El post de hoy de ‘Ellas Opinan’ lo dedicamos a la violencia machista. Ayer se celebró la marcha estatal contra este tipo de violencia y Beatriz Bonete, presidenta de la ‘Federación de Asociaciones de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual y de Género’, que estuvo allí nos cuenta el sentir de esta manifestación y la necesidad de tomar medidas para atajar un problema que ya ha acabado con la vida de 1.378 mujeres desde el año 1995. ¡Por todas ellas!
Ayer, sábado 7 de noviembre, tuvo lugar la ‘Marcha Estatal contra las Violencias Machistas’. Colectivos y asociaciones de mujeres de toda España, entidades de carácter social, ONG´s, organismos sindicales y políticos y personas a nivel particular nos encontramos en Madrid, en el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, para marchar en bloque y denunciar la violencia machista, como “la manifestación más violenta de la desigualdad de género”[1].
Hoy, el día después de la marcha, no nos hace falta saber cuántas personas asistimos. Las que estuvimos, sabemos que fuimos muchas. Muchas personas, sobre todo, muchas mujeres, que ayer caminamos juntas para exigir, entre otras demandas, que la violencia de género sea una cuestión de estado. La violencia machista, violencia que desde el año 1995 (primer año en el que se contabilizan las muertes estadísticamente), se sabe que ha asesinado a 1.378 mujeres, debe ser tratada como una cuestión de estado y así lo demandamos en la Marcha de ayer.
Así se ha demandado desde siempre desde el movimiento feminista y así se sigue demandando. Una labor fundamental que implica tareas de sensibilización a la sociedad en general, con especial incidencia en grupos profesionales (policía, profesionales de la administración pública, personal educativo, personal jurídico…). Una labor que implica también la visibilización de la violencia de género como violencia estructural que va más allá del ámbito privado, y que tiene que incluirse y priorizarse en la agenda política.
Una labor, la de los colectivos, asociaciones y organizaciones feministas, que denuncian políticamente y demandan justicia y reconocimiento por parte del gobierno sobre un problema que provoca víctimas directas, las propias mujeres que son asesinadas, y víctimas indirectas (sobre todo, hijos e hijas que se quedan sin su madre, o hijos e hijas que también son asesinados por el maltratador como una forma más de agresión y muestra de poder contra las mujeres).
Las mujeres somos la mitad de la población, y sufrimos violencia de género y somos asesinadas, por ser, precisamente, mujeres. La violencia machista se ataja desde dos perspectivas: la estructural, que implica la sensibilización y educación en igualdad en edades tempranas. Y la política, con el reconocimiento de las violencias machistas como violencias que no pueden permitir actitudes neutras por parte de los gobernantes de un estado constitucional. Pero sobre todo, se aborda dotando la lucha contra este tipo de agresiones, de recursos, legislación adecuada y voluntad política.
Se acercan elecciones y la marcha de ayer era un toque de atención a los partidos políticos que, en el día a día de la campaña electoral olvidan, más de lo deseable, reivindicar y comprometerse con la lucha contra la violencia de género. Esperamos que lo tengan en cuenta porque si vieron la Marcha de ayer contra las Violencias Machistas, quizás no sabían exactamente cuántas personas estábamos, cuántas mujeres, pero si se tuvieron que dar cuenta de que somos muchas. Y seremos más.
[1] Ver Manifiesto de la Marcha Estatal contra las Violencias Machistas
Y vosotras malasmadres, ¿qué creeis que se podría hacer para frenar la violencia machista?
Como madre de dos niños es mi obligación, y la de mi pareja, educarlos en la igualdad y en el respeto y la mejor forma es con el ejemplo.
En casa, mi marido y yo vamos a la par en todo. Su padre cocina, limpia y se ocupa de los niños lo mismo que yo aunque él trabaja fuera y yo desde casa pero el tiempo que estamos los cuatro es así. Me da mucho coraje oír que mi marido me “ayuda”. No, oiga, mi marido no me ayuda. Mi marido hace las cosas igual que las hago yo que para eso adquirió un compromiso al vivir en pareja y ser padre.
Mi hijo mayor, de 4 años, ya empieza poco a poco a colaborar en algunas cosas como poner y quitar la mesa o ayuda a su padre a cocinar algo que es algo que le encanta a los dos y por supuesto no tolero ningún comentario machista en casa (aunque sea algo de broma) ni ningún tipo de insulto.
Es nuestro deber educar a la siguiente generación para que no haya ni una víctima más de la violencia machista.
Como madre de dos niños es mi obligación, y la de mi pareja, educarlos en la igualdad y en el respeto y la mejor forma es con el ejemplo.
En casa, mi marido y yo vamos a la par en todo. Su padre cocina, limpia y se ocupa de los niños lo mismo que yo aunque él trabaja fuera y yo desde casa pero el tiempo que estamos los cuatro es así. Me da mucho coraje oír que mi marido me “ayuda”. No, oiga, mi marido no me ayuda. Mi marido hace las cosas igual que las hago yo que para eso adquirió un compromiso al vivir en pareja y ser padre.
Mi hijo mayor, de 4 años, ya empieza poco a poco a colaborar en algunas cosas como poner y quitar la mesa o ayuda a su padre a cocinar algo que es algo que le encanta a los dos y por supuesto no tolero ningún comentario machista en casa (aunque sea algo de broma) ni ningún tipo de insulto.
Es nuestro deber educar a la siguiente generación para que no haya ni una víctima más de la violencia machista.
Lamentablemente, hoy tengo que decir que no me ha gustado nada el post…
Soy víctima de violencia de género, y en este post sólo he leido “mujeres asesinadas”, “movimientos feministas”, “elecciones”, “políticos”… Un post muy alejado de la realidad que sufrimos las mujeres, muy deshumanizado, y por contra muy politizado, un post que pasa muy por encima del problema. ¿Qué pasa con el maltrato psicológico? ¿De ése no hablamos? Porque para mí, era mil veces peor media hora de insultos, vejaciones, humillaciones y desprecios (delante de mis hijos) que un bofetón. Los moratones se curan en unos días, pero los golpes que recibe tu alma y tu corazón, ésos a veces no se curan jamás.
Si una mujer que está siendo víctima de los continuos abusos de su pareja, pero aún no está segura de ello, o no sabe qué hacer o a quién acudir, lee este post, se va a quedar con la misma sensación de incertidumbre y desprotección que tenía antes…
Cuando yo hice semi-público que había sido víctima de maltrato durante años, muchas chicas me escribieron. Y me decían “mi marido me dice esto y aquello… ¿eso es maltrato? ¿qué puedo hacer?”. Porque a pesar de la moto que nos intentan vender, hoy en día sigue habiendo mujeres que piensan que si su marido las insulta porque no tienen la comida preparada a las 2 en punto, es lo más normal del mundo… (y me incluyo, hasta que me abrieron los ojos)
Menos tecnicismos y palabras bonitas, pero vacías de contenido. Lo que queremos y necesitamos es ayuda, apoyo, comprensión, y sobre todo reconocimiento. Porque sí, cuando una mujer aparece asesinada por su marido, todo el mundo se echa las manos a la cabeza, y dicen “parecía una pareja normal…”. Y no, ¡no es así! Hay multitud de signos, pero en esta sociedad llena de borregos, preferimos mirar hacia otro lado. Y si vemos a un hombre hacer un comentario despreciativo hacia su mujer, nos callamos, o incluso le reímos la gracia…
Desde mi experiencia, os animo a que escribáis un post más humano, más cercano, con el que muchas mujeres (muchísimas más de las que os imagináis, lamentablemente) puedan sentirse identificadas, puedan abrir los ojos, y puedan decidirse a dar el paso de acabar con el tormento que están sufriendo.
HolaTeresa,
Siento que te hayas sentido así al leer el post. Hemos tratado de hacer una crónica de la mano de Bestriz de lo que fue la marcha de ayer y de lo que pedían. Nosotros publicamos siempre las historias que nos mandan Malasmadres con problemas de todo tipo que cuentan en primera persona. En el caso de la violencia machista nadie nos ha escrito para que publiquemos su experiencia por eso no contábamos con el relato personal de ninguna mujer. Si te apetece contar la tuya y que sirva de ayuda a otras Malasmadres Ponte en contacto con nosotras en hola@clubdemalasmadres.com. muchas gracias por tu opinión
Le he estado dando muchas vueltas al asunto… Pero la verdad es que creo que aún no estoy preparada para escribir acerca de lo que he vivido de una forma constructiva, que pueda ayudar a otras mujeres… Y no por falta de ganas, que de eso tengo de sobra… Pero aún estoy, en cierto modo, viviéndolo, y siempre se ayuda más y mejor cuando puedes mirarlo todo desde lejos y hacer una valoración global y neutral, y no excesivamente subjetiva, arrastrada por la mezcla de sentimientos de rabia, dolor, tristeza, impotencia (que es lo que ahora mismo siento…).
Pero sé que contáis con muchas colaboradoras. Y seguro que alguna de ellas podría hacer un post relacionado con este tema. Un post “de verdad”, de los de “a pie de calle”. No un post de “ellas opinan”, que la mayoría sólo leemos por casualidad…
Creo que el tema lo merece, porque os sorprenderíais de la cantidad de mujeres que se encuentran en esa situación (yo me sorprendí). Y quizás leyendo un post al respecto, podamos aumentar el número de llamadas al 116, y disminuir el número de mujeres que creen que los insultos de sus maridos están justificados porque no han sido buenas esposas o amas de casa…