Cómo cocinar con el microondas

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El microondas es mucho más que un calentador. Porque, no nos engañemos, en muchas de nuestras casas, Malasmadres, se utiliza para poco más que descongelar tápers de la buenabuela y calentar, ya sea la leche del desayuno, el plato de comida o agua para una infusión. Pero es un electrodoméstico que está muy desaprovechado, cuando es práctico, limpio y rápido.

Pero primero, mitos fuera. No hay evidencia científica de que los microondas provoquen cáncer, ni tampoco de que destruyan los nutrientes de los alimentos. Y, por si alguien tiene dudas, Boticaria García lo deja claro y afirma: “el hecho de que los tiempos de cocinado de las verduras al microondas sean cortos y que no haga falta sumergirlas en agua, hace que conserven mejor las vitaminas y los minerales que con otro tipo de cocción”. ¿Sus fuentes? Este artículo de Harvard y las clases de Tecnología Culinaria de la Universidad Complutense. Amén.

En general, todo el mundo sabe usar un microondas: abrir, meter el alimento, taparlo (sí, nos ahorraremos tener que limpiarlo muy a menudo), programar el tiempo y elegir la potencia. No tiene mayor misterio. Digo lo de elegir potencia porque hay opciones más allá de descongelar y poner a tope, que es lo habitual.

Casi todos los alimentos pueden ser cocinados en el microondas y, aunque hay multitud de cacharros para lograr no sé cuántas cosas, en general, no son necesarios. Lo que sí conviene es elegir recipientes aptos. No todos los plásticos ni lozas no son. Los mejores son los de vidrio, que una vez limpios no tendrán residuos, pero hay moldes de silicona especialmente diseñados para microondas y bolsas de cocción que facilitan el trabajo.

Lo que hay que evitar es introducir los recipientes herméticos cerrados, los alimentos con cáscara o piel dura (como el huevo, la manzana o el marisco) y, por supuesto, el metal. Este último, con una excepción: al calentar líquidos es bueno introducir una cucharilla en el recipiente para evitar que arranque a hervir cuando lo vayamos a retirar del microondas. Así se reduce el riesgo de quemaduras. Por eso verás una pegatina que muestra un vaso tachado y al lado uno con una cucharilla dentro.

¿Cocinamos?

1. Las verduras

• En el microondas se hacen al vapor.
• Hay que colocarlas en un recipiente ya limpias y secas.
• Pon una pizca de sal, especias y hierbas aromáticas al gusto, y un chorrito de aceite de oliva.
• Evita poner vinagre o limón antes de la cocción, es preferible añadirlo una vez las saquemos del microondas.
• Lo ideal es cortarlas en trozos de tamaño similar para que necesiten el mismo tiempo de cocción.
• Si vas a cocinar diferentes verduras, ten en cuenta si sus texturas son parecidas, para no sobrecocer unas y dejar crudas otras. Siempre puedes empezar cocinando las que requieran más tiempo e ir añadiendo el resto más tarde.

¿Cuánto tiempo?

Aunque no podemos establecer un tiempo exacto para cocinar unos 250 gramos de verduras tiernas (espárrago verde, judía verde, calabacín, berenjena, zanahoria o brócoli) tardaremos entre 2:30 y 3 minutos. Para verduras más duras (como calabaza, coliflor o cebolla), el tiempo requerido será de unos 4 minutos. En cualquiera de los casos, abre y comprueba su estado. Si aún las falta, mueve bien y programa en períodos de un minuto, mirando y mezclando cada vez hasta que estén a tu gusto. El tiempo puede ser incluso de 10-15 minutos y no pasa nada.

Recuerda siempre taparlas con film transparente adherido al bol para que sus propios jugos no se evaporen. Algunas verduras, como las patatas o el boniato, por ejemplo, se pueden hacer sin tapar, repartidas en la bandeja, sin pelar, lavadas y secas, pinchando con una brocheta o un tenedor varias veces para que no exploten. Necesitarán al menos 6 minutos, si son de tamaño pequeño, y unos 15 si son grandes.

Si lo que pretendes es hacer un sofrito, corta las verduras en trocitos, pon un buen chorro de aceite y cocina en tramos de 2 minutos, parando cada vez y removiendo muy bien para que el calor se reparta de manera uniforme.

2. El pescado

Para cocinar pescado al microondas:

• Las mejores opciones son los pescados blancos y, como excepción, el salmón.
• Mis favoritos son el bacalao, la lubina, la dorada y la merluza.
• Para hacerlos, unta el fondo de un plato con aceite, coloca el pescado y una pizca de sal.
• Cubre con la tapa antisalpicaduras y cocina. El tiempo depende del grosor, pero al menos 3 minutos para filetes pequeños.
• Abre, comprueba el punto y, si está algo crudo, cocina en tramos de un minuto. Puedes aliñarlo con un pequeño refrito poniendo un poquito de aceite de oliva y un ajo picadito en la sartén, y añadir una pizca de pimentón cuando el ajo empiece a coger color.
• Apaga y vierte sobre el pescado al sacarlo del microondas. También, una vez cocinado, con aceite de oliva y unas gotas de limón.

Si lo prefieres puedes preparar un papillote usando papel vegetal. Lo mejor es hacer un paquete por persona. Cuidado con los tiempos de cocción si pones una base de verdura y pescado. Hay dos opciones: cortar la verdura muy pequeña o hacerla previamente, dejándola al dente y colocarla en la base del papillote, poniendo sobre ella el pescado. Haz un paquete con el papel, cerrándolo bien y dejando espacio en el interior. Programa unos 4 minutos y deja 1-2 más sin abrir. Puedes servirlo colocando el papel con la comida en cada plato.

El marisco no es recomendable hacerlo porque su cáscara es dura, aunque los mejillones, bien tapados, se pueden cocinar. No conviene poner demasiados, no te pases de 500 gramos y calcula entre 2:30 y 3 minutos. Una vez pasado el tiempo, no abras la puerta del microondas: déjalos reposar otros 2 minutos. Abre, retira los que estén abiertos y cocina durante otro minuto los que sigan cerrados.

3. La carne

No todas las carnes son aptas para microondas.

• Hay que escoger carnes sin hueso (o deshuesadas) y cortarlas en trozos pequeños o filetes muy finos.
• La pechuga de pollo o pavo en filetes finos, podemos hacerla de forma sencilla y con buen resultado.

Una receta muy sencilla:

1. Unta aceite en el recipiente.
2. Pon una capa de rodajas muy finas de calabacín, un par de filetes finos salpimentados, cubrir con rodajas de tomate finas y espolvorear con orégano y parmesano.
3. Cubre con la tapa antisalpicaduras y cocina unos 6 minutos.
4. Deja reposar, sin abrir un par de minutos más y comprueba el punto. Si aún le falta, programa un minuto más y vuelve a revisar.

Para hacer pollo o conejo estilo encebollado:

1. Deshuesa la carne y parte en trocitos pequeños.
2. Salpimenta y cocina unos 5-6 minutos tapada.
3. Saca (no estará hecha) y reserva.
4. Pica una cebolla y un par de ajos y cocina en otro recipiente tapado unos 4-5 minutos.
5. Saca y mezcla con la carne.
6. Añade medio vaso de caldo y cocina durante 6-8 minutos más. Nuevamente será necesario comprobar el punto de la carne.

4. Los postres

Son muchos los dulces y postres que pueden hacerse en el microondas. El más famoso es el mug cake, un pastel de tamaño individual que se cocina en una taza. Sólo hay que echar los ingredientes, remover y meter en el microondas. Fácil y rápido. No será el pastel de tu vida, pero te quitará el antojo de dulce.

Receta de flan

También puedes hacer flanes, por ejemplo.

1. Para 2 flanes individuales necesitas un huevo, 2 cucharadas de azúcar y medio vaso de leche.
2. Bate todo muy bien hasta que esté homogéneo.
3. Cubre con caramelo (fondo y paredes) dos moldes aptos para microondas y reparte la mezcla.
4. Puedes usar vasos de vidrio bajos (tipo ‘chato’ de vino, de unos 8 cm de diámetro).
5. Cocina con los recipientes tapados durante un minuto y medio a unos 600 w, saca y deja enfriar.

La fruta asada, como la manzana o las fresas, queda deliciosa

1. Para hacer manzanas asadas, lava, seca, quita el corazón y coloca en un recipiente apto para microondas.
2. Puedes poner un poquitín de miel pon encima y cocinar tapado en el microondas.
3. Programa 3 minutos y comprueba pinchando si están tiernas.

Compota, la receta

1. Pela y corta en trozos la manzana, coloca en un recipiente con una cucharada de agua, tapa y cocina dos minutos.
2. Saca, remueve y cocina dos minutos más. Comprueba y sigue cocinando en tramos de un minuto.
3. Cuando esté tierna, aplasta con un tenedor o bate con la batidora.

También puedes derretir chocolate: mete partido en onzas y calienta de 15 en 15 segundos, removiendo cada vez. En menos de un minuto estará listo para bañar lo que te apetezca.

Con todas estas ideas, tu microondas puede convertirse a partir de ahora en tu mejor aliado para preparar comidas y cenas sencillas, rápidas y saludables. Si no sueles usarlo, dale una oportunidad. Y si te ha quedado alguna duda, puedes preguntarnos en comentarios o en redes sociales. Esperamos las fotos de vuestros platos.

Y vosotras Malasmadres, ¿soléis cocinar con microondas? Cuéntanos tu receta estrella.