El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una fecha clave para visibilizar la brecha de género en los ámbitos STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y reivindicar el papel fundamental de las mujeres en estos campos. Desde el movimiento 11F durante todo el año son numerosas las acciones de divulgación, mentoría y comunicación que realizamos (acciones en colegios, redes, blog, podcast, concursos) buscando inspirar vocaciones científicas en las niñas, denunciar las desigualdades y fomentar entornos más equitativos.
2. Campaña 11F2025: Salud mental en STEM
Este año, la campaña 11F pone el foco en la salud mental de las mujeres en STEM, una cuestión clave para evitar la fuga de talento femenino en entornos masculinizados. La presión por demostrar constantemente la valía, la falta de referentes femeninos, la dificultad para conciliar y la discriminación estructural generan un desgaste emocional que impacta en la permanencia de las mujeres en la ciencia. Numerosos estudios han demostrado que la ansiedad, el síndrome del impostora y el estrés son problemas recurrentes en este sector, afectando el bienestar y la productividad de las profesionales.
3. Salud mental desde una perspectiva de género
La salud mental laboral es un derecho, pero sigue sin ser una prioridad en muchos sectores. En el ámbito STEM, la masculinidad predominante impone ritmos de trabajo exigentes y barreras que dificultan el bienestar de las mujeres. Según informes europeos y nacionales:
- En España, el 46% de las investigadoras ha considerado abandonar su carrera por estrés, ansiedad o falta de conciliación.
- Las mujeres en ciencia tienen un 20% más de probabilidades de padecer trastornos de ansiedad en comparación con sus compañeros varones.
- En sectores altamente masculinizados, las trabajadoras experimentan niveles elevados de acoso laboral y presión psicológica, lo que incrementa el riesgo de abandono.
Además, la falta de medidas de prevención de riesgos laborales con perspectiva de género sigue siendo un problema estructural. Como especialista en seguridad y salud laboral, certifico que nos queda un gran trabajo por hacer, por adaptar el puesto de trabajo a nuestras diferencias físicas y mentales teniendo en cuenta el envejecimiento y la maternidad entre otros. La salud mental no solo debe abordarse desde una perspectiva individual, sino también desde políticas institucionales y cambios organizacionales que garanticen condiciones de trabajo dignas.
4. Conclusión y agradecimiento
La falta de conciliación no es solo un problema individual, sino una barrera estructural que refuerza las desigualdades laborales, especialmente en sectores masculinizados como la ciencia y la tecnología. Cuando una mujer renuncia a su carrera investigadora porque no puede compatibilizar su vida personal con su desarrollo profesional, no solo pierde ella: pierde toda la sociedad.
Cada renuncia significa menos referentes femeninos, menos diversidad en la toma de decisiones y una perpetuación de roles masculinizados en ámbitos clave para el progreso. La ausencia de mujeres en STEM no solo limita la igualdad de oportunidades, sino que también nos aleja de una ciencia más inclusiva y representativa.
Gracias al Club de Malasmadres por su trabajo diario en pro de la igualdad, a quienes siguen luchando por una ciencia inclusiva y a quienes trabajan para que las próximas generaciones de niñas no tengan que renunciar.
Gracias a todas las mujeres científicas que, a pesar de las barreras, siguen investigando, innovando y abriendo caminos.
Fuentes.