Demos la vuelta al pintxo y la tapa: NUEVOS TALLERES. ¡A malamadrear!

¡Hoy venimos con sorpresa!

Los fogones y yo no somos buenos amigos y mira que alguna vez lo he intentado. Como no somos nada cocinitas tenemos a Rebeca que nos ayuda con sus recetas aptas para mis pobres conocimientos. Uno de los momentos ‘horribilis’ es cuando tengo invitados en casa, se me ponen los pelos de punta. El buenpadre es el que configura el menú pero cuando repiten familia y amigos y ya le hemos puesto la especialidad de la casa nos quedamos sin ideas. Ni que decir tiene que la última vez que nos pusimos manos a la obra para deleitar a nuestros invitados cortamos la mayonesa de la ensaladilla hasta quedarnos sin huevos y aceite. Tuvimos que bajar corriendo a por un bote de mayonesa ya hecha.

Además del plato principal siempre nos gusta poner unos entrantes a modo de tapitas o incluso, a veces, cenar de esta manera porque así comemos de todo. Pero la imaginación escasea en esta casa de locos y tiramos de lo fácil y que viene bien preparadito.

¿A quién no le gusta una tapa?

Buscando información para quedar como la buena cocinera que no soy encontré que las tapas nacieron como un humilde acompañamiento del vino. Después se transformaron en una forma barata de comer en la calle hasta convertirse en un acto social, casi una religión porque ‘ir de tapas’ forma parte de la cultura española, y nuestra costumbre más internacional.

Hoy en día, las tapas y pinchos se han convertido en todo un arte. Las tapas constituyen platos de alta cocina en miniatura, y los pinchos son, en muchas ocasiones, un ejercicio de difícil equilibrio arquitectónico sobre un palillo. ¡Qué ricos están y qué mal me salen!

Deconstrucciones, esferificaciones, tierras y espumas, exóticos ingredientes… Todo esto me suena a chino pero está tan bueno. En definitiva, fuegos artificiales en la boca, pero en formato pequeño.

Pero, ¿y cuando te toca a ti prepararlas?

¿Cuál es el problema? Que siempre recurrimos a las tostas con foie y mermelada o a unos tomates cherry con queso fresco. Ya os digo que en cocina tengo el suspenso asegurado, necesito raspar el aprobado. Hiperventilo de pensar en preparar tapitas, si es difícil hacer una comida grande imagínate una tapa en la que todo tiene que quedar bueno y bien montado, no hay escapatoria. Al final, abro la típica lata de aceitunas con anchoas y corto el queso en dados muy perfectos y me creo un chef de alta cocina pero no cuela.

Pero vamos a descubrir las 5 reglas básicas del tapeo con nuestras amigas de Demos la vuelta al día.

1. Nomenclatura. Bocado, tentempié, small plate, aperitivo, botana, poteo, alifara, fast food español, cocina en miniatura, etc. Puedes llamarlo como quieras, excepto tapa cuando se trate de un pincho, y viceversa. Según su definición, el pincho –o pintxo- es la pequeña rebanada de pan sobre la que se coloca una pequeña ración de comida que se sujeta con un palillo, mientras que la tapa es pequeña ración de comida que se sirve para acompañar una bebida. Si, lo sé es una asignatura de las complicadas, las diferencias son difusas y esto lo tendremos que memorizar bien, de hecho a mi ya se me ha olvidado.

2. El tamaño SÍ importa. Una fabada, puede ser una tapa perfecta siempre y cuando la sirvas en un pequeño cuenco con su cucharilla ad hoc, es decir, en miniatura. Todo suena tan bonito que no sé si a mi me quedaría apetitoso. La única condición es el tamaño. La cosa se complica y yo sin cucharillas pequeñas.

3. Elaboración y emplatado. Si, en muchos bares acompañan tu caña con unas aceitunas pero olvídalo. Si algún día tienes que preparar una tapa ni se te ocurra poner una aceituna salvo que la rellenes tú misma de una gelatina casera de vermú, o hagas una esferificación, o la acompañes de una tierra de aceite. En definitiva que las aceitunas con anchoa, que era mi aperitivo estrella, tengo que desterrarlas del armario de casa. Necesito unas clases de tapas ya.

4. Informal. El tapeo es, en esencia, informal. Así que olvídate de todo lo que pudieras aprender en aquel curso de protocolo, en los manteles de hilo, en poner cubiertos para cada plato y asientos establecidos. Esta parte me gusta más, así es todo más fácil. Las tapas se comen de pie, en muchos caso con la mano, se acabó lavar manteles y limpiar platos como si no hubiera un mañana. Creo que esto del tapeo en casa va cogiendo color.

5. No es dulce. Por mucho que te guste el dulce, y por muy bien que te salga la carrot cake, olvídalo. A la hora del postre, el tapeo se ha terminado. Sea como sea, queda terminantemente prohibido servir unos mini pastelitos y presentarlos como ‘tapa’. No vale que se lo que estáis pensando.

Taller de tapas y pinchos. ¡Manos a la obra!

Pero ya está bien de teoría, que el movimiento se demuestra ¡andando!. Así que venga, manos a la obra. Y para que todas podamos fardar de tapas divertidas, originales, sabrosas e imaginativas y, lo más importante: fáciles y rápidas que ya sabemos que el fogón nos aterra, ‘Demos la vuelta al día’ así que nos volvemos a unir, esta vez en un taller de cocina para aprender a preparar las mejores tapas y pintxos. Que no se diga que no podemos dar el ‘do de pecho’.

Y tenemos la intención de pasárnoslo tan bien como en el anterior taller, en él aprendimos a preparar sushi. La cita será los próximos días 7 y 8 de mayo en el espacio de talleres de nuestras queridas amigas de DIY Show del centro comercial Moda Shopping. Podéis inscribiros aquí.

> PARA INSCRIBIRTE EN EL TALLER DE PINTXOS DEL JUEVES 7 DE MAYO, pincha AQUÍ.

> PARA INSCRIBIRTE EN EL TALLER DE PINTXOS DEL VIERNES 8 DE MAYO, pincha AQUÍ.

 ¡A malamadrear!

Y antes de irme no puedo dejar de dar las GRACIAS a todas las que me acompañastéis ayer en la presentación del Libro del club de malasmadres. ¡Fue muy emocionante! Gracias en primer lugar a Demos la vuelta al día por poner tantas cosas ricas y hacer que fuera una fiesta de verdad. Pendiente queda un post con las preciosas fotos que estoy deseando tener de Eva Gascón y con todos los agradecimientos que tengo que dar. ¡Feliz puente!