Cómo simplificar nuestra vida con el ‘Método Kaizen’

• ¿Alguna vez has querido tener una hora (o las que sean) para hacer algo y no lo has conseguido?
• ¿Alguna vez has dejado de hacer algo por no tener el tiempo que tú querías?
• ¿Alguna vez te has sorprendido pensando “para 10 minutos, mejor no hago nada”?
• Yo he respondido también SÍ a todo…

Es curioso esto del tiempo. Todas tenemos el mismo, pero no lo percibimos igual, ni sentimos que lo tenemos igual. Recuerdo antes de ser madre que tenía la sensación de no poder hacer todo lo que quería, que se me echaba el tiempo encima, y ahora, a veces me sorprendo diciéndo mentalmente a mi yo anterior: “¿En serio? ¿Cómo puede ser que no hicieras todo lo que querías? ¡Si tenías todo el tiempo del mundo!” Me río conmigo misma…

Cuando aparece en nuestras vidas un nuevo ser al que cuidar 24/7, obviamente el tiempo se redistribuye, no tienes el mismo para aquello que antes hacías. Pero también esto nos sirve para aprender a priorizar y a optimizarlo.

Hay muchas cosas que no hacemos porque no tenemos el tiempo que querríamos tener o que creemos necesitar para hacerlo. Y, como nunca conseguimos hacer ese “montoncito” suficiente para eso que queremos hacer, nunca lo hacemos. Tenemos mente de “todo o nada”, y esto nos bloquea y nos frustra.

Cuando yo me convertí en madre, mi “dramática mente” me decía que nunca más volvería a poder leer. Y lo sufrí así durante un tiempo. Hasta que me di cuenta de lo absurdo de esa idea. Ahí había algo que no era real, y esa idea era la que más daño me hacía: el “nunca”. De hecho, la frase real sería: “no puedo leer como lo hacía antes”, este es el punto. Cuando esto lo reformulé y lo acepté (que sencillamente lo que es, es, y dejo de luchar contra lo que no puedo cambiar), pude ponerme a pensar en modo Kaizen. Y te aseguro que esto me ha salvado la salud mental hasta este mismo momento, mientras escribo este post.

El Kaizen es una forma de percibir la vida que te permite estar en movimiento sin estrés y sin agobios. Una forma de optimizar tu tiempo y de recuperar el CONTROL interno que se nos pone “patas arriba” cuando somos madres. Viene de Kai (cambio) y Zen (amable), por lo que su objetivo es que puedas generar en tu vida cualquier cambio o mejora de una forma fluida y amable contigo misma (sin culpas, auto castigos, enfados, frustraciones, ni estrés en general).

En qué consiste el Método Kaizen

1. El primer paso para aprender a funcionar en modo Kaizen es saber que en cada momento de tu vida, hay algo que depende de ti (sobre lo que puedes actuar y que puedes cambiar) y otra parte que no (sobre la que no puedes actuar ni cambiar), y que lo que te lastra y frustra es querer cambiar aquello que no depende de ti.
2. El segundo es aprender a diferenciar esas dos partes: lo que depende de ti es lo que tú piensas, haces, dices o sientes y lo que no depende de ti es lo que los demás piensan, sienten, dicen o hacen.
3. El tercero es saber que SÓLO puedes actuar sobre lo que depende de ti.
4. El cuarto es darte cuenta de que con lo que ahora tienes entre manos, ya puedes empezar a tomar acción para conseguir eso que quieres (no necesitas esperar a nada). Este te hace valorar el momento presente y te permite actuar sobre él.
5. Y el quinto es hacerte esta pregunta: ¿Qué es lo que AHORA puedo hacer sobre lo que depende de mí, para ACERCARME a mi objetivo?

Te lo explico mejor con el ejemplo de antes en el que pensé que “jamás volvería a poder leer”.

Cuando me di cuenta de que lo que no podría hacer era leer todos los días dos horas como hacía antes (y mi mente dijo “pues claro, obvio, tienes a una peque recién nacida que te necesita todo el tiempo”), reformulé mi objetivo. Así que lo que me propuse fue: “leer todos los días”. Ahí mi mente se relajó más aún porque sentí el objetivo como “posible”. Luego, cada día, con el tiempo que tenía disponible (me propuse leer después de dormir a la peque) leía algo (en respuesta a la pregunta “¿qué es lo que ahora puedo hacer sobre lo que depende de mí para acercarme a mi objetivo?”). Había días en los que leía más y otros igual me daba tiempo a un párrafo, pero CUMPLÍA con mi objetivo, por lo que la sensación de “no poder” desaparecía.

Y es así, introduciendo algo POSIBLE en la vida, que poco a poco se amplía el momento disponible. Pero lo más importante es que vuelves a sentir control sobre tu vida. El Kaizen se centra en tomar acción con el paso más pequeño disponible en ese momento. No tienes que esperar a tener todo el tiempo, el material, el entorno o lo que sea que ahora crees que necesitas. Esas condiciones que nos ponernos para poder actuar o conseguir algo, vienen de la mente del “todo o nada”. El Kaizen es la mente del AHORA con lo mínimo que puedas hacer para avanzar, para generar movimiento. Porque lo peor que hay para la mente es el estancamiento, la sensación de “no poder”, de impotencia.

Y es entonces, cuando te centras en actuar sobre lo que depende de ti, que avanzas sin darte cuenta, y dejas de darle el poder a los demás, al qué dirán, a las miradas de juicio o desaprobación. Porque te das cuenta de que eso no depende de ti, y vuelves a centrarte en lo importante: en ti misma.