Nos han educado con frases como “Calladita estás más guapa” o “En boca cerrada no entran mosca”. Especialmente a las mujeres, nos vemos limitadas por los sesgos inconscientes de género y nos han inculcado algunas creencias que nos frenan profesionalmente y tienen consecuencias nocivas en nuestra carrera profesional.
¡Que levante la mano a quién le ha pasado lo siguiente…!
- Ser interrumpida en una reunión de forma reiterativa, hasta cansarnos y ya no querer contar lo que queríamos decir.
- Que digamos algo y al cabo de un rato un hombre repita la misma idea y a todo el mundo le parezca una idea genial.
- Que le atribuyan a otra persona un logro que has conseguido tú con tu trabajo y esfuerzo.
Esto son solo ejemplos de cómo en la vida real, los sesgos nos afectan y nos llevan a la invisibilidad.
(Si quieres conocer los sesgos en detalle, puedes descargarte gratis mi Guía de Visibilidad.)
Pero lo curioso es que los sesgos no solo condicionan a las personas de nuestro alrededor, si no que nos auto-limitan a nosotras mismas. Ya que nadie es inmune en mayor o menor medida a esta sociedad patriarcal en la que hemos sido educadas.
Por ello hoy quiero compartir 5 creencias que nos impiden ser visibles en nuestro trabajo:
- “El trabajo habla por sí solo”. En un entorno con información perfecta, seguramente no tendríamos que contar lo que hacemos, pero la realidad es bien distinta. Vivimos inundadas de estímulos e información, así que si tú no comunicas tu trabajo nadie lo hará por ti.
- “Es mejor pasar desapercibida que ser el centro de atención”. El miedo a ser diferente, a destacar, nos hace preferir a veces ser invisibles. Pero este rol no facilita que podamos demostrar nuestra valía, o incluso el trabajo de nuestros compañeros/as. Si no comunicamos lo que sabemos hacer, si nosotras no le damos importancia, es difícil que otras personas lo hagan.
- “Si me callo seguro que no digo tonterías”. El miedo al error, al fracaso, a equivocarse, hace que muchas veces no participemos en reuniones, no lancemos nuevas ideas, nuevas propuestas y por lo tanto, hace que no aportemos valor. Proponer es la única manera de poder acertar, así que no esperes a estar 100% segura de algo para decirlo.
- “Quiero caer bien a mis compañeras. No me mojo”. El miedo a no gustar, a no encajar… Hemos sido educadas para ser perfectas, no valientes y por ello siempre buscamos esa aprobación de otras personas, de sentirnos aceptadas… Resulta que la aprobación nos la tenemos que dar nosotras mismas y eso solo pasará por ser auténticas y mostrarnos reales.
- “No quiero forzar mi visibilidad y tener que venderme”. Tenemos el concepto de la venta demonizado. Este es un tema muy cultural, donde asociamos el hecho de autopromocionarnos a conceptos negativos. No se trata de ti, si no de comunicar tu trabajo. De hablar de hecho objetivos, y por lo tanto, al hacerlo ayudar a que tu trabajo contribuya y sea de utilidad.
¿Y ahora qué? No os voy a dejar así sin más
Os comparto 5 mantras para hacer frente a estos miedos tan comunes entre las mujeres y juntas combatir esos sesgos que nos limitan.
- “Tan importante es hacer un buen trabajo, como saberlo comunicar.”
- “Cuanto más brillo, más puedo hacer brillar a muchas otras personas.”
- “Al actuar, o aciertas o aprendes.”
- “No puedo ser nadie mejor que yo misma.”
- “Visibilizo mi trabajo para que pueda aportar más valor.”
Necesitamos más mujeres visibles que sean referentes para el resto. ¿Te sumas?
Cati, una alumna de mi programa de visibilidad wow decía: “Desde que estoy comunicando de forma proactiva lo que hago, no solo consigo nuevas oportunidades, sino que yo me siento mucho más valiosa.”
Me ha encantado la frase de: Al actuar, aciertas o aprendes 😉