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Cambio de hora, ¿será el último?

Cambio de hora, ¿será el último?

  • Buenos días chicas.
  • Buenosssss díasssss guerreras.
  • Buenos días, hijas mías, he dicho.
  • ¿Estáis sordas?
  • Arriba que ya es de día…
  • ¿Os levantáis ya?
  • No llegamos… No llegamos.
  • Vale, así el día lo comenzamos mal, ¡eh!

Y estas son mis mañanas. Yo levanto y preparo a las niñas, mientras el buenpadre prepara los desayunos y mochilas. La ropa se queda preparada la noche antes y todo para que vayamos en paz y armonía. Pero el espíritu casa de la pradera dura en mi casa tres buenos días exactos. Si dura tres no vamos mal, si llegamos a 6 buenos días, la mañana ya se da la vuelta y lo más probable es que acabemos todas desquiciadas, mandando a la porra la disciplina positiva y acordándome de quien inventó el cambio de hora hasta la noche.

Miro por la ventana y es noche cerrada. 7:30 de la mañana para que nos de tiempo al bucle mañanero con 3 buenashijas, que dependiendo del día, se despiertan de mejor o peor humor. Pero claro, con esta oscuridad no hay quien las mueva hasta que ya vamos con el tiempo pegado. Yo lo entiendo. Tampoco me movería, después de la noche de colecho infinitas.

Corre que te corre, esta mañana, en la víspera del cambio de hora, pensaba: ¿será el último? ¿Entenderemos que para apostar por una sociedad con futuro y sostenible algo fundamental es europeizarnos en el uso horario? ¿Volver al que realmente nos corresponde? ¿Entender que comenzar el día antes y acabarlo antes sería fundamental para tener una sociedad más saludable y conciliadora? ¿O nos dará de nuevo igual?

Nos agarraremos de nuevo al manido pensamiento: “la economía se iría al traste en un país eminentemente de servicios”, “sería el fin del turismo”… No lo creo, hay que adaptarse, evolucionar como sociedad, apoyar a las familias y generar empleo, futuro… Con estos horarios y esta cultura del 24/7 ¿cómo vamos a apoyar el reemplazo poblacional? ¿Quién pagará las pensiones? ¿Cómo vamos a frenar la curva descendente de la tasa de fecundidad? ¿Cómo? Me lo explican porque no lo veo nada claro.

Recordemos la promesa de no cambiar más la hora

Recordémosla hoy, por favor. Y no por los días de desajuste que pasamos las Malasmadres y las familias hasta que nos volvemos a acostumbrar al nuevo horario, nosotras y los/las buenoshijos/as, sino porque si algo nos tiene que enseñar esta pandemia, entre otras muchas cosas, es que tenemos que dar un cambio en la adecuación de los horarios laborales y escolares, que dejen paso a otros usos del tiempo. A un tiempo de calidad en familia, pero que también tenga cantidad que es necesaria.

De nada sirve entender que se puede conciliar tirando de extraescolares, comedores y ratitos de más. Porque hay una falta de voluntad política y empresarial de límites insospechados, que deja la conciliación en manos de las familias, los/as abuelos/as y los colegios. Todos y todas tenemos nuestra cuota de responsabilidad. O un país como España empieza a entender que las jornadas compactadas, la flexibilidad y la racionalización de los horarios son el camino o esto va a ir cada vez a peor.

Necesitamos que el trabajo remunerado no ocupe la centralidad de la jornada. Debemos contar con medidas que permitan hacer uso de otros tiempos, como el cuidado, el autocuidado o el ocio. 

Desde el Club defendemos:

Usos del tiempo como lo defendemos desde el Club

1. Compactación de la jornada

Ya en 2015 exigíamos “incentivos fiscales para pymes que implanten jornadas continuas con flexibilidad horaria”. Porque los cambios tienen que venir de legislar desde el Gobierno en equipo con la corresponsabilidad social de las empresas y las administraciones públicas. 

Dato: tan solo el 16% de las mujeres tiene jornada intensiva todo el año: el 13% de las que trabajan en empresa privada lo hacen y, en el caso de las empleadas en instituciones públicas, el porcentaje alcanza el 23%.

2. Flexibilidad horaria

La flexibilidad horaria en el trabajo es LA CLAVE, que tiene unas consecuencias sociales directas en materias de conciliación. Pero, ¿estamos en el camino? Parece que no, cuando acabamos de asistir a una regulación del trabajo a distancia, que deja fuera la flexibilidad. De nada sirve trabajar desde casa con el mismo control y el mismo número de horas. Hay que trabajar por objetivos para que así la sociedad pueda adaptarse y las familias puedan conciliar sin tener que alargar horarios escolares sin fin. 

Sin flexibilidad, seguirá habiendo renuncia, como la que se está dando en estos meses para poder cuidar. 

3. Poner los cuidados en el centro

Los cuidados tienen que estar en el centro, en el vídeo que comparto después de este punto abordamos este tema en las Jornadas Yo No Renuncio por la Conciliación. Según nuestro estudio “Las Invisibles” cuando un niño o niña enferma, en el 36% de los casos es la mujer la que interrumpe su jornada laboral, el 38% las abuelas y solo un 8% los hombres. Esto además de mostrar la falta de implicación del hombre, nos viene a decir que sin flexibilidad, el trabajo no es posible, como está pasando con las cuarentenas preventivas en las que muchas empresas obligan a cogerse vacaciones porque no se entiende la posibilidad de adecuar los horarios laborales.

Hay que primar la educación de calidad y estar presentes. Hacer equipo familias, empresas y colegios.

4. TELETRABAJO

En muchas empresas y administraciones públicas se ha denegado el teletrabajo porque ya ha vuelto el colegio. Se obliga a tirar de vacaciones, permisos sin sueldos o excedencias sine die. Y eso me manda al pozo de la negatividad de un plumazo. Porque, ¿no hemos aprendido nada de todo esto?

Cuando dicen: “qué hemos hecho mal en España respecto a Europa en la crisis del coronavirus” quizás hay que empezar a entender que nos tenemos que europeizar en temas de horarios. ¿Y eso quiere decir que se destruirá más empleo? No lo creo, eso quiere decir que tenemos que adecuarnos para entender la vida de otra manera y poner en el centro la familia, que es el futuro de la sociedad.

Hace un mes me invitaron a un programa a hablar de conciliación y educación, ¿sabéis a qué hora? A las 12 de la noche. Así nos demuestran que no hay voluntad de cambio. Y es muy triste. Hay que seguir forzando y peleando por ello. 

Hay que seguir empujando porque en 2021 se produzca el cambio de huso horario, como se prometió. Cuando tendría consecuencias positivas directas en la Salud y una mejor gestión incluso de esta crisis del coronavirus.

Pero ya lo advierte José Luis Casero de ARHOE, la crisis del coronavirus ha dejado parados muchos temas prioritarios y estamos sufriendo la inacción en materia de conciliación y horarios.

Han comentado...

  1. Hola soy madre de una niña de 7 años, un niño de 4 y otro niño de 4 meses. No entiendo porque si durante el estado de alarma se podía teletrabajar, ya que en nuestro caso nos podemos conectar desde casa al ordenador del trabajo, ahora nos obligan a ir 15 días a la oficina y 15 días a teletrabajar y correr el riesgo de contagiarnos y ademas sin opción de horario flexible. Además hay que añadir que cuando pides algo para poder conciliar parece que te tienen que hacer un favor. No creo que nunca nos podamos comparar con Europa en estos temas. Es una pena que no tengamos tiempo para disfrutar de nuestro trabajo y de nuestros hijos sin que parezca que estés pidiendo favores o que no quieras trabajar.

  2. Buenos días,
    a mi el tema de europeizar horarios me parece fundamental…pero lo veo cada vez más lejos. De hecho, cada vez el comercio tiene horarios más ampliados, lo que salpica en las jornadas de todos los sectores y al final alarga jornadas y resta tiempo de conciliación.
    El año pasado más o menos por estas fechas, debatimos el tema del cambio horario y recuerdo opiniones para todos los gustos, pero es verdad que un buen porcentaje de población está de acuerdo con los horarios que hay en España, con el horario de verano, el alargar los días hasta las 11 de la noche si puede ser y no cambiar los hábitos de vida en esos términos.
    Yo seguiré defendiendo siempre el horario de invierno, el compactar jornadas laborales, empezar la jornada laboral bien temprano para acabar antes. Pero en ese cambio debe ir asociado también una modificación de nuestros horarios de hacer compras, de consumir ocio…etc, que la verdad veo complicado que cambie.
    Gracias por el post y buen fin de semana!

  3. Soy madre de una niña de 7 años y un niño de cuatro, trabajo en la administración pública y mi marido miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en plena pandemia me envían a teletrabajar ¿sabéis que instrucciones nos dieron? Obligatoriedad de estar disponible en el mismo horario laboral tanto telefónica cómo presencialmente, por si nos requerían acudir a las oficinas, con las llamadas desviadas a mi móvil personal. Teniendo en cuenta que mi marido por su profesión tenía que trabajar presencialmente y haciendo aún más servicios, si cabe, por contagios entre compañeros etcétera….¿ Como podía hacer para cuidar a mis hijos, ayudarles con el cole en casa, y trabajar con el mismo horario laboral? Me resultaba totalmente imposible , mi marido tenía que cambiar sus turnos de trabajo para poder estar por las mañanas con ellos mientras yo trabajaba, y él trabajar de tardes, mientras yo estaba con ellos…. aún así al mediodía nos solapábamos, ¿tenían mis hijos que esperar para comer a las 15:30 que era cuando yo acaba mi jornada laboral? No nos engañemos, no hay ninguna gana de facilitar la conciliación, ya sea en la administración pública como en la empresa privada, porque aunque hayan leyes que lo regulen, el día a día depende mucho de los jefes de servicio y de la organización que quieran imponer en las oficinas, y lo peor es que muchas veces esos jefes son mujeres y madres…..

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