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El agradecimiento

El agradecimiento

– Mamá, ¿por qué siempre das las gracias por todo?

– Porque debemos ser personas agradecidas.

– Y si no damos las gracias, ¿qué pasa?

– Que nunca serás consciente de las cosas maravillosas que pasan o tienes a tu alrededor.

Mi abuela me decía siempre que “el agradecimiento es la memoria del corazón”. Sin duda, una de las lecciones más importantes de mi vida. La educación emocional debe ser la base en la formación de nuestros pequeños y enseñarles a ser agradecidos es uno de sus pilares. La gratitud es sin duda una de las emociones más saludables que existen para nuestro organismo. Los niños y niñas educados en el agradecimiento son personas con un mayor autoconocimiento, empatía y autorregulación personal.

Vivimos en una sociedad donde todo pasa demasiado deprisa y nuestros hijos e hijas se están acostumbrando a vivir en una constante insatisfacción. Dicho descontento hace que, cuando consiguen una cosa que les satisface no la disfruten y centren su atención en la siguiente cosa que les tenga que deleitar, olvidando la parte más importante del proceso; el disfrutar y saborear el momento de todo lo conseguido. Los adultos también sufrimos esta adaptación hedónica y nuestros hijos copian nuestro patrón.

Por este motivo debemos enseñar a nuestros hijos e hijas a ser agradecidos, a practicar la gratitud. Numerosos estudios describen que las personas agradecidas son más altruistas, tienen más capacidad de concentración, mejor autoestima, son más felices y optimistas, poseen mayor estabilidad emocional y consiguen mayor éxito personal.

El agradecimiento va más allá de simplemente dar las gracias. Debemos enseñar a nuestros hijos a ser agradecidos de manera incondicional y no sólo cuando las cosas salen como uno espera. El agradecimiento debe convertirse en una actitud, en un hábito de vida. Aprender a ser feliz sin que haya ocurrido nada especial, estar agradecidos por todo o nada a la vez.

Ayudémosles a valorar la belleza de las cosas simples, a que aprendan a agradecer sus triunfos, a sentirse privilegiados porque hay mucha gente que les quiere, cuida y  se preocupa por ellos. Que valoren a su familia, sus amigos, sus educadores y todos aquellos gestos que diariamente reciben de forma desinteresada.

Ser agradecido significa sentirte afortunado por todo aquello que tienes, reconocer la ayuda de los otros, valorar los esfuerzos cotidianos, aprender a reír de los problemas. Esta actitud nos permitirá no olvidar nunca que somos más valientes de lo que creemos y más fuertes de lo que parecemos.

Enseñémosles a ser agradecidos no sólo con palabras, sino con gestos; un abrazo, un beso o una simple sonrisa son suficientes para dar las gracias. Animémosles a hacer una lista de cosas, personas o situaciones por las cuales se sienten especiales, se quedarán enormemente sorprendidos de todo lo bueno que tienen a su alrededor.

Ahora tú  Malamadre, ¿qué pasaría si hoy te despertaras sólo con las cosas por las que demuestras tu agradecimiento?, ¿creéis que agradecemos poco? Os esperamos en los comentarios.

emociones

Han comentado...

  1. Me ha encantado, que sabias palabras te regaló tu abuela, yo suelo agradecer a la gente sus detalles y con ello enseñárselo a mi hijo. No me cuesta dar un gracias y espero que él también sepa hacerlo en un futuro. Somos sus espejos. Feliz fin de semana.

  2. Totalmente de acuerdo. Yo, soy de naturaliza agradecida. Creo que por justicia y por egoísmo, porque anda que no sienta bien sentirse bien con lo bueno que se tiene. Procuro que esto se viva bastante en casa. Para mí, lo primero, es evitar la queja constante, al menos delante de ellos. Porque para ellos, algo como “estoy cansado”, que es verdad, dicho por nosotros así como cosas inocentes similares, se convierte en el foco.
    Un beso, guapa, y gracias por el post.

  3. Es de bien nacido ser agradecido o algo parecido me decía siempre mi abuela y que razón tenía. Yo lo intento a diario con el buenhijo unico intenso y casi hiperactivo diría yo, y a pesar de ser así luego es un sol porque es muy agradecido,simpático y cariñoso y sí, enseñarles a ser agradecidos nos hacen y les hacen mejores personas.

    1. Mi abuela siempre me decía que el agradecimiento es la memoria del alma.
      Un abrazo

  4. Muy buen post, yo hablo con ellos sobre todas las cosas buenas que tenemos y que sin embargo damos por sentadas: una familia, salud (qué fundamental), personas que nos quieren, amigos, o algo tan simple como una cama en la que dormir. Mi hija mayor de 11 años ya empieza a entenderlo y a mirar alrededor con otros ojos. Confío en poder inculcárselo a los 3 buenoshijos. ¡Gracias por éstas reflexiones tan importantes!

    1. Muchas gracias me alegro que te haya gustado.
      Yo intento trabajarlo con mis hijos a diario intentando ser un buen ejemplo
      Un abrazo

  5. Gracias Sonia. Es un post precioso, sincero, sencillo y que me ha llegado en el momento oportuno. Me siento afortunada por lo que tengo, y por saberlo descubrir día a día, y por que existan personas como tú que se ocupan y preocupan de recordárnoslo. Gracias Sonia.

  6. Me encantó este artículo, de verdad qué hay muchas cosas por las cuales no agradecemos, y el simple hecho de despertar y estar vivos es motivo de agradecer, haré el ejercicio con mi hija, está pequeña pero creo que entenderá la dinámica.
    Desde la gratitud me alegra haber leído este contenido.
    Feliz día
    Kati

  7. Buenos dias!
    Graaaaaaaaan post.

    Este post me lo voy a aplicar a mi misma.

    Muchas gracias por este post.

  8. Precioso el post… cuánta verdad… la gratitud es el primer requisito para sentirse plenos, satisfechos y felices al fin y al cabo… me han encantado este post…

  9. Estupendo post. La gratitud es un valor en desuso. Yo si soy agradecida, pero mis hijos no tanto. Los niños tienden a ser muy tiranuelos, y aunque dan las gracias porque son educados, es cierto que no se sienten agradecidos por la vida que tienen. Dan por hecho que es lo que merecen por su cara bonita. Me pongo las pilas. A partir de ahora, gratitud en vena en el desayuno!!

    1. Me alegra que te haya gustado el post.
      Hay que trabajar el agradecimiento con nuestros hijos a diario pero en ocasiones no resulta fácil.
      Nosotros recordamos todo lo bueno que tenemos por la noche

  10. Mis abuelos me enseñaron agradecer cada situación y momento de mi vida, actualmente sigo agradeciendo cada día de mi vida…. Me hace feliz dar las gracias, saludar, sonreír… En definitiva ser feliz cada mañana hasta llegar la noche y siendo así me cuesta mucho enseñar a mis hijos agradecer y dar las gracias… Pero estamos trabajando en ello… Bonito artículo… Muchas gracias

    1. Mi abuela tb me enseñó a agradecer. Siempre me decía que el agradecimiento es la memoria del alma.
      Me alegro que te haya gustado el artículo
      Un abrazo

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