¿Qué quieres encontrar?

Cómo convivir con un/a adolescente que casi siempre está de mal humorado

Cómo convivir con un/a adolescente que casi siempre está de mal humorado

Si convives con un adolescente seguramente sientas que se pasa el día enfadado. Que su mal humor es casi constante y que solo parece feliz cuando sale con sus amigos o consigue aquello que desea. Que se queja por todo y tus ideas o propuestas siempre le parecen mal. Que muestra poco interés por compartir contigo aquello que le preocupa y considera que eres una pesada cuando intentas interesarte por él. Hagas lo que hagas, le molesta.

Cómo convivir con un/a adolescente que casi siempre está de mal humorado

La adolescencia es una etapa complicada porque en ella el adolescente experimenta grandes cambios físicos, hormonales y emocionales que le producen mucha inestabilidad emocional e incerteza y afectan  en su estado anímico. Unos cambios que le hacen vivir a bordo de una montaña rusa de emociones que va demasiado deprisa y no sabe gestionar bien. Unas emociones desagradables que le hacen comportarse de forma rebelde e irascible, tomar malas decisiones y le llevan a decir cosas que realmente no siente o a actuar de forma impulsiva.

Sentir que algo no es justo, no conseguir alguna cosa que desea o no saber expresar correctamente lo que necesita provoca en el adolescente mucha frustración y descontento. A lo largo de un día  puede experimentar emociones opuestas como la alegría o la tristeza o la emoción o el desánimo.

Es muy normal que el mal humor de tu adolescente te acabe desgastando y creando con él una relación basada en la bronca continua y el difícil entendimiento. Que te aparezcan dudas de que si tu hijo te quiere o te necesita a su lado. Como mejor sepas gestionar estas emociones desagradables, cuanto menos te lo tomes como algo personal, te ofendas y pelees, más rápido volverá la calma a casa.

La adolescencia es la etapa educativa más desafiante que te va a tocar acompañar y de nada te va a servir perder los nervios o querer que tu hijo cambie su comportamiento a base de amenazas o castigos que nunca cumplirás. Identificar, comprender y acompañar con serenidad los cambios de humor no te va a resultar una tarea sencilla ya que es una situación incómoda y altamente contagiosa que a menudo provoca que se reaccione ante ella con mal humor y reactividad.

Tu hijo más que nunca necesita de ti tu serenidad, disponibilidad y presencia para que le ayudes a saber qué le ocurre en su interior. Dotarle de recursos emocionales que le permitan hacer frente al enojo, el miedo o la tristeza será clave para su desarrollo madurativo. Un joven que aprenda a gestionar sus emociones correctamente será capaz de enfrentarse a una injusticia de manera sana, superar las adversidades con serenidad y autonomía y hacer frente a la frustración de forma adecuada.

Cómo convivir con un/a adolescente que casi siempre está de mal humorado

Claves para hacer frente al mal humor de tu adolescente:

1. Cuando tu adolescente esté de mal humor no actúes inmediatamente para intentar que lo cambie. No debes intentar reprimirlo ni contenerlo, sino ofrecer las herramientas necesarias para hacerle frente de manera positiva. Dale el tiempo y el espacio que necesita para bajar la intensidad de sus emociones. Entender que cuando se siente así lo pasa mal y que no provoca la situación voluntariamente  te ayudará a acompañarlo con calma y empatía sin sentir que sus conductas pretenden provocarte o hacerte daño.

2. Con grandes dosis de cariño, ayúdale a poner palabras a lo que siente, a identificar la situación que le provoca su malestar escuchándole sin interrumpirle ni hacer juicios de valor. Si siente tu comprensión y empatía será mucho más probable que te pida ayuda para gestionar sus emociones. El diálogo y la escucha activa hará sentir a tu hijo tu empatía e interés por ayudarle. Deberás respetar su privacidad y aceptar que, en algunas ocasiones, no quiera compartir contigo lo que le sucede.

3. Entender que el cerebro de tu adolescente se encuentra en una fase de total transformación y que su corteza prefrontal, que se ocupa de la inhibición de los impulsos y la gestión de las emociones, aún no tiene la suficiente madurez para trabajar correctamente te ayudará a no reaccionar de forma inadecuada con él. Un cerebro inmaduro que pide tiempo para acertar en las elecciones y para dejar de comportarse de forma impulsiva e infantil.

4. Si tu hijo se enfada en exceso con todo el mundo, durante un tiempo prolongado y estos cambios de humor le hacen comportarse de forma violenta sería conveniente buscar la ayuda de un profesional para que os ayude a modificar su comportamiento. Los problemas de sueño o alimentación, el empeoramiento significativo de sus resultados académicos, la dificultad para respetar los límites o el aislamiento social pueden ser señales de alarma.

Un adolescente que aprenda a hacer frente y gestionar de manera positiva sus emociones intensas será un joven más feliz y seguro de sí mismo. Capaz de evaluar aquello que le disgusta y buscar soluciones a sus problemas de forma efectiva y responsable. Tu acompañamiento consciente y tu paciencia será clave para que lo pueda conseguir.  El amor y el respeto serán el mejor antídoto para acabar con el mal humor.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *