Dicen de los españoles que gritamos mucho.
Hombre esto yo, precisamente yo, no lo voy a desmentir. Y si no que se lo pregunten a mi Santa Madre que se pasó mi preadolescencia pidiéndome que hablará un poquito más bajo, pero “que no estoy chillando, mamá, que yo hablo así”, con eso ya lo hemos arreglado todo. Pero ya se sabe que a los españoles nos gusta hablar alto, que no discutir, y eso se nota cuando viajas fuera y de repente entras en un vagón de metro o un espacio público donde reina el silencio hasta que el grupo de españoles llega. Y se hacen notar, faltaría más.
Dicen de los españoles que dejamos todo para el último momento.
Sobre todo las malasmadres, pero ojo, no porque queramos, sino porque como vamos a la carrera todo el día, apagamos los fuegos más peligrosos, antes justo de quemarnos. Yo diferencio mis tareas, que se reproducen por la noche a lo loco, inundando libretas, pos-its por toda la casa entre las “tareas importantes” y las “urgentes”. Estas últimas hay que hacerlas hoy, o como mucho mañana, tampoco nos pongamos exigentes. Las otras van pasando de hoja en hoja, de día en día y tiro por que me toca, pidiendo clemencia hasta que pasan a ser “urgentes”. Pero ¿y lo bonito que es llevar a tu buenahija2 a la revisión del niño sano un par de semanas después?, ¿o pagar las extraescolares el último día o pagar el IVA el día que cumple? Felicitar a tu amiga de toda la vida un día después por su cuarenta cumpleaños, darle el regalo de Navidad al buenpadre en febrero o ir a la peluquería cuando ya te da hasta pena quitarte las canas. Estas cosillas dan emoción a la vida, que sí mujer, que le mires el lado positivo, nos hacen ir como las locas, pero nos mantienen alertas, que nunca está de más. Y cuando lo haces, te quedas de un relajada que ni un SPA de los buenos.
Dicen de los españoles que de todo hacemos un chiste.
Esto me gusta. Que ves que la cosa se pone chunga y el cliente está a punto de no renovar el contrato pues le sueltas un chascarrillo. Que ves que tu jefa se pone tontorrona por un informe que es imposible tener en un día, pues le cuentas uno a lo Chiquito de la Calzada y o le haces reír o te manda a freír espárragos, que es lo que realmente te gustaría. Pero no diremos que de todo no hacemos un chiste, que pase lo que pase en este país al minuto ya hay alguien que te manda un whatsapp con un chiste de la última cagada política o de la goleada de la semana. Yo cuando tengo una presentación del libro o una charla, hago dos cosas: 1. siempre llevo chapas y postales para todas, eso ya hace que te ganes un poco al respetable y 2. pienso: si me quedo en blanco, cuento el chiste de turno, que en nuestro caso es uno de los geniales TIPs que nos hacen reír cada noche.
Pero aquí no queda la cosa y dicen de los españoles que también somos muy solidarios. Y eso pues sí que es un halago, ¿no? Que cuando se trata de arrimar el hombro ahí estamos dándolo todo. Tengamos más o menos, siempre echamos una mano. Siempre me acuerdo de la misma anécdota. Cuando era pequeña, un día que iba con mi padre, un hombre le quería vender unos pañuelos en un semáforo por algo de dinero. Mi padre le dijo que no. A mí me dió mucha pena y no entendía por qué no le daba nada. Desde entonces, mi padre siempre lleva monedas en el coche. Por eso, con estos mensajes, no podía dejar de poner mi granito de arena al Sorteo de Oro de Cruz Roja. Además fue muy gracioso porque justo el día antes de que me pidieran que contará en el club la genial campaña que han hecho, salía del Hipercor y una muchacha me decía: “te va a tocar, te va a tocar”. Y yo nunca compro. Siempre me quejo de que no me toca, pero nunca compro. Me lo dijo con tanta seguridad que no me pude resistir. Además lo importante no es que me toque, sino poder ayudar a toda la gente que realmente lo está pasando mal. Con esta puñetera crisis muchas familias pasan hambre. Y mientras los políticos deciden coger de una vez las riendas de este país y gobernar, algo tendremos que hacer. Así que os animo a que participéis.
Han creado un juego chulísimo, con las ilustraciones de Arancha Recio, de la que soy fan, que acompañan los boletos. Un juego para enseñar a los buenoshijos valores solidarios, que hacen mucha falta. Yo ya lo he descargado en la tablet para la buenahija.
La suerte ya la tenemos. Ahora toca ayudar a los demás.
Gracias por leerme. Espero no haberos aburrido. Y ahora os toca a vosotras, en qué causas solidarias participáis. Me encantaría conocerlas. Contadme en un comentario, por favor.
Genial la iniciativa!! Participaremos seguro!!
Hola, genial retrato de verdad.
Yo colaboro con unos comedores, manosunidas, caritas y cruz roja.
Mi padre va mucho al hospital a sus revisiones por un trasplante debido a leucemia y mi madre vio a una muchacha que también iba a revisión muy humilde vestida. Le ofrecimos ayuda y dijo que sólo ropa si podíamos. Así que en lugar de echarla al contenedor se la damos en mano lista para ponérseloa. Hay que mirar a nuestro alrededor
Besitos a todas a seguir con la cena-baño-acostarlos con este calorazo
Precioso post Laura. Yo soy donante de órganos desde los 18, colaboro con Médicos del Mundo, ayudó a la despensa solidaria de mi pueblo, después de tener a mi buenhij@ 2 donaré óvulos y en estos momentos me estoy dejando el pelo largo (y pasando un calor de muerte) para donarlo para pelucas para enfermos de cáncer. Y, por supuesto, enseñando a mi buenahija a ser solidaria este año donaremos juguetes para la campaña navideña.
Hola. Yo intento ser totalmente solidaria en mi entorno más cercano. Con los vecinos, las familias del cole, las entidades que organizan ayuda a nivel de barrio…Esto siempe que tenemos ocasión. Es lo que más vemos y a lo que más llegamos, porque forma parte de nuestro dia a dia y toda la familia somos partícipes de estas acciones. En la distancia, también colaboramos con una ONG que trabaja con niños en Tanzania, Born to learn, porque aunque esté lejos nos toca cerca, ya que mi cuñado es cofundador de la misma. Nuestros hijos también conocen por tanto muy cerca qué se hace en ella, cómo se colabora. Sinceramente, pienso que deberíamos colaborar en más cosas. La realidad es que no nos paramos mucho a plantearnos cómo y qué podemos hacer. En fin, por lo menos, intentamos participar en mejorar lo que tenemos al alcance de la mano.
Saludos,
Irene, fabulosas tus colaboraciones 🙂 Un beso enorme desde Sevilla!
Hola! Buen retrato de los españoles. Yo llevo desde 2009 organizando un campamento de verano para los hijos de los trabajadores de mi centro de trabajo, junto con otra mamá. Lo hacemos de forma completamente voluntaria, y es nuestro granito de arena para facilitar la conciliación.
Eso es estupendo Mamen, te aplaudo la iniciativa!!!
Buenas, en casa somos socios de MSF, Save de children y unicef. Aunque colaboramos puntualmente en otras ya que el cole de mis enanos participa muy activamente con diferentes ONG’s(Vicente Ferrer, Pallapupas, Recogida de ropa, etc.) y aportamos trimestralmente al banco de alimentos. En estos momentos me estoy planteando colaborar con un comedor social aportando 20 comidas semanales, hechas por mi, pero estoy acabando de ser honesta conmigo misma antes de comprometerme a ello… Me encantaría poder compartir estas acciones con el mayor de mis enanos (que cumple 4 en pocos días)
Seguro que tus pequeños son tan solidarios como tú!!!
Hola. Pues yo tengo mi décimo para el sorteo desde hace mil. Es una tradición. Además de donaciones puntuales para ciertas campañas o de llevar ropa de niño a una asociación, soy socia de Aldeas Infantiles. Todos podemos aportar algo, por muy poquito que sea.
Pienso igual Eva, con un poquito hacemos mucho!
Me ha hecho mucha gracia lo de hacer chistes de todo, yo soy ejemplar en eso.
Colaboro con varias ongs: FSDM, Prodis, ACNUR, MSF y alguna más que se me olvida.
Y como me meto en todos los charcos, tengo prohibido ir a las reuniones del AMPA y demás asociaciones, que el día sólo tiene 24 horas.
Eres ejemplar también en la solidaridad. Un beso grande!
Hola, pues yo colaboro con el banco de ropa del barrio, y con el Anpa del cole, que es un ejercicio de riesgo, de 500 alumnos sólo “pringamos” 5 mamás… también he sido monitora voluntaria.
Soy socia de una asociación de apoyo a la lactancia y de Epen, y en campañas puntuales de donación al banco de alimentos, juguetes y comida para perros, adopté 2, apadriné a un niño y de vez en cuando envío 1 mensaje de los que donas lo que un café, compro también boletos de cruz roja todos los años, o bolis o folios solidarios.
Por mi experiencia sí somos solidarios, peeero siempre los mismos…
Hola Verónica, es estupendo todo lo que haces, hace falta tanto…