Estamos a pocos días de acabar el año y es el momento ideal para evaluar todo lo conseguido en los últimos meses y para sentarnos a escribir nuevos propósitos. Días para agradecer todo lo bueno que tenemos, para extrañar a los que se fueron y para ilusionarnos con nuevos proyectos.
Los últimos doce meses el mundo ha seguido girando en torno al COVID19. Un virus que hace ya mucho tiempo cambió nuestra forma de entender la vida, de relacionarnos, trabajar o mostrar nuestro afecto. Que aceleró el proceso digital que tanto ansiábamos y nos demostró que éramos más resilientes de lo que pensábamos. Que puso de manifiesto los enormes problemas que tenemos las familias para conciliar.
Desde entonces la incertidumbre, el miedo al contagio o la preocupación por posibles confinamientos marcan nuestras actividades y relaciones. Una pandemia mundial que nos ha hecho replantear muchos aspectos de nuestra vida, reflexionar sobre aquello que es realmente importante y nos ha demostrado la necesidad de aprender a exprimir cada instante.
Sin duda, una de las lecciones más importantes que nos ha regalado este 2021 es darnos cuenta de lo frágil que es nuestra existencia, que postergar no es buena compañera de viaje y que no existe mejor regalo que el poder sentir el calor de los nuestros.
Los efectos de la pandemia en nuestros hijos e hijas
Nuestros pequeños/as y jóvenes han seguido asistiendo a una escuela que no se asemeja a la que dejaron antes del gran confinamiento. Un lugar donde aún le falta mucho calor y donde se sigue añorando poder jugar con total libertad sin mascarillas y sin estar pendientes de los grupos burbujas.
Muchos de nuestros hijos e hijas se muestran más inseguros/as, irascibles o tristes desde la pandemia. Con menos motivación por los aprendizajes, con más dificultades para concentrarse o para relacionarse con sus iguales. Una “nueva normalidad” que les ha hecho más huraños y les ha conectado mucho más a las pantallas y las redes sociales.
Los largos meses de confinamiento nos sirvieron para darnos cuenta de lo imprescindible que es la presencialidad en el proceso de aprendizaje, la necesidad que la educación sea acompañada del contacto directo. Un acompañamiento diario lleno de miradas cómplices, palabras que alienten y abrazos que protejan.
Para lo que no nos ha sido útil esta pandemia es para eliminar el exceso de contenido poco significativo que ahoga nuestro sistema educativo. Para dejar de obsesionarnos porque nuestros alumnos acumulen contenidos obsoletos, procedimientos sin sentido o memorizaciones inútiles.
Queda mucho camino aún por recorrer para conseguir que la educación de respuesta a las necesidades reales y particulares de cada individuo. Para que dote de las competencias necesarias para ser felices, para poder frente a la adversidad con maestría, para aceptar el cambio y la incertidumbre con valentía e ilusión.
Una educación que ejercite las habilidades necesarias para vivir en equilibrio, para aprender a quererse y creer en uno mismo.
Ojalá este nuevo año la educación esté centrada en enseñar a nuestros niños y jóvenes a:
- Practicar la gratitud, a valorar a las personas que les cuidan y les quieren y todo lo bueno que tienen. A saber expresar el cariño y el afecto hacia aquellos que aman.
- Aprender a marcarse pequeños retos diarios que entrenen la perseverancia, el esfuerzo y la ilusión. A cultivar la curiosidad y el optimismo, a buscar los mejores aliados de viaje, a saber que el querer es el primer paso para conseguirlo.
- A darse permiso para equivocarse, caer y volver a empezar las veces que hagan falta. Sin sentir vergüenza por los tropiezos y aprendiendo que el error es parte imprescindible del aprendizaje. A transformar los errores en oportunidades.
- A entender el éxito como la celebración de las pequeñas victorias cotidianas, la capacidad disfrutar de lo que te gusta y apreciar la belleza de los momentos. Que triunfar es ser capaz de ganarte el respeto de las personas que te quieren y contribuir para que cada día el mundo sea un poco mejor.
- A hacer lo que les haga feliz con mucho exceso, aquello que les zarandé el alma y les haga sentir vivos. A experimentar, investigar y buscar nuevas formas de aprender.
- A conectar corazón, cuerpo y cerebro y cultivar el mundo interior. A desarrollar una inteligencia emocional que les permita comprender, modular y transformar las emociones y entender los sentimientos de las personas que les acompañan desarrollando la empatía y la comprensión.
- A pensar por ellos mismos de forma crítica, libre y creativa, a analizar todo aquello que escuchan o ven, a hacerse preguntas que les ayuden a razonar y buscar porqués. A denunciar todo aquello que crean injusto y descriminatorio.
- A desarrollar las habilidades socioemocionales interpersonales, tales como la resiliencia, el autoconocimiento, la autorregulación o la autoestima, que les permita hacer frente a la adversidad cuando el camino se ponga cuesta arriba.
- A saber que la vida es un continuo aprendizaje, que hay que vivir en el AQUÍ y el AHORA, exprimir cada instante porque nadie sabe lo que pasará mañana. A dar la mano a lo impredecible, a bailar con lo inesperado, a abrazar el cambio.
Ojalá este 2022 regale a nuestros niños/as y jóvenes miles de oportunidades para aprender y mejorar, acompañados de adultos que los quieran sin condición, que les hagan sentir especiales. Adultos que estén presentes y disponibles que les acompañen con grandes dosis de respeto y confianza. Que confíen ellos y les impulsen hacia un futuro lleno de oportunidades y experiencias maravillosas por vivir.
tengo 5 años casada y mi esposo prefiere vivir con su madre que conmigo y sus hijas.Yo sigo estudiando la universidad y no he podido encontrar un trabajo estable que pueda adaptarse a mis horarios ya que toda la responsabilidad de la crianza recae en mí: escuela de las nenas, cuidado, casa, cocina, trabajo de niche, etc; mientras él en casa de su madre y sólo viene los fines de semana a ver un rato a las nenas. Le tuve que meter una demanda de pensión alimenticia porque ni para eso me daba, a sabiendas de que yo pago renta y servicios sola.
Quiero el divorcio¿qué clase de matrimonio tengo si mi esposo nu vive conmigo?
Su excusa de siempre es que su sueldo no le alcanza para una renta ni compra de una casa ni muebles y que por eso vive con su mamá, porque ella lo apoya.
¿Entonces que hay de nosotras? ¿tengo que seguir partiendome la espalda yo sola por una responsabilidad que es de ambos y aún así recibirlo con comida y atenciones cada vez que se le antoja?
Me ofrece como alternativa el irme a vivir a casa de su madre, pero la señora nos trata a mis hijas y a mí como basura. Quiere que a su hijo se le atienda como rey.
5 años soportando esto. Jamás pensé ser tan tonta. Todo porque según yo no quiero dejar sin papá a mis hijas, pero ni siquiera ha estado presente.
¡Ah! pero cuando intenté el divorcio, vino a llorar y prometió luchas por el mejor futuro. Así que ahorró y se fue al extranjero medio año para según buscar una buena oportunidad y al final regresó sin una moneda en el bolsillo directo a casa de su mamá porque se gastó todo lo que tenía y más. Ahora está endeudado y mucho más difícil es pensar en un futuro con él.
Necesito tanto apoyo… y a él no le importa nada.
Si no fuera porque mi padre me apoya con despensa para mis hijas y mi madre me ayuda con el cuidado de mis peques cuando me voy a trabajar, mi vida estaría totalmente hundida.
Necesito urgentemente un consejo.
Muy buen post, está bien que todos mejoremos y aprendamos como personas para que el mundo sea mejor, que ya hemos tenido todos bastante estos últimos años.
Feliz 2022!
Besos!
Anabel
Con los tiempos que corren no hemos tenido otra que aprender, esperemos que este 2022 nos proporcione miles de oportunidades para aprender y mejorar.
Hola soy nueva en el blog, tengo 42 años he sido madre muy joven twngo dos preciosas mejercitas una ya con 25 años y otra con 19. Y ahora despues de 19 años estoy loca por aventurarme a ser madre de nuevo, y como leo tanto sobre el tema se que son pocas las posibilidades dificil pero no impocible alguna mala madre que pueda ayudarme estoy frustada por la busqueda y no quiero que se convierta en una obsecion, gracias.
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