Guía para Malamadrear en familia: Nápoles

El tour de la Musa

Nápoles es mi pueblo adoptivo desde hace un año y medio. Sucio, caótico, desesperante, descuidado. Esa es la primera impresión. Pero lleno de maravillas, belleza, gente amable, paraísos, naturaleza salvaje, obras de arte. Con una idiosincrasia propia y resultado de una increíble mezcla de culturas griega, romana, española… Dicen que cuando llegas lloras (del impacto, es verdad) pero que lloras dos veces cuando te vas, porque es una ciudad que engancha. La llaman “donna vestita di stracci” que significa una dama vestida de harapos, y así es en realidad. Es un poco como meterte de lleno en un capítulo de la serie “Cuéntame”, una máquina del tiempo que te lleva a la España de hace 40 años.

Me da mucha pena que esta maravillosa ciudad esté tan desprestigiada, no solo por los turistas extranjeros, sino incluso por los propios italianos. La mayor parte de los cruceros llegan al puerto de Nápoles y te llevan en autobús a Amalfi, Capri, Pompeya o Herculano, que son paraísos, pero de verdad que, si sabes abrir bien los ojos, Nápoles te sorprende con todos sus tesoros.

Yo os propongo conocer un poco la ciudad, con una visita de un día, en la que, pensando que vais con niños, podáis aspirar un poco este aire decadente y disfrutar como yo lo hago.
Para empezar, consejos para viajar a Nápoles en familia:

1. La vida comienza muy temprano en Nápoles. Es la misma hora de reloj que en España, pero la – diferencia solar se nota mucho. Ahora en Diciembre a las 16.30 es de noche, así que no remoloneéis mucho. Además, esto es casi una ventaja para ir con niños, porque como total no nos dejan dormir..
2. El tráfico. Como peatón, espera a que no haya coches, porque los semáforos y los pasos de cebra son meramente decorativos
3. Las horas de las comidas: aunque en general Italia sigue los horarios europeos, en Nápoles (quién sabe si por la herencia española) todo es más relajado, y no es extraño empezar a comer a las 14.30h. Sólo si queréis tomar pizza en Da Michele, Brandi o Sorbillo, que son algunas de las pizzerías más conocidas, debéis ir temprano, empezando la cola a las 12h.
4. Las colas. Ese gran desconocido. Mi marido suele decir que las colas en España se miden en metros, pero en Nápoles se miden por el ángulo que forman. Es una especie de pirámide, no una línea, por lo que olvidad todo tipo de “educación” y ceder el lugar. Aquí lo normal es que te resoplen en la oreja.
5. Robos: hasta el momento, yo no he tenido ningún problema, y ya os digo que llevo un año y medio y no he dejado de ir a ninguna parte. Os daría los mismos consejos que si vais en Madrid a la Plaza Mayor o a Sol: bolsos cerrados, cámaras y móviles a mano y controlados.