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¿El cole en casa?

¿El cole en casa?

Mucho se está hablando en este tiempo de cuarentena de la escuela o colegio desde casa. Con la proclamación del estado de alarma, llevamos ya un mes de confinamiento, los y las docentes se han tenido que adaptar a marchas forzadas para seguir impartiendo sus asignaturas esta vez de manera online o con otros métodos con su alumnado en muchos casos también con limitaciones. Pero, ¿estamos preparadas las familias para llevar a cabo esta tarea de ayuda y supervisión en casa donde en muchos casos no existen dispositivos para los buenoshijos y buenashijas?, ¿y los niños y niñas están en situación de poder asumirlo con todo lo que está pasando? Sobre este tema nos habla hoy Nuria Vázquez-Dodero que muchas conocéis por 9 meses y un día después.

El post de Nuria Vázquez

¿El cole en casa?

*Podéis seguir a Nuria en Instagram, Facebook, Twitter y en su blog.

El necesario cierre (físico) de colegios nos ha puesto en una tesitura que no habíamos vivido antes: niños en sus casas en periodo escolar que tienen que ser atendidos por sus padres o adultos con los que convivan. Si de por sí el momento incierto y triste que estamos viviendo es ya estresante, ¡tachán!, sumémosle tener que convertirnos en los docentes de nuestros hijos. Un espectáculo. Hay familias en las que la brecha digital se acentúa ahora exponencialmente. Como siempre, los más desfavorecidos salen más perjudicados y la desigualdad se dispara. Solo por esto hay que ser muy prudentes y reflexivos para decidir qué se hace con el curso.

Pero, ¿qué hay de la brecha emocional?

Porque incluso las familias qué dispongan de más recursos económicos, digitales y culturales, no están en condiciones emocionales para hacer lo que se les está pidiendo: que actúen como si tuvieran el grado de Magisterio, nivel B2 de inglés y fueran biólogos. Ah, y se ve que el confinamiento alarga el día porque, para hacerlo todo (cocinar, trabajar, limpiar, atender a los hijos, darles clase, videollamar a los abuelos…), se necesitan días de 48 horas. Y la manualidad de rigor que no falte, no te vayas a sentir Malamadre.

¿Qué hacemos con el curso escolar?

En toda esta situación, y viendo que se alarga el confinamiento, lógicamente hay que ir tomando decisiones sobre qué hacemos con el curso escolar. Se entiende que debería imperar el sentido común teniendo en cuenta la situación que atraviesan muchas familias: dificultades económicas, despidos, ERTEs, autónomos que ver peligrar su trabajo, familiares enfermos o fallecidos, tener que ir a trabajar (muchos en situación de grave riesgo de contagio) y apañarte para que se queden con tus hijos, estrés laboral, problemas emocionales, escasez de soportes digitales, poco tiempo por alargarse las jornadas de teletrabajo al estar frecuente y lógicamente interrumpidas por nuestros hijos…

Pero, en lugar de eso, desde los organismos relacionados con educación o no nos dicen nada (el Ministerio de Educación y Formación profesional hace mutis por el foro) o nos llegan mensajes de productividad, medir resultados y “no relajarse” indicando, pero no puntualizando cómo, que habrá que seguir dando contenidos y evaluándolos. Aumenta la utopía de la conciliación en nuestro país y la invisibilidad de los niños y niñas no queriendo ver la realidad de lo que está pasando: familias desbordadas en las que el ambiente familiar vive momentos muy tensos, algunos causados por el tema de las tareas.

https://www.instagram.com/p/B-fb37aqSAE/

El reto de los y las docentes

En todo esté follón, los docentes están también saliendo perjudicados. Se pretende que, de la noche a la mañana, se conviertan en Youtubers e informáticos y, si no lo hacen, se les tacha de “dinosaurios”. Lógicamente su jornada laboral también se hace interminable hiperconectados (a Whatsapp y correo para comunicarse a lo largo de todo el día con compañeros y dirección, buscando cómo ir resolviendo problemas y respondiendo a familias y alumnos). Y no solo preparando sus “clases” sino también aprendiendo a usar recursos tecnológicos y a enseñar de forma no presencial, algo que nunca antes habían hecho y para lo que, por tanto, no están preparados.

Muchos de ellos con familiares a su cargo, preocupados también por ellos, con insuficientes dispositivos electrónicos para que sus hijos o parejas a su vez teleaprendan/trabajen… Y muchísimos con mucha pesadumbre por tener que exigir innecesariamente a las familias de sus alumnos y alumnas. Y bueno, sobra decir que es momento de arrimar el hombro y ayudar pero la cuestión es, ¿el objetivo del esfuerzo tiene sentido? Personalmente creo que la labor de los docentes ahora mismo debe ser apoyar, sostener y acompañar sus alumnos. En ningún caso agobiarles, exigirles lo que no pueden, evaluarles… con la consecuente presión a las familias.

En el caso de Andalucía, la propuesta de la Junta en una circular enviada el 3 de abril de 2020, concretamente por la Dirección General de Ordenación y Evaluación Educativa, es “garantizar la continuidad de los procesos de enseñanza-aprendizaje”. Y expone que el “objetivo último debe ser que ningún estudiante se vea afectado en su rendimiento escolar por esta situación”.

Lo que no sé si se han planteado las personas que han redactado el documento es que eso es del todo imposible. Es imposible garantizar la continuidad de nada cuando deja de estar en tus manos (porque no estás con los alumnos) como es imposible que no se vea afectado el rendimiento escolar porque la situación que están viviendo los niños y adolescentes tiene mucha carga emocional y eso es lo primero que influye en el rendimiento.

Por su parte, el Consejo Escolar del Estado (órgano compuesto por sectores directamente relacionados con la educación si bien no vinculante) podría haber puesto un poco de cordura. Pero no. Insisten también en lo mismo tras reunirse el 7 de abril. Ciertamente mencionan que se aborden aquellos casos en los que no hay acceso a dispositivos digitales/conexión a internet. Pero el papel lo aguanta todo y eso es como decir “hay que poner una lavadora”, que si no se dice quién y cuándo, se queda sin poner. Y más cuando tienes la casa sin barrer, como ahora en una situación de emergencia sanitaria.

La obsesión por la productividad…

Y lo mejor, o lo peor de todo, es que, en realidad, NO PASA NADA. Es la obsesión por la productividad la que hace que los árboles no nos dejen ver el bosque. Dos o tres meses en los que no aprendan nada, que además no es cierto, no son nada en toda una vida. Casos aparte podrían ser los cursos de Bachillerato, sobre todo 2º ante la inminente EvAU (selectividad), así como 4º de ESO por la cuestión de la titulación. No conozco a fondo esos niveles (trabajo en Educación Infantil de Segundo Ciclo y en Primaria) pero en los inferiores estoy convencida de que tienen años de escolaridad y de vida suficiente para recuperar esos aprendizajes. Y presupongo más autonomía, aunque similar desigualdad desgraciadamente, en alumnos mayores.

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¿Y el aprobado general del que se está hablando?

Personalmente me parece innecesario también en la mayoría de los casos. Tenemos información sobre el rendimiento de los alumnos de dos de los tres trimestres que tiene un año escolar y el que queda es cortísimo. Se podría evaluar con eso o bien, se podría no evaluar y ya se abordarían y evaluarían esos contenidos el curso que viene. A situaciones excepcionales, medidas excepcionales y creo que los profesores conocen muy bien a sus alumnos.

Tampoco soy partidaria de que el curso se dé por finalizado. Creo que los docentes pueden aportar muchísimo, ser sostén y apoyo de los alumnos y de las familias. Pero lo que en mi opinión hay que trabajar no son contenidos nuevos.

El aprendizaje en niños requiere de mucho más que de un vídeo; requiere de un adulto sereno que resuelva dudas, ponga otros ejemplos y, por supuesto en este momento, le dé acceso al dispositivo (si es que lo tienen).

En el caso de Educación Infantil se ve más claro lo absurdo de avanzar contenidos dado que ni siquiera es una etapa educativa obligatoria. En el caso de Primaria igualmente dado que no tienen suficiente autonomía para el aprendizaje. Y reitero que unos meses no son nada en una vida.

Por otro lado, la manera de acceder a esos contenidos nuevos, que en este momento tienen carácter obligatorio, es a través de dispositivos digitales y su correspondiente conexión a internet. ¿Es seguro que un alumno de Primaria acceda a internet solo? Porque probablemente los padres estén teletrabajando en ese momento (si tienen la suerte de disponer de varios dispositivos), pendientes de otros hermanos o haciéndose cargo de las tareas domésticas.

Y, ¿qué podemos hacer entonces?

Pues no me corresponde a mí decidirlo, pero sí se me ocurren algunas ideas o determinados aspectos que, en mi opinión hay que tener en cuenta.

  • Se podrían hacer propuestas de actividades que se puedan insertar fácilmente en la rutina familiar, en las cosas que se hacen en casa. Por ejemplo, si queremos reforzar el cálculo con los más pequeños,  que  pongan la mesa y cuenten los cubiertos necesarios, sumen cuántos habrá en total entre cucharas y tenedores, resten cuando se haya terminado de usar uno de ellos…
    • Para trabajar la clasificación de animales, que hagan un libro o póster en el que elijan sus favoritos de cada categoría.
    • En relación con la lectoescritura, establecer un horario diario de lectura, pedir que hagan un diario emocional, que se inventen  una historia o dibujen un cómic en el que un superhéroe acaba con el coronavirus (y trabajas Lengua y Plástica a la vez).
    • Proponer una búsqueda del tesoro que implique escuchar y bailar una canción (Educación Física), leer un texto y responder unas preguntas (comprensión lectora), resolver algún problema matemático con datos relacionados con el juego (Matemáticas). Inventar una canción (Lengua y Música) o un juego de mesa.
  • La cuestión es tener claros los objetivos educativos y proponer actividades y tareas asequibles y accesibles. Qué buena oportunidad para llevar a la práctica los aprendizajes escolares, hacerlos significativos y que los niños descubran su utilidad por sí mismos, no por escucharnos mil veces que son importantes. Inteligencias múltiples, aprendizaje por proyectos, aprendizaje basado en problemas y otras herramientas de la tan manida innovación educativa pueden ser de gran ayuda ahora sin necesidad de avanzar contenidos ni de evaluar, si bien sí valorar, el trabajo de los alumnos.
  • En relación con qué habría que tener en cuenta, además de que se pueda integrar en el día a día de una familia confinada, habría que seleccionar poco contenido, ya trabajado por el alumno, con una propuesta de actividades lo más vivenciales y lúdicas posibles y que requieran poco o nada de material y el justo apoyo por parte del adulto. Y, por supuesto, tiempo suficiente para desarrollarlo con calma, que es como se aprende mejor.
  • Otro aspecto que me parece fundamental es el contacto profesor-alumno. Creo que sería bueno hacer tutorías online bien individuales, cuando sean necesarias, bien grupales. En pequeños grupos, claro, porque la experiencia ya nos está diciendo que con todos los alumnos es complicado. Aquí nos encontramos nuevamente con el impedimento tecnológico. Habría que contactar con aquellos alumnos cuyas familias no dispongan más que de un teléfono a través de llamadas o audios.

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¿Y el curso que viene?

Creo incluso que, a la par que todo esto, deberíamos ir planteándonos el curso que viene. Para ver qué habrá que trabajar con los alumnos. Pero también para, si se presentara, como ya se oye, una situación similar a la que hoy vivimos, estar ya organizados y preparados con una respuesta clara y eficaz y no ir a salto de mata como ahora. Tomemos nota de las dificultades que tenemos en este momento y vayamos buscando soluciones ahora que tenemos tiempo, no el 1 de septiembre.

En definitiva…

En circunstancias normales, todo lo relativo a educación es muy amplio y confuso, así como injustamente criticado en muchas ocasiones. Pero, hoy por hoy, extremadamente sencillo. Basta plantearse un par de cuestiones: ¿qué es lo importante?; ¿ponemos el currículum escolar por encima de las personas? Yo, lo tengo claro.

Y vosotras Malasmadres, ¿qué opináis sobre este tema? Nos encantaría leeros en los comentarios?

Han comentado...

  1. Me hace gracia como los diferentes maestros sacan las uñas cuando padres desesperados dicen no poder hacerlo todo… Yo soy profesora pero de Universidad, desde el dia 0 hago exactamente las mismas clases online que presencial, mas la preparacion, correccion y todo lo demas… Entonces, si yo puedo (y para cobrar mi sueldo, debo) por que hay tantos maestros mandando fichas u hojas del libro a hacer en casa junto a los padres?!! Por que debemos convertirnos en los maestros de nuestros hijos? Y no, no me vengan con que esto es parte de tener hijos, porque no… Yo no tengo que enseñarle a mi hija a dividir o los nombres de los rios… Yo no cobro por ello, cobran ustedes señores! Yo cobro por enseñar a mis estudiantes universitarios… Y lo hago, ademas de ser la maedtra de mi hija de siete años porque la suya solo manda una lista de deberes semanales que ni corrige por cierto… eso si, insiste mucho en que le mandemos fotos de tod porque sino nuestros hijos no seran evaluados.. De verdad? Con siete años?
    Es una gran verguenza todo… Y si, hay familias que no tienen acceso a internet o dispositivos disponibles… Yo tambien tengo estudiantes asi y ME BUSCO LA VIDA, porque es mi trabajo y mi funcion. Ya esta bien de venirnos con arranques emocionales a tildarnos de faltos de empatia o respeto… Perdon??!!!! El respeto y la empatia funcionan si es algo reciproco… O sea, ustedes hacen su parte y nosotros la nuestra. Y no consiento que nadie me llame mala madre por exigir que su maestra haga su trabajo, al contrario, creo que eso es ser buen madre y pensar en ella.

    1. Totalmente de acuerdo contigo Marisol, y eres un claro ejemplo de que si se quiere se puede. Yo parece ser que no tengo derecho a hablar u opinar porque no soy maestra o profesora, y hablo desde el desconocimiento… En fin… Peeero hablo como madre trabajadora que ve imposible sacar una jornada laboral de 8 horas atendiendo a las múltiples tareas de un niño de 4 años y de una niña de 7. Materialmente es imposible y los maestros deberían ser conscientes de ello, no hace falta ser Einstein para ver que las cuentas no salen, que no hay tantas horas en el día y que esto nos está costando la salud a muchos padres que hacemos lo imposible y aún así no llegamos a todo, estamos sobrepasados y con la espada de damocles porque depende de nosotros el cómo evalúen a nuestros hijos. Y yo me esfuerzo lo que haga falta pero al menos que desde el colegio vea yo el mismo grado de sacrificio, no que se limiten a mandar tareas para que nosotros les expliquemos o Words de inglés para que les enseñemos mil palabras de vocabulario a un niño de 4 años. Si quieren que hagamos eso que se molesten en grabar un vídeo con la explicación por ejemplo para facilitarnos a los padres las cosas. Pero es muy fácil mandar tareas y que la responsabilidad recaiga sobre los padres, que para eso hemos tenido hijos como decía otra más arriba. Vaya respuesta y flaco favor le haces a tus compañeros de profesión con esa forma de hablar tan carente de empatía y de sentido común, no te querría de maestra para mis niños.
      Por cierto, valoro mucho la profesión del maestro, muchísimo, quizás más que muchos maestros que se creen que cualquiera puede hacer la labor enseñar. Y precisamente por lo mucho que valoro la figura del maestro he echado tanto en falta en este tiempo que estén ahí. Jamás la he desprestigiado pero sí cuestiono como se estaba planteando esto. Tengo excelente relación y muy cercana con los maestros de mis niños y somos padres implicados al máximo con la educación de nuestros hijos pero eso no quita para que no pueda estar de acuerdo en cómo se estaba gestionando esto, quizás más por lo contrario de lo que se ha dicho por aquí de que los padres hablamos desde el desconocimiento, más bien es que los maestros no eran conscientes de lo que nos estaba suponiendo a los padres.
      Reconozco que ahora desde el cole de mis niños se están poniendo mucho las pilas, grabando videos para que puedan verlos y sean algo más autónomos, corrigiendo, incluso clases online y tutorías, que como decía más arriba veo fundamental, que los niños sigan teniendo ese contacto con los tutores creo que es lo más importante ahora mismo.
      Mi valía y mi profesionalidad, que se ha comentado también más arriba, es mi empresa privada quien tiene que cuestionarla llegado el caso, el día que no cumpla con mi trabajo como debo descuida, me iré a la calle al día siguiente.
      Y por último, ole por esos maestros que sí están ahí al 100%, brindando ese apoyo tan importante a sus alumnos.

      1. Bueno si solo puedo darte la razón y no he terminado de leer al completo tu comentario.
        He desarrollado una depresión de Caballo tengo un niño con Autismo de alto rendimiento …Pero Autista ; no tienes ni Idea, del trabajo que realizo día a día con mi hijo ; desgranando cada palabra una oración de 10 palabras se transforma en 100 palabras ; inventándome juegos para biología , ni hablar de historia con sus fechas y el contenido inútil , vacío…Toda está informacion ,ahora mismo no tiene sentido, solo tendríamos que ocuparnos de lo actual de lo que sirve para la vida , ya aprenderemos otras cosas de cultura general,,, !!!Este no es el momento!
        Siento que nuestra vida se va por un tubo hacia un vacío , estoy enfadada , tan desgastada , mi vida marital y familia4 se fue a la mierda , porque prácticamente no respiro , sin ayuda de absolutamente nadie , en nada de nada , y esto que no he contado que tengo 3 hijos , otro 15 y el de 26 ya ni le hablo , no hay tiempo para eso …Solo decir que ya no puedo más …Los profesores han aprovechado para echarnos toda la mierda encima , mientras solo se preocupan como aparece su imagen online … Esto no es nada ….Falta mucho mucho que contar.!

  2. Buenos días,
    Menudo tema complejo…sinceramente creo que no se puede o no se debiera debatir aquí porque hay muchas situaciones y no se puede generalizar. Lo que si, ya lo he dicho en otros posts, se nos ha planteado una situación, de la noche a la mañana para la que nadie y recalco nadie, estábamos preparados.
    Creo que el quid de la cuestión, es relativizar y no optar a que el niño se lleve el premio al estudiante del año, porque no es lo que toca. Ahora bien, como padres somos responsables de ellos y no nos queda otra que arrimar el hombro en la medida que cada uno pueda y sepa.
    Leí algun comentario en el que piden poder disfrutar de los niños y no estar pendientes de los deberes. Lo siento pero somos responsables de ellos, y ello implica muchas más cosas que “disfrutarlos” de la manera que nos pueda apetecer en estos momentos. Ellos también deben ser responsables y entender que hay obligaciones y deberes que hacer, todo ello con cierta flexibilidad por supuesto, porque nadie estamos bajo circunstancias normales.
    La crítica al profesorado es constante, habrá casos y casos…pero…¿de verdad somos todos tan excelentes profesionales, intachables y perfectos como para permitirnos el lujo de hablar así?
    ¿sabemos de pedagogía tanto como para atacar así?
    ¿sabemos bajo qué circunstancias está ese maestro? ¿sabemos que es lo que sus superiores le dejan y no le dejan hacer?
    Menos echar balones fuera, más hacer autocrítica y a ver si así entre todos podemos vivir mejor.
    Un saludo a todos

  3. Agradecería que todas aquellas personas que se dedican a menospreciar a un colectivo, añadan en su comentario a qué se dedican profesionalmente para así poder entrar a valorar su trabajo. Así por lo menos estamos en igualdad de condiciones. (Para así poder criticar y decidir si se está ganando el suelo o no). ¿Os parece?

  4. En primer lugar, me gustaría que las personas que han escrito desprestigiando nuestro trabajo mostrasen el mismo respeto que mostramos los demás al suyo sea el que sea, desde luego sería un aprendizaje muy valioso en esta cuarentena y con que volvieran en septiembre o cuando tengan que volver al cole con esto aprendido nos daríamos por satisfechos. Nos asombramos de que nuestros políticos se insulten en estos momentos en lugar de colaborar… pues eso es lo que vivimos muchas veces con las familias, lástima que siempre los perjudicados sean los mismos.
    en cuanto al resto estoy totalmente de acuerdo con el artículo, los maestros no debemos desaparecer en estos momentos pero convertirnos en en un lastre más no creo que haga que los niños saquen nada positivo de la situación.
    Las actividades que me planteo y , creedme, lleva mucho tiempo darle vueltas y ser creativa, procuro que requieran el mínimo de tecnología posible, que puedan hacer en familia paranpasar un buen rato y que a los niños les ayude a tener una buena experiencia. Habría estado bien que en los órganos que deciden qué se hace hubiera maestros, por tomar decisiones de lo que cada uno sabe…
    Ojalá volvamos pronto y ojalá volvamos agradecidos, respetuosos y con ganas.

  5. Los padres que con esfuerzo llevamos a nuestros hijos estamos viendo que los colegios no bajan la cuota aunque claramente el servicio no puede ser el mismo y para justificarse nos bombardean con clases y tareas que nos machacan, nos agobian,… están demostrando muy copa ética

    1. Hola Joana,
      pero de eso no tienen culpa los profesores…es la política de empresa (un colegio en este caso) la de mantener las cuotas y de paso “obligar” a sus trabajadores a elaborar material extra para enviar a las familias. Y habría que ver si encima esos profesores siguen cobrando igual o qué está pasando con ellos.

  6. Hola buenas noches, yo soy profesora y madre y para poder mandar todos los contenidos, fichas y tablas con objetivos que me exige la Conserjería de Educación tampoco puedo atender a mis hijos ni hacer las tareas con ellos, yo tengo una reducción de jornada que ha desaparecido desde que estamos confinados porque estoy constantemente conectada para ver dudas, correos, etc… Muchos profesores nos estamos dejando la piel, igual el peso debería recaer sobre los que nos exigen que mandemos la misma carga de trabajo que si los niños estuvieran en el colegio.. a lo mejor en vez de criticar a los profesores deberíamos unirnos para proteger a los menores que viven y sufren todo el estrés de sus padres por llegar a sus trabajos y a sus tareas…

  7. Sí, yo creo que después de un mes del invento del cole en casa ya se puede ir tomando nota de las deficiencias, que son más que los aciertos.
    Este formato no tiene en cuenta la autonomía de los niños que es objetivo general en la educación, con 2 videicos han avanzado toda la prehistoria, con las autocorrecciones no aprenden porque hay que explicarles por qué han fallado lo que puede ser conflictivo en la relación padre/madre/hijo, cosa que no sucede en la relación maestro/a /alumno/a y, además, no todos los padres tienen por qué saber, ni por qué saber explicarlo ni por qué tener ganas de hacerlo si están súper preocupados con lo que pasa y con la incertidumbre del futuro próximo… ¿ dónde está el maestro de gimnasia? ¿Qué chorrada pide la de artes? Si la de música antes no les enseñaba a amar y valorar la música, ¿tenemos que hacerlo los padres con unos enlaces a contenidos digitales que no funcionan? Pues sí, creo que están cómodamente cobrando su nómina y que tanto no se esfuerzan. Ya nos podían dejar que libremente en casa disfrutemos de nuestros hijos y nosotros de ellos para seguir haciendo lo que se nos ocurre, con la espontaneidad de lo creativo y la creatividad que surge de la espontaneidad.
    Yo animo a que nuestras observaciones, lo más objetivas posibles, las hagamos llegar a quienes organizan el tinglado para que sea mejor y más sensato en la próxima emergencia.
    Gracias por el artículo. Gracias también a los docentes que sí saben acompañar y educar siempre. Recuerdo el gran pensamiento que alguien aportó a la pedagogía (quien? C. Rogers?): el buen educador educa con su persona.

  8. Bravo, bravo, bravo… me gusta mucho cuando se habla desde la ignorancia, me encanta ver como criticáis nuestra labor, sin haberos puesto en nuestro lugar…y meternos a todos en el mismo saco, porque creo que no nos lo merecemos, quizás el maestro de sus hijos se toque la nariz, pero créanme que yo no, yo sigo preparándome mis clases, sigo apoyando a los niños y no sólo con tareas, además apoyándolos emocionalmente, porque trabajo en un colegio de difícil desempeño, donde muchos luchan por tener algo que comer día a día, si usted cree que nosotros no valoramos eso, es que no entiende cuál es nuestra labor. Además de estar las 24horas del día pendientes del correo, del blog y del teléfono por si necesitan algo, porque yo voy a estar ahí para cuando esos padres y niños me necesiten. Yo creo que mi sueldo me lo gano muy honradamente, que habrá alguno que se toque las narices pues no se lo voy a negar pero de esos hay en todos los trabajos, no solo en el nuestro, así que por deferencia a los que si hacemos bien nuestro trabajo, le pido un respeto. Es muy fácil criticar y juzgar desde el desconocimiento, si usted cree que lo puede hacer mejor que nosotros, oye adelante, estudie mi profesión. Bastante poco nos quejamos.

  9. Buenos días, ahora mismo estamos el niño y yo en el recreo. Después terminaremos nuestras tareas y después nos haremos la comida. Su padre después de la lucha sin librar que lleva y yo con la mía, hemos decidido apoyar primero al niño por su esfuerzo y no por los resultados, como siempre, también agradecer enormemente el esfuerzo profesional y humano de todos y cada uno del personal del colegio. Y encarar el futuro con previsión, llámese nuevo curso, porque esto no acaba aquí. Soy muy consciente de ello, dado que somos sanitarios. Aprender, ya lo hace, con todo, lo que haces, hablamos y observa. Gestión de emociones, responsabilidad que no obediencia y un montón de cosas más. Hay días de todo!. Ánimo a todas las malasmadres, buenos hijos y buenos padres corresponsales

  10. Yo estoy totalmente en contra. Mis hijas han recibido materia nueva desde ayer lunes de Pascua y yo la verdad es que estoy sobrepasada: YO.
    Mi hija primera es una máquina y para ella hacer deberes es una maravilla. Su profesor nos videollama un día en semana y se moría de vergüenza de no hacer deberes y que él lo supiera. 3 primaria.
    Mi hija Segunda es feliz haciendo grupos de WhatsApp con sus amigas y quiere hacer videollamadas con ellas todo el tiempo. Hacer deberes le espanta. Sentarla es imposible y me pregunto cómo es posible que que sea la mejor de su clase si yo LA SUSPENDERÍA con un cero, eh? 1 primaria. Ah! Y le mandan más cosas que a la tercero, así la que los pone, se cuelga la medalla de ser la mejor profe del universo.
    Mi tercera dice que quiere hacer deberes pero se escapa a jugar cuando puede. Es normal porque está en segundo de infantil y le importa un bledo la vida escolar, ella quiere celebrar su cumple con los de su clase. Sólo.
    Y mi hijo de dos años aprovecha para tirarse de cabeza desde cualquier sofá o chocarse con una moto pasillo abajo a toda velocidad. Es lo que tienen los dos años.
    ¿En serio tenemos que hacer deberes? Lo digo por mí, que no quiero. Quiero disfrutar de este confinamiento como hasta ahora, protegiendo a mis niños y jugando a la vida es Bella. Preguntadles cómo están ellos sin hacer deberes, creo que mil veces mejor.

    1. En mi opinión, un poco feo eso de decir que la hija de una es la mejor de la clase. Además me despierta curiosidad, ¿eso cómo se sabe, en primero de primaria? Es el curso de mi hijo, y a mi solo me envían las notas de él. A mí me parecen muy buenas, y puedo aprovechar para presumir aquí que por lo visto es de lo que se trata, pero no me atrevo a asegurar que sea “el mejor de la clase”. Es más, no me interesa qué lugar ocupe en la clase, me interesa que sus notas sean aceptables y que esté contento. Un saludo

  11. Entonces que teletrabajen gratis, mientras yo teletrabajo en casa partiéndole el lomo. Creo que os estáis yendo de madres, nunca mejor dicho. Cada uno tiene que ganarse su sueldo. Y no estar mandando fichas y ganando un sueldo que ya querría un mileurista. Igualdad por favor.

    1. El papel de maestro lo estamos desempeñando los padres en casa, tanto quejarse los maestros que no pueden teletrabajar desde casa cuando lo único que hacen es mandarles fichas y cobran su sueldo íntegro y ya los padres, tutores etc le ayudarán a hacer y ellos en casa quejándose que no tienen tiempo anda por favor. El día tiene 24 horas y es cuestión de organizarse y punto tanto quejarse cuando el resto de familias que no son docentes están en un ERTE o paro directamente. Un poco de de decencia por parte de los maestros y no hacer el mínimo esfuerzo como siempre.

      1. Buenas noches, por decir algo.
        Me parece horrible su comentario, sobre todo por el desprecio que de él se desprende .
        Espero que sus hijas o hijas, no tengan esa percepción de sus maestros/as porque luego viene cuando nosotros/as tenemos que hacer de padres y madres ya que a parte de enseñar, también educamos, y educamos en valores que le corresponden muchas veces a la familia, pero… ¿ sabe qué? Lo hacemos con gusto, porque vivimos en sociedad y porque nos desvivimos por nuestros niños/as, porque sus problemas son los nuestros.
        Así que le digo… si ahora le toca ser organizadores de las actividades de sus hijos/as, es lo que hay y es parte del deber que tenéis como personas que han decidido tener hijos/as.
        Más nos gustaría estar en clase, porque la gran mayoría, lo hacemos de corazón y tenemos vocación.
        Y si le parece un trabajo fácil, solo tiene que estudiar la carrera, opositar y quizás en 10 años logre su objetivo, aunque no lo creo, ya que para este trabajo, la empatía y el respeto, resultan fundamentales.

      2. Totalmente de acuerdo con vosotras. Nadie estábamos preparados para una situación así pero nos tenemos que apañar como podemos. Para los que trabajamos en empresas privadas es lo que hay, seguimos intentando atender las exigencias de nuestro trabajo de la misma manera que antes a pesar de las circunstancias. Ahora yo me encuentro intentando sacar a duras penas 8 horas de trabajo diario además de ser maestra de 2 niños a los que solo se limitan a mandar tareas (ni si quiera las corrigen!) y agradecernos a los padres el esfuerzo (eso sí, agradecidos un rato). Menos agradecimientos y más pringar como hacemos todos, que yo misma tengo que atender llamadas, videoconferencias, etc etc con 2 niños “dando guerra”, llamándome, interrumpiendome… Pero claro, pedirle esto a un maestro es impensable! También los hay muy profesionales que si tienen que atender online a un alumno con su hija de un año en brazos lo hace pero por desgracia son los menos, el resto se limita a defender a capa y espada lo mucho que trabajan y lo que se merecen los 3 meses de vacaciones, como si el resto de profesiones nos tocasemos la barriga todo el año o no tuviésemos estrés o problemas en el trabajo.
        Estoy muy de acuerdo con las tutorías online o grupales, me parece fundamental que siga habiendo ese contacto entre alumno y maestro y deberían ser instrucciones que vengan desde el ministerio de educación, que ningún maestro/profesor se pueda escaquear. Pero creo que los maestros se les echarían encima porque se habla mucho, o mejor dicho, ponen de excusa, que no todas las familias tienen los mismos recursos tecnológicos pero alguien ha pensado en aquellas familias que no tienen formación suficiente para satisfacer las dudas de sus hijos? Claro, eso no interesa al colectivo ponerlo sobre la mesa…
        Por cierto, su sueldo claro, lo cobran íntegro con la excusa del “teletrabajo”. Que teletrabajo señores? Cuántas horas pueden echar en preparar unas fichas para una semana que además las descargan de internet? Por favor, es indignante.
        Y que no nos olvidemos, vuelvo a insistir en que todos o la inmensa mayoría nos hemos tenido que poner mucho las pilas para poder teletrabajar, sin conocimientos y sin recursos pero ahí estamos, sacando el trabajo adelante y no le pedimos a nadie que lo haga por nosotros.

    2. ¿Y si en vez de destruir y desmerecer propones y ayudas a mejorar? Si tan fácil es ¿por qué no te dedicas tú a ello? Necesitamos más gente como tú en este mundo. Nótese la ironía.

      1. Es “gracioso” ver cómo nos ofendemos porque trabajadores cobren su sueldo íntegro pero no decimos nada del sueldo íntegro que siguen cobrando, dietas incluidas los diputados, senadores, concejales…etc. Divide y vencerás. Siempre funciona.

  12. Estoy totalmente de acuerdo. La labor del docente debe ser de acompañamiento emocional para su alumnado. Se debe asumir que el curso finalizó el 12 de marzo. Todo lo que se haga después debe ser repaso y acompañamiento.
    Nuestros hijos hijas, alumnos, alumnas, no están de vacaciones, están viviendo unas circunstancias excepcionales para las que hay que tomar medidas excepcionales

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