El ‘Día Mundial del Niño Prematuro’ es el próximo domingo 17 de noviembre y esta semana estamos rindiendo homenaje a las familias en las que los buenoshijos y buenashijas han llegado antes de tiempo.
El lunes entrevistamos a Ámbar Muñoz y hoy dedicamos el post de ‘Ellas opinan’ a esta carta de apoyo que Carmen le dedica a su prima Beatriz, madre de dos bebés prematuros.
La carta de Carmen a su prima, madre de dos bebés prematuros
*Podéis seguir a Carmen en Twitter, Instagram y en su blog.
Esta carta es sólo tuya, para ti y por ti, pero puede ser el reflejo de cualquier mujer con la herida de madre abierta.
Mi querida Estrella:
En tu reciente historia reposa mi deseo de sostenerTE, de cuidarTE en la distancia acortando los kilómetros por besos virtuales y abrazos de chocolate caliente en este frío invierno.
No imaginas la angustia de quererte en la distancia mientras mis vacaciones se mezclaban con tu quirófano… no imagino tu sentir en esos momentos ni en los muchos otros por los que atraviesas. Pero quiero tratar de dar comprensión a algo que siendo un mundo desconocido ahora parece ser tu mejor amigo.
Nadie te habló…
De que de un momento para otro, de golpe, sin darte ni cuenta, tu identidad sería modificada. Ahora no sabes nada de ella…y tienes que aprender de ti lo que no te pueden contar ya que es tu SER el que buscará en profundidades desconocidas.
Se suponía que ibas a dar a luz a dos preciosos bebés que podrías sostener en tus brazos mientras les dabas el pecho.
Se suponía que te los llevarías a casita a su nuevo hogar,Se suponía que dar a luz sería el momento más maravilloso de toda mujer se suponía que estarías en un éxtasis de felicidad…SE SUPONÍA…
No imagino entrar en quirófano con una barriga que porta dos vidas….y despertar de la anestesia en soledad, en la UCI, sin barriga y sin bebés. Dos bebés prematuros, sanos pero luchando por vivir. Tres días de ausencia y desconocimiento sin reconocimiento de sus ojos… su olor… su tacto… Conocerlos tras el cristal mientras debes conocerTE a ti misma habiendo salvado tu vida.TU VIDA,preciosa.Tu preciosa Vida.
Imagino a una madre que se pregunta:
“¿Dónde quedó esa fantasía de dar a luz y llevarte a tus cachorros a su preciosa habitación recién pintada?”
”¿Dónde colocar el enorme vacío que se ha creado tras parir sin dolor pero entubada?”.
”Soy yo pero, ¿quién soy?”.
”Son ellos pero, ¿quienes son?”.
Un postparto desconocido
Existe un postparto del que nadie te habla, ese que tiene un color ”azul oscuro casi negro” y que está presente en más madres de las que podrías imaginar. Quizás tu miedo a lo desconocido de ellos y a lo desconocido de ti no te deje sentir con claridad que el vínculo que sólo tú conoces y masticas, se acabará horneando sin que apenas te des cuenta pero mientras tanto…. quizás debas amasar con fuerza esa “masa madre” que te hablará de ti.
El agujero que hay tras un llanto desconsolado y sin descifrar significado se debe a esa separación del corte umbilical que sin darte cuenta has vivido tan abruptamente, que necesitas colocar ese sufrir fuera de ti. Pero mi querida, no olvides que tan sólo es una separación física y que la unión a tus cachorros corresponde a otro orden. A uno superior.
Sigues en fusión con tus bebés preciosa. En el mundo emocional no hay separación. Están absolutamente conectados a tu alma.
Lo que ocurre es que al entrar en contacto con los propios conflictos emocionales te abre la psique y te desgarra emociones confusas, profundas y astilladas sensaciones desconocidas tras el parto. Es la SOMBRA que acecha tu presencia, que quiere salir de ti, que necesita que la veas, que la palpes… no puede ser adormecida ni callada sino que debes perseguirla para correr sus cortinas y que así pueda entrar la luz del sol. A veces, la luz más brillante procede de lugares oscuros.
La sombra según C.Jung se refiere a las partes desconocidas de nuestra psique y de nuestro mundo espiritual. Desconocidas pero nuestras. Tapadas pero reales. Que están ahí esperando salir. Sombras que van a aflorar tras esa desgarrada apertura de dar vida a un nuevo ser.
Nadamos entre polos: amor y odio…luces y sombras…y nuestra psique se posa en un binomio de luz y oscuridad que no todo el que nos rodea comprende.
A todas aquellas personas que acompañan a una mujer que acaba de dar a luz me gustaría poder decirles que intenten comprenderla más allá de sus manifestaciones, más allá de su luz y su sonrisa. Comprenderla en su oscuridad, en sus dudas, en sus miedos, en su “SI pero NO”, en su “NO pero SI”…
Es necesario comprender sus silencios, comprender su llanto más allá de su queja porque habrá momentos donde ni ella misma pueda ser capaz de reconocer cuál es su queja. Es su sombra la que habla…es su ambivalencia la que grita su amor y su desconcierto…Es su deseo de ser comprendida en todo su ser, como una pequeña niña que lo único que busca es el consuelo de su madre o de su padre sin que tengan en cuenta la travesura que acaba de acontecer. Solo busca la aprobación y el abrazo.
No os asustéis de que aparezcan en ella emociones extrañas, contradictorias, ambivalentes…. Simplemente acompañarla en ese sentir y sostener su desconcierto emocional para que no caiga al vacío. Que no se sienta huérfana ni viuda emocional.
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Leed a Laura Gutman y simpelemente, poneros en su piel.
Hay sufrimiento y hay dolor. No os olvidéis de que la recién madre va a mostrar sus aspectos no reconocidos conscientemente así que no le pidáis que os detalle su malestar porque quizás lo tenga que descubrir. Y después podrá poner palabras. Y así hará consciente lo inconsciente. La propia búsqueda.
Winnicott decía que “no existe bebe sin su madre y luego agrega que no hay madre capaz de cumplir con todos los requerimientos del bebé en sus primeras etapas, si no hay un padre o un tercero que haga la función de contener a esa madre”. Es decir, un bebé atendido por una “madre corriente devota” volcada a él y el padre o ese tercero como sostenedor de este vínculo desde su inicio. Así la madre no podrá caer porque es sostenida por un otro.
No temas preciosa porque llegarás a afrontar las sombras con un mayor conocimiento de ti misma. Y lo harás porque asumirás la valentía de enfrentar los propios conflictos internos.
Tienes un cuerpo en dolor, heridas en recuperación, medicación, te sientes fatigada, frágil, quizás algo triste o deprimida… no te exijas en exceso. No hay que sonreír si no tienes ganas, ni tratar de ser amable, ni cumplir con las visitas…todo eso querida, déjalo en otro plano. RECUERDA: LO PRIMERO ES ANTES.
Tratarás de evaluarte constantemente queriendo ser “buena madre”, pero te inscribiré en “El Club de las Malas Madres” para ayudarte a recordar que la culpa no es buena compañera de viaje, y que mejor la desahuciamos a las profundidades donde te va a hacer llegar a ti.
Serán tus propios hijos los que te recordarán (porque ahora no pueden hablarte) que TODO PASA, que muchas madres como tú sintieron exactamente lo mismo, pero nadie les contó que su sentir es producto de su sombra.
Por eso estoy aquí. Para contarte lo no contado. Voy justo a tu paso. Observando tu caminar detrás de ti. Siguiendo la dirección que me quieras marcar.
Siempre Tuya.
Querida Sara,
Gracias, gracias, y gracias por compartir conmigo, con todas las Malamadres y con el mundo tu dolor, tu sufrir, tu historia….Poner palabras nos libera Sara. Nos quita peso.
Victoria. Tu ser especial ganó la victoria. Y también tú!! Gracias por tu precioso y duro relato. Gracias.
¡Ay Carmen! ¡Qué grata sorpresa!
Beatriz (tu estrella) tiene mucha suerte de tenerte a su lado, pero por intuición creo que ella también debe ser un ser especial…
Mi nombre es Sara, una mamá de una niña preciosa prematura que nació con 32 semanas (7 meses). Fue buscada y esperada después del tercer intento de inseminación artificial. Decidimos ponerle Victoria porque el significado de su nombre no deja lugar a dudas.
Me gustaría, con tu permiso, poner mi granito de arena por si hay alguna mamá que haya vivido o esté viviendo esta experiencia y necesite reconfortarse.
Me gustaría expresarles que… ¡NO ESTÁN SOLAS! Los prematuros representan el 7% de los bebés y otra cosa no… pero de minorías sé un rato os digo que ¡SON SERES ESPECIALES! ¡FUERTES Y LUCHADORES DESDE EL MINUTO 1!
Porque las palabras que no se dicen mueren en el corazón.
Abro punto y aparte en mi vida para recordar aquellos momentos. Porque no hay peor momento que el que te abre las entrañas y puedes mirar el vacío y la soledad que se alojan en ellas. Tortuosos movimientos de bienqueda y todo va bien se adentran en la historia para edulcorarla sin más propósito que plasmar una foto idílica de la palabra Madre, del robo de aquellos días en los que mirarte al espejo suponía no reconocer a tu ser interior.
Porque aquellos días te visten de verde, eliminan tu identidad y pasas a ser la de la habitación 108, o peor aún la del diagnóstico del mes, la chica de la preclamsia grave. Un número más, un paciente más…
Soledad absoluta en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), tus pulmones que luchan por vivir cuándo solo uno te funciona. Vómitos sin fin porque el cuerpo busca desesperadamente oxígeno sin encontrarlo, pero eres un número más. Suplicar que no te hagan la radiografía con tu hija dentro por si pudiera radiarle o afectarle de alguna manera esos rayos invisibles que destruyen lo que hay a su paso. Qué te agarren entre 4 sanitarios para ponerte un peto de plomo en el vientre, en tus entrañas de madre para poder radiarte y tú luchando sin fuerzas porque eso no suceda porque NO SOY UN NÚMERO.
Mi nombre es Sara, me digo una y otra vez para que no se me olvide, mientras me drogan para calmarme porque estoy muy intranquila… pero… cómo no estarlo si me estoy muriendo, si nos estamos muriendo las dos…
22/12 sigue marcando la tensión en el monitor cogida directamente desde la arteria. ¿Cómo puede doler tanto un drum te preguntas mientras el dispositivo sube por tu arteria braquial para monitorizarte en primera línea la tensión? la puta tensión que casi nos mata.
Puntos de sutura dados en vivo sin más anestesia que el llanto hacia dentro porque eres fuerte así te educaron y así proyectas. Chorro de sangre que cae en el peto de la enfermera mientras te hace el cuarto pinchazo en los brazos porque no encuentra la arteria. Tienes colesterol te pregunta… y tú en el pensamiento silenciado le respondes. No… simplemente meestoy muriendo.
¡Sara!. Necesitamos que el medicamento llegue más rápido, ellos saben que hay riesgo de que nos vayamos y deciden poner una subclavia directamente conectada al corazón para acelerar el ritmo de los 4 medicamentos que cuelgan encima de mi cabeza. No hablo, no lloro, solo pienso que tengo 31 años y que no he vivido como yo quiero vivir, que si salgo de este capullo de vida cual crisálida, estoy dispuesta a cambiar y a rodearme de personas a las que pueda acompañar en su tránsito y que vivan conmigo la verdadera luz porque atravesé el túnel oscuro de la muerte.
De repente me cubren la cabeza, una lágrima recorre mis mejillas porque sé que me van a seguir dando puntos en vivo, después de los brazos llegó el turno del pecho, noto algo entrando dentro de mi pecho y un líquido frío me acompaña en este camino helado.
Alguien destapa mi cara. Es María José, la ginecóloga que me toca el rostro y me llama Sara cariño ¿cómo estás? Solo una lágrima por la comisura de los ojos… estoy tan drogada que no puedo responderla… me acaricia el pelo, no te preocupes hoy nacerá Victoria porque tú no aguantas más.
Con una voz tenue le digo… llama a Isabel (mi pareja) que venga por favor…
Vale Sara. Fuera sólo están tus padres pero la llamo ahora.
Vacío, frías sábanas de hospital, frío en el alma, frío mental…
Todo pasa muy rápido, y ya está puesta la epidural.
Vuelvo a estar nerviosa… bufff… les digo que noto el bisturí y un hombre de azul que está a mi lado me pregunta. ¿Te han dormido alguna vez entera? Y antes de responder una mascarilla en la cara me hace dormir en la profundidad…
Me zarandean, ¿la has oído llorar? ¡TU HIJA, SARA! me grita el mismo hombre que no me dejó escucharla porque consideró que era mejor que no pudiera escuchar a mi bebé que él a mí.
Esta es la huella de tu hija me dice una chica mientras me unta tinta verde en los dedos para completar la ficha. Su huella no es más grande que mi dedo pulgar y ahí me echo a llorar.
Desesperadamente les pido verla que por favor me la pongan en el pecho y una frase rompe mi alma… no puede ser, está en la UCI pediátrica y necesita descansar y tú también. Me conectan a una especie de traje de buzo caliente, necesitan subir mi temperatura, pero yo necesito que la suban de mi alma rota, desgastada y desnuda.
Cuando te duela, pide morfina me recomienda la intensivista, ¿MORFINA? Pero si no quiero drogas quiero a mi hija, mi pequeña entraña… no la siento, ya no está dentro de mi ahora… sí estoy sola.
Mi mijina, mi kilo cuatrocientos… te fuiste
Aplaudo que se hable de estos temas…en mi caso fue con mi primer hija que nació algo prematura teniendo que seguir varios controles adicionales por su inmadurez..la angustia se apoderó de mi..no me reconocía..Yo que siempre planifico e intento tener todo bajo control..
Un mes estuve en las tinieblas hasta que decidí salir y lo logre…
A partir de mi experiencia hablo con toda mujer embarazada primeriza recomendando que no esté sola y que asegurandole que finalmente TODO PASA. Gracias
Querida Carolina,
Como decía en el post: “a veces, la luz más brillante procede de los lugares más oscuros”. Tuvo que ser muy duro estar y sentir esa tiniebla….pero entró la luz!!! #todopasa…hasta lo malo, pasa. Te mando un gran abrazo!
Gracias Carmen! Con Valentina (mi primer hija) me reinvente..luego vino Santiago, también prematuro..pero la historia fue otra..Yo estaba preparada..cariños!
Me alegro muchísimo!! ?
Leerte es una delicia. Tu sensibilidad hace que sea imposible no emocionarse. Ojalá todas las mamás tuvieramos a alguien así que camimara justo a nuestro paso.
Querida Mónica:
La sensibilidad está con quién recibe…y tú tienes los brazos abiertos y dispuestos para recibir!!! Y yo…. ahí estoy justo a tu lado, de tu mano. Para que la aprietes cuando quieras. ?
Estoy sin palabras ! Que duro . Leer este tipo de testimonios nos hace más conscientes , más empaticos y sobre todo más solidarios. Un abrazo
Querida Juncal,
Duras palabras que se traducen en días de realidad para muchas mamás….Poner voz a lo que sentimos o a lo que otros pueden sentir es muy importante porque nos deshace los nudos de la garganta y de las tripas. Gracias por leerlo!! Un abrazo!!
Carmen, GRACIAS. Me guardo este texto como un tesoro para mostrárselo a cada amiga que dé a luz. Me has hecho llorar, me has tocado en lo más hondo de mi corazón. Salvo en que no fueron prematuros, en todo lo demás identifico el parto de mis mellizos con el de tu prima. Qué bien describes todo ese torbellino de sentimientos.
Y para Estrella: mucho ánimo. Deja salir todas esas emociones, que no se enquisten. Y como bien te dice tu prima, el vínculo que tenemos con nuestros hijos va mucho más allá de lo físico, es un amor que crece día a día. Su nacimiento es una cicatriz muy bonita, fue doloroso, pero valió la pena. Mis mellizos tienen 7 años y recuerdo su llegada con mucha paz y amor a pesar de las circunstancias.
Un abrazo, de madre a madre
Querida Ana: jo, qué bonito leer tu respuesta….GRACIAS en mayúsculas por ese reconocimiento y esa identificación….Ese es el mensaje, que cada una de nosotras nos demos permiso para sentir porque continuamente estamos midiendo si esto o lo otro “será lo normal”. Hazla tuya claro que sí!! Y regala ese amor de lo vivido y lo sentido con cada una de tus amigas!! “Estrella” es la forma cariñosa con la que en la carta me refería a Beatriz, que es mi prima. “Estrella” es para decirle que es luz…como cada una de vosotras que sentís esas emociones y navegas en esas profundidades. Ana, gracias de verdad por tus bellísimas palabras.