¡Nos vamos de picnic!

Si hay un recuerdo que tengo de mi infancia en Tierrasanta eran las salidas domingueras a la playa. Mi madre, la buenabuela, que era la que cocinaba, preparaba las viandas (tortillas de patatas, filetes empanados y pimientos fritos) en un tupper y allá que nos íbamos. Este recuerdo me lleva también a rememorar que mi madre harta de tirarse media mañana en la cocina, instauró el bocadillo como comida playera y tan felices que íbamos todos. ¡Ella ya tenía una Malamadre dentro! Hoy Rebeca de Torres nos trae recetas para todos los niveles de malamadrismo.

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Llega el verano y, con él, las vacaciones. En estas fechas es bastante común que surjan planes para hacer escapadas de un día: al río, a la playa, a una piscina natural, a alguna zona fresca que tengamos cerca, e, incluso, a algún parque de entretenimiento, llámese aquapark, parque de atracciones, zoo o similar.

A veces, no hay ningún establecimiento cercano para comer y, aunque lo haya, yo reconozco que me da pereza pensar en buscar un restaurante cuando vamos muchas personas y, sobre todo, cuando vamos con peques. Tener que estar vestidos (y secos), bien sentados, esperar a que nos sirvan y aguantar la sobremesa puede acabar siendo una tortura, en una jornada que presuponíamos de relax.

Para evitarlo, yo suelo organizarme con la familia o amigos que vayamos y preparamos una comida o merienda tipo picnic, con ideas frescas que no necesiten cubiertos y apenas platos. Los buenoshijos podrán disfrutar incluso del rato de la comida y evitaremos posibilidades de tener bronca. Todo sea por nuestra salud mental, malasmadres.

Para abrir boca, podemos preparar un aperitivo rico y que dé poco trabajo. Se me ocurren varias minibrochetas hechas con un palillo y ya preparadas en varios tápers: gildas, tomates cherry con bolitas de mozzarella (se pueden añadir dados de pavo), melón con jamón, uvas con dados de queso curado, langostinos cocidos con piña, surimi con pepinillos y cebollitas… Se hacen en 5 minutos y al llegar sólo tenemos que abrir y comer.

Para completar el picoteo, tenemos los untables. Nos sacan de un apuro casi siempre y los podemos pringar con unos bastones de zanahoria o pepino, o con colines de pan. Se pueden preparar varios y guardar en tarritos que abriremos en el momento: guacamole, hummus, tzatziki, tapenade, queso crema, crema de jamón, paté de salmón… Hay otra opción para untar, pero en este caso en formato sándwich, como los que se pueden comprar en una ‘famosa cadena’ madrileña. Entre mis favoritos, el de pavo con manzana, el de queso con gambas o el de cangrejo. En este caso recomiendo llevar el pan de molde y las tarrinas con el relleno para prepararlos en el momento, si no, el pan estará muy húmedo y se romperá al cogerlo.

Otra de las cosas que no suele faltar en nuestra cesta de picnic para refrescarnos es un entrante para beber: el gazpacho es el más socorrido, porque se puede beber. Yo lo hago la noche antes, lo meto en botellas y lo congelo. Sí, sí, a la hora de comer estará ya descongelado, pero seguirá muy fresco y, además, nos ayudará a mantener frescos otros alimentos que vayan con él. Sólo tienes que agitarlo bien antes de servir porque es normal que se separe el agua y repartir en vasitos. Por supuesto, los gazpachos frutales son igualmente válidos: gazpacho de melocotón, gazpacho de aguacate y manzana, gazpacho de fresas… La única precaución que tomo es no poner pan, por ese motivo evito también en estas ocasiones otras sopas frías.

Las ensaladas son ideales, pero siempre debes llevarlas sin aderezar. Preparas el aliño y lo guardas en un tarrito de cristal que cierre hermético, fundamental para no encontrarte con todo pringoso cuando abras la cesta. Puedes llevar ensalada de arroz o arroz tres delicias, ensalada de pasta, ensalada césar, ensalada de aguacate, ensalada de col o coleslaw (esta sí aliñada de casa), incluso ensaladas de legumbres (de lentejas y champiñones o garbanzos especiados, por ejemplo).

Hay muchos platos de verduras frías que también podemos llevar, porque en verano son ideales para aligerar nuestras comidas. El asadillo manchego está muy rico y se lleva ya hecho, los pimientos asados con melva o atún (sólo hay que poner los pimientos como base, echar la conserva escurrida y aliñar), el pisto, los tomatitos asados, los champiñones rellenos de jamón…

Según avanza la comida, apetecen platos más contundentes. Se pueden llevar la típica tortilla de patata, una empanada, una coca de escalivada o una tarta salada, incluso ya troceadas. Los muffins o magdalenas salados también son buena opción: de pavo y maíz, de pimientos rojos asados… Algo muy socorrido es la pechuga de pollo a baja temperatura. La llevamos ya cortada en lonchas finas o en dados, y así se puede coger con la mano.

Es importante no olvidar las bebidas. Además de agua (para que esté fresca, puedes congelar las botellas por la mitad y, antes de salir, llenarlas con agua fría), puedes llevar agua saborizada con frutas o limonada. Las cervezas, refrescos o tinto de verano quedan a discreción 😉

Para terminar, siempre viene bien algo de fruta. Mis favoritos para ir de picnic en verano son las cerezas (ya lavadas), el melón y la sandía (sin cáscara y en trocitos), los arándanos y frambuesas congelados (cuando los comamos ya estarán solo fríos), los albaricoques…

No, no me olvido del postre. Puedes llevar un bizcocho sencillo o unas galletas y, en el momento, unta con crema de chocolate o con mermelada. ¿Piensas en otro postre? Evita los que lleven nata o cremas que necesiten nevera… Las rosquillas o magdalenas son contundentes, pero también sirven para endulzarnos.

Y vosotras, ¿soléis ir de picnic? ¿os gusta organizar escapadas? Contadnos en comentarios y redes sociales vuestros sitios favoritos y qué preparáis para llevar.

¡Feliz verano, malasmadres!

Antes de irnos…

¡Esta noche nos vamos a ‘Hacer la compra con Raquel Muñoz!

Raquel Muñoz fue la ganadora del concurso ‘Hacer la compra con Carrefour’ y esta noche nos vamos a la compra con ella. No lo olvides y no te pierdas esta nueva entrega a las 21.00 horas en nuestro canal de Facebook.