La adolescencia es, sin duda, una etapa compleja y de muchos cambios y formación de nuestra personalidad adulta. Hoy Maribel nos habla de la intimidad y de los amigos en esta etapa. Me ha hecho recordar que yo también cerraba la puerta a cal y canto y no me gustaba que nadie perturbara mi tranquilidad ni siquiera mi hermana, la malamadre jefa. Es una etapa por la que todos pasamos y en mayor o menos medida todos cumplimos unas mismas pautas. Os dejamos con este post.
*Puedes seguir a Maribel Gámez en su página web: www.otrapsicologa.com. En ella encontraréis diferentes temas que os pueden ayudar.
De repente un día tu hijo cierra la puerta de la habitación y no quiere que entres dentro. Esa puerta siempre abierta, símbolo de la confianza y la transparencia familiar, se convierte en una gruta llena de enigmas y extraños secretos. ¿Qué ha pasado?, ¿le habrá sentado mal la cena? No, es la llamada salvaje de la adolescencia cuando lo que antes era público se convierte en algo celosamente privado, como si por allí hubiera pasado la troika, y donde tú especialmente tienes prohibida la entrada.
Admitámoslo, por mucho que te reconcoma la curiosidad mirar el diario de tu buenhijo está bastante feo. Ellos son más listos que el hambre y si lo hacemos sospecharán, saben poner trampas y al final pueden acabar pillándonos, y entonces tendrán muchos más motivos para la desconfianza. Esos momentos en su cuarto hablando con un amigo, escuchando música, leyendo un comic o mirando Dios sabe qué por internet son necesarios porque van construyendo sus gustos, su identidad y su emocionalidad de una manera que no se puede igualar pasando la tarde con los padres en el salón.
La búsqueda de la intimidad va pareja a la formación de un grupo de amigos con los que compartir experiencias. Todos los pueblos de este mundo tienen ritos de paso, es decir, momentos en los que pasa de una etapa a otra, de la infancia a la niñez de esta a la adolescencia para después terminar con la etapa adulta y senectud. Antes se cazaba un león para demostrar que una persona es adulta, ahora las cosas son de otra manera (aunque la leonera sigue estando ahí).
El grupo de amigos que se forma en la adolescencia es para el adolescente totalmente vital: lo necesita para crecer y evolucionar. Ese grupo, pasarela para la vida adulta, es como un campo de pruebas para lo que les espera después. Allí aprenden como relacionarse con los demás, resolver conflictos ellos solos, contrastan formas de ver la vida, sus ideas y valores, maneras de comportarse, buscan su lugar en el grupo… El intercambio de ideas y formas de ver el mundo, las discusiones para llegar a puntos de vista e ideas propias y las emociones intensas son el epicentro de este grupo. La pandilla es algo sagrado y el adolescente lo buscará y deseará estar con ellos el mayor tiempo posible.
Este es un hecho que puede molestar a algunos padres y madres, pero que debe ser visto como algo necesario. Ahí también pondrán en juego todo lo que les hemos enseñado desde que son pequeños (asertividad, capacidad crítica, formas de pensar, defender sus ideas, etc.). Una de la razones del secretismo de estos grupos es que pueden debatir y hablar con libertad de temas que posiblemente serian censurados por los padres o que con ellos no pueden hablar, ya sea por incomodidad o “porque no lo van a entender”. Pero estar a salvo de influencias paternas en esos momentos es esencial, ya que precisamente eso es lo que les va a permitir ensayar su personalidad y forma de ser por sí mismos, que es como mejor se aprende. Más tarde por fin podrán discutir sus ideas, valores y objetivos en la vida y hacerlos suyos, ya de manera pública, dialogando sobre ellos más tarde con sus malasmadres y buenospadres, con las ideas seguras pero permeables al cambio. Cuando uno es adolescente suele tolerar poco la crítica y las ideas (muchas veces contradictorias) se defienden de manera fiera, ya que están en construcción y con ellas la identidad de una persona. Cuando algunas ya están claras y bien cimentadas racionalmente es cuando pueden entrar a diálogo con el adulto.
Eso no significa que no necesiten al adulto y que no nos pregunten o nos cuenten cosas. Nos necesitan de manera diferente y sobre todo al inicio de la adolescencia hay que estar muy atentos a esos pequeños momentos de dudas o de confusión que puedan tener y aprovecharlos para dialogar y resolverles dudas. Esto será mucho más fácil si hemos cultivado desde pequeños la confianza de que nos cuenten las cosas sin juzgarles. Si no es así, nos encontraremos probablemente con un adolescente callado, hosco y parco en palabras.
Otro punto importante a tener en cuenta es que los adolescentes muchas veces buscan discutir o tener polémica simplemente por el arte de practicar la discusión y poder ver y experimentar como se resuelven los conflictos, ver si hay posibilidad de dialogo o pactos. Nos interesa que se den cuenta de que las discrepancias no llevan a una tragedia griega de dimensiones descomunales y sin solución, y para eso las malasmadres debemos estar preparadas para escuchar sin enervarnos demasiado, negociar y dialogar. Hay que comprender al adolescente que tenemos delante y si esta nervioso o en desacuerdo con algo, saber en qué momento está y poder guiarle. Esto es muy importante ya que la forma de resolver los conflictos que aprenda en esta etapa la reproducirá en el futuro.
En conclusión, esta es una etapa llena de retos y oportunidades que difícilmente se repetirán para los buenoshijos, donde nos necesitaran y debemos estar a su lado, muchas veces sin que ellos se den cuenta.
Y vuestros buenoshijos, ¿son celosos de su intimidad?, ¿qué os parece su grupo de amigos?, ¿cómo manejáis estas situaciones de la adolescencia que nos ha descrito Maribel?
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Hola! Completamente de acuerdo con tu post salvo en una cosa.
Es conveniente que el ordenador que el adolescente use no esté en su habitacion. He oído más de una charla sobre internet y la adolescencia y, de esta manera, se puede detectar el ciberacoso, entre otras más cosas.
Gracias por tu artículo!!
Gracias maribel!!De momento son pequeños.Pero ya van sacando sus genios.Solo espero poder ayudarles en lo que necesiten y sea poco. 🙂
Son las 4.29 de la madrugada.
Aquí sigo, esperando a un casi adulto de 19 años.
A qué edad acaba eso de preocuparse por los hijos?
Mi reflexión de la semana es si la adolescencia acabará cuando los pollos admiten o advierten algo de gracioso -inteligente -ocurrente -oportuno en alguna de las palabras que pronuncio… pueden ser implacables ahora y todo amor al minuto dos! Paciencia ven a mi!
Buffff… yo estoy empezando. Mi “Rey” de once años me empieza a mentir, decir palabrotas a cuestionarme. Hay dias que me siento fatal por enfadarme con el…..mi niño se me va y no se lo q esta llegando.
Hola Marta, pues ahora es el momento de ponerle arreglo, que si no el mal humor puede ir a más y acabar con un problema. Ponte a ello y ánimo!
Chica de veinte ( porqué no termina ya con la adolescencia, por suerte solo son picos). Chico de quince, por suerte ya tengo experiencia, pero ni con esas. Siempre te sorprenden, en lo bueno y en lo malo. Montaña rusa permanente. Ahora arriba ( se rien a lo grande, te abrazan que te rompen…) y abajo ( todo es un drama, no me achuches que no soy un bebé). Como dicen las abuelas no hay mal que 100 años dure. Paciencia y a disfrutar los subidones.
Hola Inma, como estás comprobando, no hay dos adolescencias iguales, aunque se críen en la misma casa… ánimo y aprovecha lo bueno!
jajaja, parece un cuento de mi diario vivir, mi buenhijo cumplió 12 en febrero, pero se ve como de 15, tiene sus amigos que son mas o menos como el y no me quejo, si tiene sus cosas pero colabora mucho y aún no busca tanta intimidad porque yo siempre le he dado su espacio, pero se que aún me falta mucho por pasar! y peor con la buenahija que en julio cumple 10 y desde los 6 está preadolescente! con ella si que voy a tener show! pero la verdad yo los prefiero así, creciendo, haciéndose autosuficientes, aprendiendo responsabilidad… no es que no tenga miedo, obvio que es duro, pero a veces creo que es más duro para ellos que para mi, yo siempre he tratado de que sean disciplinados porque me parece la mejor enseñanza que les puedo dejar, pero finalmente cada quien es lo que es. Ánimo a todas que nuestra labor es la más importante! lindo viernes
Muy buen posterior. Los míos tienen casi 11… complicado ya , llevamos más de un año en preadolescencia , cosa que no sabia que existía, con uno de ellos y el otro , que siempre ha sido más infantil todavía no …. luchas constantes en casa por las puertas cerradas y chinches como niños pequeños a la orden del día .
igual van de “mayores ” hablando solo con su padre que de mi mimosos conmigo ….
en fin más adelante hay más intentando sobrevivir
gracias
Falta tiempo para que tengamos adolescentes en casa, pero el tiempo pasa rápido.Cuando llegue el momento recordaré tus consejos, alguien me dijo: “niños pequeños, problemas pequeños”, por lo que aprovecharemos el tiempo que nos queda con niños. Saludos
No hay miedo. Yo creo q la buenahija nació ya adolescente!! Jajajaja!
Jaja, bueno, así ya vas cogiendo práctica 😉
Me encanta el post! muchas gracias Maribel, mi hijo mayor acaba de cumplir 13 y lo de: mamá llama a la puerta antes de entrar!! esta a la orden del día.
Pues sí, la puerta cerrada es todo un clásico de los inicios de la adolescencia. Que vaya suave! besos
Me muero cuando me llegue esa etapa!! Yo tengo dos niños, el mayor seis años y el pequeño seis meses… y mi hijo mayor ya apunta maneras en algunas cositas… Yo eso lo voy a llevar mal, lo sé, jajajajaja
Hombre, tampoco hace falta morirse! a veces con un poco de paciencia… tú ocupate de sembrar ahora confianza y buenas maneras, que luego lo agradeceréis 🙂
Me encanta este tema aunque para mi todavía es pronto, ya que mi niño sólo tiene 7, pero es un tema que a mi me preocupa mucho por lo mal que yo lo pasé en mi adolescencia con mis padres. Lo que más me preocupa es que mi hijo pierda mi confianza y no cuente conmigo nunca para nada.Es dificil y me cuesta mucho trabajo ya que siento que a veces, sin yo quererlo, critico lo que hace.
Muchas gracias Maribel!!!
Hola! Tranquila que hay tiempo de ir sembrando la confianza. La cosa no se trata de no hacerle ninguna crítica, sino de cómo se las hacemos: constructivas, proponiendo alternativas, cuidando el lenguaje…todo un arte, vamos
Me tiemblan las pierrrrnas, sólo de pensarlo…jajajja aunque seguro que todo llegará y pasará y sobreviviremos.
Está genial saber con lo que nos vamos a encontrar ( en mi caso con 2 y 5 años aún está lejos)y cómo podemos resolverlo.Cada etapa tiene su dificultad pero la adolescencia creo que es especialmente complicada y saber afrontarla es crucial.
Buen finde a todas!!!
Con la adolescencia (que sí, que tiene sus complicaciones) también hay mucho mito. Se puede pasar más o menos tranquila, y al se sobrevive 🙂
Me viene tan bien este post, que no os lo imagináis. Mi buenhijomayor (cumnple 10 este verano) ya empieza a discriminar a quién le cuenta qué. Hay temas que sólo habla con su padre, creo que se siente más identificado en ciertas cosas, y otros que son exclusivamente míos. Y, por supuesto, hay una pandi. en la que a diario pelea por ocupar su lugar, el que él cree que le corresponde.
Estupendo post, Maribel.
Un beso
Gracias! Interesante el tema que comentas, de las elecciones de padre/madre según sea el tema a tratar, habrá que echarle un ojo.
besos!