Me llamo Anna y tengo 33 años. Soy 1 de cada 10. Tengo endometriosis. La endometriosis es una de las enfermedades ginecológicas benignas más frecuentes y afecta a un 10% de las mujeres en edad fértil. El tejido que forma el revestimiento del útero, o revestimiento endometrial, normalmente se desarrolla dentro de la cavidad uterina.
En la endometriosis, por algún motivo desconocido, este tejido se desarrolla en otras zonas de la pelvis y, a veces, incluso totalmente fuera de ella. Es una de las principales causas de dolor pélvico y de problemas reproductivos en la mujer.
Dolor menstrual incapacitante, imposibilidad de disfrutar en muchos momentos de mi tiempo libre, no poder trabajar en condiciones, tener que ingresar en el hospital de manera continuada y dificultad para conseguir el embarazo, batalla en la cual sigo luchando.
“Tienes endometriosis”. “Si, puede afectar a tu fertilidad”. “Si, puedes tener dificultades para conseguir el embarazo (aunque no tiene porque)”, estas fueron las palabras que recibí hace 4 años, junto con el diagnóstico de lo que me estaba pasando, de la enfermedad. Ese momento marcó un antes y un después clarísimamente en mi vida.
Siempre he soñado en ser madre. Siempre he imaginado aquella búsqueda del embarazo de una forma dulce, bonita, emocionante. He imaginado mi barriga, cada día más grande. He imaginado el nacimiento de mi hijo/a. He pensado los nombres, tanto de niño como de niña. He imaginado cómo seria.
Así pues, con la información sobre la enfermedad y el deseo de ser madre decidimos empezar el viaje. Un viaje que jamás habría imaginado que sería tan intenso. Un viaje lleno de turbulencias, de nervios, de confianza y emoción, pero también de mucho miedo e incertidumbre. Miedo al fracaso, miedo a “no ha podido ser”, miedo a “la próxima vez quizá sí” … y es que nadie te explica ni puedes llegar a hacerte a la idea de lo que implica la infertilidad hasta que la vives. Cuesta describirla… Es una sensación completamente agotadora, que te invade por dentro, te obsesiona, ocupa un % enorme de tus pensamientos, de tu día a día. Hace que, en momentos, no puedas disfrutar del día a día, no puedas pensar en nada más.
Algunas de nosotras decidiremos seguir luchando, otras nos tomaremos “un descanso” e incluso otras quizá decidiremos parar. Todo estará bien.
Cuando fui diagnosticada de endometriosis me di cuenta de que las personas que sufrimos esta enfermedad compartimos algo: el silencio. Una incomprensión social importante, generada de años y años de silencio y normalización del dolor.
Decidí levantar la voz
¡Somos muchas y no estamos solas! Tenemos que poder decir alto y claro que vivir así no es justo y es muy doloroso y cansado. Necesitamos investigación y necesitamos tratamientos más efectivos que no mengüen nuestra menstruación, que preserven nuestra fertilidad y que nos permitan vivir sin dolor y sufrimiento constante.
Es por este motivo que decidí impulsar el proyecto y festival ENDOFEST, un festival con un objetivo claro; concienciar, sensibilizar, romper el silencio y recaudar fondos para la investigación. Trabajando codo a codo y con mucha ilusión con el hospital Clínic de Barcelona y el Ayuntamiento de Premiá de Dalt (Barcelona), ENDOFEST ha celebrado con éxito tres ediciones, con una afluencia creciente de público y aumentando los beneficios destinados íntegramente a la investigación de la endometriosis en el hospital Clínic Barcelona (más de 78.000€ recaudados y destinados al hospital clinic de Barcelona)
ENDOFEST es más que un festival; es una plataforma que quiere dar voz y apoyo a las mujeres que sufren endometriosis. A través de la música y la solidaridad, ENDOFEST busca sensibilizar, recaudar fondos para la investigación y mejorar la calidad de vida de las afectadas.
Ayúdanos a dar voz. Ayúdanos a sensibilizar a la sociedad. La endometriosis es un problema de tod@s. debemos romper este silencio. ¡Dejemos de normalizar!
Yo tengo una amiga con este problema, y aunque se ha conseguido quedar embarazada no ha conseguido tener hij@s…
Mucho ánimo!
Besos!
A. Moreno
yo de lo que sufro es de metrorragia. Tengo sangrados tan abundanyed que tengo que tomar hierro. Tambien sangto entre periodos. De momento no me asusta. Reconozco que soy fumadora y mamá de 4 niños maravillosos. No se si tendrá algo que ver o no pero no me da miedo.
Después de años de dolores insoportables y de 1 año buscando un embarazo, con 26-27 años llegó el diagnóstico “endometriosis severa con afectación intestinal”. Le siguieron años de pruebas, una gran cirugía, varias FIV….
Ahora camino de los 42 años todo queda cicatrices físicas y emocionales que me hicieron más fuerte. Dos hijos, uno biológico de 10 y otro adoptado de 3.
Por otro lado, la enfermedad a día de hoy la voy toreando, como digo yo com enfoque multidisciplinar (dieta, ejercicio, gestión estrés, medicación…)
Desde aquí mando todo mi apoyo a todas las mujeres que están en este camino tan duro y tan poco comprendido