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Eres una privilegiada

Eres una privilegiada

“Eres una privilegiada”, me decía una Malamadre el otro día en Instagram cuando compartí una foto con las buenashijas remoloneando un jueves por la mañana, rompiendo la rutina y disfrutando de la flexibilidad que me permite ahora mi trabajo, ser mi propia jefa y haber diseñado un proyecto que me permite conciliar.
Mientras leía PRI-VI-LE-GIA-DA se me agolpaban en la cabeza las imágenes de mi “bendita” conciliación. Han sido cuatro años duros, cuatro años en los que he perdido el equilibrio en muchas ocasiones, pero cuatro años de aprendizaje. Porque si nadie nos ayuda a conciliar siendo madres (y no madres), teniendo una nómina a final de mes, con un horario más o menos fijo, con fines de semana de descanso de verdad, vacaciones de desconexión real y una vida laboral más o menos organizada, mucho menos, os lo aseguro, cuando eres autónoma, apuestas por tu propio proyecto y comienzas, en el mejor de los casos, a delegar y tener equipo. En ese momento te dan un bebé llamado “empresa” muy demandante, que no te deja ni noche ni día, que cada vez consume más y te necesita más.

Cuando llego mi renuncia

Todavía recuerdo cuando la maternidad llegó a mi puerta y, después de dos años luchando por conciliar sin conseguirlo, abandoné mi puesto como supervisora creativa de una agencia de publicidad, RENUNCIÉ. Y no tenía plan B, no. Y no tenía ahorros ni herencias conocidas. Y sí tenía un buenpadre con trabajo, si no quizás no hubiera podido, que la hipoteca hay que pagarla. Y sí tenía muchas ganas de renunciar para permitirme a mí misma reinventarme, para regalarme la oportunidad de ser madre y buscar un nuevo camino a mi pasión por la comunicación y el diseño. Pero por eso no fue fácil dar el paso a esa renuncia que me costó asumir como la única opción antes de tocar fondo.
Recuerdo mi sonrisa cuando decidí renunciar y lo que le decía al buenpadre: “quiero reencontrarme, descansar, criar e ir viendo cuál es mi camino”, sin saber que mi camino estaba ahí delante esperándome, sin saber que la maternidad y el no querer renunciar a ella me habían llevado a mi mejor proyecto de vida: el club de Malasmadres.
Desde entonces lucho cada día por no desviarme del camino, por conciliar lo mejor que pueda, por equilibrar los dos mundos. Dos mundos demandantes, que amo y que a veces se descompensan, pero en esa falta de armonía reside la vida, habitan los retos y las dudas, los fallos y las crisis son parte del aprendizaje de algo que nadie dijo que fuera fácil.

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*Ilustración preciosa de Belén.

Los osbtáculos del camino llamado conciliación

Obstáculos que nos pone la vida en este camino complicado llamado conciliación, que actualmente depende DEMASIADO de nosotras mismas. Las mujeres somos las más perjudicadas de este nuevo sistema en el que hemos liderado el cuidado de los hijos, en el que hemos liderado las tareas doméstico-familiares y además hemos querido seguir con nuestras carreras profesionales. ¡Atrevidas! Porque un día no muy lejano te dijeron:
“Puedes ser lo que quieras ser. Sueña y vuela”. “Y volaste y la maternidad cortó tus alas”, como dice mi querida amiga Silvia. Pero tú, te adaptaste para seguir fuerte, volverte a levantar y adaptarte al cambio.

La maternidad, la desigualdad salarial, la discriminación, la culpa, las tareas doméstico-familiares, la presión social, el concepto de ser una superwoman, la madre perfecta… Obstáculos que nos encontramos, que a veces conseguimos salvar con mucho esfuerzo, con ojeras profundas, con renuncias por el camino y con sufrimiento y un agotamiento extremos.
Nace ‘La I Carrera de Obstáculos por la Conciliación’
De estos obstáculos que nos pone la vida sin esperarlos nace ‘La I Carrera de Obstáculos por la Conciliación’. ¿Puede haber mejor motivo para lanzarnos a las calles? Igualdad y deporte unidos en una carrera simbólica. Quiero convertir el día 7 de octubre en un gran día, un día en el que la Marea Amarilla por la conciliación reivindique la implicación del Gobierno, de las Empresas, de la Educación, de la Sociedad ante un problema que nos aleja de la maternidad, que nos empuja a renunciar, que nos aleja de nuestros sueños, que nos empuja a volver a casa a cuidar de los hijos, que nos aleja del mercado laboral, que nos empuja a ser invisibles, que nos calla, que nos silencia y que nos hace pequeñas.
Una carrera no solo para nosotras, una carrera para ellos también, hombres corresponsables, que creen y practican la igualdad, que educan a nuestros hijos en valores donde el patriarcado no tiene cabida. Hombres que son referentes, que están a nuestro lado y que nos darán la mano en esta carrera que es más que una carrera, es un grito en familia por la lucha de la conciliación.
Obstáculos que tienen un plan B si no puedes saltarlos, como en la vida donde SIEMPRE siempre hay otro camino para llegar a la meta y de eso sabemos mucho nosotras, luchadoras incansables, corredoras de la vida, nacidas para luchar y valientes de esta sociedad que nos mira de reojo porque no cumplimos las normas, miramos de frente y alzamos la voz.
Grita “yo no renuncio” uniéndote a nuestra carrera aquí. ¡Os espero a todas y todos!

Han comentado...

  1. Yo me he sentido muy triste últimamente. En el trabajo no me ha ido bien y me siento tan cansada que estoy pensando en dejar mi consultorio para solo dedicarme a ser mamá. La verdad es que solo me detiene perder mi autonomía económica

    1. Yo puedo explicar mi caso porque soy todo lo contrario un marido con un buen trabajo, y yo en casa, tengo mis estudios y he trabajado hasta que le conocí. No solo las malasmadres son aquellas que trabajan, también hay muchas malas madres como yo que desean volver al campo laboral, aunque el marido pueda pagar la hipoteca, aunque te ofrezca todo el oro del mundo, hay cosas que no tienen precio y eso es la conciliación. Poder disfrutar de tus hijos y contarles tus proyectos para que ellos se inspiren también.

  2. Yo renuncie a la maternidad cuando encontré trabajo,toda mi vida luchando y estudiando para trabajar en lo que estudié,cuando quise ser madre, despues de 10 años trabajando con mi jefa que tiene 3 hijas,me encuentro con 4 FIV,metida de lleno en la reproduccion asistida y en ovodonacion,con un horario de 12 horas y cuando consigo quedarme embarazada ,me dice mi jefa que soy un problema ,y que no ve la manera de solucionar el problema…..señor,dios mio ,una mujer como yo, con 3 hijas y me dice esto….y aun sigue asi ,no me deja parar un minuto,le estorbo y no le importa decirmelo…..

  3. Como ya sabeis todas y es una realidad, la conciliación “No Existe” y como habéis dicho muchas ; ser madre, está castigado. Dicho todo esto , hay que luchar y mucho para conseguirlo porque por desgracia la vida está planteada de tal manera que al final tienes que ser una súper heroina para poder llevar trabajo, niños , casa , cole actividades extra escolares…etc.
    Yo soy enfermera y en mi sector somos casi todo mujeres y a mi se me ha castigado por ser madre y a mis compañeras también. Solo libro tres festivos al mes , es decir un fin de semana y otro día de otro fin de semana y el resto entre semana. La jornada reducida no te la dan sino llegas a un acuerdo con la empresa y ese acuerdo nunca llega porqué lo que es bueno para ti y tu familia a ellos no les conviene y a sí muchas cosas más pero si me pongo no terminaría nunca.
    Tenemos que luchar pero para cambiar el mundo , aún que suene utópico, es la realidad.

  4. Yo hoy he dado un paso jornada reducida para poder estudiar y trabajar con niña, gracias pof tanto

  5. Algunas no hemos sido tan valientes…también tenemos otra edad….y seguimos desviviéndonos por conseguir lo imposible…intentamos llegar a todo y no se puede…Pero somos luchadoras, todoterrenos, a veces no valoradas como merecemos, incansables, currantas natas y soñadoras…Ojalá mis buenashijas puedan conciliar más y mejor sin morir en el intento…y gracias a todas las que poneis vuestro granito de arena para conseguirlo…algún día. Me encanta leeros!!!!!

  6. Quedarse en casa y después intentar reincorporarte es en algunos casos casi un espejismo. Rellenar años de ausencia no se perdona ni en lo laboral no en lo personal. Y si a eso le sumas un divorcio contencioso ya puedes ponerle la guinda al pastel.
    Por dura que sea la conciliación por ellos vale la pena. Ánimo familias!!!!!

  7. Renunciar a mi trabajo fue dificil, pero ha sido lo mejor que he hecho. El tiempo con mis hijos no esta pagado y si no lo vivo con ellos ahora nunca volvera. Algun dia volvere o intentare volver a trabajar porque despues de estos años sin hacer nada (cuidar y educar a tus hijos cuenta como nada) no se si me contrataran en algun sitio, pero creo que vale la pena por haber estado con ellos.

  8. Me ha faltado tiempo para ir a apuntarme a la carrera pensando en lo bien que nos lo íbamos a pasar el buen padre, la buena hija y yo pasando obstáculos todos juntos peeeeeeero resulta que en el reglamento pone que los menores de 15 años corren aparte por lo que no se trata de una carrera familiar. Al final uno de los dos se tendría que quedar con la buena hija mientras el otro corre y esto es lo que ocurre siempre. Pensé que en esta carrera podríamos ir todos juntos, en familia, conciliando, pero no, uno podrá correr y el otro no. Una lastima pero no conteis conmigo 🙁

    1. Tienes toda la razón Isabel, yo he pensado lo mismo, que buen plan para hacer en familia, pero claro no por separado, va a ser que la iniciativa no concilia demasiado

  9. Lo has dicho todo. Quisiera volver al
    Mundo laboral pero me cuesta todo el sueldo íntegro más 200€ más, el cuidado de mis nenas para poder trabajar. Sueldo que no llega a cubrir el coste de que otra persona cuide a mis hijas mientras yo no estoy, y no verlas crecer, como no vi crecer a mi bh1 No es que no quiera volver a trabajar, es que lo que no ofrecen, no me lo permite. La conciliación es un cuento muy bonito que le contaron a mi Bp cuando cambió de empresa, pero que a la hora de la verdad, te señalan si te atreves a pedirla como hombre. Queda un largo camino. Me niego a ser considerada solo limpiadora, cocinera y cuidadora. Soy una persona, una mujer de gran valía. YO NO RENUNCIO a ser persona, profesional, mujer y madre. Necesitamos que los demás lo vean. Y yo ya estoy apuntada a la carrera! Que se nos vea!

  10. Ay, opiniones para todos los gustos. Primero eres una desgraciadita a la que la maternidad la ha dejado sin carrera laboral. O una vaga que aprovecha la excusa maternal para dejar el trabajo. Después, si te espabilas, te quiebras los cuernos, o tienes suerte, o lo que sea, eres una privilegiada porque has emprendido, te ha salido bien y otras no tienen tanta flexibilidad en sus trabajos. En fin, que la lucha para no tener que renunciar se prevé larga, pero la de las comparaciones va para infinita.

    1. Y no te olvides que eres una mantenida que ha pegado el braguetazo. Claro, todo el día de spas y de desayunos con la chupipandi que estamos…

  11. ¿Privilegiada? No, si acaso nosotros por dejarnos participar de este proyecto …
    Gracias Jefa, un beso.

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