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El arte de equivocarse

El arte de equivocarse

HIJO/A

Ojalá te digan muchas veces que NO.
Ojalá les cueste creer en tu talento.
Ojalá tardes en encontrar tu vocación.
Ojalá tengas que empezar de cero en más de una ocasión.
Ojalá te equivoques a menudo.
Ojalá sientas que en ocasiones has hecho el ridículo.
Ojalá toques fondo, te sientas roto.
Ojalá la vida te ponga contra las cuerdas y aprendas inteligentemente del
achuchón.

Ojalá alguien nos explicase desde bien pequeños que la VIDA va de eso, de fallar, aprender y volverlo a intentar. Que a menudo las dificultades acaban convirtiéndose en grandes maestros, que cada NO que encontramos en el camino puede convertirse en una nueva oportunidad. Que después de la tormenta llega la calma si tienes paciencia y trabajas para ello.

Hablemos de las caídas y fracasos

Que poco tiempo dedicamos en ocasiones a hablar con nuestros hijos de las
caídas, los fracasos, de las salidas de tono. Que poco les enseñamos a perder, a fallar útilmente, a aceptar el error de forma constructiva. A convivir con la derrota, a aceptar que no siempre es fácil conseguir lo que deseamos, a aceptar que hay cosas que no dependen de ti. A hablar de los tropiezos que nos hacen sentir tristes, a saber que tenemos derecho a sentir miedo cuando nos sentimos derrotados.

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Ojalá fuese prioritario en todos los hogares enseñar el ARTE DE EQUIVOCARSE, el de encajar golpes. Explicar  que la vida no es sencilla ni
previsible,  que debemos ejercitarnos en creer en la voluntad y el empeño, en el trabajo y la constancia.

Una educación que desarrolle las estrategias necesarias para superar los
errores sin avergonzarnos, para saber reconstruirnos sin reproches cada vez que nos rompemos, para dejar de culparnos cuando no hemos sabido estar a la altura.

Que enseñe a vivir en el aquí y el ahora con honestidad y agradecimiento, a desaprender a diario. Que nos entrene en una educación que desarrolle las estrategias necesarias para superar los errores sin avergonzarnos, para saber reconstruirnos sin reproches cada vez que nos rompemos, para dejar de culparnos cuando no hemos sabido estar a la altura.

Que enseñe a vivir en el aquí y el ahora con honestidad y agradecimiento, a desaprender a diario. Que nos entrene en perseverancia y valentía,  que nos recuerde la necesidad de pedir ayuda siempre que haga falta.

Enseñemos a nuestros hijos/as a tomar decisiones sin que les tiemble el pulso, a asumir responsabilidades , a querer que se pueda. A crecer sin excusas ni postergas, a poner el foco en lo importante, a asumir retos eligiendo los mejores aliados.

Ojalá pongamos de moda en la educación la PRÁCTICA del error, el arte de la equivocación, la maestría de saber encajar golpes.

Y vosotras Malasmadres, ¿creéis que educamos en el error?, ¿estamos preparando a nuestros hijos e hijas a que sepan que también pueden equivocarse? Os esperamos en los comentarios.

Han comentado...

  1. En mi trabajo lo veo todos los días, los padres evitan que sus hijos conozcan la derrota, la frustración, la equivocación… Creyendo que si se lo evitan, todo será bueno, positivo…cuando para valorar y saber realmente qué es bueno, es imprescindible conocer lo negativo, el conocimiento nos permite discernir desde la experiencia y sabiduría propia, y así es como se crece de verdad.

  2. Que nos nos dé miedo expresar el fracaso, el miedo, las dudas…Desde luego que no estamos educando a nuestros hijos e hijas en que no todo debe salir bien a la primera, ni a la segunda, ni a veces siquiera a la undécima. Yo misma me frustro cuando cometo errores, sobre todo grandes errores que me han cambiado la vida. Una y otra vez me machaco mentalmente, castigándome al recordar por qué fracasé, sin pensar que ese error me ha hecho más fuerte, más débil también, más humana en definitiva. Gracias por el post, me ha hecho reflexionar.

  3. Muy de acuerdo, hay que enseñar a saber que te puedes equivocar y que la gente también se equivoca y que eso es SANO.
    Al igual que es sano cometer errores saber que los demás también los cometen y que no pasa nada, tomarte el tiempo para caer y volverte a levantar, sin forzar, sin que el resto te arrastre por que hay que seguir el ritmo, de vez en cuando no seguirlo esta bien.
    Ha luchar por lo que quieres y saber que la recompensa sabe mejor después de el esfuerzo.
    Mi hijo tiene tiene problemas de aprendizaje, barreras que con las herramientas adecuadas conseguirá traspasar, pero a su ritmo, tiene 4 años, yo a el le digo cada mañana que no se esconda, que el mundo necesita gente como el, gente que te enseña muchas cosas, sobre todo saber que todos somos diferentes y que eso es bueno. Yo creo que esa es la raíz, si no queremos que se avergüencen, hay que enseñarles que todos y todas somos diferentes, llevamos nuestros ritmos y que ante todo somos humanos y que tenemos la capacidad de equivocarnos.

    1. Hola Nahi,
      no digas que tu hijo tiene problemas de aprendizaje. Simplemente necesita otro proceso…es otro problema que para mi gusto tenemos en esta sociedad, que es el de clasificar a las personas.
      Ya desde que nacemos estamos con los dichosos percentiles, ya nos están clasificando…y como eso todo. Cada persona es única e irrepetible…y menos mal!!!
      Un abrazo

  4. Hola! Me ha encantado el post.
    Siento muchas veces que se sobre-protege a la chiquillería para que no sufran, no se frustren, que si pobrecitos… Y en realidad es la manera de aprender y de aprender a reinventarse y adaptarse a lo que tenemos alrededor

  5. Mi hija este año, acaba de entrar al colegio y me ha costado mucho trabajo enseñarle que equivocarse es una parte de la vida y que todo se puede mejorar. Gracias por este post.

  6. Hola,
    A mi también me ha gustado mucho el post y además es un tema que sale mucho a debate en el entorno que me muevo.
    Me parece fundamental tener claro que la vida es eso…
    En general, creo que no estamos educando así…y vuelvo a lo del tema de debate que comentaba en líneas anteriores…por ejemplo, veo que la mayoría de padres se sientan con sus hijos a supervisar todas sus tareas escolares y todos sus trabajos (yo estoy en desacuerdo, otra cosa es que tengan una duda puntual) y en el fondo, bajo mi punto de vista, eso no es más que enseñarle a que no crea en su talento, enseñarle a no saber encajar que su trabajo no sea el mejor de la clase, enseñarle a no ser resolutivo…
    Gracias por el post.
    Un saludo

    1. Totalmente de acuerdo. Ahora muchos padres dicen “tenemos que hacer los deberes”. Considero q es un gran error, así nos les estamos haciendo ningún favor. Me ha encantado el post.

    1. Sin duda el deporte ayuda a nuestros pequeños a ser más resilientes y mejorar su capacidad de aceptar la frustración

  7. ¡Ojalá!… muy grande esta reflexión, para enmarcar y tener siempre muy presente.
    Gracias, Sonia!!!

  8. Me ha encantado el post, yo soy la primera que me frustró, sino he estudiado lo suficiente, sino he tomado la decisión adecuada, si he suspendido, entonces no la educó en eso, tenemos que aprender los adultos y los niños.
    Gracias por el post

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