*Hoy al final del post os invito a que mostréis vuestra #BellezaSinFiltro .
Fui de las últimas de mis amigas en desarrollarme. Parecía que nunca llegaría. Me acercaba a cumplir 13 años y nada. Pero días antes de mi cumpleaños, llegó. Por fin me sentía parte de mi círculo. Era una más. Por un momento pensé que algo iba mal. Pero llegó, con la ovación surrealista de mi madre y su mejor amiga, delante de mí gritando “¡¡ya eres una mujer!!”. Lo malo es que llegó, no como la había esperado, llegó sola y dolorosa, sin aumento de talla de sujetador y con un crecimiento desorbitado de mi nariz y mi culamen.
Durante años, mis aliados fueron los sujetadores de relleno y la chaqueta vaquera atada al culo. Lo de la nariz tenía poco arreglo… Pero la cosa no fue a mucho más.
El objetivo siempre fue el mismo, desde pequeña: pasar desapercibida, vestir como todas y ocultar mis diferencias. Mejor no destacar, no hacer demasiado ruido… Pasar de puntillas, ser como ellas…
¡Qué dura es la adolescencia! Lo que vino después no fue tampoco mucho mejor. A todas mis inseguridades se sumó el cóctel molotov de la juventud, divino tesoro. Las dudas sobre el futuro, los amores imposibles y la desdicha. La Drama Queen, que estaba silenciada, se vino arriba y dijo con condescendencia: “esta es la mía”, fue acomodándose sigilosamente hasta coger tanta fuerza que ya fue difícil no cogerle cariño.
Eso sí, el amor propio siempre me ha sobrado, más por los míos, que por mí misma, pero NUNCA, y NUNCA es nunca, dejé que esos complejos absurdos me limitaran y los notaran los demás. Los escondía tras un carácter fuerte (a veces demasiado fuerte).
No se puede dar marcha atrás. Qué rabia, ¿verdad? Para decirle a esa niña que celebre sus diferencias, que quiera más a su cuerpo, que se aleje de lo impuesto y se sienta bella como es.
Hace unas semanas escuchaba a Laura Pausini decir que la maternidad le ha dado poder. Y me sentí tan identificada. Eso me ha dado a mí también. MUCHO POWER, queridas. La maternidad ha removido tanto mi interior, me ha vapuleado tanto que ha puesto el orden correcto a todo mi ser. Hay días mejores y días peores. La Drama Queen siempre estará conmigo. Pero ahora me miro al espejo y me reconozco, me respeto y me quiero. Por fin, la maternidad me ha dado la fuerza para saber que si no me quiero a mí misma, ¿cómo voy a quererlas a ellas? ¿Cómo les voy a educar en esa autoestima que yo no tuve muchos años? No será fácil. Porque mi madre me educó así y tardé 30 años en entenderlo, pero quizás si no hubiera tenido una maestra como ella no hubiera llegado nunca a empoderarme de verdad… y entender que mi Belleza es esto. Mi belleza es la oreja que tengo doblada desde la barriga de mi madre, mi belleza son mis pecas, mis cicatrices, las visibles y las invisibles, mis ojeras profundas y oscuras, mi pelo fosco, mis dientes no tan blancos, mi culamen desmedido. Y ahora todo lo que parecían complejos es lo que me hace más auténtica, más real, más única.
Y hoy lo celebro. Y vosotras tenéis mucho que ver. Solo tenéis que tirar para atrás en mi instagram y ver cómo me escondía de mi verdad, de mi Belleza Real tras el filtro “clarendon”, que borraba las ojeras, contrastaba la piel y daba un reflejo de mí que no era. Además de parecer que iba pintada como una puerta, todo sea dicho.
Gracias a la foto que compartí el año pasado y que veis aquí arriba, con #BellezasinFiltro y L’OCCITANE, descubristeis mi belleza real, mis pecas, que quedaban ocultas tras los filtros, mis imperfecciones… Y os gustó. Y a mí me distéis fuerza para reconocerme y quererme.
Hoy vuelvo a la carga, un año después, con más pecas, más arrugas, pero MÁS FELIZ. Con esta preciosa foto de mi amiga Eva y os invito a todas a despojaros de vuestros filtros, esos que ocultan vuestra belleza y que no son solo filtros de instagram, sino barreras personales como el MIEDO, la VERGÜENZA, los COMPLEJOS, el QUÉ DIRÁN y mil cosas que arrastramos en esta sociedad que nos empuja a ser marionetas alineadas sin personalidad.
Ahora te invito a reflexionar conmigo, a que me cuentes con tu foto sin filtros:
¿Cómo te sientes cuando te quitas los filtros?
Yo me siento MÁS libre, más yo. ¿Y tú?
- Sube tu foto con el hashtag #BellezaSinFiltro si lo haces desde Twitter o Instagram.
- También puedes hacerlo pinchando aquí.
Y el lunes celebraremos esta belleza juntas. ¡Os esperamos!
Me encantas Laura y tienes tooooda la razon. Cuando somos adolescentes tenemos mil complejos pero ya de adultos tenemos que ser eso: adultos y aceptarnos tal y como somos. Yo me quiero mucho, la maternidad me enseño que tengo que estar bien en todos los aspectos para que mi hija tambien este bien. Cuando se rian de ella en el cole como le voy a decir que no pasa nada, que se acepte tal y como es si yo no lo hago conmigo misma? Hay que dar ejemplo! No me gusta que me digan que por que no me maquillo mas o me peino mejor: “señores ya lo hago cada dia para ir al trabajo y hoy que libro no me apeteceeeee” Y que pesados, siempre poniendo a la mujer como si fuera un florero y tuviera q estar guapa, asi nos volvemos locas y terminamos haciendo tonterias para que los demas nos vean bien sin pensar en nosotras mismas!
Un abrazo Laura y a todas aceptaros tal y como sois sin hacer ni caso de lo que digan los demas
Aix la vanidad! Cómo encontrar la justa medida entre salir em pijama y legañas a por el pan o vestida a lo boda en plan preysler para ir al parque…y es que a mi el sentido común en éstos casos me abandona..(el muy cabr…..) y acabo por “filtrar” las cosas que no me gustan,sin pensar qué “ésas cosas” también son mías. Aún a mis 37 y 2 buenoshijos mo he encontrado la forma de empoderarme solita y tratarme con más cariño! Éso si,intento que no se me note…por éso de que hay niños mirando.
Totalmente identificada con cada palabra de las que dices.
La maternidad me dio alas, ahí empecé a quitarme filtros y ahora con mi hija e hijo de 17 y 18 años he de ser ejemplo, han de saber que las mujeres no necesitamos tapar nada, más que nunca: FUERA FILTROS!!
Yo sigo creyéndome el patito feo (ahora más, rodeado de tanta guapura como hay en este club) por más que desde pequeño me repitieran que era el guapo de la familia, el niño bonito de los profes en el cole, la sonrisa con patas (y sin pareja) en el instituto … Creía que mis amigas, incluida algún amor imposible, me llamaban guapo porque no se acordaban de mi nombre … pero es que hasta Luis, mi pescaero en Cádiz (ojo, que no todos los gaditanos son homosexuales …) me llama EL GUAPO (me meo cuando me lo cuenta Maria del Mar, la pescaera).
Laura, cariño, somos guapos por dentro (tú más) y eso, sin filtros que lo filtren, se ve por fuera.
Un beso, buen finde.
Laura, a mi me pasó justo lo contrario, me desarrollé de las primeras. En lugar de relleno me ponía hombreras y me ponía sudadera en la clase de Educación Física en pleno julio para disimular el pecho que ninguna otra chica tenía. Seamos como seamos los complejos se sienten igual. Doy gracias por haber aprendido a vivir por encima de ellos y sobre todo por haber aprendido a reírme de mí misma. Un abrazo fuerte, adoro la #BellezaSinFiltro
Yo nací con el carácter fuertecito, pero me parece una iniciativa genial para que seamos conscientes de que este tipo de cuestiones no deben limitarnos. Seamos un ejemplo para nuestros hijos y valoremos lo que de verdad importa.
Yo vivo sin filtros. Siempre lo he hecho… excepto cuando ibas “de cacería”, que cual pavo real extendiendo sus bonitas plumas, echabas mano de potingues, secador, ropa ajustada y lo que hiciera falta. Aún hoy paso por chapa y pintura cuando tengo que ir a actos institucionales, pero en el día a día: fuera los filtros. Eso sí, es muuuuy difícil resistir la presión: “hija, con lo guapa que estás cuando te pintas un poquito”. Y he de deciros que siempre son comentarios femeninos. Nunca un hombre me ha sugerido que me arregle más: ni mi padre (mi madre sí), ni mis hermanos (mi hermana sí), ni mis amigos (mis amigas sí), ni mis parejas. Quizás nos lo tenemos que hacer ver: yo que no me pinto y apenas me arreglo, también destaco la belleza en algunas de mis amigas y compañeras el día que van más arregladas… y no lo hago con ellos.
Hola,
Antes, en mi adolescencia, no me gustaba mi pelazo…era un clon de Mufasa en moreno, alguna niña se reía de mi pelo. Y me lo alisaba y alisaba, y potingues…. ¿Y ahora sabes que? Que a veces ni me peino jajajaja me quiero y me requiero, porque yo soy la relación mas importante que tendré en la vida, y esa hay que cuidarla amiga. Ya subí mi foto en twitter ; ) con mis patas de gallo de reirme y mis pecas de maldad como dice el buenpadre. Espero saber transmitirle esto a la heredera
Buenísimo! Muchas gracias por compartir lo que a muchas nos ha pasado en este viaje de la vida que aún andamos transitando. Para mí la frase clave es la de ‘la maternidad me ha enseñado que si no me quiero a mi cómo voy a quererle a él (en mi caso)’. Me encuentro muy identificada y agradecida por el descubrimiento. Y ánimo yo también a disfrutar de lo que nos hace únicas y no de lo que nos hace clones. Feliz día!
Ojalá las adolescentes fuesen capaces de reconocerse guapas sin potingues.
Eso de vernos mal, de necesitar tacones para ser más altas, cirugías para levantar tetas, liposucciones… O simplemente mirarse al espejo y verse guapas… Aayyyssss el machismo, qué daño hace!
Me parece una gran idea! Ya he participado. Mil gracias por normalizar la vida real. Feliz findeeee