¿Qué quieres encontrar?

65
Relaciones de pareja: lo que está flojo, que se caiga

Relaciones de pareja: lo que está flojo, que se caiga

Hemos recibido muchos emails de malasmadres que no están a gusto con su relación de pareja pero que por miedos, inseguridades, los buenoshijos u otras circunstancias no se atreven a dar el paso. Aún así no son felices y viven metidas en una espiral de la que no ven fácil el poder salir. Hoy nuestra coach, Leonor Cabrera, trata de arrojar luz sobre este tema y analiza el problema y lanza una serie de preguntas que pueden servir de ayuda a aquellas mujeres que se encuentren en esta situación. Os dejamos con ella.

malasmadres_quienessomos_Leonor
* Podéis seguirla en @Leonor_Cabrera  y en su BLOG.

Si hay algo doloroso, es poner punto y final a una relación de pareja. Sobre todo, una de esas relaciones en las que has volcado muchos años de tu vida, con la que has compartido proyecto en común, con la que has formado un hogar, con la que hasta no hace tanto tenías planes conjuntos, buenoshijos que tener o que criar. Una relación en la que había mucho amor.

¡Ay, el amor! Cuando nos enamoramos parece que va a ser toda la vida pero hay un momento en el que se acaba gastando, como decía la canción. El enamoramiento y la pasión dejan paso a algo más tranquilo, sereno, un pegamento que debe resistir los envites del día a día y que no siempre aguanta.

¿Cómo saber que ese pegamento se ha acabado? Que esa relación ya está, por mucho que nos cueste admitirlo, muerta y que lo único viable es darle la extremaunción.

El miércoles, cuando tenía este post a medias, me asaltó la duda. Había leído ya algunos textos sobre las relaciones de pareja, reflexionado y aún así no estaba convencida de las conclusiones a las que había llegado. Así que hice una pregunta a mis amigos de Facebook, entre los que hay psicólogos, terapeutas, coachs y, sobre todo, muchos expertos en la vida.

Les hice estas dos preguntas: ¿Cómo sabéis cuando una relación de pareja se ha acabado y está muerta? ¿Cuáles son las señales que lo indican? Sus respuestas me han encantado porque están basadas en su propia experiencia. Así que uniendo lo que ellos me han contado (mil gracias desde aquí por vuestra ayuda) con lo que yo he investigado y vivido, he elaborado esta lista de preguntas para saber cuál es el estado real de tu relación:

  • ¿Mi pareja y yo tenemos el mismo proyecto de vida?, ¿tenemos planes de futuro conjuntos? Algo fundamental en una pareja es tener un proyecto de vida, compartir visión y querer más o menos lo mismo. Si ese proyecto de vida no es común, hay algo que no funciona.
  • ¿Pesan más los malos momentos que los buenos? Las peleas, las broncas, las discusiones y las caras largas, ¿pesan más que los momentos de diversión y de disfrute? Hay momentos en los que incluso podemos llegar a pensar que discutir es lo normal y que es inevitable. No, no es así. Es posible vivir en pareja y vivir en paz.
  • ¿Llegamos a acuerdos o nos dedicamos a imponer nuestros criterios? Llegar a un acuerdo es fundamental en la pareja. Si te paras a pensar, cuando vives con alguien tienes que negociar para casi todo, aunque muchas veces esa negociación se haga de forma tácita al asumir cada uno diferentes responsabilidades. Si la guerra estalla cada vez que tenéis que tomar una decisión, es muy difícil que la convivencia sea placentera y que seáis felices.
  • ¿Siento la necesidad imperiosa de cambiar a mi pareja? ¿O tal vez es mi pareja la que siente la necesidad imperiosa de cambiarme a mí? Éste es uno de los virus más extendidos cuando acaba el enamoramiento. Queremos cambiar al que está a nuestro lado a pesar de que nos hemos enamorado justo de esa persona y no de la que queremos que sea. Créeme, es agotador y un esfuerzo estéril. ¿Sería posible en lugar de intentar cambiar a esa persona aceptar como es?
  • ¿Qué me dice mi cuerpo?, ¿hay demasiadas cosas que no soporto de la persona que tengo al lado? El cuerpo es uno de los testigos más fiables que tenemos: hay muchas veces que la cabeza se resiste a ver ciertas realidades incómodas que el cuerpo sí que revela, como cuenta Leila Guerriero en este artículo que me viene ni pintado para este ejemplo. Quizás no te apetezca el contacto físico o sexual con tu pareja o tal vez se te revuelve el estómago cada vez que la oyes respirar o cuando llegas a casa y sabes que está ahí.
  • ¿Me da igual lo que haga, lo que diga, lo que le pase? Sí, ésta es la pregunta para saber si el virus que te afecta es el de la indiferencia. También es peligroso porque tan malo es pecar por exceso de implicación como por defecto.
  • ¿Sigo aquí por miedo a la soledad?, ¿continúo en la relación por cuestiones económicas?, ¿o quizás por los buenos hijos? Nadie ha dicho que soltar sea fácil y sobre todo si de lo que se trata es de soltar la seguridad emocional, económica o la de tus hijos. Quizás pienses que no te queda otra salida en este momento que seguir en la relación y que, ahora mismo, no puedes ponerle punto y final. A mí me resultó de gran ayuda una frase de Jorge Llano, un terapeuta y coach con el que he tenido la suerte de formarme: “Lo que está flojo, que se caiga”. Muchas veces nos empeñamos en seguir, en continuar, a sabiendas de que eso en lo que seguimos ya está muerto. Lo primero, por supuesto, es reconocerlo y ser sinceras con nosotras mismas. Esa sinceridad ya es el primer paso para el cambio, para abrir las manos y para dejar que eso que está flojo, se caiga.

Dar por finalizada una relación de pareja no es ni mucho menos algo sencillo. Es una de esas decisiones que necesita ser meditada, sopesada, vivida y colocada. Cuando tengo clientes en esta situación, les invito a que se tomen su tiempo, piensen qué hacer y se dejen sentir la respuesta. Es muy importante diferenciar si lo que vivimos es una crisis personal o una crisis de pareja porque hay muchas ocasiones en las que la crisis personal se acaba proyectando en la pareja y dañándola.

Una buena pregunta en este caso sería, ¿estoy bien conmigo misma?, ¿es mi malestar conmigo el que estoy echando fuera y poniendo en mi pareja o es que esta relación ya está muerta? La terapia de pareja también puede ser una buena opción para poner los puntos sobre las íes y para saber en qué punto se encuentra de verdad esa relación.

Ahora, al igual que hice con mis amigos de Facebook, me encantaría escucharte y descubrir cómo sabes tú cuando una relación de pareja se ha acabado: ¿Qué es lo que te hace ver que está muerta, ¿qué es lo que te lleva a tomar la decisión de dejarla?, ¿o de continuar pese a que sabes que ya no va a ningún sitio?

Malasmadres-pareja* Y antes de irnos os recordamos varias cosas:

– Podéis participar hasta esta noche a las 00:00 en el sorteo de Sunny Delight, contándonos cuál ha sido tu aventura más surrealista con el buenhijo/a. ¡Nos hemos reído muchísimo con vuestras historias! Suerte.

– Ya tenemos las ganadoras del sorteo de Familia Fácil del post “la bonita tarea de limpiar”. Podéis consultarlo AQUÍ.

Han comentado...

  1. Hola a todos, estoy orgulloso de testificar este testimonio. Vi un post sobre cómo una señora consiguió a su marido de nuevo y decidí probar el lanzador de conjuros que la ayudó porque mi relación se estrellaba. Aunque nunca creí en hechizo, lo intenté a regañadientes y lo contacté en su correo electrónico ([Prophetakeem@gmail.com]) porque estaba desesperado, pero para mi mayor sorpresa, el conjurador de conjuros Profeta Akeem me ayudó a recuperar a mi marido, después 5 meses de separación y mi relación ahora es perfecta tal como él prometió. Mi marido ahora me trata como a una reina, incluso cuando él me había dicho antes de que él no me ama más. Bueno, no puedo decir mucho, pero si estás pasando por dificultades en tu relación, ponte en contacto con Prophet Akeem en su correo electrónico: [Prophetakeem@gmail.com]

  2. Que fácil es mandarlo todo al garete. “Profesionales” recomendando la destrucción masiva para resolver los problemas como primera opción, así va nuestra sociedad. ¿Por que no se trabaja en los que nos une? ¿Por qué no trabajamos conjuntamente? ¿Por que no aprendemos a escucharnos? No nos gusta oir opiniones contrarias a lo que nos dice nuestro estómago, ni tenemos la menor intención de evitar que sea éste sea él quien nos maneje la vida. Una forma de actuar que nos elimina cualquier rastro de humanidad. Un artículo que basado en el egoísmo. Me parece nefasto.

    1. Totalmente de acuerdo. Lo de hoy se basa en la destrucción de las familias y de cualquier tipo de valor que nos una, en lugar de ello se dedican a -si está en la cuerda floja, no luches, no pienses en los demás, y deja que se caiga para tú quedarte bien a gusto (y si puede ser, con la pasta)-.

  3. Sé que llego tarde, tardísimo a este post. Acabo de descubrir el club y me he enganchado.
    Me siento muy identificada con los comentarios de muchas compañeras. En mi caso particular, nuestra “caída” empezó en el momento cuando nacieron nuestras hijas. Somos muy diferentes, pero cuando sólo estábamos nosotros, el pasar tiempo en pareja lo compensaba. Al formar una familia, ese tiempo de pareja se ve reducido, y aunque siempre intento buscar esos momentos, él no los persigue, y da prioridad a sus amigos y trabajo.
    Aunque tenemos un proyecto en común, que son ellas, tenemos formas diferentes de abordarlo y de encajarlo en nuestros proyectos personales. El sigue siendo Peter Pan.
    La sensación que tengo ahora es de vértigo, pienso en los buenos momentos que pasamos juntos cuando estamos bien y que sería muy egoísta por mi parte arrebáteselos a ellas. Pienso en el daño que les puedo hacer si nos separamos y me empeño en intentarlo una vez más. Francamente, estoy agotada emocionalmente. La lógica me pide que me separe, pero mi parte sentimental y, sobre todo maternal, que aguante.
    Por las preguntas de arriba, parece que es una crisis, pero llevamos muchas y con cada vez más frecuencia.
    Supongo que el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Gracias por el post y los comentarios de las compañeras. Acompañan y me siento comprendida e identificada.

  4. Una relación de pareja está totalmente acabada cuando estando con ella preferirías estar solo. Eso me pasó a mi, estaba con un chico que… sinceramente, estando con él me sentía sola, pero descubrí que no era así. La soledad iba asociada a él, cuando lo dejé me sentí totalmente liberada y aunque a ratos me arrepentía recordaba la sensación de estar con él y se me pasaban las ganas de llamarlo.

  5. Tomar la decisión de dejarlo es muy complicado, lo sé por propia experiencia y más con un buenhijo de 2 años. Pero cuando sin buscarlo empiezas a llevar rutinas distintas a no encontrar ese momento en el día para estar juntos por que te apetece más hacer otras cosas o estar con otras personas que estar con el. Cuando no quieres llegar a casa o que el no llegue para no verlo y cuando como bien dices tu cuerpo es sabio y no quieres ni que te roze la mano. Es mejor dejarlo que seguir y acumular rencor.

  6. Mis padres se separaron cuando yo tenía 15 años y los peores años de mi vida, fueron los que ellos estuvieron aguantando juntos por mis hermanas y por mí: discusiones continuas y un ambiente tan tenso que yo sólo tenía ganas de llorar. Los hijos no pueden ser lo único que una un matrimonio.

  7. En mi caso fue justo antes de Navidad. Cuando me dieron las vacaciones. Me di cuenta de que no quería ir a casa. Iba conduciendo y pensé en lo fácil que seria estrellarme con el coche y acabar con todo. Pero en seguida pensé que me merecía ser feliz. Que se terminó. Y así lo hice. Esta siendo muy duro. Pero ahora soy feliz los viernes. En lugar de contar las horas hasta el lunes.

  8. Hola chic@s.
    Difícil tema…. pero es muy necesario evaluarlo si la relación flaquea.

    Yo soy hija de padres separados (y normal eh) y siempre he pensado que es un error aguantar por los hijos. Flaco favor, en serio. Cuando crezcan no recordarán que alguna vez sus padres fueron felices. Recordarán las discusiobes, las caras largas, el ambiente incómodo en casa….

    Para poder dar lo mejor a nuestros hijos debemos estar bien nosotros. Y, en ocasiones, hay que replantearse cosas.

    Suerte y ánimos para las que estén pasándolo mal y felicidades para las que no estén en esa situación.

    Gracias Leonor, por invitarnos a reflexionar.

  9. Mi matrimonio hace años que no está bien y hemos hablado ya varias veces de separación pero al final siempre me he echado atrás. Tenemos dos peques de menos de 5 y lo que más miedo me da es la custodia compartida, que es lo normal en mi comunidad. No estoy preparada para no estar todos los días con ellos, pero también sé que no quiero pasar el resto de vida con alguien con quien no tengo ilusión ni alegría y con quien pesa más lo negativo que lo positivo. Hemos hablado de arreglarlo, pero aunque estamos mejor, por que la situación ha llegado a estar fatal, no pasa de un apaño con enormes brechas. Supongo que va a ser cuestión de tiempo hasta que los hijos sean mayores y tenga el valor de hacer lo que tanto miedo me da y tantas veces he imaginado

    1. Hola, Bea. El miedo es normal que esté ahí. En estos casos una pregunta que te puede clarificar las ideas es ¿qué es lo peor que puede pasar si hago eso que tanto miedo me da? Saludos y buen camino.

  10. Leonor, GRACIAS!!!!
    Me separe hace 2 meses, despues de largos meses de lucha interna y externa… Responderte a ti misma a todas estas preguntas es muy dificil, por que salir de la seguridad de la estructura familiar que tu has construido da mucho vertigo…
    Yo aun estoy intentado dar respuesta a muchas de esas preguntas y colocar a mi YO en el mundo… Por que lo más difícil para mi es saber donde se coloca tu YO despues de vivir años en pareja y ser malamadre trabajadora de dos buenos hijos de 6 y 3 años…
    Tienes razon, la vida hay que vivirla y no se pueden normalizar las peleas y los malos rollos… Sobretodo por los buenoshijos ellos deberian normalizar que los padres dialoguen, lleguen a acuerdos comunes y que sonrian, que sonrian mucho!!!!
    Estoy de acuerdo que las separaciones son situaciones que se tienen que meditar sopesar, vivir y colocar… Lo demás vendrá…
    Repito, gracias Leonor!!!!

  11. Yo ahora estoy en un re-re-re-re-reintento otra vez, y aunque parece que él esta vez está intentando poner de su parte, el distanciamiento en el año antes ha sido tan grande que yo sigo sin verlo claro y me quedo más con las cosas que siguen sin gustarme que con las que ha mejorado. Aunque no está muy por la labor, quiero convencerle de ir a una terapia de pareja, porque yo quiero intentarlo TODO antes de darme por vencida, pero si eso tampoco funciona, al final tendré que tomar una decisión. Y no es pensando en mí, es por los niños, entiendo que es malo para ellos ver que se rompe su familia, pero es peor vivir una tensión diaria y a veces hasta alguna falta de respeto. En los peores momentos aunque intentamos que no se dieran cuenta, ellos se la daban, el mayor tenía rabietas diarias, el pequeño pegaba a su hermano y a los niños de la guarde y se despertaba 20 veces por la noche. Son esponjas emocionales y captan rápidamente el “mal rollo” y les afecta, les afecta mucho. Por eso, no se trata de egoísmo, yo no quiero conocer a otra persona y tener una nueva vida, sólo que mis hijos sean felices, y ojalá lo puedan ser con unos padres también felices, juntos… o separados. Gracias por el post.

  12. Di el gran paso hace meses, tras un tiempo decidiendo si queria vivir a medias o salir de la zona de confort. Ahora estoy muy contenta de mi decisión, contenta de lo que estoy aprendiendo, de saber que soy yo la que decide como quiero vivir y de reescribir mi historia. Espero que sirva de ejemplo a mis hijos de que no hay que conformarse ni acomodarse, que hay que ser valiente, que solo se vive una vez, que no hay que aferrarse a una persona o a unos ladrillos, que nadie va a venir con una varita mágica a cambiar nuestra vida, que el camino hacia la felicidad no es fácil.
    Animo a todas las que están en esa situación a dar el paso ya que aunque no tengo la felicidad plena aun, nadie me hace infeliz.

  13. Sin traspasar las líneas rojas de pérdida del respeto, marido tóxico, malos tratos etc. creo que antes de dar el paso de terminar una relación (más con buenos hijos de por medio) merece la pena analizar muuuuy detenidamente cómo estamos con nosotras mismas y con nuestro entorno. Si somos cómo pensábamos que seríamos de jóvenes, qué nos lo impide en caso contrario, qué frustraciones tenemos y qué rencores. Porque las mujeres cuando se nos mete algo entre ceja y ceja, aunque tardemos en dar el paso, nos cuesta ver la periferia y por tanto no se analizan todos los ángulos. Puede ser el trabajo, nuestro ritmo de vida, la nula conciliación, el cuento chino que nos contaron y creímos de pequeñas etc. lo que nos tenga deprimidas y proyectemos todo en la idea de pareja, que dicho sea de paso, ya no está en su plena juventud pero puede desrrollarse como una madurez positiva. Primero introspección y mucha sinceridad con nosotras mismas. Luego adelante con lo que se decida pero sin miedos, rencores y culpa. Lo único que no tiene arreglo es la muerte…

  14. Yo tomé la decisión de separarme embarazada de mi tercera hija, decisión que, obviamente, no fue nada fácil. Tampoco fue repentina… llegó después de años y años de intentarlo, de frustraciones, de reflexiones, de mucho dolor… Tengo una amiga que llevaba tiempo separada y siempre me decía “mientras sigas llorando, podrás seguir luchando. Pero cuando llegue el día, si llega, lo tendrás tan claro que no volverás a llorar”. Y en mi caso fue así. Un día lo vi. Un día concreto, en un momento concreto y a una hora concreta. Simplemente, llegó mi momento.

    No es fácil… pero por lo menos para mí fue totalmente liberador. Pasamos momentos durísimos, como la llegada de la tercera buenahija en esas circunstancias, pero ahora soy feliz, feliz como nunca pensé que podía ser y mis tres princesas son el mayor reflejo de esa felicidad. A mí también me lo dijo la mayor con cuatro añitos recién cumplidos: “ahora estás mejor, verdad mamá?”. Yo vengo de un matrimonio difícil en el que mi madre aguantó siempre “por vosotras” y tenía claro que no era lo mejor para mis hijas. No quería que crecieran pensando que el amor y la relación de pareja era eso, pues ellos aprenden lo que viven.

    Me parece muy interesante la reflexión sobre el reflejo del cuerpo. Yo “sané” milagrosamente de un montón de dolencias raras que me acompañaban desde hacía muchos años. Mi cuerpo llevaba tiempo diciéndome lo que la cabeza se negaba a aceptar.

    He leído algo sobre el egoísmo que supone dar un paso así sin pensar en los buenoshijos. Yo me separé pensando en mí y en mis hijas, porque ambas partes son esenciales. Y es que, como suelo decir, “si yo soy feliz, ellas son felices. Si ellas lo son, yo lo soy más”.

  15. Muchas gracias Leonor!
    Pues yo llevo más de un año deseando que mis hijas sean un poquito más mayores (con 4 años me conformo) para dar el paso. Pero no me atrevo por dos motivos:
    -por la ayuda que necesito para atenderlas. No me veo capaz de tener un día a día yo sola con ellas. Necesitaría contratar a alguien y no ve da en lo económico.
    -El lleva con una depresión desde hace más de dos años. Hace 4 meses por fin conseguí que fuera al médico y ahora está de baja…. Ha mejorado un poco, pero va muyyy lento. Este es el motivo principal por el cual no doy el paso.
    Antes lloraba, pero ya no. Creo que me equivoqué de persona, creo que el proyecto que teníamos juntos de formar una familia lo tenía solo yo, y el se enganchó, le arrastré sin darse cuenta. No le gustan los niños, no juega con sus hijas, no quiere hacer nada con ellas. Cuando le propongo algún viaje (antes viajábamos un montón) no quiere ir con sus hijas. Y yo siempre pienso que cuando sean más mayores, ya me iré yo con ellas…. Nunca piensa en ellas y yo siempre las tengo en mente. Por eso creo que vamos por caminos diferentes.
    Estoy pensando en ir a un consejero matrimonial, pero él seguro que no quiere, y la verdad; o cambia un montón o no me veo dentro de 5 años con él….

    1. Hola, Marta. Muchas gracias por compartir tu experiencia con nosotras. Espero que poco a poco vayas viendo la luz y todo se vaya resolviendo. A veces la vida es sabia y va poniendo las cosas en su sitio. Un saludo.

  16. Hace casi dos años estuve a punto de tirar por la borda mi relación de pareja. Tras 8 años de noviazgo y 8 más de casados, con un buenhijo de 4 y una buenahija de 1.
    Pero tuve suerte, mucha suerte, de estar con mi marido y de que me quiera como me quiere.
    Crisis personal mía que se combinó con atracción física a un compañero de trabajo. Durante dos meses tonteé con el de la oficina. Correos, whatsapps, algun café después del trabajo y algún beso fugaz.
    Iba como loca, flotaba. Sabía que lo que hacía no estaba bien, pero necesitaba hacerlo.
    Hasta que un día reflexioné y pulsé el freno. Puse fin a la tontería con el del trabajo y aposté por mi marido y mi familia.
    A la semana, por descuido, mi marido leyó el correo que envié al del trabajo diciéndole que todo había acabado. Era el día antes de nuestro aniversario de bodas. No lloré. Le pedí perdón y que me aceptara de nuevo. Volver a empezar. Sé que le partí el corazón pero me aceptó con mis defectos. Hoy, casi dos años después tenemos una relación mucho más fuerte, más profunda. Hemos hablado mucho y corregido alguna cosilla. Y sobretodo, hemos hecho mucho el amor. Con todas sus letras.
    Buscamos tiempo para la pareja, para nosotros dos. Ha sido un renacer. Había sustrato para renacer. Estoy más feliz que nunca y más contenta de saber que tengo a mi lado al mejor hombre que podía tener. Las crisis no tienen porqué acabar mal siempre.

    1. En efecto. La crisis no tiene porqué acabar mal siempre. A veces, como te ha sucedido a ti, de una crisis puede renacer algo y fortalecerse. Me alegro que de un momento chungo hayáis sacado algo bueno y que seas feliz. Olé, Marta. Un saludo y gracias por contarnos tu experiencia.

  17. M, yo viví la misma situación que tú… muy parecida por lo que cuentas… tp creí nunca que existiera la “crisis de los 40”, pero parece ser que sí….
    Ojalá que podais recuperaros, si es que es para bien. Animo en cualquier caso!

  18. Creo que mi matrimonio va a sobrevivir. Por lo menos de momento. Oye, estas preguntas, que me parecen acertadísimas, no las respondo de forma extremadamente negativa así es que supongo que estaremos atravesando algún bache derivado del cansancio acumulado durante esta paternidad primeriza.Pero con un poco de tiempo todo volverá a su cauce.

    1. Por supuesto que también hay baches. Una relación no está siempre igual, atraviesa por etapas y siempre no se puede estar de luna de miel. Espero que todo vaya bien y remontéis.

  19. Buff, yo estoy justo en ese momento. Llevamos 20 años de pareja (12 casados, dos niños)… toda una vida!!! y veo que nos vamos distanciando. Bueno, él se va distanciando. Tiene una crisis personal (¿la de los 40? pensaba que era un mito) y lo está repercutiendo en la pareja. Lo único que le motiva es el sexo y yo me he cerrado en banda: si no hay detalles, si no hay amor, tampoco sexo. Y él se enfada (sin violencia eh? que quede claro). Con lo cual la posible reconciliación no llega. Me paso todo el día con ganas de llorar pero no puedo porque mi jornada es niños-trabajo-niños, así que me desahogo cuando por fin mis hijos se acuestan. Yo sé que le quiero (pero no a cualquier precio) y él me dice que ha perdido la chispa. No sé dónde llegará esto, pero tengo miedo a que aparte de mí, sufran los niños.

  20. puff!! difícil muy difícil, yo ahora mismo estoy a punto de dar el paso, me frena el motivo económico y por supuesto los buenoshijos, pero siento que ya no aguanto más, cada uno hemos cogido un camino diferente, solo nos unen los buenoshijos, y realmente cuando me paro a pensarlo, se que ya no lo quiero, que cuando llego a casa pienso a ver si no ha llegado (aunque luego me siento mal por pensar así), nunca tengo ganas de nada, ni de salir, solo de estar en casa y al final termino llorando, pensé que por mis hijos debería aguantar, pero ahora veo que estoy en el limite de mis fuerzas y ellos también lo notan, y sí, esto es un pozo negro del cual espero poder salir algún día y poder decir ahora soy feliz.

    Muchas gracias por todo Leonor.

  21. Hola. Soll comentaros cuantas veces he estado pensando en dejarlo durante 3 años, en los que estaba insegura, tenia miedo y cada dia era menos feliz. Pero es cierto que yo si que seguia admirandole y teniendo amor por el, asi que eso me permitio aguantar esos tres años. Aparte que mis padres se divorciaron cuando yo tenia 3 años. Y sienpre me prometi que yo no le haria eso a mis hijos. Que si tome una decision, con ella para adelante hasta que el buen hijo tenga 8 años por lo menos. A mi todo el divorcio, las peleas, los lloros, verles con otras personas, luego otra vez juntos, luego con otras personas. Creo que la peor epoca de mi vida fue mi niñez. Fue una desestabilidad continua. Bueno pues con ayuda de un psicologo constacio rodrigo pastor que ya me habian recomendado otras mujeres que les habia solucionado su relación. Fui yo sola, y algunas veces con el. Y hoy puedo decir que soy muyyyyu feliz con el!!! Lo que hemos luchado, y ahora somos uña y carne. Un equipo buenisimo! Y os juro que hemos estado muy muy mal. Asi que yo os recomiendo que si las cosas van mal y quereis solucionarlo pidais ayuda a un psicologo. Suerte!!!

  22. Lo siento pero este post y sus comentarios rezuman egoísmo y egocentrismo por todas partes. Yo Yo yo y después yo y ya si me sobra algo, los buenoshijos. Es una visión distorsionada y modernamente relativista de lo que es el significado del matrimonio . Darlo todo por el matrimonio (con sus líneas rojas como el maltrato evidentemente) es el único camino para revertir esa situación donde el egoísmo es la carcoma que te pudre y te lleva sin retorno a la soledad. Quizás sea cuestión de elegir mejor antes de embarcarse en una aventura que va a traer a nuevas personas al mundo.

    1. Hola, Ana. Si ése es tu punto de vista y a ti te sirve, genial. Yo no pienso igual que tú y creo que en una relación de pareja hay que ser egoísta para ser uno mismo y así estar disponible de verdad para la pareja. Gracias por tu punto de vista.

  23. Yo llevo tiempo sabiendo que nuestra relación no tiene ningún futuro,no hacemos mas que ponerle parches pero estoy convencida que estamos alargando el doloroso final.Estoy triste,enfadada,agotada por no atreverme dar el paso definitivo.Me falta fuerza para acabar con todo este dolor.Tengo la sensación que vuelvo a fracasar y los míos van a sufrir otra vez por mi culpa.Mi buena hija también me ve llorar…en fin siempre me he conformado con que todos me quieran poco.

    1. Hola, Isabel. No creo que en las relaciones de pareja se pueda hablar de fracaso o no fracaso. Hay relaciones que dejan de funcionar y ya está. Mucha fuerza y ánimo. Saludos.

  24. Gracias por el post, y por lanzar esas preguntas,creo que nos hacen diferenciar entre un momento de agobio, crisis existencial o llamemoslo cómo queramos,o darnos cuenta de que realmente la historia no da para más. Ánimo a las que estéis en ese momento decisional.

  25. Yo hace algo más de un año que me separé y también pasé muchísimo tiempo intentando aceptar que la relación se habia agotado. Comparto con Virginia esa sensación de estar en un agujero y no poder salir… la comparación que usaba yo era que me sentía como en una jaula… donde yo misma habia cerrado la puerta. Despues de pasar mi periodo de duelo por la “muerte” de mi relación, he podido concluir que lo que nos pasó fue que la crisis personal del buenpadre, la cual estuvo durante años a la deriva, sin un proyecto personal definido, terminó por desgastar la relación entre ambos… Eso unido al hecho de que cuando tuvo claro lo que quería, no tuvo “interés” en hacerlo compatible con el proyecto de familia que una vez diseñamos y quisimos juntos. Todo eso propició el distanciamiento y la falta de comunicación e interés por recuperar lo que habiamos construido juntos por parte de ambos, despues de casi 15 años… Aunque ahora vivo mucho más “descansada” emocionalmente y agusto conmigo misma, aún sigo pensando que pudo/pudimos hacer más, pero ya es una historia que forma parte del pasado. Y tb estoy con Virginia en que… aunque son decisión dificiles tomar o de aceptar, si te vienen dadas (como fue mi caso), los buenoshijos las agradecen, mi buenhijo crece mucho mas feliz y relajado que antes y eso que sólo tiene 3 añitos, pero se le noto bien pronto el cambio.
    Espero poder haber ayudado a alguien con este pequeño comentario, pq cd estás en esos momentos… delante del abismo… se pasa realmente mal, pero sí…al final, todo pasa y el sol sigue saliendo por la mañana todos los dias 🙂

  26. A veces cuando uno cree que está mal vendría bien hacerse estas preguntas que en mi caso me hacen ver que todo va bien. Gracias por este gran post Leonor! Me encantan tus posts! Muchas gracias! Muak

  27. Lo sufro desde hace varios años, al principio tiraba y tiraba por los buenos hijos..ahora solo pienso q estoy perdiendo los últimos coletazos de mi juventud…es una encerrona y no se para donde ir.

  28. Ay…..es muy triste terminar.Pero es cierto que hay etapas en la vida en la que hay que analizar y dar el.paso.
    muy buen post, Leonor, felicidades

  29. Yo me dí cuenta de que debía romper cuando al ver que dejaba los vasos sucios en el fregadero mi pensamiento era “ya ha vuelto a dejar los vasos en el fregadero este gilipollas”. Si mentalmente le has perdido el respeto, es hora de plantearse dejarlo. Si además sientes alivio al llegar a casa y ver que no está, si tienes prisa por ir a la cama y dormirte antes de que llegue él, si ya ni siquiera te quieres ver guapa… no hay otra opción.
    En mi caso lloraba a diario y quería ser más fea. Me fuí con dos pequeños de 3 y 1 año, y a pesar de sentir una pena inmensa por lo que pudo ser y no fué, dejé de llorar. Ahora somos 3 personas felices viviendo como queremos vivir, con risas y alegrías. Ahora me veo guapa y me gusta que sea así, tengo una nueva pareja que me hace reír y con quien intento pasar cada segundo.
    Dejarlo es muy duro, pero la alternativa es peor.
    Supe que acerté el día que mi hijo me dijo “mamá, ya no lloras”, y yo creía que él no se daba cuenta. Son pequeños pero se dan cuenta, y ellos quieren a su mamá feliz

    1. Muy buen post.
      Yo estuve dos años meditando sobre si dar el paso o no. (Mala señal si tienes un deseo constante de separarte). Contraté una abogada de oficio y después “me rajé”. (No es nada fácil tomar esa decisión y entiendo a las que no se atreven todavía a dar el paso).De todas las preguntas que has apuntado la respuesta era sí, excepto la de intentarle cambiar, porque yo ya sabía que era así y que no podía cambiar. La pregunta que me hizo una psicóloga me marcó: ” Tú sabrás si quieres/puedes convivir con un tipo de persona así” Nadie puede darte consejos, solo tú has de verlo claro.”
      En mi caso la relación era tóxica, no me hacía feliz y como dicen por aquí, me sentía en una jaula, no podía ser yo misma, perdí interés en vivir, renuncié a mis sueños. También me di cuenta de que me agobiaba estar con él, siempre había gritos y discusiones. Pasé por depresión, ataques de pánico, tuve que medicarme y sentí que una relación así solo podría aguantarla a base de “diazepan”, hasta que él me dejó de importar.Prefería contar con amigas para salir, cenar o ir al cine que con él, con el sexo no me podía concentrar, y ya cuando le perdí el respeto mental y en mi mente le insultaba me di cuenta de que no es que ya no le quisiera, sino que no le soportaba. Son muchos meses pensando qué hacer hasta que hace un mes le dije de dejarlo. Ahora estamos con la mediación, esperando llegar a un acuerdo, firmar los dos y que todo vuelva a la normalidad.
      Como dice Bea, con la custodia compartida hay miedo a pasar días sin el hijo, sé que lo voy a pasar muy mal y el peque también, hasta que nos adaptemos. También puedo deciros que me siento liberada, que he recuperado mi ilusión por las cosas, por realizar mi proyecto que jamás fue común, y que no siento para nada soledad ante su marcha sino una tranquilidad increible, que se resiente cuando él se encuentra conmigo y volvemos a discutir. Me echaban para atrás el tema económico y el buenhijo, pero prefiero ser pobre como rata y libre que vivir en una jaula de oro. Y el peque espero que sea más feliz que viendo como su padre me grita y hay ausencia de respeto.
      Animo a las que aún no han dado el paso pero que lo tienen claro a liberarse del miedo al futuro. El miedo nos impide avanzar.

  30. yo llevo un año separada . Me costo muchísimo admitir que se había acabado . Estaba triste , sentía que estaba en agujero sin salida pero que esa era mi vida y que no podía salir. Lloraba todos los días pero no quería causar daño a los demás . Al final llega un día en el que te das cuenta que tu eres lo mas importante. Nos separamos después de un año y medio de ir a un asesor matrimonial e intentar diferentes opciones que nos volviera a acercar pero fue demasiado tarde . Estábamos demasiado distanciados para conseguir acercarnos. Ahora soy feliz , tengo ganas de vivir y son mejor madre . Mi hija tiene una mama feliz y según me dijo ella ” si tu estas contenta yo estoy contenta ” . Bueno ahí os dejo me reflexión , siempre hay salida por muy profundo que sea el agujero

  31. Hoy no sé qué decir al respecto; está claro que las parejas se rompen, se acaba el proyecto y todas estas cosas, pero me gustaría pensar que un matrimonio estable es posible, que llegada una crisis se puede solventar y que pesa más el concepto de familia y la lucha común por el bienestar de los hijos y esposos que los proyectos personales.
    Está claro que los divorcios son necesarios y no hablo de malos tratos ni nada por el estilo,hablo de relaciones normales, donde no haya faltas de respeto y donde la pareja se de cuenta de que la vida es más que casarse porque toca o tener niños por lo mismo. No sé, llamadme utópica.
    Las relaciones son siempre difíciles ya sea con amigos, padres o hermanos y romperlas no es la mejor solución siempre.

    1. Hola. Claro que hay parejas que son para toda la vida. Yo conozco unas cuantas que son muy felices y a las que no imagino por separado y que me ayudan a confiar en el amor. Yo también soy un poco utópica. Lo que sí veo es que si una relación de pareja te aporta más sufrimiento que realización, igual es momento de pasar página. Gracias por tu aportación.

  32. Ay Leonor este tema es de lo más espinoso y,quizás por ello, lo más necesario de tratar y ser capaz de poner el dedo en la llaga (aunque duela)
    Yo vengo de padres divorciados y vivirlo en propias carnes no ayuda a ponerte en situación cuando te pasa a ti, y es que cada caso tiene unas circunstancias y la subjetividad juega malas pasadas.
    Viéndolo desde fuera yo lo tenia claro, mi padre me quería con locura, no quería estar casado y los momentos malos pesaban más q los buenos. Mi madre me quería y le gustaba tener a su familia pero ver a mi padre infeliz y no reconocerse en un proyecto común más allá de mi les llevó a la deriva.
    Aguantaron por mi y he de decir que nunca se lo he agradecido, aunque con el tiempo lo he entendido.
    Yo me he visto con altibajos en mi relación pero al final ha sido el empeño de comunicarnos esos malos rollos o alguna terapia de pareja puntual la que ha demostrado q, en nuestro caso, eran agobios personales q transferimos a la pareja lo que nos minaba.
    Creo q es muy saludable hacer esta reflexión tal y como la has planteado para poder seguir adelante o empezar a pensar a “soltarse” de algo que sólo nos aporta malestar.
    Enhorabuena y gracias también a todos tus amigos 😉

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *