María Fernández, bailarina profesional desde los 18 años.Finaliza sus estudios de Danza Española y Danza Clásica en el Conservatorio Profesional de Danza de Sevilla.
Durante su carrera profesional tiene la oportunidad de trabajar en importantes Compañías de Danza como la Compañía Andaluza de Danza, donde tiene la oportunidad de trabajar con Antonio Gades entre otros, con Rafael Amargo, Joaquín Cortés, forma parte durante 7 años de la Compañía dirigida por Antonio Najarro ( ex director del Ballet Nacional de España) así como de la Compañía Ruben Olmo ( actual director del BNE).
Trabaja también durante 3 años en el Corral de la Moreria y tiene la oportunidad incluso de rodar la película “Iberia” con el director Carlos Saura.
Durante los últimos 7 años de su carrera es bailarina solista del Ballet Nacional de España representando papeles principales en muchos de sus espectáculos…
En la actualidad se prepara para el papel más importante hasta ahora, el de ser madre…
*Podéis seguir a María en Facebook, Twitter e Instagram.
¿Cuál es la situación de la mujer en el mundo del ballet?, ¿de qué manera se producen los contratos?
La situación laboral de la mujer en la danza es verdaderamente precaria. Los contratos, por lo general, suelen ser por “bolo”, es decir, se da de alta únicamente el día de la función. Los ensayos que requieren dichas funciones no se contemplan como días cotizados.
Si tienes suerte y accedes a una producción que dure un
determinado tiempo tienes la “oportunidad” de firmar un contrato por obra y servicio.
A día de hoy, las compañías públicas nacionales (el Ballet Nacional de España y la Compañía Nacional de Danza) son las únicas que ofrecen contratos anuales. Con estos contratos es verdaderamente complicado encontrar “el momento” para decidir ser madre.
*María Fernández durante sus actuaciones.
¿Qué es lo que ha ocurrido en tu caso al quedarte embarazada?, ¿has emprendido alguna acción legal?
Cuando me quedé embarazada, por suerte, era bailarina solista del BNE. Como os comentaba, es una de las instituciones públicas que ponen sobre la mesa contratos anuales. En mi caso, llevaba siete años consecutivos trabajando en esta misma compañía, con lo cual, y por ley, mi contrato a partir del tercer año pasaba a ser de naturaleza indefinida. Es sorprendente comprobar que un organismo público no acate las leyes de este país y por este motivo el groso de la compañía se vio obligado a demandar para conseguir la indefinición de nuestros contratos.
La actitud del INAEM (Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música) que es un organismo dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte fue seguir ofreciéndonos contratos temporales hasta que obtuviésemos las sentencias firmes de dichas demandas…
En mi caso, he ganado este juicio en primera instancia y en primer recurso. Estoy pendiente de la firmeza en el Supremo, llevo dos años esperando dicha resolución.
En abril de este año consigo quedarme embarazada y a mitad de mayo, la empresa nos comunica que por primera vez en los 40 años de historia de este Ballet que quienes no tengamos sentencia firme declarando nuestra indefinición tenemos que presentarnos a un proceso selectivo para poder continuar trabajando en la compañía…
Ante mi asombro y preocupación porque en ese momento estaba embarazada de dos meses y sabía que no iba a poder afrontar una prueba física de esa magnitud, conseguimos contactar con la Directora General del INAEM y logramos mantener con ella una reunión en la que, entre otras cuestiones, se habla de mi estado de gestación. En esa reunión su actitud es de total comprensión y me tranquiliza diciéndome que mi situación está totalmente amparada por la ley, que no debo preocuparme.
Las pruebas se realizan un mes más tarde y me encuentro con la sorpresa de que deciden calificarme con NO APTA para el puesto que estaba ocupando en ese mismo momento. Mi prueba fue adaptada mediante material audiovisual (representaciones de mis 7 años en el Ballet) en las que presenté material no solo de solista sino de primera bailarina, una categoría superior a la mía, en funciones recientes.
Desde ese momento, no recibo ninguna llamada ni explicación por parte de la empresa. Por supuesto he emprendido acción legal. Se presentó reclamación previa en la que la empresa podría rectificar en un plazo de un mes y reincorporarme y por supuesto mi abogada ha presentado demanda por despido nulo.
¿Qué te ha llevado a visibilizar tu situación?
La verdad es que sentía un deber moral. Podría haber
callado y esperar a que la justicia me diera la razón pero me parecía tremendamente egoísta.
No sin muchas dudas he decidido arriesgarme porque estoy cansada de que estas situaciones sigan dándose en este país. A lo mejor, si otra mujer que esté viviendo mi situación escucha mi denuncia se siente con fuerzas de hacerlo público también. Mi caso no es algo aislado, ,por desgracia se da en todos los sectores pero tenemos mucho miedo, así que me he decidido a gritar ¡BASTA YA!
Y en cuanto a la precarización del sector de la danza pasa exactamente lo mismo. Si han sido capaces de vulnerar los derechos de una mujer embarazada de que más no serán capaces, han transmitido mucho miedo con esta situación, lo que quieren son bailarines callados que no luchen por sus derechos
¿Había sufrido antes alguna situación de discriminación?, ¿alguna compañera?
Hace doce años una compañera vivió una situación similar. A ella decidieron no renovarle 10 días después de dar a luz. En su caso, y tras la reclamación previa, la empresa rectificó y la readmitió a los pocos días.
¿Cuál es tu situación ahora? ¿Cómo afrontas tu futuro?
Ahora mismo no tengo otra opción que cobrar el paro. Estoy de 25 semanas y es complicado que ahora mismo encuentre empleo… A medio plazo confío en la justicia y en que la empresa tenga que readmitirme y pagarme los salarios de tramitación. Si todo esto se dilatase en el tiempo tendré que esperar a mi recuperación física después del parto para volver a los escenarios.
Por supuesto, otra vía que me gustaría tomar sería la de la docencia. Después de tantos años dedicados a esta profesión me parece muy gratificante poder formar a nuevas generaciones.
Otro de los frentes que tengo abiertos sería el de la producción y gestión de espectáculos. Soy Master en Gestión y Liderazgo de Proyectos Culturales y realicé tb una formación como “expertise” de producción de espectáculos en la Academia Esode.
Me parece realmente interesante que los departamentos de producción de cualquier unidad artística estén formados por personal que haya vivido de primera mano qué necesidades tiene el sector de los artistas. El equilibrio entre las dos profesiones me parece fundamental para el buen entendimiento.
¿Qué necesita la mujer bailarina para que mejore su situación?
Fortaleza. Y ya no sólo física sino también mental. Por desgracia la imagen de este sector está muy denostada y muchas veces se piensa en la danza como un hobbie, no como en una profesión.
A mis 37 años puedo deciros que llevo cerca de 20 viviendo de la Danza, es una profesión como otra cualquiera, con sus peculiaridades, por supuesto, pero una profesión muy loable. Dejemos a un lado la obsoleta frase de “bailar por amor al arte” y defendamos nuestros derechos como mujeres y profesionales de la Danza.
¡Sí, se puede ser madre y bailarina a la vez!
En tu opinión, ¿qué medida sería la más urgente para conseguir una conciliación real?
Por simple que parezca necesitamos partir de contratos dignos que nos otorguen derechos para poder siquiera plantearnos la conciliación.
Y vosotras Malasmadres, ¿habéis pasado por la misma experiencia que María?
Sólo puedo descubrirme ante las personas que se atreven a “morder la mano que da de comer”, que esa es la raíz de todos los problemas. Así que me descubro ante Maria. Le doy las gracias y la enhorabuena por su embarazo.
Profundamente indignante. ¡Un fuerte abrazo! ¡Mucha suerte!