Si hay una palabra que me traslada a mi infancia es la merienda-cena. Esta fórmula mágica era el recurso perfecto para mi madre, nos recogía del colegio y nos preparaba la merienda-cena y mientras la tomábamos veíamos ‘Barrio Sésamo’. Luego salía Casimiro que nos invitaba a lavarnos los dientes e irnos a la cama. Si aún entraban rayos de luz, la bajada de persianas se instauraba y hasta el día siguiente.
Hoy Rebeca de Torres nos da ideas para salvarnos las meriendas y las cenas de una tacada.
* Podéis seguirla en Facebook, Twitter, Instagram o en su genial BLOG, no apto para golosos.
Muchas veces llegamos a casa del trabajo o del parque un poco tarde, cansados (todos) y tenemos que empezar con el bucle baño-pijama-cena. A las malasmadres nos apetece poco (o nada) preparar la cena y los buenoshijos tienen sueño y pocas ganas de comer. Para combatirlo, te propongo adelantar la hora de la última comida del día y convertirla en lo que mi madre siempre llamó merienda-cena y que alguna malamadre, como Paloma 7 pares de katiuskas, denomina ‘cerienda’.
Si se ha puesto de moda el ‘brunch’, ¿por qué no va a extenderse esta fórmula? La idea es dar a los peques algo ligero (una pieza de fruta, un yogur, un piquito de sándwich o un par de galletas) a primera hora de la tarde y, a eso de las 6:30 o 7, darles la merienda-cena. Antes de irse a la cama, pueden tomar un vaso de leche o un yogur para que se acuesten saciados.
Aunque las croquetas, las empanadillas y el san Jacobo están en el congelador pidiendo que los metamos en la freidora, para tener solucionado el tema en 5 minutos, voy a intentar proponer algunas alternativas ricas, saludables y que no sean laboriosas de cocinar. Yo suelo combinar en una bandeja varios cuencos pequeños o un plato combinando varias cosas para que no se cansen de comer lo mismo.
Una tacita de consomé para beber, un cuenquito de sopa o un poco de crema de verdura (caliente, o fría como el gazpacho, salmorejo, ajoblanco, vichyssoise u otras más originales, como la sopa fría de calabacín o de melón) son una buena opción para abrir boca. No hace falta servir un plato grande, sino más bien que sean como un aperitivo, así generarán menos rechazo entre quienes no les guste; y tampoco les llenarán en exceso, por lo que tendrán hambre para el resto.
La verdura debe estar siempre presente, pero también se puede servir una ración pequeña, para que no se agobien viendo un plato enorme. Un revuelto de setas, guisantes o espárragos verdes se hace enseguida, sobre todo si usamos las verduras en conserva. Escurrimos bien, salteamos en una sartén (podemos complementar con trocitos de jamón serrano o jamón york) y añadimos el huevo batido. Mezclamos a fuego muy bajo, para que no se cuaje en exceso, y servimos.
Las verduras también quedan muy bien si las rellenamos. Podemos hacer, por ejemplo, champiñones rellenos de jamón, calabacín relleno de pollo y quinoa, tomatitos rellenos de ensaladilla (solo tenemos que cortar la parte de arriba del tomate, retirar el centro y rellenar de ensaladilla) o berenjenas con carne picada.
En un minuto podemos tener listo un cuenco a modo de ensalada con tomatitos cherry, bastoncitos de zanahoria, pepinillos…
El calabacín da mucho juego y además suele gustar a los buenoshijos porque no tiene un sabor demasiado acentuado. Podemos cortarlo en tiritas y saltear a modo de tallarines vegetales; o hacerlo cubitos y prepararlo en revuelto, o en rodajas y hacer ‘minipizzas’ vegetales. Se cortan las rodajas de calabacín, se hacen a la plancha en una sartén con un poquito de aceite y se pone encima tomate frito, jamón york y queso. Con el calor de la sartén, se terminan de hacer.
El formato pizza suele gustar mucho a los peques. Además de usar rodajas de verduras como base, podemos preparar una pizza con masa de coliflor, que –lejos de lo que pueda parecer– los buenoshijos suelen comerse sin protestar, según he comprobado en casa y según me contáis vosotras. En casa otra de nuestras favoritas cuando vamos rápido es la ‘pizza de pan’. Tostamos una rebanada de pan (de barra o de molde), añadimos el tomate y los ingredientes que nos gusten. Con unos segundos de microondas, estará templadita y perfecta para comer.
Las legumbres no tienen por qué quedar fuera de la cena o de esta merienda-cena. Si no queremos servirlas estofadas, al modo tradicional, podemos hacer ensalada de lentejas, garbanzos con zanahoria y pistachos, hummus, falafel (‘hamburguesas’ de garbanzos)… El arroz también tiene cabida. Podemos servirlo cocido solo o con tomate, pero también en otros formatos, como arroz tres delicias (o las ‘delicias’ que tengamos a mano en la nevera) o pollo al curry con arroz.
Poner un cuenco con alguna crema untable también es buena idea. Además del hummus del que ya hemos hablado, podemos hacer guacamole, paté de atún, mejillones o caballa (se hace mezclando a partes iguales queso crema con cualquier lata de conserva bien escurrida y, si queda muy denso, añadiendo una cucharadita de mayonesa),crema de salmón, tzatziki…
Si queremos incluir pescado, las conservas son rápidas y fáciles. Abrir y servir. Pueden ponerse solas o combinadas. Las sardinillas quedan muy bien con trocitos de huevo cocido, el atún, la caballa o la melva, con un poco de pisto o con pimientos rojos.
Ya he comentado que con huevo se pueden hacer revueltos de verduras en muy poco tiempo. También tortilla francesa rellena de casi cualquier cosa: queso, jamón serrano o york, surimi, chorizo, una cucharada de sobrasada, atún, sardinillas… Y, por supuesto, huevos rellenos.
No te olvides de incluir un cuenquito con frutos secos. Lo ideal es que sean crudos o tostados, pero no fritos, y mejor sin sal. Pistachos, almendras, nueces, avellanas o anacardos aportan grasas ‘buenas’ y otros nutrientes positivos.
Para poner los alimentos de forma atractiva, podemos preparar brochetas. Se pueden hacer de muchas cosas, pero una sencilla es alternar trocitos de pollo o langostinos, con tomatitos cherry y dados de queso, por ejemplo. Las frutas variadas en brocheta también les encantan, pueden mojarlas en yogur o ponerles un poquito de chocolate (mejor si es negro y con poco azúcar) derretido.
Precisamente el yogur da mucho juego. Podemos servirlo con fruta picada o triturado con ella para hacer yogur de sabores. También con cereales queda muy rico. Podemos montar un vasito con una cucharada de cereales, granola, migas de galleta o bizcocho en el fondo, el yogur y una cucharada de mermelada por encima.
También puedes untar una galleta o una tostada con crema de frutos secos (la de cacahuete es la más común) y añadir trozos de fruta por encima. O hacer una ‘pizza’ de frutas.
¿Qué te parece la idea de hacer merienda-cena? ¿Sueles hacer algo parecido en casa? Cuéntanoslo en los comentarios, también qué recetas sencillas preparas tú en casa, seguro que entre todas podemos reunir un montón de ideas.
Me parece muy interesante y útil en cuanto a no estresarnos la buena madre y el buen padre; pero, lo veo complicado de implantar en mi hogar, ya que el buen padre sale a las 20 horas de su trabajo y nosotras solemos llegar a estas alturas de la primavera-verano a las 20:30 – 21:00 del parque ya que tienes que salir mas tarde por el calor que hace…. En invierno, si es verdad que a las 21 horas o 21:30 a lo sumo están ensobraditas para el día siguiente, pero ahora con el buen tiempo…¿Qué haces? ¡Nos dan las mil!
Hola Laura, yo en verano también voy más tarde, pero a veces vamos a la piscina, hacemos merienda cena y luego al parque. Cuando llegamos, vaso de leche o yogur y a la cama.
Qué maravilla! Cuántas ideas! Gracias
Gracias a ti, Olivia!! Si te animas a probar, ya nos contarás 🙂
Es curioso ver las diferencias de platillos y comidas entre países. En México esto sería una cena en forma. Solemos comer al salir de la escuela (2 a 4) con sopa, arroz, un guisado (carne con verduras) y postre (fruta o algún tipo de pastel). A las siete los niños cenan: cereal con leche o quesadillas o molletes o taquitos o los muy hambrientos huevo revuelto o frito, o leche y un pan. Se bañan y a dormir máximo a las 8:30. Los adultos comemos casi siempre igual que lo que te acostumbraron cuando niños. La fruta no suele estar presente en la cena, siempre dicen que te cae pesado… jajajaja aunque no sé como unos tacos al pastor pueden ser ligeros… en fin. Me llevo algunas ideas para la comida. Saludos!
Sí es diferente, Paola, cada país tiene sus peculiaridades. Me ha parecido todo muy rico 🙂
Fantasticas las ideas !!!!!
Aqui en EEUU es normal que se cene a esa hora 6.30pm (7pm) por lo tanto no hay peleas a ese respecto, cena todos juntos y comemos los 3 los mismo (si Sras mi hija con 5 años come comida normal sin inventos ‘para niño’ – mi madre me creo así y ahora a l Princesa le toca ‘mas de los mismo).
Pero, confieso que cuando estábamos en España yo er la 1a del bloque a cerrar las persianas y acostar a la Princesa….todas las vecinas me creían una rara. Pero, es que eso de los niños dando brincos a las 10pm (y 11pm) no me entra en la cabeza – nada grave yo que soy ‘chapa a la antigua’ como dice el BuenPadre.
Viva la merienda-cena y la bajada de persianas !!!!
JAJAJA Si funciona, estupendo 😉
Me parece muy bien. En mi casa se practicaba y ahora algunas veces tambien lo seguimos haciendo. El truco esta en matar un poquito el gusanillo a primera hora de la tarde para poder cenar temprano.
Esa es la clave, Marga!! Y si tienen hambre, un vaso de leche o un yogur antes de irse a la cama 😉
Me encanta el post! Mil gracias por las ideas! A veces la cabeza no da para nuevas combinaciones 😀
Muchas gracias, Lapapele 🙂 Cuéntanos qué pruebas 🙂
Me parece buena idea…pero en mi casa: complicado. Mi hijo de 5 años exije merienda en condiciones al salir del cole y luego su cena con primero, segundo y postre…. Ainsssss
Puedes intentar darle una merienda un poquito más ligera, adelantar la cena de hora y antes de acostarse, leche con galletas o yogur con fruta y cereales, a ver si funciona 😉
Gracias por las ideas!!!! Fácil, sano y rápido!!! Viva la merienda cena:)
Gracias a ti, Berta!! Cuéntanos qué probáis 🙂
Me encantan las opciones y alternativas y todo fácil y sano. Gracias por las ideas! En mi caso tendré que hacer algunas variaciones por alergia del buenhijo a huevo y algunos frutos secos, pero ya tenemos practica en hacer esas adaptaciones. Un saludo.
Gracias, Belén!! Las alergias e intolerancias son un rollo, pero en las casas donde se sufren sois expertas en adaptar recetas. Ya nos contarás qué te parecen 😉
Me ha encantado el post!! Voy a imprimirlo y pegarlo en la nevera pq con la falta de sueño, conforme voy leyendo se me va olvidando y al final acabo siempre entre la tortilla y las croquetas. Con la cantidad de cosas ricas que se pueden hacer! Muchas gracias!!
Muchas gracias, Ana!! Ya nos contarás qué vas probando 😉