Una de las frases que más se oyen cuando hablamos del profesorado es: “con la de vacaciones que tienen no pueden ni quejarse”. Precisamente por este motivo y por la polémica suscitada en facebook cuando publicamos una noticia sobre las dificultades para conciliar de los profesores que tienen un destino a muchos kilómetros de su hogar, una de las malasmadres a las que más cariño tenemos, Marta Díaz, ha querido darnos su testimonio como maestra y malamadre. ¡Esperamos que os guste!
Hola, mi nombre es Marta, tengo 39 años y soy malamadre de dos niñas de 10 y 4 años, y soy maestra (me imagino estas palabras en plan “confesiones”. Tras una polémica (de tantas) suscitada en Facebook, a raíz de la aprobación del “concursillo”, y leer las reacciones de algunas personas, decidí escribir mi experiencia, que no es ni mejor ni peor que otras tantas.
Me dedico a la enseñanza formal desde hace la friolera de diecisiete años, trabajo en un colegio concertado de Madrid (al escribir “concertado” me he sentido casi apedreada, parece que ahora no está bien visto) y formo parte de una Sociedad Laboral de profesores, que, además de trabajadores somos accionistas. Quizás este aspecto haga mi trabajo algo más peculiar: me compensa y mucho que mi colegio funcione, pues una esquinita de una baldosa es mía, me ha costado “mi dinero”, y esto genera un compromiso “extra” con cada cosa que hago, además de un sentido, casi llevado al límite, de la lealtad a las personas que me dirigen. El proyecto educativo que rige mi trabajo, trata, entre otras muchas cosas de “dignificar la labor del profesor”.
Mi jornada laboral “que se ve” comienza a las 8:45 y termina a las 18:00; durante estas horas imparto mis clases en Primaria. Los niños, la “materia prima” con la que trabajo es tan delicada que requiere altas dosis de preparación y paciencia; capacidad de escucha y empatía; improvisación y entrega. No me limito a enseñar lecciones (así sería sencillo); mi trabajo es mucho más bello la mayoría de las veces: acompaño y guío a un montón de pequeñas personas en su camino a hacerse grandes. Allí están frente a mí futuros médicos, peluqueras, inventores, periodistas, conductores de autobús, pilotos de fórmula 1, actores, presidentas de gobierno, grandes chefs, directivos de empreses, descubridores de vacunas,… todos con sus ojos expectantes: “¿qué nos contará hoy?”.
Hay millones de momentos especiales; cada niño es distinto y tiene una vida y una familia; somos muchas veces como sus padres y madres, y suplimos su cariño mientras ellos no pueden estar; intentamos que coman fruta, que se sienten bien en la silla, que cojan bien el lápiz; que se respeten y se valoren como seres humanos únicos; que sean buenos con quienes les rodean; les damos el “Dalsy” a las 11:00 y la “Amoxicilina” (guardada en la nevera) después de comer; les limpiamos los mocos, abrochamos el botón del pantalón (que mira que es difícil) y atamos los cordones. Tantas cosas fuera de impartir clase.
Debes darte a ellos, dejar de lado tu vida, tu cansancio y tus noches sin dormir; ellos te quieren fresca y entregada (y si un día lo tienes “torcido” se dan cuenta y se encargan de que tú sepas que ellos lo saben “Qué mlala cara tienes hoy” o “Hoy se te ven mucho las ojeras” conviven con “Eres la más guapa” o “Te sienta muy bien el pelo liso”… ¡se fijan en todo!).. Es bonito, pero cansado. Cuando se van a las 17:00 parece que han estado saltando encima de mí. Hasta las 18.00 trabajamos en el colegio: reuniones, tutorías con familias (algunas extraordinarias, otras que cuestionan nuestro trabajo, con alguna que otra madre “alfa” que llega a todo y te da mil vueltas, con padres enfermos preocupados por el futuro de sus hijos, con familias con dificultades económicas, con personas que no hablan en nuestra lengua pero nos confían a sus hijos, ….), también hay aulas en este horario extraescolar para alumnos con alguna necesidad específica,..
Cuando recojo de “guarde”, biblioteca o extraescolar a las buenashijas, llegamos a casa y nos liamos con los deberes, mis depósitos de paciencia suelen estar casi agotados (y el buenpadre de esta casa llega siempre tarde); ayudar a la mayor con los problemas de matemáticas o prepara la página del libro viajero de la pequeña, suele ser con tensión (vivir en un mundo de niños todo el día, creedme, es agotador y hace necesario poner los pies en el mundo de los adultos en algún momento del día); y de las carreras y prisas… qué os voy contar: tarea-baños-cena-dientes-cuento-pis-dormir en bucle, hasta que te ves sola y… comienza la jornada “que no se ve”: leer sobre educación, porque hay un alumno que tiene alguna necesidad y debes darle lo que necesita para que progrese o analizar los constantes cambios en las leyes, preparar las clases buscando material atractivo para ellos, programar actividades, corregir fichas y pruebas,… Hay mucho trabajo fuera del colegio y fuera de los horarios laborales establecidos. Hay mucho tiempo de formación, porque en educación, aunque se empeñen estos políticos nuestros en volvernos locos (desde el cariño y el respeto), el dinamismo, el movimiento y la evolución es una constante; cuando no hay cursos de formación de nuevas tecnologías, los hay de nuevas tendencias pedagógicas,,, y si no queremos quedarnos “fuera del mundo”, debemos formarnos para progresar y ayudar a los niños del siglo XXI.
Y sí, tengo muchas vacaciones… como escribía hoy Carles Capdevila, “el tiempo necesario para dar la vuelta al mundo, según Julio Verne”. Me siento muy afortunada por ello, la verdad: la mayor parte de las vacaciones que tienen mis hijas puedo estar con ellas; sólo necesito recurrir, en mi caso, a los abuelos tres semanas en verano.
Los niños necesitan estas vacaciones, estaréis de acuerdo conmigo. También estaréis de acuerdo conmigo en lo que cuesta lidiar con uno, dos, tres… durante las vacaciones (¡Bendito colegio!, ¡descorchar champán en septiembre!)… imaginad eso día a día. Está claro que esta profesión es absolutamente vocacional; el que entra aquí por las vacaciones tiene la depresión o el suicidio asegurados (no escribo “el que entra aquí por ganar dinero” porque sería un chiste).
Es triste ver cómo parece ser “deporte nacional” el: “si yo no puedo mejorar, que se fastidie el resto”. Creo que para poder criticar o lanzar ofensas sobre algunas profesiones o colectivos de profesionales deberíamos ponernos “en sus zapatos” y caminar por un día sus pasos.
Me asusta leer cometarios o escuchar hablar a algunos padres tan mal sobre los maestros o los colegios de sus hijos; como dice un compañero mío, “si no voy con mis hijos a un bar donde no pongan una buena tapa, cómo voy a dejarles días enteros en un lugar o con personas que no son de mi agrado”. Me asusta mucho que los niños, mis alumnos, convivan en casas donde se critica por sistema la labor de la persona con la que viven la mayor pate de su tiempo, debe producirles por lo menos inseguridad (“mis padres me dejan en ese sitio horrible, con la loca esta todo el día, ufff!”). Creo que hay canales para resolver malentendidos y problemas manteniendo a los niños al margen.
Quiero mencionar a los compañeros que, como leía en “Diario Sur” el pasado 13 de junio, se las ven y se las desean para poder conciliar a kilómetros de distancia, al igual que a todos los profesionales que tenéis que desempeñar vuestro trabajo (me da igual el que sea: profesores, médicos, conductores,…) dejando atrás a vuestras familias: sois muy valientes. Creo que está en manos de los que nos gobiernan tomar cartas en el asunto en esto de la conciliación, que parece que tanto están dejando de lado.
Muchas gracias hacerme un hueco en vuestro tiempo.
Muchas gracias por crear este espacio, este “Club de Malasmadres” donde tantas nos sentimos en casa.
Ufff, por muchas vacaciones que tengan los maestros yo no podría ser profesora…quizás de universidad sí, pero de colégio ni muerta. Yo aguanto a mis hijos, porque son míos, pero no tengo paciencia para aguantar a 25 niños a la vez, no me da….Para mi la profesión de los maestros es admirable y es una lastima que se pierda por el camino el lugar que antes ocupaban, ya que donde antes el maestro decia algo iba a misa, ahora se cuestiona.
Los padres en vez de hacer uno con los profesores, parece que su función en la vida sea criticar y menospreciar al profesor, como si sus hijos fueran autenticos santos (claaaaaaaaro, para beatificarlos fijo).
Aunque, también hay que decir que existen profesores que o no son felices o estan hasta las narices o que se yo, pero son la piedra en el camino, que da mala fama al resto(pasa igual con los funcionarios, os juro que trabajan, que yo lo he visto!!).
En fin, que sois imprescidibles para el futuro de nuestros hijos y del mundo y parace que eso se le olvida a la gente
Bss
Mil gracias, de verdad!!! Emociona leer tus palabras.
Hola!
Soy maestra de educación especial y malamadre de dos niñas de 3 años y 5 meses.
Mi trabajo me encanta, es vocacional, y tengo la suerte de tener mi plaza en un colegio público (suerte y un año de estudiar como nunca en mi vida).
Es agotador vivir esta caza de brujas hacia los docentes que tenemos que sufrir constantemente.
Creo que hay mucho desconocimiento sobre nuestra profesión y sobre las necesidades de los alumnos, sobre lo vital que es para el desarrollo integral de los niños los períodos de descanso,desinformación sobre lo duro que es lidiar cada día en las aulas,sobre lo imprescindible que es tener vocación de maestro, empatía y predisposición.
Invito a quien quiera a venir a clase y ver de primera mano qué es ser maestro (para mí la mejor profesión del mundo) y experimentar todo lo bueno y menos bueno de la docencia.
Gracias a tod@s por esas palabras de apoyo que tanto ayudan a seguir al pie del cañón.
Almudena muchas gracias por compartir tu experiencia!!!!
Sin duda tenemos el mejor trabajo del mundo ????
Hola,soy mala madre de tres niños de 12,10 y 6,ya me gustaría a mí tener más vacaciones,con eso no pretendo que se lo quiten a otros gremios,para mi opinión el problema ni es las vacaciones (que entiendo que un buen profesional se las merezca),si no el tener una plaza fija y dificultades para despedir a un profesor si no es bueno,mis hijos van a un colegio público estupendo,con profesionales vocacionales a los que dejo con plena confianza mis hijos pero cuando algun año viene alguna con pocas ganas de trabajar te tienes que aguantar todo el año y no es justo para los niños.Los maestro son muy importantes y deben de tenerse mucha mas consideración con ellos preparan el futuro .
De acuerdo contigo, Nati. Es una pena que haya personas que desempeñen este trabajo sin ganas; creo que decía que quien entra en esto por vacaciones o porque cree que es algo que cualquiera puede desempeñar, puede frustrarse (seguro que se frustra) y, lo que es peor y muy peligroso, estar rodeado de personas que se “mirarán” cada día en él. No es justo para los niños, efectivamente. Imagino que no todos encajamos con todos, pero es necesario creer en lo que uno hace, para al menos llegar a la mayoría.
Espero que vayamos teniendo, cada vez, menos experiencias negativas; y si existen, buscar los mejores cauces para solucionar y no perjudicar a nuestros peques, que son lo más sensible de nuestro trabajo.
Gracias por tus palabras ????
Mejor no se podría describir. Doy maestro y hago tres horas diarias entre ida y vuelta de casa al trabajo.
Gracias Juan José!!!!
Yo tengo la suerte de vivir muy cerca de donde trabajo, pero tengo compañeras que pasan media vida en el coche.
Un abrazo
Yo siempre digo que he aprendido a valorar el trabajo de los profesores desde que soy madre. Me parece complicadísimo, y os admiro profundamente. Tengo al suerte de que las profes de mis hijas hasta ahora han sido geniales, les han enseñado mucho y les han dado mucho cariño. Me imagino que, como en todo, depende de cada persona el formarse y hacer un buen trabajo, o el hacer tus horas lectivas y pasar de todo lo demás.
Respecto a las vacaciones y conciliar, a ver, obviamente es más fácil conciliar si tu horario es parecido al de tus hijos, y tienes vacaciones parecidas a ellos. Eso es indiscutible. Ya luego la situación de cada uno puede complicar la cosa: si trabajas lejos de casa, el horario del padre de los peques, si tienes abuelos cerca…eso ya es cada situación concreta, y aplica a todos los trabajos. Pero obviamente es más fácil conciliar si tu horario es de 8 a 5, o de 8 a 4, por ejemplo, que si es más amplio, o si tienes tres meses de vacaciones a si tienes uno. Ojo, no lo critico, ojalá tuviese yo esa suerte, pero creo que facilita la conciliación claramente.
En cualquier caso, os agredezco mucho vuestra labor enseñando y queriendo a nuestros hijos, y haciéndolos disfrutar de aprender.
¡Un beso!
Muchas gracias por tus palabras!!!
Como dices, en la mayoría de los casos, nuestra situación a la hora de conciliar es mucho más sencilla; yo, personalmente me siento muy afortunada por ello.
Un besazo!!!
Simplemente GENIAL,Marta!!!miedo me da..”concertado”…a ver quien es el valiente hoy en dia de ponerse al frente de una aula con sus 25,en nuestro caso 28,”fierecillas”,y lo que es peor…sus 28 familias que no siempre colaboran todo lo que nos gustaria..en fin…nunca estara bien pagado ni valorado,pero a mi me gusta y estoy encantada de poder llevar a cabo,o al menos intentarlo,dia a dia!son nuestro futuro!!un besazo Marta,de una profesora y madre de “dos fierecillas”.
Mil gracias!!!
Yo tengo la firme confianza en que nuestra profesión volverá a ser valorada como hace muchos años o como lo es ahora en otros países… Espero que el tiempo nos de la razón ????
Ooooooh se puede decir más alto, pero nomas claro.
Gracias, yo también soy madre y maestra y me quedo con algo muy importante que has dicho, si nos critican, cómo son capaces de dejarnos a nuestros hijos…cuanta educación hace falta..:mil gracias otra vez
Gracias a ti por tus palabras!!!!
????
Marta me ha encantado tu artículo.No podías describir mejor como siente y piensa un maestro con vocación.Enhorabuena.
Muchísimas gracias!!!
????
Muchas gracias por tu post, Marta. Yo tambien soy maestra y mala madre de dos hijos y suscribo lo que dices palabra por palabra. Todos los trabajos se pueden hacer de mil maneras, pero los que nos implicamos y lo damos todo a diario, a veces solo vemos recompensa en el cariño que nos regalan los niños. Yo, de los adultos, me conformo con recibir respeto… Un abrazo y felices vacaciones.
Mil gracias por tus palabras!!!
Sin duda, el regalo más grande es el que recibimos día a día de nuestros alumnos.
Un besazo
BRAVO !!!
Me ha encantado!!
Yo no quiero que los profesores dejen de tener sus merecidas vacaciones, quiero poder tener las mismas, como mínimo!! ????
Gracias Salud!!!
A ver si empieza a haber mayor implicación de nuestros políticos en esto tan necesario como es la conciliación.
Un besazo!!! ????
Que trabajo tan bonito y lamentablemente poco valorado que al final se queda en destacar los días de vacaciones (que en realidad envidiamos todos un poquito ????). Me ha gustado mucho!!! un beso
Mil gracias Ana!!!
Lo ideal sería poder hacer compatibles las vacaciones de los peques con los de los padres. Está claro que desde aquí se están haciendo muchas cosas, muy grandes y muy bonitas.
Un besazo ????
Hola Marta!!!!!
Cuanta razón llevas en tus palabras tan bien mencionadas, no me cabe duda que eres una profesional como la copa de un pino!!!!.
Muchas gracias por hacernos llegar el sentido de ser maestro que en tantas ocasiones es menospreciado y olvidado por mucha gente.
Mil besossss
Mil gracias por tus palabras!!! ????
Tengo dos hermanas profesoras y veo todo el trabajo en la sombra,reuniones etc,muchas gracias Marta por acercarnos la verdad,un besazo
Mil gracias por comentar!!!
Un besazo!!!
¡Cuánto me ha gustado este post! Totalmente de acuerdo. A ver si poquito a poco se empieza a valorar más la enseñanza y los educadores que es nuestro tesoro más valioso.
Mil gracias, Conchi!!! Queda mucho por hacer, pero iremos avanzando y lograremos que “nos cuiden” y valoren un poquito más.
Un beso
Efectivamente Marta, vivimos en un país donde en lugar de mejorar, mucha gente prefiere empeorar las condiciones de los que suponen están mejor que ellos. Esa gente solo ve la parte buena de los demás sin fijarse en que todo, absolutamente todo en esta vida, tiene su cara B.
Yo no soy profesora, pero siempre he pensado que si tenéis esos periodos vacacionales será porque os tenéis que recuperar.
Y oye, quien quiera, que se meta a profe, que es una profesión a la que puede acceder cualquiera que se lo proponga y se lo cure.
Un GRACIAS gigantesco a todos los profes que educáis a nuestros peques, sois muy importantes en nuestras vidas, no sólo en la de nuestros hijos.
Besos y abrazos
Gracias por tus palabras!!! Gracias por tu empatía!!!
Besos ????
Pues yo, como de costumbre, leo entrelíneas y mi amiga Marta habla de empatía, tan necesaria como escasa, aunque lo haga poniéndose de ejemplo con su trabajo (el de maestra y el de malamadre), insufrible si no es vocacional (ambos), con una responsabilidad tremenda y tremendamente ninguneada como es educar al futuro (también ambos). Y bueno, si, tienen muchas vacaciones, ¿y qué?
Quizás deberíamos reivindicar tener las mismas en vez de dar por xxxx diciendo que tenéis muchas los profes.
Un beso, Martita
Pues si, Alberto!!! En lugar de que al resto le vaya peor, que nos vaya mejor (y mucho) a todos!!!! Sabías palabras!!! Y gran reflexión.
Mil gracias por tu comentario!!!
Mil beso
¡Gracias por este post! Yo también soy maestra, aunque salgo antes por trabajar en la pública. La verdad que una se cansa de tanto ataque por el tema vacaciones. ¿Y todas las noches de corregir, preparar clases o formarse? ¿Sabe la gente que la mayoria de docentes se pasa el mes de Julio formándose y preparando clases?
Y como bien has dicho, quien se mete en esto por las vacaciones acaba literalmente deprimido ¡muchos compañeros he visto enfermos por haber elegido bien la profesión!
Es un trabajo precioso, que me da vida y alegria de vivir pero también hay días tremendamente agotadores y se agradece un poco de reconocimiento de la sociedad. O al menos que no te ataquen.
Al que saque el tema de las vacaciones le invito a ir de voluntario a cualquier escuela un dia. La mayoria salen diciendo “¡no sé como lo hacéis para estar cada día con 25 niños!
Muchas gracias por tus palabras!!!????
Reunión del mediano para entrega d notas el lunes a las 10,una semana después d acabar las clases. Y no vayas a otra hora u otro día xq probablemente no encuentres a la profe. En Albacete hay horario intensivo: de 9 a 2, junio y septiembre d 9 a una. Y los profesores no suelen estar en el cole fuera del horario lectivo. Si en junio solicitas tutoría tiene q ser lunes d una a dos, imposible con mi trabajo. Los profes d los otros dos les han dado las notas con una lista d recomendaciones para el verano. Lo peor de la del mediano no es disfrutar d una situación privilegiada, es la falta d empatía.
Qué triste, Maite!!! Es cierto que, como en todo, hay “mejor” y”peor”… Lamento que tu experiencia sea negativa.
Un abrazo
Me ha encantado este post, visibilizando lo escondido. Que ser profe no es sólo tener muchas vacaciones en Semana Santa, en verano y en Navidades (entonces querríamos serlo tod@s), ser profe es mucho más. Ante todo una tremenda responsabilidad.
Muchas gracias por esa labor “en la sombra”.
Un beso enorme, Marta.
Arancha
Gracias por tus palabras, Arancha!!!
Cierto, hay “algo más” además de las vacaciones (por las que me siento muy afortunada, he de decir)
Un besazo
Ay Marta, como te admiro! Siempre les digo a mis hijos que un profe es como otro padre/madre de la familia solo que encima ha estudiado mucho para serlo y cobra poco, que si te cae mal te aguantas por que el/ella tiene 25-30 como tu y eso tiene que ser lo MÁS.
Con razón te felicitan tus antiguos alumnos por la calle, por que eres una gran Seño.????
Un besazo Marta, esta genial tu post.
Muchas gracias a ti por tus palabras (hacia mí, y a tus hijos, por supuesto). Está claro que no podemos llegar ni caer bien a todos, pero delante de nosotros son todos iguales.
Un besazo!!!
Que grandes palabras!! Lo de la distancia, la buenaabuela es profesora, y El Ingeniero se pasó un par de cursos viendo a su padre 2 dias en semana porque ellos estaban con su madre y el buenabuelo trabajando en el pueblo. Hará unos 5 años le tocó irse a otro pueblo a 2 horas y media de coche, en la sierra de Segura, y otra vez ver al buenabuelo los findes. No es solo si los hijos son pequeños. Es estar sola en un pueblo con toda la familia lejos. Yo ya te he dicho mil veces que es vocacional, no entiendo esa gente de no se que hacer y por eso me meto en magisterio, la carrera no será dificil, lo dificil es después bregar con las fieras. Y como dices, es muy facil criticar la labor ajena. Y si no te gusta, cambialo de colegio! Si no te gusta una tienda no vuelves, porque,como dices, dejas a tu hijo tantas horas con una persona con la que no te gusta como desempeña su trabajo?
Muchas gracias por tus palabras y tu cariño, Lorena.
Debe ser complicadísimo vivir a distaría a la familia.
Un besazo