¿Siguen las niñas queriendo ser princesas? ¿Ha cambiado algo en esta generación con respecto a nuestra infancia? Yo respondería a estas preguntas pensando en las buenashijas que se fijan en películas de princesas y en sus disfraces pero hay algo que ha cambiado y es que el modelo que nosotras como Malasmadres les estamos transmitiendo desde pequeñas, un modelo que va rompiendo con los cánones y estereotipos establecidos. Más de una vez me ha dicho la buenahija1: “yo también soy Malasmadres, mamás”. Nuestra protagonista de hoy, Covadonga González-Pola viene a hablarnos de esto mismo y de cómo romper lo establecido. Nos presenta además su libro ‘Las niñas ya no quieren ser princesas’. ¡No os perdáis este interesante post!
Todas soñamos con sus vestidos y con su magia. Con que un día apareciese el hada madrina y nos echase algo más que un cable para poder salir de una situación que no nos gustaba un pelo. Incluso a veces soñamos que el amor nos salvaría.
Pero poco a poco nos dimos cuenta de que no era lo mismo ser la buenaprincesa que ser la heroína de la historia. Nos dimos cuenta de que el amor nos encanta, pero no nos rescata, que las hadas madrinas pueden acompañarnos pero no resolvérnoslo todo y también nos dimos cuenta de que la magia la creamos nosotras mismas.
Así fue como empecé a pensar que las buenasprincesas estaban muy lejos de lo que queremos ser. Lo que deseamos está mucho más cerca; los modelos que seguimos son los de mujeres reales y luchadoras, como las Malasmadres.
Y así me puse a escribir estos cuentos, pensando en esas niñas que fuimos, en las princesas Disney que quisimos ser y en las mujeres en las que nos hemos convertido. Pensé: ¿Qué haría una mujer de hoy en esta situación? ¿Cuántas se quedarían esperando al príncipe? ¿Cuántas se aburrirían de quedarse como pasmadas a ver si las cosas se arreglaban solas y llegaría un momento en que dijeran: “quita, ya lo arreglo yo”?
¿Y si fueras la Bella Durmiente?
Ay, eso de que nos comprometiesen con un desconocido al nacer, creo que no lo habríamos aceptado ni locas. Y más cuando estamos en las mismas y vemos que en lugar de heredar el trono, se lo va a llevar ese desconocido. ¿Y nosotras, qué? ¿Alguien nos preguntó? Si fueras Aurora, seguro que te harías escuchar,
Lo que sí que tengo claro es que no serías tan ingenua como Blancanieves. Y que no te irías a lo loco a casa del primer muchacho que aprovechase verte dormida para estamparte un beso. Las chicas de ahora no somos tan inocentes. Pero seguro que, si alguna vez alguien te la ha dado con queso, como a ella, al final has sabido reaccionar.
Imagen: Theodyseeyonline.com
Porque, seamos sinceras…
Si fueras Cenicienta… ¿esperarías a que apareciese el Hada Madrina o te plantarías delante de la madrastra y le dirías que ya está bien de gorronearte?
Si fueras Nala (El rey león)… ¿no les dirías a las leonas que mejor que seguir aguantando a Scar podrían recordarle que ellas son las que llevan el peso de la manada, que ellas son las que cazan y las que cuidan a los cachorros mientras él está echando el reino a perder?
Si fueras Ariel, la Sirenita… ¿te quedarías callada como le dijo la Bruja del Mar o harías todo lo posible por disfrutar de tus días como humana y tratarías de que el príncipe se convirtiera en tu compañero, y no en tu salvador? Seguro que tú no te conformabas con poner morritos para ver si le daba por besarte.
¿Y si fueras Bella? ¿Perdonarías todo a una bestia que te ha secuestrado, recelarías de que su cambio fuera real? ¿Creerías que una persona que no ve que la belleza está en su interior puede llegar a ser un #Buenpadre?
¿Qué dirías si te dijeran que eres la última de tu estirpe, pero en lugar de dejarte reinar te obligasen a elegir a alguien para que se casase contigo? Pues eso es lo que le hacen a Jasmín (Aladdin). Pero seguro que si tú fueras ella te impondrías y dirías que una mujer es siempre una maravillosa candidata para organizar un reino en condiciones.
Las niñas ya no quieren ser princesas
¿Quieres saber cómo reaccionarían las princesas de tu infancia, esas chicas Disney, si fueran mujeres de nuestro tiempo, mucho más parecidas a las Malasmadres? Eso es lo que quise reflejar en el libro. Son las mismas princesas, los mismos escenarios y las mismas tramas de siempre… hasta el momento en que ellas despiertan y deciden actuar en lugar de esperar. Tanto si eres Malamadre como buenadolescente, estos relatos te harán recordar con ilusión tu infancia, pero también descubrir cuánto has avanzado, que eres una mujer empoderada y que se parece mucho más a las heroínas de los finales de estos cuentos que a los de los originales. Porque tú eres mucho más que una princesa.
Las niñas ya no quieren ser princesas pretendía hacernos recordar los cuentos de nuestras princesas Disney más adoradas. Las historias no pierden la magia, ni el valor, pero en este caso la varita, el poder, la fuerza… es para las princesas. Cada una de ellas vive su propia historia, pero esta vez es realmente suya, porque toman las riendas de la historia y eligen salvarse a sí mismas. Se parecen mucho más a nosotras.
Y vosotras Malasmadres, ¿cómo creéis que podemos cambiar el modelo en el que se fijen nuestras buenashijas? Esperamos vuestros comentarios.
Antes de irnos…
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