Y así, de repente, arenas movedizas

Mi nombre es Pilar y tengo 37 años. Cuando me quedé embarazada de Candela no hubiera imaginado que parte de lo que soy se quedaría congelado por un tiempo. Que parte de lo que he construido con mucho esfuerzo y trabajo se quedaría a un lado del camino, hasta que mi propio camino de la vuelta a ese lugar y empiece de nuevo.

Estudié magisterio por vocación y en mis días en el aula disfrutaba cada minuto entre mis pequeños bajitos. Educación Infantil, primaria y lengua extranjera. Canciones, proyectos, reuniones, programaciones y familias. Envuelta en libros, dibujos, letras, lecturas y tiza mucha tiza.

En 2016 nació mi bichito mayor, Teresa, tiene 4 años y se ha convertido en una gran superhermana, y Candela mi bichito pequeño llegó a nuestra vida para cambiarla y ponerla patas arriba. Llegué a la eco de las 20 semanas tan feliz, tan tranquila. Inocente.

Aquel día, la suave y lisa arena por la que caminaba cómodamente empezó a entremezclarse con pequeñas piedras las cuáles formarían un nuevo camino.

Diagnóstico: coartación de aorta

Estas palabras se han convertido en parte de mi vocabulario diario con la mayor de las normalidades, pero en ese momento,no teníamos ni idea de lo que aquello era, ni de lo que suponía.

Pocos días después comprendimos que la coartación de aorta es lo siguiente:

• “La aorta lleva la sangre del corazón a los vasos que suministran al cuerpo de sangre. Si parte de la aorta se estrecha, dificulta el paso de la sangre a través de la arteria. Es un tipo de defecto congénito.” Una vez entendido, aceptado y confeccionado un plan de acción o una hoja de ruta, pude empezar a pensar que Candela, mi pequeña, nacería con un corazón especial.

Los meses sucesivos fueron meses de intranquilidad, miedos, preguntas, inseguridades pero también de disfrutar con mi hija mayor, de 3 años entonces, de planes que no podríamos hacer cuando naciera su hermana. Vivir ese trocito de vida de otra manera. Cómo no había nada que preparar para la llegada de Candela, lo preparamos para salvaguardar a Teresa ante el acontecimiento y las ausencias que viviría, y eso se volvió prioritario, aunque éramos conscientes de la ruptura que supondría por mucho que intentáramos curar las heridas antes.

Pero, es cierto que, disfrutamos.

Candela, decidió nacer el día 29 de julio de 2019, día caluroso, y también decidió que no era suficiente con una coartación de aorta, y nos regaló como complemento una atresia de esófago. De nuevo, sorpresa. Fue operada de ambas en los 10 primeros días de vida y si tengo claro algo, es que está hecha de otra pasta. Valiente y luchadora.

Uno de esos días, paseando por delante del hospital en uno de los momentos más duros y crueles que la vida te pone por delante, dije:  esta historia es para contarla, no puede quedarse en el olvido de mi mochila, estoy segura que en algún lugar, algún día, alguien podría necesitarla. Soñadora, quizás. Pero lo creí firmemente.

Han pasado muchos meses de aquello, casi dos años, he llorado mucho, he sentido el miedo más profundo que nunca hubiera imaginado, baje al último peldaño de la escalera del dolor para salir fortalecida pero he aprendido algo, a pesar de ese dolor, que es real y existe, también existe la belleza, la fe, la esperanza, las personas que tienden su mano, la generosidad y solidaridad. Existen los sueños.

Teresa y Candela ¿Superhermanas?, un libro para ayudar a otras familias

En esa plaza, con el alma encogida, pensé en contar mi historia y hoy un tiempo después tengo en mis manos mi primer libro infantil: Teresa y Candela ¿ Superhermanas? en dónde regalo mi llave para aquel o aquella que se sienta perdido como padre o madre. Regalamos nuestra valentía y coraje como familia. Regalamos nuestra fuerza para afrontar los revolcones de la vida.  Un cuento bonito, con alma, en donde de las más duras experiencias de vida crecen los más bellos sueños. 

A día de hoy, y sin conocer que será lo que me deparen las próximas líneas de mi historia, estoy contenta, es verdad que he tenido que cerrar puertas muy mías para estar dónde debo estar pero también se me han abierto otras muy especiales. Escritora. Mamá de dos corazones especiales y guerreros. Soñadora. Y por que no decirlo aunque sea por lo bajo, valiente. Muy valiente.

A ti, que me lees, puedes. Es muy duro, duele en las entrañas , pero no dejes de creer, no dejes de aferrarte y mira hacia adelante.

Simplemente es amor.