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“La M de Madre no puede aplastar a la M de Mujer”

“La M de Madre no puede aplastar a la M de Mujer”

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¿Eres la madre de…?
A veces nos acostumbramos a crear nuestra identidad personal a partir de otras personas, necesitamos el refuerzo de cómo nos ven los demás, qué somos para ellos y qué esperan de nosotras. Es mucho más cómodo que los demás digan quiénes somos. Así me pasó a mí mucho tiempo. Necesitaba la aprobación de los demás para sentir que lo estaba haciendo bien. Lo necesitaba demasiado, tanto que no sabía quién era yo, tanto que no me permitía fallar, fracasar, equivocarme. Me consideraba insatisfecha por naturaleza porque es muy complicado contentar a todos, gustar a todos. Un desgaste infernal. Menos mal que el tiempo lo va poniendo todo en su sitio. Con los años, las caídas, los golpes, el camino de nuestras vidas te ayuda a darte cuenta de que si alguien tiene que saber quien eres y valorarte de verdad eres precisamente tú.
Desde los 7 años he querido ser madre. Siempre andaba rodeada de niños y mi instinto maternal me ha acompañado toda la vida. Pero cuando alguien me preguntaba: “¿Qué quieres ser de mayor?”. Nunca contesté: “quiero ser madre”, ni tampoco hija, tía, hermana, esposa… Y mira que mi madre renunció a su trabajo por cuidarnos a nosotras, a nuestra familia. Ese era mi ejemplo más cercano. Y quizás, precisamente por eso también. Quién sabe…
En uno de los momentos más duros de mi vida, pensé que ser madre sería mi mejor papel en la vida, pensé que ser madre daría sentido a todo, me alejaría de la cruda realidad y le daría sentido a todo. Mitificaría el dolor de lo que no me gustaba, el dolor de las injusticias y el dolor de no llegar a ser lo que quería ser. Y me agarré a ello tan fuerte, con tanto amor, con tanta necesidad y con tanta culpa que me perdí. Caí en las redes de “soy madre por encima de todas las cosas y lo demás no me importa”. Yo no importaba. Quizás por eso mismo, por el hecho de pensar que ser madre sería mi prioridad, mi meta y mi vida, hoy viernes 9 de febrero de 2018, seis años después, puedo escribir bien alto y claro, con fuerza desmedida y orgullo alentador, que primero de todo soy mujer, soy yo misma con todo lo que eso conlleva.
Cuando aprendes a mirarte al espejo, a reconocerte a ti misma, despojada de lo que piensan o esperan los demás, en ese momento todo se equilibra, todo comienza a cobrar sentido y te valoras más a ti misma. Te descubres con tristeza por no haberte dado la oportunidad de ser tú misma durante tantos años y te descubres con alegría por haberte descubierto con tiempo aún para disfrutarlo.
no-renuncio
*Ilustración de @belengmh.

“Mi M de Madre no debe aplastar a mi M de Mujer”

Porque para mí es imposible querer a los demás, hacer felices a los que me rodean sin quererme a mí misma, sin aceptarme o cuidarme. Por eso siempre reinvindicaré mi espacio, mi identidad, mi tiempo porque hubo un tiempo que no lo tuve. Y aunque la culpa me pese a veces demasiado, lucharé por ello cada día, gritando siempre bien fuerte que: “Mi M de Madre no aplaste a mi M de Mujer”.
Quiero definirme con lo que soy, con los pasos que he dado, con mis fallos y con mis aciertos, con lo que me hace sentir orgullosa y feliz. Quiero que mis hijas sepan quien soy, que me gusta salir con mis amigas, que me gusta vivir la vida, conocer a gente nueva, aprender cada día, que creo profundamente que un mundo más igualitario y justo es posible, que soy feminista, mujer, pareja de su padre y que por supuesto soy su madre y que me van a tener siempre a su lado. Pero a su lado no tiene porque significar estar a dos centímetros de ellas.
Y sé que mis hijas el día de mañana estarán orgullosas de una madre que se acepta y quiere como es, que se define por sí misma y es mejor persona gracias a ser madre, gracias a ellas, pero también gracias a otras muchas cosas.
Ser madre no es mi única seña de identidad, no es mi único rol y no tengo miedo en reconocerlo. Ahora no. Soy yo misma con todo lo que ello conlleva. Y si fuera madre por encima de todas las cosas me pesaría tanto, ¡tanto!, que ocuparía demasiado ese papel y tendría que renunciar a otros para soportarlo. Y no quiero. No quiero renunciar a lo que soy, no quiero renunciar a mi identidad como mujer, como profesional, como jefa de este club y como madre. Quiero luchar porque todo pueda convivir en armonía. Porque ahí fuera no se me juzgue solo como profesional porque soy mucho más, pero tampoco se me juzgue solo como madre porque soy mucho más.
Y esta es mi opinión, mi sentir individual, mi manera de vivir la maternidad, lo que me empujó a crear un día este club y a sentirme Malamadre porque rompía con las normas no escritas de la maternidad.
Dedicado a todas las madres, las que se sienten como yo y las que no. Porque esa diversidad es la que nos hace realmente ser las mejores madres que podemos ser.
Y vosotras Malasmadres, ¿qué pensáis? Me gustaría conocer vuestra opinión.
todas-feministas

Han comentado...

  1. buenas tardes a todas, estaba necesitada de encontrarme con mujeres que se sienten igual que yo! me eh sentido mala madre tantas veces…y no me explicaba por qué tenemos que ser juzgadas tan duramente por las demás personas solo por el hecho de querer cumplir nuestros sueños o querer algo de tiempo para nosotras. soy un mujer de 40 años con 3 hijas y hasta ahora me eh decidido a luchar por mi yo mujer,por quejo quiero dejarla atrás por qué soy más que madre y esposa. gracias por este espacio para nosotras las malas madres

  2. Hola!! Me identifico totalmente. Estoy aplastada y atrapada bajo la M de madre. No veo mi salida no tengo trabajo, cada vez me distancio más de mi marido, sobre me caen todas las responsabilidades de la casa de los niños, no tengo familiares que me ayuden todos consideran que soy fuerte como para necesitar ayuda. La M de madre me ha aplastado y hundida. Estoy herida de muerte, otra M ?, espero leer que otras madres han podido superar esto y que lo disfruten por la que no hemos podido.

  3. 5/septiembre 2021
    Lei este post buscando un alivio a tanto caos.. el caos radica en mi maternidad de 4 niños y me siento perdida en la maternidad. Todo gira al rededor de mis hijos y nunca estoy conforme por que dejé de hacer todo lo que me gusta incluso trabajar para cuidarlos .. y por que el estándar de buena madre en mi familia lo cual todos opinan lo que deberia hacer por que soy madre joven y es mi “obligacion” y siempre estan las criticas.. dejé todo hasta el punto de no tener tiempo para mi de ya no saver disfrutar y no es que los ame menos o que no quiera tener a mis hijos.. pero es demasiada responsabilidad para mi dola 24/7 y siento profundamente que necsito dedicarme a mi! Que hago gracias por este post..

  4. Encontré este post milagrosamente. Llevo un tiempo sintiendo que mi M de madre no es q haya aplastado mi M de mujer, sino que la ha dinamitado, la he engullido. Es como tener una depresion post parto pero en mi caso casi 10 años despues. Pensaba que se debía al cansancio, al trabajo, a tener que hacerlo todo yo y que siempre se espere todo de mi pero que nunca nadie se detenga un segundo a preguntarme como me siento.
    Y a este estigma, de q una madre vive para sus hijos, d a una madre no puede ver mas alla de ellos. Y como intentes expresarte de aue no siempre es asi ya tienes el calificativo de “mala madre
    *. Me reconforta saber que en tu blog tenemos la oportunidad de ver q no somos egoístas, somos mujeres con una vida, unos sueños, que no son incompatibles con el amor para nuestros hijos.

  5. La M de madre se apodero de mi. Pero se apodero mas tarde. Durante mi embarazo curse 2 curso de mi carrera. Al nacer mi hija con cesarea mi fisico cambio y mis fuerzas tambien. Pero yo me decia yo puedo…y lo hacia todo…y estaba feliz …porque era lo que siempre habia deseado. Segui estudiando me pedi una exedencia de cuatro meses.en mi trabajo..y me encontraba bien. Pero solo iba al supermercado..a la farmacia y casa con la teta. Me incorpore al trabajo..a mis estudios y a la casa….y podia con todo. Hasta q un dia el me sente en la cocina a llorar ..y vi que no podia con todo. Resultado Anemia tiroides ..etc. Como era posible mis amigas podian. Y me di cuenta q mis amigas no me contaban todo. Ahora mi hija va al cole…me apunte al gym …los lunes y miercoles mi hija esta con la abuela…y yo esas dos tardes me voy encontrado como mujer .. recuperando mi cuerpo….teniendo tiempos de pareja y tiempos de silencio. Amo el silencio…por que es mi espacio de mujer ..de estar conmigo misma.

  6. Gracias Laura, me ha encantado tu post. Yo donde mas me siento yo misma es en el trabajo. Al final es el unico lugar donde hablo de mi hija lo imprescindible. Con mi familia y amigos estoy tooodo el dia hablando de bebes y me aburrooooo. Trabajar en casa me parece sacrificadisimo y admiro mucho a las mamas que se dedican a la casa y los hijos a tiempo completo porque nadie lo valora y es una pena. Creo que hay que buscar un hueco para nosotras, a mi tambien me cuesta mucho pero es que sino te hundes. Un saludo a todas y a no dejar que desaparezca nuestra M de mujer.

  7. Qué bien me siento leyendo tus palabras, Laura. Me encanta ejercer de madre, de vez en cuando. Me encanta tanto como tomarme una cerve con mis amigas sabiendo que ninguno de los niños que gritan es el mío, porque he salido sola.
    Para las que tenemos un buenpadre que pasa mucho tiempo fuera, ser madre Seño complica un poco, pero ser malamadre no tiene por qué. Eso sí, gracias siempre a la ayuda de mi buena hna y los buenos abuelos.
    Mañana tus palabras me animan más aún, será uno esos sábados en lo que te han invitado a un 40 cumple, que últimamente me rondan mucho, y te reúnes con los amigos los amigos, y te olvidas del todo experto de reírte y de disfrutar, donde soy M de mujer, C de Carmen, la que siempre he sido pese a que pequeño B llegara a mi vida!.

  8. Me siento súper identificada, yo soy madre soltera y la carga es doble pero desde que nació el peque decidí que la M de mama sería compatible con la de M de mujer, pero la realidad es la que tú dices ocupa más la de mama que la de mujer. Aparte la sociedad hace que pese más sobre todo en el mundo laboral ya no te miran igual y te hacen sentir igual pero poco a poco esto ha de cambiar. Porque para eso existimos las malas madres! Un saludo a todas!

  9. Hola,
    Soy mamá desde hace 9 meses y trabajo tiempo completo. Todavía me encuentro en proceso de adaptación y confieso que no ha sido nada fácil a pesar de tener ayuda en la casa.
    Me siento muy identificada con este post y recibo consejos sobre como mantener el equilibrio para que mi M de mamá no aplaste a mi M de mujer.
    Abrazos a todas!

  10. Cuánta razón.
    Me ha encantado el post, es nuy cierto, me he sentido así muchas veces y aún lo hago. Me falta llegar todavía a la M de Mujer, de vokver a esa M, de ir sacándola poco a poco.
    Gracias por transmitir lo que algunas pensamos y sentimos

  11. Con lo fácil que se lee y lo difícil que es llegar a este nivel. Yo intento que mi M de madre no se imponga y mi identidad de mujer tampoco pero aún no lo he conseguido. Espero reencontrarme pronto. Gracias por el post me ha encantado

  12. Laura,
    Mil gracias por este post. Mil gracias. Aún tengo un nudo en la garganta después de leerlo. Se me saltan las lágrimas.
    Yo también quise ser madre desde ni se sabe. Y lo soy. Y quiero a mis hijos con locura. Pero… quiero ser otras cosas además de madre. Por circunstancias ahora no trabajo. Y pienso, y pienso mucho. Ahora puedo estar con mis hijos, ahora puedo estar con mis padres. ¿En serio? ¿Para esto este largo camino de sacrificio? Primero en el cole, en el instituto, en la universidad, trabajando. Ser ama de casa y madre es la más dura de las profesiones. Sin reconocimiento. Sin sueldo. Sin horarios. Pero yo quiero otra cosa. A veces pienso que vivo la vida que los demás quieren. Yo quiero vivir mi vida. La que me gusta a mi. Ya no soy una jovencita treintañera que puede volver a empezar facilmente. Pero si una cuarentona (si cuarentona y a mucha honra) que puede volver a intentarlo. Porque quiero ser YO con lo que me gusta, y lo que quiero ser, además de la madre de mis niños, la mujer del hombre al que adoro y la hija de mis padres.
    Muchas gracias Laura.

  13. Yo me he olvidado tanto tanto de mí que ya no sé ni quien soy…. No recuerdo que me gustaba hacer o incluso que hacía cuando no estaba mi hija…!! La quiero con toda mi alma y no la cambiaría jamás porque ella me da vida. Pero es cierto que en estos dos años me he perdido y no logro encontrarme porque siempre hay un “mamá” detrás de todo. Y aunque parezca una barbaridad en mis 8 horas de trabajo es cuando me siento yo…
    En fin solo espero que esto sea una etapa… Gracias por el post y me alegra pensar que no soy la única.

  14. Me has tocado el alma, Laura.
    El año pasado cuando renovamos la imagen del blog nos creamos un perfil cada una, con una pequeña bio para firmar los posts. Y sabes qué? No sabía qué poner!!! Soy madre de tres…. Y ya? Pero si solo hacía 4 años que era madre y tenía 35! No había nada más dentro de mí? Claramente estaba sepultada por mi M de Madre.
    Mis hijos son mis tesoros, el amor más grande que conozco, me llenan el alma como nadie, el motor que me empuja… Pero tengo que cuidar a mi yo, a mi identidad, para poder cuidar bien de ellos y de los demás.
    Así que hace justo un año inicié el viaje interior del que hablas en la entrada. Y me alegro mucho de haberlo hecho.
    Gracias por tus palabras

  15. Totalmente indentificada!!!, cuanta verdad en tan pocas palabras. Mis niños tienen ahora uno 13 y la otra 5, y trabajando yo a jornada completa desde siempre. Es ahora cuando la más peque es más independiente y voy de nuevo recuperando mi M de mujer, cuanta falta nos hace recuperar esa M de mujer!!.. espero aún estar a tiempo. Gracias por tan acertado artículo. Besos desde Málaga.

  16. Genial artículo, que siempre viene bien leer. Ser + Mujer que Madre, cuando los niños son pequeños, no se consigue por arte de magia. Hay que renunciar, sobre todo, a las apariencias. Sí, primero renuncia a la casa perfectamente ordenada, a la perfección en los uniformes, zapatos limpios, mochilas perfectas, tu pelo perfecto, tu cara maquillada, tu coche limpio, etc. Si empiezas a poder renunciar a alguna de estas cosas ya vas por buen camino.
    Lo aprendí de alguien que estaba libre de esas ataduras. La tachábamos de desastre y desaliñada. Pero igual que muchas de nosotras; tenía un puesto destacado en la empresa y al igual que nosotras quería hasta el infinito a sus hijos. Pero era la única que iba con su marido a la ópera, viajaba, había visto la última peli de estreno…Pararos a pensarlo un momento. Y sobre todo empecemos a dejar de criticar la NO PERFECCION. Y eso va por mi misma.
    Lo más triste es que esa mujer “libre de ataduras” empezó a juntarse con más con nosotras y a maquillarse y a cuidar su pelo rebelde…

  17. Muy buen artículo, creo que todas las que somos madres pasamos por esto en la vida, pero como bien dices ahí vida más allá, y todo son etapas, es decir, los primeros 4 – 5 años es cuando más se ejerce de madre, después los peques y las peques no necesitan tantos cuidados y van siendo más independientes, es aquí creo yo, cuando podemos volver a dar rienda suelta a nuestro yo como mujeres de nuevo… aunque a mí aún me queda el segundo tiene 4 meses…jaja ;D

  18. Estoy totalmente de acuerdo. Igualque tú, desde pequeña siempre quise ser madre pero como complemeto a toda mi vida, quería trabajar, tener hijos, pareja, salir, ser tía, herman, hija…. también era lo que veía en mi madre, creo que gran parte está ahí, en lo que nos inculcan desde pequeños.
    La verdad que con este pensamiento se hace todo un poco más difícil, me explico, la reducción de jornada se me hizo cuesta arriba, porque trabajando desde jovencita (aunque fuera por gusto) no estaba costumbrada a quedarme en casa cuidando a mis hijos y limpiando la casa y haciendo la comida y esas cosa de ama de casa que siempre hacía a la crrera a deshoras
    Con esto no quiero decir que no sea feliz. Cuatro años después de la reducción estoy muy feliz de poder dedicarle tiempo a mis hijos, pero sí, SOY MUJER Y ABARCA MUCHO

    1. Pues como tú esperes a que los demás cambien de actitud, la llevas clara, maja.
      Cuando el entorno no cambia, eres tú la que tiene que promover el cambio. Así que cambia tú, empieza a darte tu sitio, porque nadie, salvo tú misma, se va a ocupar de cuidarte, de mimarte y de darte tu espacio.
      Suerte.

  19. Pues en ese momento me encuentro yo,aunque trabajo,me siento solo madre de y ama de casa. He aparcado mis estudios de psicología porque tengo mucha carga familiar, padres,hijos,novio….y el peso de la familia lo tengo yo,así que no puedo con todo. No salgo sin mis hijos,al super,al café,siempre con el. Son tantos los asuntos del hogar los que ocupan mi cabeza que no me paro a pensar en mí,en cuidarme….y me siento estresada,depresiva,de pronto lloro como río…y sé que la culpa es mía,pero me llevará tiempo hacer que los demás cambien su actitud y poder delegar. Gracias a este club!! P

  20. Me siento asi cada dia! Trabajo jornadas completas desde siempre con dos hijas pequeñas que se llevan solo 20 meses. Estoy agotada fisica y psicologicamente pero lucho cada dia para que no desaparezca la M de mujer y no sepa ya ni quien era.
    Un gran artículo!

  21. Cuanta razón tienes Laura!! Ser madre es una experiencia maravillosa pero nunca nos debería anular como mujeres. Si nuestros hijos y sobretodo hijas, nos ven como personas con inquietudes, que hacen más cosas que preparar croquetas y llevarlos a las extraescolares, les estamos dando una lección de vida que les servirá para el día que ellos sean mayores. O eso espero!!

  22. Yo creo que somos muchas cosas: hijas, amigas, madres, hermanas… y cada cosa tiene su espacio. Peeero, el que más ocupa es el de madres, sin duda. Por todo lo que implica. Por eso nos “anulamos” un poco, sobre todo los primeros años que son dedicación 24/7, porque la crianza implica mucho tiempo y energía. Lo ideal es conseguir un equilibrio y sacar el tiempo para nosotras y nuestras otras facetas. A mí con el 2º, que es un secuestrador el tío, me está costando. Y lo necesito porque creo que nunca he estado peor que ahora jajaja. En fin, es una etapa. Me reencontraré.

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