en casa es otra cosa, las rabietas son mucho más fáciles de gestionar, y como bien dices hay que aguantar y observar para intentar encontrar la manera de ayudarlos, porque ellos también lo pasan mal. Es un binomio entre ignorar y vigilar sin vigilar. Mi hija, que es muy lista, lo pilló enseguida y lo que hacía era intentar captar mi fingido desinterés tirándose estratégicamente por los sitios por los que sabía que podía pasar, emulando a la niña del exorcista y yo la esquivaba tal cual mueble. El problema es que debido a su orgullo llegaba a un punto sin retorno del que había que ayudarla a salir, cuando le notaba el agotamiento buscaba una distracción, cosas como que me cayese algo o con frases como “¿eso es un ratón?” y ella se agarraba a esa oportunidad como a un salvavidas, venía corriendo y como si no hubiese pasado nada preguntaba si podía ayudar y ahí acababa todo.
    Espero que os haya ayudado, pero cada niño es diferente y lo que vale para uno no vale para otro.

  25. La buenahija desde antes de cumplir los dos años empezó con las rabietas…. Yo era de las madres que antes lo veía y decía un buen cachete y para casa pero cuando te pasa a tí todo cambia! Una de las primeras veces estabamos de vacaciones en el comedor del hotel y empezó como a darme porque decidí ignorarla para que no fuera a más y una señora en la mesa de al lado me puso verde! Q mira la niña como pega a la madre, que eso en su epoca no pasaba…. yo tenía una mezcla de ira y verguenza… Claro era las primeras veces ahora ya me importa poco lo que diga la gente, gracias a Dios van remitiendo y suele ser en casa pero la verdad es que se pasa mal….

  26. Buen hijo es pequeño aun. Pero, tomo nota de todo y ¡les envío el enlace ahora mismo a las buenísimas abuelas!!!

  27. La buenahija, a punto de cumplir los 4 años, no sabemos lo que es que tenga una rabieta, pero con el buenhijo de casi 8, lo estamos pasando mal porque ya no sabes que hacer. Las rabietas a los 2 años eran históricas, pero aguantabamos furmes, el problema viene cuando por el dichoso trabajo los buenoshijos pasan mas tiempo con los buenosabuelos que con nosotros. Si tu llegabas un dia y le decías a la buenabuela que no podía ver dibujos porque estaba castigado, en cuanto salias por la puerta ahi estaba el buenhijo viendo los dibujos, que no querías que el buenhijo comiera alguna cosa, porque encima tiene sobrepeso, allí está la buenabuela para darselo. Ahora efectivamente es un minitirano con los buenosabuelos, que los llega a pegar cuando noble dan lo que quieren. La solución que estoy intentando buscar es cambiar de trabajo, pero de momento lo tengo muy chungo. Acepto consejos para sobrellevar la situación

  28. Mal, muy mal… Tiene 18 meses y ya es una experta!!! Se pone a llorar tanto, que se pone hasta morada, sobre todo para no ir en brazos. Empecé a darle el móvil con las Super Simple Songs para mantenerla en la sillita, luego cuando se ponía como loca porque no quería comer… Ahora si ve el móvil se pone a llorar si no se lo doy. Hemos empezado a cortarle pero está complicado.

    1. Pues va a costar un poco ya que se ha acostumbrado a él. Poquito a poco y con paciencia
      Un beso!

  29. ¡Me has ganado con lo del Nazgul! jajaja
    Respecto a la frase de la imagen: Una vez una señora me ofreció a su hija por la calle, “Toma, te la regalo”, me dijo… y la verdad, me pareció algo muy feo que decirle a una hija y me dio mucha pena por la niña.. No es que sea grave, pero tampoco me pareció apropiado…
    En cuanto a las rabietas, justo estamos en los “terribles 2” de la buenahija… Reconozco que a veces cedemos por cansancio, y hay un par de temas que a menudo gana por megatozuda, como el picar entre horas y el no querer darnos la mano por la calle… Pero bueno, ahí estamos, trabajándolo y haciendo lo mejor que podemos… como todas! 🙂 Gracias por vuestros consejos

  30. Buenhijo1 no tuvo rabietas o si las tuvo “ni me acuerdo”. Buenhijo2 a punto d cumplir los dos años es un experto, como grita. Y por suerte ahí buenpadre y yo estamos de acuerdo. Paciencia que ya pasarán. El domingo nos monto una morrocotuda en un centro comercial porque quería brazos. Se quedó sentado en el suelo geitando, nosotros seguimos andando un poco y ni pestañeaba, buenhijo1 casi lloraba porque pensaba que nos íbamos a dejar ahí al hermano. Lo dicho con paciencia

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