Hace un tiempo mi amigo David Tomas, autor de ‘La empresa más feliz del mundo’ me dijo “Laura para no ir derrapando y acelerada por la vida hay que comenzar el día slow, más lentamente… y aunque me costo entenderlo, decidí dedicarme un tiempo de calidad por la mañana. Así que una vez que dejo las niñas en el colegio, desayuno y me relajo antes del comienzo de la jornada. Algo que os parecerá tan simple, creo que no había existido en mi día a día desde que era una adolescente. La voz de mi madre, que me retumba en la cabeza con frecuencia, también me resonaba con aquello de debes parar en algún momento… ahora mi reto es dedicar tiempo al almuerzo ya que a veces no siento hambre y no veo el momento de parar. Volvemos este mes con nuestro reto de cuidarnos, de dedicarnos tiempo de calidad y de priorizarnos con #LaHoraDeCuidarse con DKV Seguros.
Dale al play, Malamadre
La maternidad y el deterioro de mi alimentación
Yo estoy en esas 5 de cada 10 mujeres que han empeorado su alimentación desde que son madres, De todos modos ya os conté que soy de esas personas que nunca tiene hambre y que se me olvida comer, podría tirar con el desayuno hasta la cena. Pero el problema es que cuando ya llegó a casa y paró, picoteo (el 73% de las Malasmadres que contestasteis a nuestra encuesta sobre como os alimentabais desde que erais madres reconocéis que soléis picotear) y a la hora de la cena no tengo mucha hambre y me tomo cualquier cosa y así voy alimentando mi particular circulo vicioso. A menos tiempo le sumas las buenashijas y suspendo en el cómo me alimento y cómo lo hago, normalmente de pie y con prisas.
Hoy me reto y os reto a vosotras
Le he prometido a Boticaria García que voy a parar a comer antes de las 15.00 horas y que voy a compartir mi foto para que pueda ver que mejoro mis rutinas, lleva esperando los 7 años que tiene la buenahija1.
- Comparte AQUÍ tu momento parón para comer, ese momento en el que te detienes y comes, ya sean 20 minutos o media hora.
- Cuéntanos a través de tu imagen cómo lo haces para parar y comer.
- Elegiremos una ganadora que podrá disfrutar de una sesión con nuestra coach Paz Gómez.
- Tienes hasta el domingo 21 de abril a las 23:59 horas.
- Consulta las bases legales aquí.
¿Por qué nos cuesta pararnos para comer de forma adecuada?
La conclusión de la experta: Boticaria García
Una Malamadre con estrés no ataca sin piedad a las croquetas de sus hijos “porque sí” sino que existe una razón fisiológica para ello. En nuestro organismo la hormona ghrelina se libera cuando necesitamos comer, enviando al cerebro la señal de hambre. Curiosamente, esta hormona está relacionada con los estados de ánimo y también se libera a sangre cuando tenemos estrés. En este caso aumenta la sensación de apetito y las ganas de comer. Ya no comemos por necesidad, sino por placer. Y, por decirlo de manera coloquial, para “calmar los nervios”. Cuando esto sucede puede que te sientas culpable pensando que es glotonería… pero es posible que la “amiga ghrelina” te esté jugando una mala pasada.
Y vosotras Malasmadres, ¿cómo coméis?, ¿soléis parar u os invade la ansiedad? Esperamos vuestra participación el reto de #LaHoraDeCuidarse.
Me incluyo totalmente en vuestra lista de malamadre mal comedora… Y es que esto es un círculo vicioso al que no veo fin, y es que cuando más ansiedad tengo y más cansada estoy peor como y me he dado cuenta de que cuanto peor como más ansiedad tengo y así llevo ya unos 3 años. Intento sacar fuerzas para hacerlo mejor pero la ansiedad, el ir siempre corriendo y a todo y mi falta de constancia me hacen recaer de nuevo en el círculo vicioso. Así que muchas gracias por todas estas clases de alimentación más saludable y apoyo, a ver si entre todos conseguimos una constancia para crear el hábito; Me lo he tomado enserio y espero poder aguantar aunque ir sean 21 días ??
Yo siempre he comido bien y sano. Sigo haciéndolo, pero desde que soy madre con ataques repentinos de cosas que antes ni probaba, con ansiedad, y con mucha culpabilidad. Casi nunca tengo hambre, podría alimentarme del aire, pero esa hormona o el stress hacen que a mí comida, le añada un picoteo de chocolate, gusanitos, etc Qué luego engordan además de mi cintura, la.mochila de la culpabilidad… Uff, qué difícil!
Me ha parecido super interesante y motivador. Justo estoy en ese momento de los menús semanales y con el reto de reeducar a mi buenhijo de 3 años a volver a comer tan bien como lo hacía con 18 meses.
Y yo a éste “debate” añadiría otro elemento: la falta de tiempo para hacer la compra en condiciones. Muchas veces, aunque pueda tener tiempo y ganas para cocinar, ¡no tengo la nevera como debiera! Un desastre…
Yo debo ser de las MalasMadres raras = como mucho mejor desde que me quede esperando a la Princesa. Confieso que NO fue fácil re-educarme y que el BuenPadre ayudo mucho (y ayuda) en la tarea diaria de cocinar sano para los 3.
Mi momento de paz es a la hora de almuerzo…sola en la oficina es mas fácil desconecatar 😉
A la hora de la cena lo hacemos los 3 juntos y, a pesar de que es un momento de charlar en familia, siempre termino mas pendiente de que coma la Princesa de lo que estoy comiendo yo.
A ver si les mando una foto de este momento cena familiar 😉 Saludos desde Miami.
Jajaja!! Yo estoy en el número 1 de esa lista de Malasmadres que comen peor desde que son madres. Con la lactancia de la buenahija1, el estrés y el cansancio, todo lo que quería era comer chocolate, leche y cereales (de los azucarados de cartón, no os penséis que arrocito integral). Por suerte, cuando pasó el primer año la cosa volvió a la normalidad y empecé a comer sano, pero tuve mi recaída con la buenahija2. En esa ocasión, mi mayor deseo era poderme sentar un rato sola en el sofá con un bol de gusanitos… y alguna vez lo he hecho a escondidas. Y el chocolate cuando me sacan de quicio o me cansan al máximo, que es casi todos los días. Menos mal que habéis dicho que tiene un nombre y es el de una hormona, aunque ya lo sospechaba porque generalmente nunca he sido de comer mal (las cosas que os he nombrado arriba antes casi no las probaba) y noto muchísimo como cuando estoy bien y tranquila no las necesito y cuando tengo un mal día me crece un demonio con una boca abierta gigante en el estómago que solo quiere guarrerías.
Yo tengo la “suerte” de que en todas las comidas principales estoy acompañada al menos de una de mis hijas, así que bien por la familia pero mal por mi autocuidado, ya que siempre termino comiendo con al menos una en brazos. Lo bueno es que mi chico se ha venido arriba desde que se ha comprado cierto robot de cocina y ahora tengo un chef en casa (y sano, para compensar mis ataques). Habrá que encontrar el momento para el autocuidado, aunque para esta edición del concurso creo que más bien os voy a mandar una foto para que os apiadéis de mi a la hora de las comidas.
Me siento muy identíficada con eso de comer una bolsa de gusanitos a escondidas o a altas horas de la mañana por ansiedad. Gracias malasmadres por compartir estas experiencias tan reales que me hacen no sentirme tan culpable y ser una mala madre más.
Super interesante y ya he entendido lo que me pasa que mi marido siempre me regaña porque no he acabado de cenar y vuelvo a tener hambre y es porque como deprisa y no me sacio y necesito mi dosis de chocolate al dia