El reloj corre demasiado deprisa, recuerdo que cuando era pequeña los días eran interminables, las estaciones pasaban lentamente, y a medida que nos hacemos mayores y con la responsabilidad y la obligación de trabajo, casa, hijos… los minutos vuelan y los días se suceden con una rapidez vertiginosa, ahora tenemos un bebé y mañana te está pidiendo las llaves del coche y no te has casi enterado. Hoy Olga Vallejo, malamadre y periodista para más señas, nos habla de eso, del tiempo, de cómo nos dejamos arrastrar por todo lo que tenemos planificado; sin embargo, centrarnos en los momentos pequeños que nos ofrece la vida y aparcar tareas que sí pueden esperar, nos da mucha más tranquilidad de lo que pensamos y hace que disfrutemos parando las minutas de ese raudo reloj. Ya lo decía nuestra coach Leonor Cabrera hace un mes ‘Contra el estrés, presencia’ y que podéis leer aquí. Os dejamos con Olga:
* Puedes seguirla en @olga_vallejo o en su BLOG.
Los días pasan que ni me entero. Soy consciente que los invierto en logísticas familiares; atenciones a los buenoshijos; alguna pequeña conversación, siempre interrumpida, con la buenapareja; trabajo; transporte; lavadoras; plancha; el bucle infinito llenarnevera-vaciarnevera; preparar mochilas; mi tartera; dejar niños; recoger niños; extraescolares de la niña; que Yo no llego a ver si tú puedes; los típicos De mañana no pasa; un cuento, otro cuento y mi Se acabaron los cuentos que nos vamos a dormir, intercambio corto de ¿Qué tal tu día? Yo estoy muerta… y poco más. Llega el fin de semana. Se pasa. Otro lunes. Otro viernes. Suma y sigue.
He estrenado la semana con mocos, más mocos, fiebre, anginas y antibiótico. Y, oh milagro, me he quedado sola en casa. SO-LA. En mi lista de pendientes sólo la visita al médico. Nada más. Cero. A las 9 todos en las respectivas obligaciones: guardería, escuela, trabajo… y mi sofá. He recordado que puedes estar tumbada tranquilamente, repito, tranquilamente, sin hacer nada. Escuchando la radio me he dormido. Qué bien se descansa cuando sabes que nadie te despertará, que no habrá un repentito ¡¡¡Bibi!!!, un ¡¡¡Tengo pipí!!!, un Ya no tengo sueño… o un ¡¡¡Contigo!!!
Del sofá a la cama y de la cama al sofá. Sigo con fiebre pero me ha sentado de maravilla. Tres horas que han cundido como una jornada completa de relax, aunque apenas recuerdo como es un día sin obligaciones. Unas veces tanto y otras tan poco. El tiempo es tozudo e impone sus ritmos: los abrazos de los buenoshijos siempre demasiado cortos; los besos cruelmente chicos; las rabietas generosas; las colas interminables; el cansancio eterno; verlos a gusto felicidad infinita; crecen rápido, la metamorfosis es imparable, dejan de ser tus pequeños que te adoran y se convierten en preadolescentes de cuatro años que te sueltan, en la cola del cole, como si nada, un ¡¡¡Mamá, vete!!!
Siempre me he preguntado por qué los minuteros son tan caprichosos. Me gustaría que el tiempo transcurriera como en las vacaciones, cuando 24 horas dan para mucho más que trabajo-casa. Como buena malamadre estreno curso entusiasmada con buenos propósitos. Como humana corriente llevo a cabo alguno de los muchos planes y otros quedan en la cuneta. Qué poco sentido tendría la vida si todo lo hiciéramos a la perfección.
Me doy cuenta de la cantidad de tiempo libre que tienen quienes no tienen hijos. Van al cine sin hacer malabares cuadrando agendas, disfrutan del placer de la lectura sin chiquillos que insisten en que pases páginas a cascoporro, o sin notar el peso de sus párpados que caen rendidos después de una jornada de 7 horas, parque, baño, cena, el Que estamos comiendo haz el favor de sentarte, repetir hasta la saciedad Ahora no es hora de jugar, vamos a la cama, los duermes, te duermes… y resucitas para recoger la cocina y dejarlo todo listo para correr lo justo a la mañana siguiente. Lo que no sé es cómo no caigo fundida antes de sentarme en el sofá.
Mis horas están llenas, en realidad están repletas de horarios, plazos, compromisos y quehaceres que simplificando podría traducir en placeres. Reconozco que es un engorro salir de casa para llevar la niña al cole, volver, dejar listo al niño, coger tus cosas, llevarlo a la guardería… pero qué feliz me hacen esos cinco minutos de conversación de camino a la escuela, cuando me cuenta que le encanta el peinado que le he hecho, o que no le gusta tener psico porque si por ella fuera iría todos los días con faldas y vestidos que vuelan; ese mirar al cielo y decidir entre las dos si hará sol o lloverá, mientras salta y me zarandea con cada nuevo impulso. Empezar el día con ese momento tan especial no tiene precio. Bueno, sí lo tiene, sino que comparen los gastos de adultos con y sin hijos y constatamos rápidamente que para que un retoño de 50 cm pase a medir más de un metro, no sólo te pasas infinidad de noches sin dormir, también los alimentas, vistes, entretienes y educas.
Y mientras el tic-tac sigue su curso y las tardes se acortan, tomo nota de los planes mentales que he hecho medio aletargada. Tan tranquila y tan incompleta sin ellos. Mi tribu da sentido a mi vida. Mi opción. Mi devoción. Mi perdición.
Y vosotras malasmadres, ¿cómo lográis gestionar el tiempo? ¿cuáles son vuestras prioridades? ¿os cuesta saliros de la planificación que habéis establecido, darle una patada a tareas más importantes y frenar el ritmo yestrés de vida que llevamos? Esperamos vuestros comentarios y si queréis participar en esta sección podéis escribirnos a hola@clubdemalasmadres.com y contarnos vuestra historia. ¡La esperamos!
como me ha gustado tu post, que identificada me veo!!!
yo gozo muchísimo cuando consigo parar un día 4 ó 5 minutos en el sofá sentada!!! antes eso no lo valoraba y ahora son súper agradecidos esos minutitos!!
un beso a todas!
Ánimo, paciencia y buen humor, esa es la clave EVA, verdad?
Elena, me temo que los bebés desaparecen a los 6 mesos. En cuanto se sienta crecen y crecen sin parar 😐
Totalmente identificada. Desde que suena el despertador a las 6 de la mañana no paramos mi marido y yo. Organización y muchos líos para intentar llevar adelante esta familia. Temiendo perder el trabajo, y buscando ratitos para sobrellevar la pareja como podemos… pero no cambiaríamos nuestra situación por nada del mundo.
así que mucho animo a todas¡¡¡¡
Qué identificada me siento… Estrés diario, jornadas interminables, pendientes de mil cosas a la vez, responsables en el trabajo,complacientes con la pareja, pacientes hasta el infinito con los niños… Soy mala madre de una buena hija de 11 y un buenhijo de casi 2 y no cambio mi vida por la de nadie. Esto es amor verdadero. Un abrazo a todas las malas madres.
Y tanto que se pasa volando! Y con el primero vaya que vaya, pero los 2 años y medio del segundo de verdad que ni me he enterado… ¿dónde está mi bebé?
Qué gran decisión Lourdes… surfear el tiempo 😉
Los años han pasado volando para ti que tienes 3 hijos y para los que tienen 2, 1 o ninguno.
Soy una malamadre de tres hijos: dos adolescentes y un peque de 6 años. Después de tanto tiempo todavía no he conseguido planificarme ni organizarme. Pero tengo un secreto: no me agobio porque me dejo llevar, no nado a contracorriente, dejo fluir el tiempo. Eso sí, de repente han pasado los años y ni te has enterado.
Madre mía Anya!!!
¿Cuántas horas tiene tus días? ¿35? Algun@s vamos corriendo arriba y abajo, otr@s directamente os merecéis un premio… o dos.
Después de días como el tuyo, nada es imposible 🙂
Suerte Crís.
Yo con una hija de seis años y un trabajo con horario de 8 a 5, y marido que hacia cenas,podía mas menos gestionar el tiempo,ahora en primaria,con deberes,marido con mal horario,prepara mochila,almuerzo,cena y baño y añade que has decidido mejorar y empezar a estudiar,resultado se me va el tiempo y no hago nada a no ser q me encierre el finde,un besazo
Gestionar todo el tiempo del mundo es un trabajazo Cris!
Ver el lado positivo de las cosas ayuda a disfrutar más y a angustiarse menos con las situaciones, sobre todo con las poco fáciles. Pero no me negarás que uno de los inconvenientes de tenir vida laboral es no tener tiempo para estar con los hijos. Aprovecha ese lujo!
Lo de encontrar trabajo está complicado tanto con hijos como sin ellos. Toda la suerte del mundo!!!
Me suena bastante tu noria Ana.
Aprovecho el momento del baño para enchufarme al portátil. Los fines de semana nada de duchas rápidas, baños lentos estando en remojo para tener 10′ libres. Esto es vida 😉 …
El tiempo… Suena el despertador a las 7.30 y pongo en marcha mi “Modo Raikkonen”: asearme, mal beber un café, despertar a la pequeña, vestirla y a llevarla a casa de los yayos, para que desayunen y la lleven al cole. Me meto en tres atascos, llego a la oficina y a cortar de vuelta, para que me de tiempo a comer y recogerla, para corriendo de nuevo, llegar a la extraescolar y de nuevo corriendo, volver a casa, baño, cenas, cuento y a dormir… Llegar a todo, vamos! Hasta hoy…
El viernes me dijeron que me vuelvo a quedar sin trabajo… A la mierda todo otra vez! Había encontrado al fin un trabajo, que me daba la posibilidad de ser madre además de profesional y ahora, vuelvo a la casilla de “Salida”.
Ya no voy a ser Raikkonen, podré disfrutar de mi hija más tiempo (Cuando se lo conté el viernes x la tarde, se puso a aplaudir como una loca: “Biennnnnn Mamáaaa”) pero tengo miedo, de volver a pasar x la odisea de no encontrar, de decir: sólo puedo trabajar jornada intensiva o media jornada y que me miren raro y no vuelvan a llamarme…
Ahora me toca volver a gestionar, toooodo el tiempo del mundo y eso, como se hace?
Uff madre mía, yo soy como el conejo de Alicia en el país de las maravillas “llego tarde!!”, siempre la misma canción. Hace más de 3 años que nació el tercer buenhijo y no recuerdo lo que es dormir una noche entera. Antes de las 7 despierta, una ducha rápida, no sé qué ropa ponerme. Desayunos de mis 3 buenoshijos y el mío. El buenpadre llega de trabajar por la mañana un “cómo ha ido tu noche?” y se acuesta para despertarse pronto y hacer la comida para cuando lleguemos. Rápido, despierta a los niños, vístelos y que desayunen, venga chicos dientes y pipí mientras intento dar un poco de color a mí cara de muerta…suelta la pintura de mami amor…venga nos vamos! Bajamos al parking…mierda he olvidado las llaves, corre a la casa rápido a cogerlas, venga que llegamos a tiempo chicos! Los 3 en su sitio, ahora,al trabajo. Termino mi mañana y voy a recogerlos. Llegamos a las 14:30 y el mayor a las 15h, papi nos espera con la comida hecha, venga!a poner la mesa, tenéis que comerlo todo, a recoger cocina y a las 16 vuelta al trabajo, salgo y un WhatsApp “mami necesito una cartulina azul”…llego después de las 20h repasa deberes, pregunta al mayor para el examen,”tú haces la cena y yo los baño”, chicos a la cama…señor dime que es la hora de acostarme!!! Oh no, tengo que recoger una secadora, subo las escaleras a 4 patas y allí la veo…la camaaaa…justo cuando voy a tumbarme… mamiiiiii quielo contilo…así de lunes a viernes. Sábados y domingos qué mejor que limpiar y ver una peli mientras plancho. Lo peor que llevo, nací con una mente inquieta que no para de idear nuevos proyectos, lo peor…necesito tiempo, necesito no estar cansada y quedarme hasta tarde dándoles forma, pero se está tan bien cuando por fin puedo cerrar los ojos…mañana lo intentaré.
Besos malasmadres