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Violencia de género en adolescentes: cómo afrontarlo

Violencia de género en adolescentes: cómo afrontarlo

Hoy hablamos de violencia de género y adolescencia en el blog y este tema toca mi sensibilidad profundamente. No solo porque yo tengo dos buenashijas a las que quiero proteger y enseñar estos valores día a día, sino porque no nos damos cuenta que en esta sociedad cada vez ocurre más y lo estamos normalizando. La violencia de género está pasando en adolescentes y en adultas y debemos luchar para que este gran problema vaya desapareciendo. De eso nos habla Marina Marroquí , que se pasa por aquí para contarnos en primera persona su horrible experiencia, cómo detectarlo y cómo afrontarlo.

La entrevista con Marina Marroquí

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*Podéis seguir a Marina en Facebook, Twitter  y en Instagram.

Nos cuesta asociar la violencia de género y los jóvenes, ¿por qué?

Cuesta y duele admitir que la violencia de género siga tan patente entre los jóvenes (1 de cada 3 adolescentes sufre violencia de género), porque nuestra generación esperaba desterrar esta desigualdad, y lo cierto es que, lejos de desterrarla, estamos observando que no solo se está repitiendo ese machismo, sino que lo hace de una forma más agresiva. Lo que yo me pregunto es, ¿cómo pensábamos que esta generación iba a ser igualitaria?

No se ha invertido ni esfuerzo ni formación en incluir en la educación estos valores. Su acceso a información ilimitada sin ninguna herramienta para cuestionar o filtrar estos contenidos ha conseguido que el machismo que nos rodea en medios de comunicación, cine, música… eduque a nuestros hijos. Lo peor es que creo que esto ha creado una bomba de relojería en esta sociedad.

Por un lado, chicas educadas en a 3 metros sobre el cielo o 50 sombras de grey, y mil y una canciones que le dicen que muera por amor. Por otro lado chicos que a partir de los 10 años tienen acceso diario a una pornografía totalmente agresiva y misógina. Esto es una bomba que ya estamos pagando con manadas y que pagaremos con muchas más sino incluimos una verdadera educación afectivo sexual en las aulas de nuestros jóvenes.

Como víctima de violencia de género, ¿cuándo te diste cuenta de que la relación que vivías no era normal, que eso no era amor?

Por desgracia fui la última en darme cuenta, como en la mayoría de los casos, y ahora, 10 años después, puedo decir que es mi maltratador. Pero en esa etapa era mi novio, la persona a la que quería y por la que pensaba tenía que morir por amor.

Porque esta es una de las grandes trampas del machismo, con el concepto de amor con el que nos educan en los falsos mitos del amor romántico, de entregarlo todo por amor, luchar por amor pase lo que pase, o los celos como muestra de amor, te crean una trampa perfecta. Cualquier mujer educada en el machismo está predispuesta a sufrir violencia de género, ya que no tiene herramientas para identificar las primeras señales del maltrato, así que, te crea una trampa y luego te dice que eres muy tonta y muy débil por haber caído en ella.

Yo quise creer que era la persona que lloraba y lloraba de rodillas pidiendo perdón, y no la persona que a veces, como él decía, “perdía los nervios” y me maltrataba. Cuesta y duele mucho darse cuenta de que te has enamorado de un monstruo.

¿Somos las familias conscientes de que es un problema más con el que nos podremos enfrentar?

La violencia de género, tanto en las adolescentes como en las adultas, es eso que le pasa a “otras” por lo que no existen herramientas de detección precoz, ni nadie quiere creer que eso pueda pasar en su casa. Pero la realidad es mucho más cruel, y lo cierto es que 1 de cada 3 mujeres lo sufrimos, hay que contemplarlo como una posibilidad, y tenemos que educar desde la infancia tanto a chicas como a chicos en construir una autoestima sólida que nadie pueda venir a destrozar, como valores de respeto, espacio personal y autonomía, que actualmente aún cuesta mucho.

Actualmente, lo primero que se le sigue diciendo a una niña es “que guapa es”, ni que fuerte, ni que valiente, ni que inteligente… cuanto más desarrollemos estos valores, más fácil será que identifique una relación de maltrato y escape de ella.

¿Cómo pudo detectarlo su familia o no es tan fácil a veces?

Mi familia se dio cuenta en unos pocos meses, enseguida se dieron cuenta que dejaba mis aficiones y amistades a un lado, que me centraba demasiado en él, que descuidaba mis estudios o mi aspecto. Pero como suele pasar en la adolescencia, los padres son las últimas personas a las que escuchas, cuando más me intentaban alejar de él, más Romeo y Julieta me creía. También el maltratador hace un gran esfuerzo por descalificar y aislarte de tu entorno para que cuando ellos quieran avisarte, ya no les creas.

Para las familias es importante tener herramientas que faciliten que su hija identifique el maltrato, y la formación también tiene que centrarse en ellos. Por suerte, mi familia nunca dejo de luchar ni se rindió hasta que conseguí salir de ese infierno. Yo no salí sola, a mí me sacaron ellos por suerte poco antes de que fuera demasiado tarde.

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¿Crees que hay más incidencia de violencia de género en la actualidad o crees que ha habido un retroceso en las nuevas generaciones?

Pues aquí es cierto que hay una doble lectura, es cierto que la violencia de género se sigue reproduciendo exactamente con las mismas cifras que en mujeres adultas. Ciertos programas de televisión, películas, música e incluso como he comentado, la pornografía, hace que se desarrolle un machismo muy agresivo y se normalicen conductas muy peligrosas. En los adolescentes los celos son muestra de amor, el control con que se preocupa por ti o tener todas tus cuentas personales con confianza absoluta.

Pero también es cierto, que de las más de 100 mujeres a las que he ayudado a salir de la violencia de género, el 95% tienen algo en común y es que el maltratador fue su primera pareja, pueden haber salido a los 20, 30, 40 o 50 pero empezaron en la adolescencia.

Actualmente tengo chicas a partir de 13 años, y el repunte de chicas de 16 a 18 años que salen de la violencia de género e interponen denuncia también significa que saben identificarlo antes que generaciones anteriores, y es mucho más fácil reconstruirte con 19 años que con 40.

Creo que queda muchísimo por hacer pero que estamos en el camino para acabar con la violencia de género. Hay primero que visibilizar cada caso, y para que te hagas una idea, se estima que más de 540.000 mujeres sufren cada año violencia de género en nuestro país, queda mucho por destapar.

¿Cómo podemos educar a nuestros hijos e hijas para que no reproduzcan conductas de violencia de género?

Se puede preparar para identificar las señales, pero sobre todo es una educación igualitaria, cosa que es muy difícil en la actualidad, ya que por mucho esfuerzo que se haga en el ámbito familiar, empiezan a interiorizar el machismo de una forma muy sutil desde la infancia, como por ejemplo la patrulla canina, Disney… Por lo tanto, lo mejor es educar teniendo una mentalidad critica, haciéndoles cuestionar los papeles de las mujeres en lo que les rodea y haciéndoles saber que son capaces de cualquier cosa.

Construir una autoestima interna en su valía, sus valores y no externa, son mucho más que guapas, y creando un ambiente de respeto y resolución de conflictos sanos. Una de las cosas que recomiendo a los padres, es que no eviten a toda costa discutir delante de los hijos, porque discutir en una relación sana significa resolver un conflicto, llegar a acuerdos, y así sabrán lo que es una discusión real.

Porque siempre se dice que todas las parejas discuten, pero yo pensaba en esa relación de maltrato que esas discusiones eran normales, ya que nunca había visto ningún tipo de discusión en casa. Es importante enseñarles lo que es una relación sana para que identifiquen una tóxica, y sobre todo, facilitar una comunicación de confianza a nivel afectivo-sexual para conseguir que se comuniquen con vosotros cuando tengan algún problema al respecto.

¿Están las escuelas preparadas para educar en este sentido?

Creo que la educación está fallando a esta generación, no está sabiendo estar a la altura de las necesidades educativas ni en valores que esta sociedad requiere, necesitamos que la igualdad y la educación afectivo sexual entre de una manera efectiva y cercana a los adolescentes.

No pueden tener acceso a la pornografía a partir de los 10 años, que empiecen sus relaciones sexuales a los 13 y nosotros explicarles cómo se pone un preservativo a los 16, llegamos tarde y mal.

Es importante que todos los profesores estén formados en igualdad y en violencia de género y sexual, y den respuesta a los problemas que la adolescencia está sufriendo.

Su libro Eso no es amor, ¿qué objetivo tiene?, ¿qué podemos encontrar en él?

Precisamente esta es mi respuesta a los problemas que me he encontrado en los más de 50.000 adolescentes a los que he realizado el taller de prevención y detección precoz de la violencia de género.

Yo soy educadora social y por muy efectivo que sea este taller, soy 3 horas en sus vidas, y me encuentro con muchos más problemas como el bullying, el acoso sexual, la falta de autoestima o la gestión de su diversidad sexual.

Entonces como aún no me dejan cambiar las leyes de educación, he creado el material didáctico que yo utilizaría en la tan necesaria asignatura de educación social, en valores o como quieran llamarla.

Son 30 retos para trabajar la igualdad de una forma dinámica y divertida, en el que tienen ejercicios para gestionar estos problemas y para encontrarse ell@s mismos, y sobre todo para cuestionarse el mundo que les rodea y el precio que pagamos por el machismo que nos educa. Y al final, como en los talleres, cuento el precio que yo pagué, como caí en el maltrato y como identificar a un maltratador, como ayudar a una amiga si le pasa… pretendo dar herramientas prácticas a un problema tan complejo como es la violencia de género.

Y vosotras Malasmadres, ¿creéis que vuestros hijos reciben suficiente información sobre la violencia de género y cómo afrontarla?

Han comentado...

  1. Hola tengo 21 años, vivo en Murcia con mi pareja, soy bisexual, mi pareja me esta como aquel que dice, llevo dos años con el viviendo y la verdad que la convivencia se esta volviendo cada día peor, me habla mal, me falta al respeto, se a vuelto toxico, no puedo tener amigos por que ya se piensa que me van a tirar los tejos, y así muchas cosas mas, podrían aconsejarme por favor, no tengo empleo ni se como irme de s u casa ya no puedo mas

  2. No, definitivamente no estamos educando en igualdad y creo que el mayor problema es la falta de corresponsabilidad que les rodea (si no en casa, en casa del amiguito).

  3. Creo que seguimos fallando y no educamos igual a los niños y a las niñas. Es más, la falta de corresponsabilidad con la pareja muchas veces incrementa en los ojos de los pequeños esa visión “normal” de machismo.
    Es un tema muy complicado y creo que, al menos yo, no estoy gestionando bien.

  4. Somos lo que hacemos y no lo que decimos.
    La mejor forma de educar en igualdad es que en nuestra casa se viva una verdadera co-responsabilidad entre los cónyuges, sin delegar en terceras personas el cuidado.
    En cuanto a la violencia de género, igual que otras formas de violencia, también se previene con una educación cercana y presencial por figuras maternas y paternas.
    El problema es que las horas del día son finitas y es difícil compatibilizar todo (vida laboral, familiar y personal) en equilibro.

  5. Yo tengo 2 niños, de 2 y 4 años. Intentamos que haya educación en valores, que esté claro que su padre y su madre son iguales, para que más adelante vivan con conceptos de igualdad. El mayor va a un colegio donde se educa muy conscientemente este tema. Espero que crezcan con confianza para hablar con nosotros y para ver qué importante es ser buenas personas.

  6. Gracias por esta iniciativa, nadie mejor que una víctima para poder describir lo que es el maltrato. La sociedad sigue identificando a la víctima de violencia de género con una mujer débil y con un ojo morado y al maltratador con un hombre primitivo. Y normalmente estos cánones quedan muy lejos la realidad.

    El maltrato es difícil de identificar para la víctima y para su entorno porque se realiza de forma sutil e intermitente, y el maltratador es manipulador. La víctima acaba viendo la realidad de una forma distorsionada y no es capaz de salir por sí misma.

    La violencia de género o machista es un tema muy complejo del que todavía nos queda mucho por saber y mucho camino por recorrer. Un libro donde se dan las herramientas para identificar el maltrato tendría que ser una lectura recomendada en los colegios, para hijos y para padres. Educar en igualdad, evitando estereotipos de género, es una de las asignaturas pendientes en nuestro sistema educativo y en nuestros hogares.

  7. Ser padre es una tarea complicada, dónde intentamos enseñar y educar a nuestros hijos de la mejor manera en una sociedad difícil, permisiva al 100%, dónde se encuentran a veces con personas tóxicas las cuales echan por tierra los valores que has intentado transmitir, que te han costado ingenio para hacérselos llegar. Todo este trabajo si no se comienza desde la cuna cuando llegan a la adolescencia es complicado hacerlo ver. Un adolescente, entre sus hormonas revolucionadas, la era de la tecnología y los consejos de sus buenas compañias son más importantes que lo que un padre/madre les quiera enseñar, transmitir, ahí ya es tarde porque en la mayoría de los casos, según ellos “saben más que tú” y la figura del padre/madre se convierte por lo general “amienemigo”. Por lo tanto, bajo mi punto de vista, el trabajo comienza desde muy temprana edad y con el ejemplo. Post muy valioso como todos los que nos ofrecéis. Gracias!!

  8. Cuesta mucho educar en la infancia, es cierto, pero quiero ser optimista y pensar que las madres hacemos un esfuerzo por ello. Así es por lo menos en el entorno que me rodea a mi: yo intento hacerlo con mi hija y veo que las madres de sus amigos lo hacen con los chicos. En nuestro caso, somos un grupo comprometido, pues muchas veces somos nosotras mismas las que nos damos cuenta de las desigualdades y machismos escondidos en las series, dibujos, películas y libros y tratamos de darle la vuelta explicándoles a los niños que esa situación no es correcta. Pero precisamente porque tenemos que hacer el esfuerzo es que nos damos cuenta de que la sociedad está lejos de percibirlo y educar en igualdad de una manera automática. Nosotras nos encontramos en un momento clave ya que nuestros hijos e hija tienen 4 años y están empezando a asociar los roles de género. Por ejemplo, un niño para el que su PJmask favorito era buhita porque vestía de rojo, ahora ya no lo es porque es una chica. Otro caso es el del merchandising: el personaje favorito de mi hija de la patrulla es Chase, pero no encontramos camisetas suyas en la sección de niñas, así que las compramos en la de niños. Y eso sí que merece un capítulo entero a parte: la ropa de niñas y de niños, los colores, los personajes, los juguetes tan marcadamente sexistas… Uf, que me caliento!

    Volviendo al tema de la violencia de género, recuerdo cuando estaba en el instituto una de las chicas de clase nos contó una vez que estaba saliendo de una situación de maltrato y había tenido que denunciar a su ex novio. En aquel entonces, yo pensaba que eso era cosa “de mayores”, que pasaban cuando las parejas llevaban mucho tiempo juntas, pero me hizo darme cuenta de que puede pasar a cualquier edad, por eso ahora intentamos realizar talleres específicos en el colegio. Aún así, queda mucho por hacer y es a los chicos a quienes hay que educar realmente para que no se llegue a producir.

  9. Yo creo que es una de las cosas más difíciles a la hora de educar a nuestros hijos. Yo he vivido el maltrato con una amiga y es una situación desesperante. No te escucha, no quiere ver lo que hay y además se siente culpable y merecedora de lo que le estaba pasando. Menos mal que pudo salir de esa situación a tiempo. La verdad es que yo creo que lo peor es como anulan a la persona hasta el punto de creerse merecedora de lo que les está pasando.

  10. Yo intento educar a mi hijo en la igualdad… Pero con muy poca edad el ya me dice que eso es cosa de niñas, en casa Le intentamos explicar que no hay cosas de niñas ni de niños… Que todos pueden jugar a todo… Es difícil y nunca sabes si lo estás haciendo bien, pero tendremos que seguir intentándolo, todos, padres de niñas y de niños….

  11. Con 2 hijos y 1 hija me esfuerzo cada día por conseguir educarles en la igualdad pero es difícil porque además de tener distinto sexo, cada uno de los 3 tienen distinta personalidad. Mi conclusión ( que puede ser erronea…) es hay que adaptar la educación a cada persona, no cada sexo. Sí siento que necesito aprender muchas más herramientas para hacerlo bien y más vale que sea rápido porque mi hijo mayor ya tiene 8 años.
    Gracias por el post y me encantaría ir “Gestionando HIjos”. Un abrazo, Ana

  12. Yo tengo dos niños y el esfuerzo como padres sobre todo en este tema se centra en trabajar las relaciones de respeto tanto si son chicos como chicas. Hablemosles de personas como seres con diferencias pero con los mismos derechos. No tenemos trabajo facil. Gracias!!!

  13. Este tema me parece tan difícil y complicado… Creo que tenemos tan interiorizados como “normales” ciertos comportamientos y comentarios que hacen difícil salir de esta rueda educativa machista.
    Tenemos una buenahija y viene un buenhijo en camino, espero que tengamos la capacidad de educarlos en la igualdad, la tolerancia, el respeto y la autoestima. Me preocupan mucho las influencias externas, los modelos que se puedan encontrar fuera de casa….
    En mi caso lo que quiero es poder pasar el mayor tiempo posible con mi pareja y la peque (y con el que viene en camino), para jugar, hablar y compartir experiencias.
    Me ha parecido interesante lo que comenta Marina sobre no evitar del todo discusiones delante de l@s buenoshij@s, es importante que vean que a veces tenemos puntos de vista diferentes, que los defendemos y que sabemos ceder (a veces cede el buenpadre, a veces cedo yo).

  14. Educar en igualdad , respetando nuestras diferencias biológica y obtener lo mejor de ellas es una carrera de fondo , en la que cada paso cuenta.
    El abandono de las conductas machistas debería comenzar en el hogar, pero cierto es que el exterior no facilita que se pueda continuar lo que se siembra en casa.
    Ojiplática me quedo cada vez que me paro a escuchar las letras de las canciones de moda, cuando escucho conversaciones robadas de grupos de chavales y chavalas y me planteo y replanteo en qué punto nos perdimos.
    Claro que un mundo mejor es posible, pero solo como expectadores no cambiaremos el guión.
    Iniciativas como las de esta charla,que renuevan y remuevan conciencias ,son uno de las muchas zancadas de esta carrera de fondo .
    Gracias a todas las mujeres que marcais el ritmo y gracias mil ,a aquellos hombres que se replantean el papel que les fue adjudicado y se unen a la causa común de crecer como sociedad y como personas.

  15. Recibirla, la reciben, pero como casi toda la información no la procesan. Están hiper-informados y lo tienen todo a mano pero no les cala, creo que falla el lenguaje y los términos que se usan.
    Estoy de acuerdo con Marina Marroquí, en la asignatura de valores se debería profundizar más el tema, pero desde una dinámica de creatividad y talleres.
    Yo, que durante nueve años (16-25) viví una relación muy tóxica, de la que salí con muchas heridas emocionales, pero que conseguí curar y aprender de ellas, intento que mi hija vea las señales y los comportamientos insanos cada vez que vemos una peli, documental, oímos una canción o comentario. Pero por otro lado ve a sus amigas comportarse como “sufridoras de relaciones” y por ahora todas esas relaciones y sus acciones le chocan, solo espero que también le “choquen” si en algún momento le pasa a ella….
    Por suerte mi relación con su padre es igualitaria y eso es lo sé ve en casa cada día, con nuestros problemas y discusiones, pero también con nuestro sentido del humor, risas y haciendo equipo ?.
    La educación y el ejemplo es la única manera de combatir la violencia, para que no se la infrinjan ni sea ella quien la infrinja.

  16. Creo que no se educa en igualdad, y que reciben muchos estímulos externos basados precisamente en lo contrario. Hay que cambiar muchas cosas, en muchos contextos para que poco a poco las nuevas generaciones sean más igualitarias y de vaya erradicando la violencia de género.

  17. El maltrato físico es más visible y más fácil de explicar, y el “no se pega” es algo que se repite desde la guardería. ¿Pero cómo haces para explicar el maltrato psicológico, ese que te manipula, que se va introduciendo en tu mente, de forma insidiosa? ¿Cómo identificas a una persona manipuladora, si son los más encantadores del mundo? Yo educo al buenhijo en el “no se pega”, “que no me entere yo”, etc… pero ni a niños ni a niñas. Sin embargo, aunque no temo que sufra violencia física, sí puede sufrir maltrato psicológico, porque manipuladores hay de ambos sexos, y desgraciadamente, de todas las edades. Aún le queda un trecho para llegar a la adolescencia, pero como la mejor educación es el ejemplo, confío que a través del respeto a mí, su madre pero también una mujer, que tan pronto cocina como arregla la puerta de un armario, se contrarresten las influencias externas que pueda percibir y cuando le llegue el momento, actúe como un ser humano y trate a los demás, chicos o chicas, como a personas y no objetos.

  18. Como primogénita de 4 hermanas, nunca había pensado que las niñas y los niños tuviésemos límites diferentes. Yo nunca he sentido que me dejasen hacer menos cosas que a un niño de mi misma edad. Vivíamos en una ciudad pequeña y yo gozaba de la misma libertad que cualquier chico.

    Hoy en día, como madre de 2 niños (uno adolescente) y una niña, lamentablemente no lo veo igual. Siento que tebgo que educar a mis hijos para ser respetuosos con los demás, y con las mujeres, pero también siento que debo educar a mi hija para saber defenderse.

    Esto me angustia porque sé que no debería ser así, pero ejemplos diarios (como los que tú mencionas sobre televisión y actitudes cotidianas) me hacen replantearme mis creencias.

    Es lamentable y muy triste. Yo necesito la herramientas para conseguir que está dinámica cambie. ¿enseñar a defenderse a una niña? ¿cómo podemos estar ahí?

    Me ha encantado el post. Gracias

  19. No se educa en la igualdad, es más, creo que existen un gran número de programas de TV y canciones “top” que promueven justamente lo contrario. Nos siguen vendiendo un modelo de mujer cosificada que a estas alturas ya deberíamos haber rechazado. Muy lejos de esto, lo estamos normalizando.
    No puede ser que, en una fiesta de colegio, tengamos este tipo de música sonando y niños coreando. Ni que a mediodía, durante un horario infantil (debería ser nunca), tengamos programas de TV de “entretenimiento” tipo MH y viceversa. Ya está bien!

  20. Es muy complicado y necesario educar para prevenir la violencia de género, y no sólo Febe ser en casa, sino fuera y con ejemplos reales, porque hay un hecho muy muy cierto y es que, en nuestros hogares, en muchos, hay maltrato, muchísimas veces no identificado, que nuestr@s hij@d normalizan, ellos reproducen y ellas lo toman como normal, por lo que no son conscientes de que pueden terminar (y de hecho terminan) con un maltratador . ¿Quien les dice a ellas que lo que sufren no es “lo normal en un matrimonio”? ¿Quien les dice a ellos que eso que hacen es violencia, si es lo que en su casa han visto toda la vida? Porque hay maltratos que no se ven, que no dejan Cardenales, pero sí cicatrices en el alma tan profundas que no llegan a sanar. Nunca.
    Hay que educar, desde pequeños, en saber identificar ese maltrato y es necesario que sea por personal formado, a fondo y fuera del hogar (además). “Sólo” nos jugamos la vida de nuestras hijas.

  21. Yo tengo que reconocer que no educo igual a mis dos hijos, niño y niña, aunque voy intentando dar pasitos hacia la igualdad. Hablo mucho con ellos y espero que eso vaya dejando poso. Veremos en la adolescencia que se acerca…

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