Hoy es un día para sensibilizar y denunciar la violencia contra las mujeres y niñas en todo el mundo, una fecha necesaria para poner encima de la mesa una problemática social que siempre ha existido, pero que quedaba oculta a los ojos de la sociedad, incluso a los ojos de las personas que la sufrían: la violencia machista.
Como ocurre con todo aquello que no se nombra o no se reconoce, parece que no exista y por tanto la lucha para visibilizar el problema es más compleja. Por eso, disponer de datos reales de mujeres que sufren o han sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida en su vida es difícil, pero nos sorprenderíamos si contáramos con porcentajes reales porque seguro que muchas de nosotras recordamos alguna época, alguna relación, alguna noche, algún día en la oficina en la que nos sentimos intimidadas, amenazadas, sin libertad o incluso sufrimos daños físicos y psicológicos.
En los últimos años se han dado pasos muy importantes en la lucha por la violencia contra las mujeres y niñas y, aunque viendo los datos parece que la violencia machista aumenta cada año, lo cierto es que las mujeres nos atrevemos a denunciar más, plantando cara al machismo y a los hombres que lo perpetúan.
Para hablar de violencia de género, de por qué debemos denunciarla y cómo tenemos que educar a nuestras buenashijas y buenoshijos en la igualdad, hemos contado con Marisa Sotelo Ávila, Directora de Fundación Mujeres y miembro del Observatorio Estatal contra la Violencia de Género.
Entrevistamos a Marisa Soleto Ávila
*Podéis seguir a la Fundación Mujeres en Facebook, en Twitter y en su web.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de violencia machista? ¿Por qué es importante definirlo con el término “machista”?
La violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo es la definición que desde las instituciones internacionales como la ONU se ha venido utilizando para definir la violencia de género. Se trata de una violencia que se ejerce por motivos ideológicos. Argumentos que aún esgrimen hombres que creen tener derecho a someter, controlar, humillar o agredir a las mujeres que tienen en su entorno. Este tipo de comportamientos se basan en una visión machista de la realidad y de las relaciones humanas y afectivas y por eso el término violencia machista se está empezando a utilizar mayoritariamente. Es más claro respecto de las causas y las consecuencias de la violencia contra las mujeres.
¿Qué situación o situaciones deben llevar a una mujer a denunciar?
Se debe denunciar ante cualquier delito contra la integridad moral o física o contra la libertad sexual de las mujeres, incluyendo los insultos, amenazas, acoso, intimidación o cualquier tipo de vejación. Son delitos que están en nuestro código penal. No obstante, hay que trabajar adecuadamente con las víctimas de este tipo de violencia para que vayan con la información, asesoramiento y apoyo adecuado a presentar la denuncia.
Lo mejor que puede hacer una mujer que cree que tiene que denunciar es buscar ayuda en las instituciones o en las asociaciones especializadas incluso antes de interponer la denuncia. Tener buena información y apoyo en el momento de la denuncia es un factor decisivo para la seguridad.
¿Se ha incrementado en los últimos años el número de denuncias por violencia machista? ¿Por qué sigue existiendo un porcentaje muy alto de mujeres que están viviendo situaciones de violencia de género sin embargo no se atreven a denunciar?
Tenemos siempre que recordar que venimos de un tiempo en el que la violencia ejercida contra las mujeres no estaba sancionada ni social ni casi penalmente. La legislación española que aprobamos hace ya casi 15 años, tenía por objetivo romper con el silencio de las víctimas y la impunidad de los agresores. Gracias a esta Ley muchas mujeres se han decidido a denunciar y por eso la impresión que tenemos es que la violencia sube, pero no es cierto; simplemente sale a la luz lo que estaba oculto.
Lamentablemente muchos de los factores que aún retraen a las mujeres de denunciar siguen vigentes; el miedo, la presión social, la falta de autonomía y las propias características del maltrato que destruye, aísla y, en ocasiones, responsabiliza a las propias víctimas de la violencia que sufren. Esto hace que muchas mujeres no se atrevan a denunciar. Tenemos que seguir trabajando para conseguir que ningún acto violento se quede sin denunciar y para proteger a todas las mujeres de esta violencia criminal.
¿Cuáles son los protocolos que se siguen cuando una mujer denuncia? ¿Cómo se la protege?
Existen protocolos policiales para la protección y también las medidas judiciales de la orden de protección. Todas las víctimas tienen derecho a estas medidas. Pero es muy importante que las víctimas tengan un adecuado asesoramiento legal especializado y la suficiente información sobre los recursos existentes para su propia protección y reconstrucción de su vida. El apoyo del entorno social y familiar también es importante. Todo el mundo tenemos que hacernos responsables de la protección a las víctimas y las instituciones y poderes públicos han de analizar si las medidas que se están aplicando funcionan adecuadamente.
Recientemente hemos leído titulares que indican que las agresiones machistas han aumentado en la última década, ¿cómo tenemos que interpretar esta realidad?
Como hablamos de unas agresiones que habitualmente no se denunciaban, no podemos interpretar que hay más violencia, sino que existen más oportunidades para las mujeres víctimas de
denunciarlas. La lucha contra la violencia machista es también una pelea contra la impunidad de los agresores. Los derechos de las mujeres y la igualdad se defienden también facilitando que las mujeres puedan denunciar los delitos que se cometen contra ellas. No es posible decir que un mayor número de denuncias es una buena noticia porque revela que tenemos un problema, pero que todas las agresiones contra las mujeres se denuncien es una parte
imprescindible para resolver este problema.
¿Cuáles son las palancas de cambio que necesitamos para acabar con la violencia machista? ¿En qué ámbitos tenemos que trabajar?
Acabar con la violencia machista es una carrera de fondo y el único camino es el que estamos desarrollando. Sanción penal y social para los agresores, protección y reparación del daño para las víctimas y prevención para toda la sociedad. Nos costará tiempo, pero es la única solución que conocemos.
La educación es clave, no solo en las escuelas sino también en el hogar. ¿Qué podemos hacer como madres o padres para evitar ser víctimas o agresores de violencia machista?
Educar en igualdad. No dar por buenos e incluso combatir los estereotipos que condicionan los aprendizajes y la construcción de expectativas de vida de niños y niñas. La igualdad, el respeto, la cooperación, tiene que entrar en las relaciones afectivas y tienen que salir los mitos del control, el dominio y la sumisión. Este es el mejor contexto para conseguir que las niñas aprendan a protegerse del maltrato y los niños desechen los comportamientos violentos.
Necesitamos contenidos educativos y también modelos de relación en la vida cotidiana.
Pienso que queda mucho por hacer, a mí,como educadora me preocupan los niñas y niños jovencitos…que en muchos casos se relacionan con patrones de décadas ,ya pasadas, cuando un chico de 15 años controla el móvil de su amiga, y la ropa que lleva…y encima ella dice (que lo hace por su bien)…por qué la quiere!! Pues algo estamos haciendo mal, o ahí falta más informació o el concepto de “amor” tenemos que transmitirlo de otra manera!! Habría que dejar muy claro…que nadie pertenece a nadie, y que creo que sí mezclamos Amor y posesión vamos muy mal!
Tememos que hablar en casa a medida que nuestras buenas hijas e hijos vayan creciendo y tratar estos temas según se van presentando! Además los educadores, maestros madres y padres seremos el mejor ejemplo!! Por qué las actitudes machistas se filtran sin darnos cuenta!! En el cine, la television, en comentarios por la calle, las letras de la música del reguetón!! Que el ritmo es muy lindo!!! Pero alguien se ha pasado a escuchar esas letras?bueno ahí lo dejo…La reflexión y la educación debe ser continúa!??
Interesante post, muchas gracias.
La educación es fundamental…es la base…ya desgraciadamente desde las películas de Disney nos están “enseñando” cuál es nuestro papel en la vida, la falta que nos hace un hombre que nos salve de todo o el derecho que tiene un hombre a escoger qué mujer quiere o si la besa o deja de besar…hace falta mucho para cambiar pero afortunadamente muchos y muchas estamos en ello.
Gracias por vuestra labor
Creo que no has visto Frozen, no me parece que a Elsa le haga falta ningún hombre para hacer nada. No busca su principe….
si nos ponemos así, mejor no ver nada ni leer cuentos, porque siempre sacaremos algo malo.
No sería mejor hablar con nuestros hijos después de ver la peli y comentar los valores que nos parezcan importantes?
No sé si queremos que se eduquen solos con la sobre información que reciben, pero para mí es primordial usarla para explicar después la aplicación que le podamos dar.
Hola Verónica,
Sí, he visto Frozen, la primera película, la segunda aún no.
Hablar con nuestros hijos después de ver la película me parece muy buena idea, pero la verdad, casi prefiero que directamente no vean algunas cosas, por supuesto desde mi punto de vista, cada uno es muy libre de ver o dejar de ver lo que considere necesario. Pero el argumento de la mayoría de las películas de Disney, al menos las clásicas que vimos los de mi generación, es que las mujeres no tenemos amigos, solo hablamos con animales; las otras mujeres son nuestros rivales que luchan con nosotras para conseguir a ese príncipe azul…lo de Cenicienta (por sólo citar un ejemplo) tremendo!!! como siempre, una madrastra mala y unas hermanastras malas que cómo no, son mujeres y feas y con sobrepeso para que quede claro cómo tenemos que ser las mujeres de bien. La Cenicienta que es la buena, es una mujer guapa, dulce y sumisa que no se enfada ni puede mostrar sus sentimientos, sólo debe mostrar fragilidad…por si nos quedaba alguna duda de cómo debemos ser las mujeres.
Para guinda del pastel, el príncipe se monta una fiesta dónde ÉL elige qué mujer se le antoja…
Lo siento Verónica, pero yo antes que sentarme a hacer crítica constructiva con mis hijos (hijas en mi caso), prefiero que directamente vean otro tipo de películas…
Y comento la Cenicienta pero anda que Blancanieves…o la Bella y la Bestia…es que son muchas, de verdad.
Y no de todos los cuentos se saca algo malo, por suerte hay muchas películas, cuentos y juegos que no siguen perpetuando los roles de género.
Gracias por tu comentario y un saludo!