¿Cómo nos sentiríamos si fuéramos a un restaurante y no nos dejaran entrar por ir acompañada de una persona con movilidad reducida?, ¿y si encima lleva silla de ruedas y nos dicen que no tienen espacio?, ¿cómo nos sentiríamos si no pudiéramos acceder a un local por ser de una determinada raza, religión o condición? Probablemente aparte de parecernos una injusticia, nos sentiríamos fatal. Entonces no comprendo porque en el caso de llevar a nuestros niños, en carrito, andando o en patinete haya restaurantes, bares, lugares donde no somos bienvenidos. Simplemente vamos en familia y tenemos derecho a poder comer algo más que pasta y pizza o sentarnos en el restaurante de siempre.
Imagino que no soy la única que se ha sentido incómoda en alguna ocasión por hacer determinadas actividades mezcladas con el mundanal ruido, ¡qué osadía! Con bebé y carro en ristre amén de llevar el buenpadre una bolsa cargada de pañales, toallitas, juguetes, chupete y biberón, ¡que no nos falte de nada! Pero, oye, que nos gusta eso de salir en familia a comer fuera, los inconvenientes ya los solucionamos también. Esto es cuestión de gustos, habrá personas a las que no les rente tener que salir como un sherpa y lidiar con los momentos gloriosos que pueda tener el buenhijo en cuestión.
Sin embargo, como aquí tengo la oportunidad de exponer mi opinión considero que, como hemos hablado en otras ocasiones, hay que visibilizar a la sociedad como lo que es, un conjunto poblacional con sus personas mayores y sus problemas y con los niños que encima son el futuro. Parece que hay una tendencia a evitar lo molesto, lo ruidoso, lo que no gusta, pero debemos recordar que todos fuimos niños y sobre todo, que todos seremos mayores.
Otra cosa es que los padres no eduquemos a nuestros hijos a comportarse como deben en un restaurante, a saber estar. Me refiero lógicamente a niños que tienen una determinada edad; he visto niños comer perfectamente y cuidar las formas en todo momento. La malamadre jefa y yo hemos ido siempre, siempre con los buenosabuelos a comer por ahí y ya os digo que no dábamos un ruido.
Cuando son pequeños o son bebés hay que ingeniárselas para entretenerles pero es que, en realidad, son niños. Se agradecen esos restaurantes en los que existen las tronas, se acerca el camarero amablemente a traerle un dibujo y unos simples lápices o le dan un trocito de pan mientras llega la comida y lo hacen con una sonrisa en vez de ponerte mirada fulminante. Y funciona, os lo dice la malamadre de un buenhijo muy inquieto.
He leído mucho sobre el tema a raíz de la noticia que saltó sobre el restaurante de Asturias que advertía en su web de la prohibición de niños en su local. Opiniones para todos los gustos y hasta una encuesta en el que más del 70 por ciento de los encuestados pensaban que se debería prohibir la entrada de niños a determinados lugares. ¿En serio esto es así?. ¿más de dos tercios de los encuestados a favor? ¡Qué peligroso me parece! Primero prohibimos la entrada de niños, a los niños y sus familias se entiende, y después ¿cuál será el próximo grupo agraciado?.
Me parece tan de chiste. Entiendo que si quieres ir tranquilo te vayas al vagón del silencio del tren -donde por cierto los ejecutivos gritan como si de Wall Street se tratara-. En realidad, no todo es tan silencioso, salvo que pidas una habitación tranquila en un hotel, o mejor, reserves el hotel entero si tienes mucho dinero. Lo cierto es que vivimos en un mundo diverso y si vas a un restaurante o si subes en un tren en clase turista pues te puede tocar el señor que ronca, la señora que tiene ganas de hacer amigos o la familia con dos buenoshijos. Es así, es la vida.
Y vosotras malasmadres, ¿qué opináis? Esperamos vuestros comentarios.
Mi comentario de arriba iba en respuesta a una persona de nombre Adriana.
En cuanto a la noticia me quedo flipando, yo tengo 3 hijos y últimamente en mi barrio solo hay parejas con perros. Mis hijos no tienen vecinitos con los que jugar, me parece horrible la noticia y entiendo que a algunas personas no le gusten los niños, pero lo que me preocupa es que esta tendencia va a más! Cada vez son más los que miran con cara de pocos amigos a los niños o familias que salimos a comer cenar o al cine….
La prohibición de llevar niños pequeños a lugares públicos en Europa no es algo inusual, como ya se ha comentado por aquí. Simplemente es que hay lugares especiales para niños y dedicados para su cuidado. Luego si tenemos niños a esos sitios es a los que debemos ir.
Lo que se intenta proteger es el derecho de los demás clientes a tener su rato de esparcimiento en privado y sin molestias evidentes. Los adultos mal educados o vociferantes pueden ser expulsados del local o incluso denunciados por otros clientes sin ningún problema. Los niños son niños y todos lo hemos sido. Pero yo no sé ustedes pero a mí no me permitían jugar en locales fuera de la mesa ni gritar en público. Y había muchos sitios donde tenían reserva de edad para poder entrar: museos, bibliotecas, conciertos, teatro e incluso cines, a determinadas horas. Yo siempre voy sin mis hijos y sobrinos por la noche para que no haya niños. Cuando voy con niños también. me molestan los llantos continuados. Es falta de educación de sus padres.
Un buen día cuando algo así me vuelva a pasar, me voy a poner yo a correr alrededor de la mesa de los padres mientras doy berridos de pterodáctilo, les tropiezo los codos, les sacudo la mesa y no dejo al camarero servirles en paz. A ver que rápido se indignan. El mundo está lleno de gente de “mi hijo puede hacer lo que le de la gana y a quien le moleste, es porque es un nazi intolerante y malvado”.
A ver, es que tenéis que entender, que la gente NO TIENE ninguna obligación con hijos que no son suyos! Porqué tienen los demás que aguantar críos gritando y corriendo entre las mesas mientras intentan comer y hablar tranquilamente? Y encima, según vosotros, quien no se aguante fingiendo una sonrisa de oreja a oreja, es un demonio. A algunos no les gustan los perros, a otros no les gustan las aceitunas, a otros no nos gusta comer entre berridos y correteos. El restaurante NO ES TUYO, no es tu casa. Si los nenes se aburren, pues se tienen que aguantar, porque no están ni en su casa, ni en el parque ni en el cole. Al restaurante se va a comer, no a jugar ni a molestar a los demás. Nos vamos nosotros al jardín de infancia a fumarnos nuestros cigarritos y a bebernos el gintonic? No, verdad? Cuando tú vas al restaurante, está mi perro ladrando sin parar y corriendo al rededor de tu mesa tirándotelo todo? Como te sentirías tú si mi perro te hiciera eso y yo encima te montara un pollo por quejarte con toda la razón del universo? Verdad que te preguntarías porqué demonios tienes que aguantar tú a un perro que no es tuyo ni de nadie a quien conozcas y encima en una cena?
Creo que las comparaciones son un poco odiosas…si los adultos se comportan y no gritan, corren y saltan, a nadie le importan si van en silla de ruedas o son de cierta religión o etnia…(bueno, alguno habrá)…y claro que no es culpa de los niños, pero como evidentemente no se hace un test de padre al entrar en el restaurante, se opta por la opción más fácil : no entrar. Y hay viajes sólo para jubilados, hoteles sólo para gays y en los bares los fumadores no entran (se acuerdan de cuando decían que no había derecho a que no te dejaran entrar sólo por ser fumador?)
A quien deberían prohibir la entrada es a los padres, no a los niños! Yo ahora soy madre, pero jamás me ha molestado estar en cualquier lugar y tener niños alrededor. Son inquietos, chillan…son niños. Lo malo son los padres que pasan de todo, que sus hijos pueden correr alrededor de tu mesa y ellos, cenando tan tranquilos. Eso, no.
Lo que tengo claro es que, donde mis hijos no pueda ir, yo tampoco voy, sea una boda, un restaurante etc.
A lo mejor las madres de estas personas deberían haberselo pensado dos veces antes de tener hijos, yo tuve una situación con un antiguo conocido en un restaurante, antes de tener hijos, pero los ojos se me salían de las órbitas.
Según él las personas con hijas deberían de quedarse en casa y no molestar en los restaruantes, el comentario lo hizo porque había un bebe llorando en la mesa de al lado.
Triste, muy triste que haya gente con esa mentalidad, a mi parecer si te molesta pirate tu.
Yo ahora como madre se a que sitios puedo llevar o no a mis hijos pero ciertos comentarios o formas de actuar ante los niños me parecen de muy mal gusto y poco respetuosos y lo siento pero no lo soporto.
Un saludo
Hola!
creo que ayer hice un comentario pero no lo debí enviar.
Yo soy amatxu, no desde hace mucho, pero tía soy desde hace bastante. Me encanta hacer actividades y pasar el día por ahí. He tenido la suerte de no haber tenido nunca problemas con que me traten mal en algún local, es mas, la trona portátil que tengo apenas la he usado y no voy únicamente a restaurantes de pasta y pizza.
Dejando a un lado todo esto, no me parece mal que haya sitios en los que no les permitan la entrada a los niños, mentiría si dijera que alguna vez no he buscado refugio en algún sitio de estos, y no creo que asista solo gente que no tiene hijos.
No creo que haya malos padres que no educan ni niños satánicos. creo que depende de los lugares y las situaciones. Mi niño es un encanto, pero se le puede torcer el día como a cualquier otro, porque tenga mal día o porque se aburre… Dudo mucho que ni mi peque ni mis sobrinos disfrutaran de una cena en un restaurante con sommelier o que un balneario le pareciera tan divertido como un aquapark.
Creo que debe haber espacio para todo y para todos. De la misma manera hay lugares que no les prohíben entrada y a los que podría ir con los críos y me niego, ya sea por mi manera de pensar o porque los considero no adecuados.
un saludo a todas
El hecho de llegar a prohibir la entrada de niños a según que sitios no deja de ser una consecuencia al poco sentido común (en mi manera de ver) de algunos padres. Ya sea por no educar bien a sus hijos o por ir a sitios que no son adecuados para un niño. Soy futura madre e intentaré educar a mi hijo lo mejor que pueda pero tengo claro que no lo voy a llevar a según que restaurante, hotel, etc. por muy bien educado que esté. Precisamente porque en mi opinión, hay momentos y lugares diferentes para todos y para todas las edades.
Yo siento ser de las que opinan a favor de esa prohibición en algunos sitios. Procuro ser de las que no va a sitios muy familiares para evitar esas situaciones,aunque no tengo hijos,tengo sobrinos y he procurado llevarles a sitios familiares o a restaurantes donde se pueda coger un reservado para que no molesten al resto de mesas. Es cierto que hay niños que ni te enteras de que están, pero yo personalmente he tenido unas cuantas experiencias muy desagradables, corriendo y gritando alrededor de las mesas, me han tirado postres encima, me han volcado un botellero lleno de hielo y con con la botella recién abierta y mi mejor recuerdo es tras unos meses durisimos de trabajo, me fui a descansar a un balneario que me costó un dineral y en la habitación de al lado tenía a una familia con dos niños pequeños que se despertaban a las siete de la mañana y ponian la tele a todo meter y a cantar y saltar hasta la hora de bajar a desayunar.
Creo que los niños tienen que ser felices y no se trata de atarlos a una silla, pero también creo que hay muchos padres a los que les da igual si sus hijos molestan o son la reencarnación de satanás.
Ahora que Hooligans borrachos,meando y vomitando por las esquinas,eso sí.No será que los niños no consumen lo suficiente para que compensen sus gritos? No sé,es una impresión que tengo por qué a mí ese tipo de ” personas” me parecen más molestas.
Desde luego lo que sí tengo claro dónde no admitan a los niños a mí me han perdido como cliente para siempre,incluso cuando mi buenahija sea bienvenida.
Los niños son el futuro y aunque hay sitios pocos adecuados para ellos, cómo van a saber estar si nunca les llevas? Los padres con mucha paciencia les enseñamos, es verdad que hay días torcidos pero al igual que aguantamos al otros adultos, hay que aprender a vivir con el resto. Creo que se equivocan y que el éxito está en lugares más atractivos para las familias. Aunque sí estoy conforme con alguna regulación en algunos casos, como un spa, que puso unas horas al día específicas para ir con niños…. yo lo paso regular en viajes en avión, me ha pasado de todo , hay compañías que te dan los últimos asientos por ir con niños, pasajeros que se han quedado incluso antes de que mi bebé llorara, pasajero al otro lado de la fila que pidió cambiar de asiento y luego me dijo que nos habíamos portado genial! …. mis niñas creo que siempre se han comportado de forma correcta, a pesar de otros viajeros maleducados en sus comentarios hacia mi familia.
Tengo 3 hijos ya adolescentes y la verdad es que cada día entiendo más a esas personas que cuando salen a disfrutar de su tiempo libre no quieren aguantar los gritos, carreras o ruidos q generalmente traen los niños consigo. Debo ser la peor malamadre, o la más sincera, pero es lo q siento. Saludos
Pff e leido algunas de las experiencias expuestas aqui y se me retuerce el estomago,escribo desde México adortunadamente sin ninguna mala experiencia en restaurantes relacionadas con mi buenhijo,solo asistimos a lugares con tronas o areas de juego,que claro da coraje ver que en algunos lugares no se les de un espacio a los niños,que claro existen unos que aunque no pongan letrero con ver mesas con cristaleria,musica clasica,ya de entrada mejor abandonas la batalla jaja,como una gran partee de nuestra sociedad no tenemos porque excluirlos o esconderlos de la misma,No Renunciar! Falta escarbar en nuestra infancia,volver a ser libres de mente y de espiritu!bueno un tema muy abierto a debate jeje por ultimo comoarto que cada que salimos ruego que el todopoderoso espolvoree pasciencia a cada persona que este a mi alrededor asi evitanos una guerra campal por defender la libertad de mi hijo de reir,llorar y gritar!saludos
Para mi, es una tristeza pensar que per se, los niños molestan. Está claro que hay días que se ponen pesados, que dan la lata, que gritan o lloran porque sí y claro que molestan… pero esto no siempre es así. Igual que no todos los padres dejan a los niños comportarse como fieras. Para mi es una discriminación, como cualquier otra. Ahora está de moda lo de los niños, mañana será que tenemos que llevar pajarita… en fin, todos aguantamos a todos cuando convivimos: a los niños, a los padres, a los que gritan, a los que fuman, a los que dejan el coche en doble fila, a los que pagan con centimillos, a los que canturrean… ¡apañaos vamos!
Si ocurren este tipo de situaciones desagradables es por culpa de los padres maleducados que dejan a sus hijos campañar a sus anchas sin ningún tipo de control y molestando al personal… A mi un bebé llorando no me molesta, es lógico y normal, un crío de 4 años chillando o liándola parda sí me molesta y mucho, sobre todo cuando es mi único momento de ocio!
Grandisimo post!!! Creía que era la única loca, la que no entendía porqué no puedo ir con mis hijos a los sitios, mis conocidos tienen los niños a ratos, no los llevan con ellos a comer, no van a Semana Santa con ellos, no van a la Feria con ellos… yo me siento excluida del grupo, es una sensación rara y triste. Lo positivo de esto que hemos formado un grupo de mamis de la guarde, de mi Bichito mediano y ya están en 2 de infantil, que si nos entendemos y nos apoyamos las unas a las otras… pues en este mundo loco te miran mal si dices que nunca has dejado una noche a tus Bichitos con los buenosabuelos…Hay que cambiar tantas cosas
pues esto mismo escribí la semana pasada en mi blog! porque justo hace unas semanas se dio a conocer la noticia de que un restaurante en Asturias no permitía entrar niños… Y pasa con hoteles, con transporte…Y mí me parece que no se puede vivir de espaldas a ningún colectivo, y menos aún uno que representa a un grupo importante de población…
https://nosoyunadramamama.com/2016/04/11/ninofobia-2/
Estupendo post, estamos de acuerdo, pienso exactamente igual, y te diré que cuando voy con el carrito soy yo la que me aparto cuando a veces voy cargada y arrastrando los 15 kilos de buenhijos, falta de empatía total con los demás.
Que triste me parece, pronto pondrán playas para niños para que no molesten con la arena a nadie, y en la playa que hay señores, pues arena….
Con no ir a este tipo de restaurante tengamos niños o no, que poco tolerantes somos….
Ay, es triste sí.
GRACIAS POR ESTE POST QUE ES MÁS IMPORTANTE DE LO QUE NOS CREEMOS PORQUE TRATA UN TEMA DE ENORME CALADO.
– PREGUNTA:
¿QUE ESTÁ OCURRIENDO EN UNA SOCIEDAD EN LA QUE LOS NIÑOS MOLESTAN Y SE LES PROHÍBE,CON AMPARO NORMATIVO, EL ACCESO A DETERMINADOS LUGARES?
– RESPUESTA: ESTAMOS ASISTIENDO A UNA ENORME PERDIDA DE VALORES FUNDAMENTALES, PRINCIPALMENTE DE EDUCACIÓN Y RESPETO AL PRÓJIMO.
CUANDO ESTO OCURRE, SE SUPLE CON LEGISLACIÓN QUE PROHÍBE Y SANCIONA.
EJEMPLOS MÚLTIPLES COMO FUMAR EN ESPACIOS PÚBLICOS, EXCREMENTOS DE ANIMALES Y TIRAR RESIDUOS EN LA VÍA PÚBLICA, NORMATIVA DE RUIDOS,… ACCIONES QUE PARECEN LÓGICAS PERO QUE HASTA QUE NO SE REGULAN, LOS ADULTOS, INCREÍBLEMENTE SEGUIMOS REALIZANDO.
Si todos actuaremos con respecto a los demás, educando a nuestros hijos y entendiendo el resto, las “molestias” normales que pueden provocar, nuestra sociedad caminaría en la dirección adecuada.
TRISTE EJEMPLO ENSEÑA UNA SOCIEDAD EN LA QUE EXCLUYE AL FUTURO DE LA MISMA.
es así como lo cuentas y hay que educar, en valores y a los futuros miembros de nuestra sociedad
Como bien dicen todas las malasmadres es un tema de educación, pero no solo de educación en “modales”, si no también de educación gastronómica. Conozco familias en las que los niños comen aparte aun cuando por horarios puede comer la familia al completo, “y así luego nosotros comemos tranquilos”. Esos niños no aprenden a disfrutar de una comida en compañía, a probar lo que come el otro, a disfrutar de la conversación y a disfrutar de una buena sobremesa. Y en un restaurante sin tele y “sin prisas” se agobian.
Me gusta tu punto de vista, a no ser que sea muy tarde, el buenhijo come en su trona y comparte la comida con los demás, tiene 2 años pero disfruta como el que más y ciertamente no se pone nervioso.
Vaya por delante que no soy malamadre. No tengo hijos y por ahora no tengo muchas ganas de serlo.
Soy gerente de un hostal (también tenemos cafetería-restaurante) y tengo que decir que cada vez que vemos un grupo con niños, nos echamos a temblar. Estoy totalmente de acuerdo con lo que Amelia dice en su post, la sociedad es diversa y vivimos en ella, tenemos que adaptarnos los unos a los otros y ser tolerantes, lo que pasa es que cuando ves que un niño de dos años se llena las manos de chocolate y se pasea por todo el restaurante marcando sus manitas en todos los manteles blancos e impolutos ante la risa floja de sus padres, la tolerancia queda en un segundo plano, justo detrás de la factura de la tintorería. Y esto es sólo una anecdota. El problema no son los niños, por dios. Mis dos hermanos y yo siempre hemos salido con nuestros padres a todos sitios, y hemos jugado, reído y divertido de lo lindo. Ahora bien, si nos veníamos arriba estaba mi padre y mi madre al loro para darnos un toque. Yo he visto niños lamiendo el suelo (literalmente), destrozando un escudo hecho de piedritas, desmontarme la terraza moviendo las sillas y mesas y a su antojo, tirar refrescos al suelo y hacer trocitos las servilletas para mezclarlo todo, meterse en recepción a saltar en los sofás, arrancar todas las hojas de las revistas que tenemos en el salón común, abrir las puertas de una vitrina y sacar los manteles y servilletas… Todos esos niños venían acompañados de sus padres y hasta que no nos han visto a nosotros perjurar en arameo, no han intervenido. El problema no son los niños, el problema es que hay padres que no saben educar a sus hijos. Y pagan justos por pecadores.
Por supuesto, estamos de acuerdo Verónica, hay que educar, y educar siempre y no permitir hacer lo que no harías en tu casa que es lo que siempre me decía mi madre, la buenabuela. Estamos en una sociedad en la que además si llamas la atención a los padres te la pueden líar. Muchas gracias por tu mensaje que me parece también muy necesario.
Pues yo creo que es una elección de modelo de negocio como otro cualquiera, ¿les compensa? ¿les sale rentable? ¿en serio han hecho números? por que yo, como muchos, si no puedo ir con mis hijos tampoco iré sin ellos, me dejaré los cuartos en un sitio con sus tronas, sus camareros encantadores que les traen pan, lapices para pintar, les hacen una carantoña con una sonrisa… Ese otro modelo de negocio es el que funciona, el que muchos recomendamos, del que el boca a boca habla y mantiene llenos los locales. Así que yo dejaré que se les caiga su negocio no-niños por su propio peso
Muy acertado, si eres bien recibido hasta el clima que se crea es mejor.
Todo el mundo habla últimamente de esto. Yo creo que no se debe prohibir, pero entiendo que hayamos llegado a esto. Creo que todos hemos vivido situaciones con niños en sitios públicos en los que te dan ganas de decirle tres cosas a sus padres. Oye, si yo estoy aquí, desviviéndome porque mis hijos no molesten a nadie en la medida de lo posible, ¿por qué tengo yo que aguantar esto de los hijos de otros?
Como esto es así, entiendo que hayamos llegado a que existan vetos en restaurantes, transportes, hoteles y piscinas.
Lo que falta en la sociedad es educación, respeto y empatía, de todos hacia todos. Así no existirían estas cosas…
Claro que hace falta educaciòn, mucha
Por mi parte no entraré nunca a un lugar en q prohiban niños, tengo dos y como todos los niños son revoltosos, pero tb saben comportarse,pq para eso les educamos, mas molestan los q hablan a voces o beben como si no hubiera un mañana, es@s es los q tenian q tener prohibida la entrada y pasar por un curso de buenas maneras.
En una ocasion viajé en tre de Madrid a Salamanca con mis hijos pq nunca habian viajado en tren y querian hacerlo. Bien pues empezó el viaje sin problemas salvo pq a las 10’minutos la chica q viaja justo detrás empezó a chistar para q los niños callaran, los cuales simplemente iban hablando y mirando por la ventanilla, todos sabemos q los crios a veces hablan alto, pero no gritaban, no lloraban… evidentemente intentas q los pqs hablen mas bajito, q no se emocionen tanto… pero la chica seguia chistando chsss chsss cada 3 o 4 minutos… a los 40’de viaje la q estaba de los nervios con tanto chss era yo, asiq amablemente la pregunté si tenia algún problema: su respuesta fue q llevaba toda la semana de examenes y se iba a Salamana de finde y queria dormir el trayecto; mi respuesta fué q me parecia estupendo su plan, y q mis hijos q tb llevaban una semana de tareas y tb iban el fin de semana a Salamanca pero q a ellos por el contrario no les apetecia dormir y preferian ir charlando, pintando o viendo una peli y como habian pagado igual q ella el billete tenian el mismo derecho q ella a hacer lo q quisieran respetando siempre las normas de comportamiento, y q si queria silencio siempre podria coger un taxi para ella sola. Afortunadamente la gente me apoyó y no volvió a chistar en todo el viaje.
A la vuelta coincidimos de nuevo 😉
Buenísima tu respuesta Rosy, y voy más allá: ¿hubiera sido capaz de chistar a dos adultos que hablaran?
Genial post, esta claro que cada uno con su negocio hace lo que quiere, hoteles solo para adultos, bares o restaurantes… Pero la realidad es que a todos nos gusta salir en familia y es vergonzoso que se prohíba la entrada a una familia en cualquier establecimiento. Bajo mi punto de vista el problema es que hay demanda, por eso existen negocios así, lo que me lleva a mi siguiente conclusión y es que hay padres que llegan a los sitios y dejan a los niños con total libertad para hacer lo que quieran, esto lleva a que molestan y seamos realistas, yo soy madre de 2 hijos y salimos mucho en familia pero mis hijos no corren por todo el restaurante. Son niños, y no podemos pretender que sean estatuas pero un poco de imaginación para que no se aburran! Hay que tener sentido común. Si quieres ir a comer o cenar sin preocuparte de los niños tienes 2 opciones, o los dejas con los buenos abuelos o les enseñas que hay cosas que no se hacen.
No hay más, eso de correr por el restaurante es algo que tampoco comprendo.
A mí no me ofende. Lo entiendo perfectamente. Hay gente que queda a comer con sus amigos y no le apetece tener al lado a niños que no paran.
Yo cuando voy a un restaurante con mis hijos, intento que no molesten, que no se levanten, que no estén entre las mesas, que no chillen, etc, etc… y no siempre lo consigo al 100% porque, como bien decís, los niños son niños. Por esa misma razón, entiendo que haya gente a la que no les guste, porque en su fin de semana o momento de ocio buscan relajarse y disfrutar.
No veo lógico compararlos con un discapacitado o una persona de otra raza o religión, porque estos son adultos y se supone que saben comportarse como tal. Si un discapacitado chillara como un loco o una persona de otra raza corriese entre las mesas, supongo que ahí sí podríamos compararlos con niños.
Gracias por tu opinión Alicia.
En un momento en el que tienes que pegarte con una competencia atroz para que los clientes entren en tu establecimiento, esas limitaciones te perjudican. Allá cada cual con sus decisiones. Pero confieso que mis hijos flipaban desde bien pequeños con los padres que dejaban correr a sus niños entre las mesas de un restaurante sin límite alguno. Les parecía fatal, exótico pero fatal. Se preguntaban: y ese niño no tiene padres? Educar es un trabajo muy duro. No siempre apetece.
Educar exige de estar siempre en ello y a muchos les cansa.
El otro día comentaba con mi marido que ahora nos molestaba, a la sociedad en general, todo.
Yo tengo la suerte de que la buenahija de porta bien en los restaurantes, también depende del día, y si bien es cierto que la queja va hacia algunos adultos que no se hacen cargo de sus hijos, hay otros que por más que lo intentan su buenhijo es inquieto y es muy difícil. Leí en algún comentario que no solo las familias deberíamos dejar de ir a esos sitios que prohíben nuestra entrada, si no que el resto también. Ahora me pregunto si somos un pelin hipócritas y si vamos solos a comer o cenar preferimos que no haya niños cerca…yo lo tengo claro…niñ@s siempre!!!
A mi sinceramente no me importa tener los niños cerca, es más desde que soy madre menos aún!
No seamos hipócritas: que haya diferentes opciones, no debería parecernos mal. Si no aceptan niños en un restaurante y te ofende, con no ir, tienes. Probablemente, el problema derive de que los padres van a un restaurante y en muchas ocasiones, pretenden disfrutar de la comida y de un momento de desconexión, sin prestar demasiada atención a sus hijos:eso sí, si es otro comensal el que llama la atención al niño, se ofenden todos y ponen el grito en el cielo, culpabilizando al otro porque “somos unos intolerantes con los niños”. No, hombre, no. Mire usted: a mi no me molesta su hijo, me molesta que su hijo corra, venga a mi mesa, grite, … y usted no haga nada; que una vez puede pasar, y dos también, pero que moleste durante toda la comida, pues no. Tengo muchos compañeros de trabajo que desean que los buenoshijos se queden con sus abuelos un fin de semana e irse a un hotel a descansar. ¿Adivinan que opción eligen? Efectivamente, un hotel sin niños: según ellos, con aguantar a sus buenoshijos tienen suficiente.
El problema no es el niño, sino la educación que se le está dando al niño; es cierto que cuando estás comiendo quieres estar tranquilo y no recibiendo golpes o chillidos de uno o varios niños, como tampoco quieres tener a varios adultos chillando como energúmenos o riéndose desaforadamente, lo que falta en nuestra sociedad es respeto por los demás y por su espacio personal, que también se incluye no invadirles con nuestra cháchara o ruido. Como decía Mafalda tu libertad termina donde empieza la de los demás.
Tienes mucha razón, además es raro que un restaurante esté completamente en silencio.
Hola!
Os cuento, yo vivo prácticamente todo el año en Varsovia y aquí he aprendido que existen otras formas de hacer, aquí tienes tronas y cambiadores en casi todos los cafés, restaurantes y de más y ya lo que me tiene perpleja es que en un número muy muy grande de restaurantes existe un rincón para jugar, con mesitas, juegos, colores etc, y ya la maravilla de las maravillas es que en algún restaurante que otro los sábados y domingos tienen cuidadoras/animadoras que les hacen juegos o enseñan cocina, una cosa de otro mundo para España. Mi conclusión es que en España los niños molestan y en Polonua (y me puedo imaginar que en muchos países más) los niños cuentan.
Por otra parte pienso que lo de prohibir niños es una grave tontería pero puedo entender que en alguna ocasión se quiera cenar tranquilo, tenemos que ser conscientes que tres horas un niño sentado no es natural y es aburrido para ellos. Así que más locales preparados y más comprensión para todos, padres, niños (sobretodo) y gente que no tiene niños.
Me ha encantado conocer tu historia y tu experiencia en Varsovia, te contaré que a la pelu que llevó al niño es una peluquería con rincón para jugar y un coche donde les corta el pelo, tele con dibus y el buenhijo va encantado y el chico tiene una clientela fija. Voy encantada.
Hola Amelia
Creo que es todo parte de un mismo problema: la INCLUSIÓN.
Cada vez más nos encontramos adultos que no son capaces de entender que los espacios públicos (bares, restaurantes y museos incluidos) son de TODOS y si soportamos a personas con movilidad reducida, de otra raza, con otra identidad de género, … diferentes a nosotros al fin y al cabo, es porque hay campañas para concienciar sobre ello. No digo que haga falta (o sí) una campaña para concienciar a la sociedad sobre la importancia de la infancia y de incluirla en todas las actividades sociales, digo que lo necesario es de EDUCACIÓN, de aceptar al que no es igual que tu.
Cuando buscamos colegio para nuestros niños los parámetros que utilizamos quizás no sean los adecuados: buscamos que esté en “buena” zona, con buenos resultados en selectividad (¿15 años antes?), que no sea público, con uniforme, … No miramos criterios como que sea INCLUSIVO, no nos parece importante (de hecho promovemos que se aparte a alumnos que no cumplan con los criterios de excelencia del colegio) con lo que nuestros hijos no aprenderán a convivir con, por ejemplo, personas autistas o con síndrome Down. Yo, que soy mas bestia que Amelia, os pregunto ¿que hariais si un restaurante prohibiera la entrada a personas autistas o Down? Pues eso pasa en esos colegios estupendos que elegimos para educar a nuestros futuros adultos.
Me ha gustao mucho tu análisis Alberto, entre otras cosas porque yo creo que criar a nuestros hijos en la diversidad es enseñarles lo que va a ser su mundo en un futuro y me parece muy importante. Eso les hará más tolerantes y respetuosos.
Sinceramente creo nos hemos vuelto comodos y poco tolerantes. Yo he ido toda la vida con mis buenospadres y mi buenahermana y no precisamente al McDonald’s. Otra cosa son los padres pasotas q piensan q puede seguir haciendo lo mismo q hacian sin niños como ir al cine con un bebe o ir al chiringuito chill out a las 12 de la noche. Los niños son niños y se aburren en esos sitios en los q no encuentren alicientes para ellos, yo personalmente prefiero ir a sitios donde se q todos vamos a estar comodos y ellos tienen espacio para jugar y no molestar y ya tendre tiempo de volver al chiringuito chill out cuando dentro de nada ellos no quieran salir conmigo o bueno si cualquier dia de esto la buenaabuela se queda con ellos y me da una noche libre 😉
Pienso igual qie tú Noelia!!!
La entrada a niños sí se prohibe, pero la de adultos no. No hay ningún problema con que en el vagón silencioso se hable a gritos, no hay problema si en una cafetería un grupo de adultos están celebrando sus glorias a grito pelado mientras los demás intentamos tener una conversación agradable, ni que en un concierto haya gente que se entretenga hablando cuando los demás queremos escuchar música. No hay problemas tampoco en que en el cine tengan que subir el volumen para que la gente que habla durante toda la película deje oír al resto de personas que van a ver una peli… pero los niños son un problema, ellos sí. Que cruz!
Tienes mucha razón Anna, acaso si en un restaurante no hay niños, no hay ruido, os que se come sin hablar…
A nosotros ya nos pasó hace 5 años en la cafetería del Museo Vostell de Malpartida de Cáceres. Nos reunimos toda la familia para la visita y entre ellos había unos 4 niños de edades comprendidas entre 6 y 12. Los niños se sentaron porque iban a consumir igual que nosotros y nos pidieron por favor que los niños se quedaran fuera jugando. Para colmo estaba hasta lloviendo… Nos fuimos de allí inmediatamente, no hay derecho
Fuera jugando? Madre mía.
Estoy de acuerdo con el resto de comentarios: el problema no son los niños: son los padres. Nunca me ha molestado el ruido de los niños (ni antes de ser malamadre, ni ahora siéndolo) pero detesto esos padres que son incapaces de educar a sus hijos y encima se mosquean si les llamas la atención. En cuanto a los hoteles, a mí me pasó en una ocasión que tuve que buscarle a un profesor del master que coordinaba un hotel alternativo porque en el que normalmente alojábamos a los docentes no admiten niños (ni bebés, ni niños, ni adolescentes: nada por debajo de los 18, ni que aquello fuese una discoteca o un bar de reputación dudosa!!!). Entonces me pareció una aberración, especialmente porque es una institución pública (con muchos años de recorrido y mucho prestigio de la que no diré el nombre), hoy sigue pareciéndomelo.
Tal y como dices es cuestión de educación y me parece increíble lo que cuentas del hotel
Hay que entender que hay lugares que no son apropiados para llevar agentes distractivos (charlas, simposios, seminarios, conferencias, hospitales…), y lugares donde no debe importar o donde no hay más remedio (como la consulta del médico o el transporte público); donde por más educados que estén, los niños son niños y se van a mover, van a hablar, van a protestar, y con la práctica y la edad van aprendiendo lo que se hace y lo que no. Las entidades privadas que hagan lo que quieran, y prefiero que especifiquen un “prohibido la entrada” a que te traten mal. Y al que no le guste vivir en sociedad, pues eso, que se quede en su casita. Que lo de a los niños se les ve pero no se les oye quedó obsoleto en los setenta.
Gracias Tere por tu comentario y análisis.
Hola a todas. Parece que no solo es en España donde determinadas personas no saben lo que es un niño y curiosamente muchas tienen niños. Vivo en Londres y hace muy poco estaba en una cafetería de un supermercado (no una de postín sino una de estas de salir del paso) con nuestros dos hijos. Ellos terminaron de comer y se pusieron a jugar cómo los demás niños que estaban por allí, corriendo entre las mesas y riendo. La desgracia fue que nuestros niños son un poco mas sonoros que los demás y sus risas un poco más potentes. Había en la cafetería una señora con una niña de la edad de los nuestros y un bebe de pocos días y se dio la vuelta y nos pegó tal grito que no sabíamos donde meternos. Para mi fue un poco menos vergonzante porque por supuesto el grito fue en ingles y en esas circunstancias no entendí muy bien lo que dijo pero mi amiga que es hablante nativa me dijo que había sido realmente desagradable y se negó a reproducirlo.
Lo que espero es que nunca ninguno de sus hijos grite un poco mas de la cuenta y nadie le haga eso a ella. Son niños no animales y en determinados sitios hay que ser mas flexibles que no era un restaurante de 5 estrellas Michelín.
Un saludo a todas y gracias por leerme
Gracias por contarnos tu experiencia en Londres 🙂
Una vez, estábamos en un restaurante bastante conocido de Badajoz, éramos 3 parejas con 3 niños y un carrito de bebe. Los niños, algo revoltosos pero no como para llamarnos la atención, jugaban en un rincón del restaurante. De pronto entró una señora con una chica y pasaron los niños corriendo delante de ella. Mi hijo, que fue el último en pasar, recibió un pequeño empujón de la señora; inmediatamente me levante para montarle un espectáculo a la doña aunque no hizo falta porque el camarero comenzó a increparla, Ella pidió a¡hablar con el encargado o el dueño que casualmente estaba allí ese día. Tras un rato hablando la señora y la chica finalmente se fueron. El dueño del local, se acercó a nuestra mesa con tres cucuruchos de chucherías y tras disculparse por lo ocurrido nos confesó que había tenido que invitarla a marcharse porque al parecer no le gustaban los niños y pretendía que le desalojara una zona del restaurante para ella. SI NO QUIERE NIÑOS QUE BUSQUE OTRO LUGAR, fueron las palabras del dueño. No pudimos quedar más agradecidos. Lo más curioso, es que la SEÑORA, iba en sila de ruedas.
Me parece increíble Zoraida, cosas que pasan…
Cuando fuimos de vacaciones a Escocia con mi peke de 2 casi todos los Bed&Breakfast(pensiones britanicas)no admitian niños.Conseguimos al final una que pertenecia a una pareja mayor muy maja pero despues de jurar y perjurar que no lloraba de noche u que es un buen niño.
Y digo yo,que las familias no tenemps derecho a vacaciones o que?
Curioso, gracias por contárnoslo
Recientemente hice un viaje transatlántico sola con el buen hijo de 18 meses, edad de movimiento por excelencia. Al estrés que ya llevaba de viajar sola+maleta+mochila +carrito+buen hijo+10 horas de vuelo; a mi me estaba dando algo y si a esa ecuación le sumamos la cara de muy pocos amigos que me puso la vecina de fila al verme llegar con mi inquieto vástago pues en principio dan ganas de irte las 10 horas en el baño (que es otra aventura cuando viajas sola con el buen hijo). Bueno, la historia larga hecha corta, el buen hijo cómo viaja desde bebe ya tiene medio claro en qué momentos se debe quedar quieto cómo estatua y si a eso le sumamos que durmio 8 de las 10 horas de vuelo, al final a la vecina le faltó darme un beso de agradecimiento por un viaje tan placentero y llevarse al buen hijo a su casa por majo.
La predisposición no sólo con los niños sino con casi todo en esta vida nos hace perder de oportunidades maravillosas de enriquecer nuestra vida.
Tienes mucha razón Catalina 🙂
El otro dia en un jardín, busqué un sitio sin gente para que los niños jugaran con la pelota. A los diez minutos se sientan junto a mí un grupo de señoras que ya serían abuelas. Hasta tres veces les llegó el balón y más de tres se quejaron de los niños. Dije a los niños que llevaran cuidado. Al final, a la última queja, les dije a las señoras que se dieran cuenta de que ellas habían llegado después y que si les molestaba el balón, tenían que haber elegido otro sitio.
Aquí en Valencia hay un pelea constante en el cauce del río Turia, reconvertido en un jardín precioso, entre corredores, abuelos paseantes, familias con niños, ciclistas, perros con dueños que les dejan hacer lo que les dé la gana, etc etc. Todos y cada uno de estos grupos creen que sus derechos valen más que los de los demás. Mucha falta de respeto.
Saludos
Pilar
Respeto y tolerancia es fundamental
Hola,
Yo observo que los niños,(luego adolescentes y más tarde adultos) que mejor se “portan” son los que más salen porque aprenden a comportarse en situaciones variadas, en sociedad, y no solo en el reducido ámbito de su casa. Saben adaptarse al momento y al lugar. Y si aún no lo saben, lo están aprendiendo.
Miremos por ejemplo a los países nórdicos donde lo extraño es salir SIN niños. Lo normal es hacer cosas en familia, sea salir a comer o ir a un concierto. Con sitios adaptados y familias con dos dedos de frente, se puede hacer y además es estupendo. Este verano en Dinamarca nos quedamos maravillados con el “trato” a los niños. Por ejemplo, un detalle que aquí olvidan muchos restaurantes: saca primero la comida de los niños aunque sólo pidan un principal…
Saludos
Pilar
Hola!
Tengo tres hijos y siempre hemos ido a comer fuera.
Lo verdad es que procuramos ir a sitios en los que los niños sean bien recibidos, y, por norma general,se portan bien.
Pero, también, entiendo a la gente que si va a cenar no tiene ganas de aguantar los lloros de un crío o que se te arrime a la mesa y te lleve un trozo de pan, como me ha pasado…y, oye! es mi trozo de pan…(que para una noche que salgo sin niños…).
Vivimos en sociedad, y hay que ser tolerante…o acabas riñendo con todo el mundo…lo que está pasando últimamente es que tú tienes que tolerar lo mío, pero yo no tolero lo tuyo…
Hace cuatro años, estando yo embarazadísima, tomando algo en una terraza, los críos estaban jugando a dos metros y, el señor de la mesa de al lado, pegado a mí, se estaba quejando del ruido que hacían los niños y que vaya padres, cuando él se estaba fumando un purazo a mi lado y echándome todo el humo…
Qué razón tienes Ana!!!
A mí siempre me ha molestado el ruido, pero no me queda otra que convivir con él si no quiero ser un ermitaño. Y los niños son niños. A veces molestan porque los padres se despreocupan (ojo papis, el niño es vuestro, algún límite ha de tener) y otras porque es inevitable, porque no pueden estar tres horas sentados sin moverse en un restaurante.
El verano pasado pudimos hacer un viaje por la Selva Negra y no hubo restaurante en el que no hubiese “entretenimiento” para peques. El que no tenía una salita con juguetes (no era un parque de bolas, sino una simple estancia con uuna alfombra y un cajón con juguetes), tenía una estantería con juegos de mesa, libros para colorear o cualquier cosa que hace que loa tiempos de espera para los niños sean amenos y no den la lata. Nos queda mucho por aprender.
Y sí, me molesta in niño incordio, pero también un adulto que come con la bo a abierta, otro que habla como si tuviese un altavoz en la garganta o el que se ríe a carcajadas que molestan al resto.
Los restaurantes tienen su derecho de admisión… Bien, nosotros tenemos también nuestro derecho de elección. Y, como no nos dejan pasar con nuestros hijos, tampoco iremos a ellos cuando estemos sin los niños. ¡Será por restaurantes realmente respetuosos!
Me ha encantado lo que cuentas de los restaurantes con algún tipo de entretenimiento 🙂
Buenos días,
pues a mi no me parece tan grave, con no ir a esos sitios es suficiente.
Yo no me siento ofendida la verdad.
Nosotros estuvimos en un hotel en Peñíscola que tenía una piscina para todo el mundo y una piscina sólo para adultos. Pues la verdad seamos sinceros.. yo no pude ir pero me quede con las ganas!!
Un saludo,
Muchas gracias por tu opinión
Siempre he sido educada en tolerancia, flexibilidad y disciplina. Y mi madre cuando los vecinos tenían un cumpleaños y por el ruido no podiamos dormir, me decía: “En septiembre es el tuyo y te gustará hacer una fiesta. Lo están disfrutando. Es genial celebrar el día que naciste”. Y punto. También, sacábamos la cama de abajo pronto porque hacía mucho ruído(somos 4 y dormiámos en una litera y una cama con otra que teníamos que sacar a diario), para no molestar a nuestra vecina de abajo, una mujer mayor que se acostaba temprano. Yo me saqué la selectividad con el bebé de mi vecino de arriba llorando a diario. Malditos gases. A veces me desesperaba, pero ¿qué se le va hacer?. Y ahora, mi vecina sufre los lloros de mi hijo cuando le cuida mi madre. Unas veces en la vida eres tú el que molestas y otras el molestado. Hay que intentar evitar, por supuesto, el hacerlo. Eso es la educación. Pero hay circunstancias inevitables o excepcionales y también hay que comprenderlo. Eso es humanidad y empatía. Yo creo que hemos perdido ambos. Y nos molestan los mayores porque a veces no se enteran y tienen incontinencia. Los adolescentes, porque hablan alto y van en grupo. Los de otras razas o religiones, porque su cultura es distinta. Los niños porque lloran y llevan sillita. Y así, un suma y sigue. O nos da igual molestar al de al lado porque “lo mío es lo más importante”. Yo creo que el truco es un equilibrio entre educación y empatía de ambos. Y menos tontunas. Como dice un amigo mexicano: “Ayyyy, que pena, los problemas del primer mundo…” Con esa frase nos suele callar a todos y ponernos a pensar que nos hemos perdido algo en el camino… Gracias por tu post, Amelia.
Buen lunes a todas
Gracias a ti por la reflexión Laura.
Creo que se nos está yendo la cabeza… creo que nos estamos olviando de lo importante, de la tolerancia.
Que levante la mano quien no ha molestado alguna vez… pero antes de levantar la mano hay que preguntar a toooooodo el mundo con el que hemos tenido cualquier tipo de contacto. Ahhhhhh ya dudamos un poco?? 😉
Pues eso, creo que tenemos que ser más tolerantes con el resto de nuestra sociedad, y nos hará ser más felices.
Tolerancia y respeto es la clave
Pienso que el problema no son los niños, sino la actitud de los padres(o de la gente en general, porqué me he encobtrado gente de todas las edades tanto que molesta cómo que no en sitios públicos). Con un poco de sentido común y empatía hacía el resto de clientes, eres el primero en salir fuera un rato o lo que sea si ves que tus hijos estan molestando. Será que no hemos comido por turnos en restaurante, nosotros!!!! La última vez, por suerte, mientras uno de los dos entretenía a los dos buenoshijos uno modo avión con sueño parriba pabajo y el otro subiendo y bajando de un taburete jugando a su bola, el otro hablaba con la mujer de la mesa de al lado que comía sola por circunstancias. Así que creo que todos salimos ganando!!! También tengo que decir que hay formas más sutiles de marcar el tipo de clientela que se desea, sin negar la entrada de nadie, como el tipo de comida, iluminacion, el tener o no tronas y zonas de juego, horarios, etc… Y eso no me parece mal para nada. Y agradezco mucho el auge de los bares y restaurantes preparados para ir con niños, que cada vez son más. Otra buena fué tomando una cerveza en un bar de noche pero a las 19h de la tarde, mientras unos veían el futbol en una punta del bar, yo acabé bailando las canciones de mi época en la otra punta con el buenhijo1 mientras el padre dormía al bebé buenhijo2 en brazos al son de la música.
Jajajaja, me has hecho recordar un día que íbamos varias parejas con niños y entramos en una cafeteria con futbol, nos clavaron la mirada que aún lo recuerdo.
Los niños aprenden con el ejemplo. Miedo me da lo que estén aprendiendo viendo y oyendo cosas como este tipo de prohibiciones…. hay gente que se cree que los niños aprenden a base de videos en la tableta sobre normas de urbanidad. Y no es así.
Hoy son ellos, mañana es una señora mayor a la que le “huele el alerón”, pasado mañana es … cualquiera.
Es así, hay que dar ejemplo y como bien dices prohibiendo no sé qué efecto conseguimos.
Buenos días, antes que nada, decir que veo excesivo lo de “prohibir la entrada”, pero tengo que reconocer que yo soy la primera a la que le molesta, vaya con mis buenoshijos, o vaya sólo con mi pareja, y me toque en el restaurante los padres totalmente pasotas en plan nos vamos a hacer los locos mientras nuestros hijos corren como posesos por todo el local, gritan y tocan todo lo de las otras mesas, mientras no nos llamen la atención nos hacemos los locos, así podemos desconectar, y cuando alguien les llama discretamente la atención, montan en cólera gritando a los cuatro vientos es que son niños, que poco aguante tiene la gente!!!!! y tu alucinas pepinillos ante tal respuesta, porque encima no tienes paciencia para aguantar niños mal educados. Como bien dices Amelia, no es cuestión de prohibir sino de educar,
De acuerdo contigo, educar y cuando son pequeños que no pueden parar quietos ingeniárselas o turnarse.
Pues yo estoy flipando. Yo soy una malamadre de tres hijos varones y muy movidos. Para ir a un buen restaurante y enseñarles que tienen que estarse quieto, tienes que ir una o treinta veces. En eso consiste la educación. Os aseguro que cuando leo comentarios de gente que tiene una buenahija, me alegro mucho por ello, pero no siempre es así, y menos cuando tienes tres, si uno alza la voz y el otro también y el otro se mueve os aseguro que mis buenos hijos no se están portando peor que vuestras buenashijas, solo que al ser tres se va a ver mucho peor.. Por eso me tienen que vetar a mí la entrada? O tengo que pasarlo peor que los padres que tienen una buenahija? Os aseguro que cuando voy con mis buenoshijos a un restaurante solo con uno de ellos, se nota muchísimo. Pero yo estoy haciendo una labor criando a tres niños muy grande para nuestro futuro … Entonces entiendo que hay que aguantar un poquito no?
Por supuesto que si Mayra.
Me ha gustado mucho el post. Antes de tener hijos lo único que me molestaba era la mala educación de algunos padres. Los niños son niños. Nosotros también salimos, pero hemos acotado las cafeterías children friendly, donde te reciben sonriendo, como a los demás clientes. A las que tienen derecho de admisión personalmente no pienso ir ni con niños ni sin ellos. Besos
Yo tampoco me complico, vivo en un lugar costero con una oferta muy extensa y en ningún restaurante de aquí hemos tenido problemas y estamos hablando de todo tipo. Al que me plantee problemas o ponga malas caras mejor no entrar.
Amelia, enhorabuena por el post.
Este tema ya lo hemos abordado el #buenpadre y yo, sobre todo a raiz que varios amigos sin hijos se fueran de vacaciones a hoteles no amigos de los niños
Cada vez nos estamos volviendo más egoistas, y no nos damos cuenta que vivimos en sociedad, y si no te gusta… ve a vivir a la mitad del campo.
Acaso, nos hemos parado a pensar que sin niños, y tal como está estructurada nuestra sociedad, ¿quién va a pagar nuestras pensiones en el futuro? ¿Acaso todos hemos nacido adultos? ¿No hemos sido niños con anterioridad?
Gracias Ana, la sociedad la van a mantener estos niños en un futuro. Un abrazo.
Todo esto es increíble, sí…
A nosotros nos negaron la entrada a un bar restaurante de Moncloa (Madrid), famoso por su carta de setas, porque llevábamos un carrito de bebe y dos muybuenashijas. Simplemente al entrar nos dijeron que con carro molestabamos a la clientela, que no había sitio para nosotros ahí. Después de montar un bonito y merecido “pollo” nos marchamos.
Por suerte Chamberí está lleno de lugares fantásticos y desenfadados donde todo el mundo es bien recibido 🙂
Yo también he vivido esa situación y la verdad es que es desagradable, yo suelo poner hoja de reclamación, porque me parece increíble.
Suscribo todas tus palabras. Y como madre del gemelo intenso del tuyo seguro que hemos pasado por situaciones similares. Lo que dices, a veces hemos tenido que entrar a un bar, tomarnos la cerveza rapido y salirnos a que el Pollito corra libre, o si está dormido ya echamos más rato. Nosotros procuramos tenerlo entretenido con mil cosas (los famosos yo nunca) y como también dices, a mí lo que me molesta no es que El Niño este portándose como un niño, es que los padres pasen. Pero no sólo en restaurantes, en cualquier sitio. También como dicen por ahí, hay adultos que dan más por saco que un colegio entero, o que me dices de las despedidas de soltero? El sábado vimos sin exagerar más de 10 y en unas hasta molestando a unos turistas.
Ah. Yo el viern pasado fui al desayuno de la malasmadres house, y como conozco a mi mister, en vez de meterme dentro y no dejar a las demás escuchar la charla de Nuria, pues me quede en la puerta que tuviera sitio pasara correr y no agobiarse. Me enteré de la mitad, pero bueno, ya me veré el vídeo, me leeré la crónica y le pediré a mis amigas un resumen. Es lo que toca.
Es que es así y así debería ser la verdad Lorena, y te digo una cosa, es una fase, ya llegara el momento en el que se sienten y estén más tranquilos. Un abrazo guapa!!!
Buenos días,
Pues a parte de una medida ilegal (aml menos en mi comunidad el derecho de admisión está muy reglado pero no admite ese uso, me parece muy poco inteligente: esos empresarios de hostelería que no permiten que nuestros hijos coman en sus locales, en unos años se quejaran de que la juventud solo aprecia el fast food … el gusto también se educa, señores.
Soy madre de família numerosa y la primera interesada en que mis hijos no molesten (y no me molesten)así que acostumbro a ir a los restaurantes a primerisima hora. Los locales estan vacios, el personal descansado y sobre toda, la sobremesa, en el parque.
Estoy muy de acuerdo,y como dices a nivel legal: ¿se puede prohibir por las buenas? Porque esto no lo recoge el derecho de admisión. Lanzo la pregunta por si alguien puede responder. Gracias por opinar.
mujer, tres tercios no… 😉
¡Qué cosas! Dos tercios quería decir, corregido el lapsus. Esperamos tu opinión respecto al tema también. Un abrazo.
Os cuento el colmo de este tema: llevé a mi hijo de 5 años a un cuenta cuentos en una biblioteca pública y como tengo otro de 1 año que no podía dejarlo con nadie, también le llevé. Pues nos echaron de la sala al pequeño y a mi y tuvimos que esperar en el pasillo, porque según las reglas de la biblioteca pública, en la sala no había sitio suficiente, cuando estaba medio vacía y mi niño, que no hizo ni un ruido, distraia a los demás de la actividad! E incluso llegaron a decir que habia padres que se quejaban de que fueran bebes.Lo mejor es que me han dicho que esas son las normas y que no las van a cambiar. Lamentable.Así que lo de los restaurantes y hoteles que prohíben ir con niños, se queda en anécdota al lado de esto.
Es increíble Yoly, y eso que era una actividad infantil. Gracias por contarnos.
Lo que se intenta proteger es el derecho de los demás clientes a tener su rato de esparcimiento en privado y sin molestias evidentes. Los adultos mal educados o vociferantes pueden ser expulsados del local o incluso denunciados por otros clientes sin ningún problema. Los niños son niños y todos lo hemos sido. Pero yo no sé ustedes pero a mí no me permitían jugar en locales fuera de la mesa ni gritar en público. Y había muchos sitios donde tenían reserva de edad para poder entrar: museos, bibliotecas, cines, teatros, conciertos, etc…. ahora también bares, pubs y discotecas. Porque no? a parte de la libertad de elegir el tipo de público al que está dirigido, no veo ninguna discrimacion de raza sexo o religión, no pongan más porque no hay ningún apartado más en la ley!.
Mi biblioteca pública tiene un rincón de lectura con libros para niños de 0-6 años. Es decir, tiene también libros de los de bebés, de solapas, texturas, etc, y unos cojines en el suelo para que se sienten a leer.
Pues bien, me echaron con mi hija de 20 meses porque “hacía muchos aspavientos” y el entusiasmo que ponía con los cuentos no dejaba a la gente a estudiar. Que hasta que no sepa comportarse y mantenerse en silencio, no vuelva. Nadie se había quejado, no hacía ni 3 minutos que estábamos allí (por no quitar, ni el abrigo me había quitado todavía). Decidí hacerme el carnet para llevarme un cuento a casa, me pidieron que esperara en la puerta de la calle para que el ruido de la niña no interrumpiera la lectura de la gente.
Así que puse una reclamación, y ahora la bibliotecaria es una chica maravillosa y amable, que entiende que en la sala de los niños no haya silencio absoluto.
Con esto quiero decir que gilipollas hay en todas partes, pero si os tenéis que quejar hacedlo, al fin y al cabo el sueldo de esta gente lo pagamos todos.
Totalmente, poner una queja porque además es un lugar con zona para bebés y niños.
Como bibliotecaria leo esto y se me cae el alma a los pies… Por favor, una biblioteca infantil es un sitio en el que habrá RUIDO sí o sí. Vale, hay que enseñarles a hablar más bajito, hay que estar un poco pendientes de ellos si alborotan, pero de ahí a echar a un bebé es ya el colmo. No sé, leo el post y pienso que la sociedad ha llegado a un punto enfermo si no podemos tolerar lo que hace el de al lado. Y da mucha pena…
Pues esto es como todo, sentido común. Por supuesto no estoy a favor de que se prohíba la entrada a nadie a un lugar, pero si tú como padre sabes (xq eso se sabe) q tus hijos son “movidos”, no los lleves a sitios donde puedan molestar salvo q estés dispuesto a no quitarles ojo y estar al quite, o incluso si la cosa se complica, discretamente, salir de donde estés (restaurante, cine, iglesia o donde sea). Q te toca quedarte sin comer? Pues chico, q se le va a hacer… Ya crecerán y cambiara el cuento. Yo he tenido la suerte de tener una hija tranquila y a la q si tenía el día tonto, con una mirada bastaba xra q rectificase su actitud y se comportara, pero entiendo q hay mil casos diferentes y no todo funciona xra todos. Slds a todas y buena semana!
Estoy de acuerdo, tocará una época en la que hagaa turnos para comer a veces, otras tendremos más suerte y es eso, sentido común.
Buenos días!!
En este post he de comentar porque es que ya el gilipollismo es de nivel exasperante. ¿Cómo que no se puede entrar con niños?? ¿el derecho de admisión es tan sumamente OMNIPOTENTE??, será así hasta que alguien denuncie, compara a nuestros hijos con perretes, por ejemplo, cuando hay bares como en el que estuve cenando el sábado donde mis dos hijos de diez y seis años, estaban callados y tranquilos y en la mesa de al lado había un grupo de adultos, SIN NIÑOS , gritando como energúmenos, borrachos como cubas y no dejaba al resto del personal cenar o hablar con tranquilidad.
¿Tienen ellos más derecho que los hijos de alguien a estar en un restaurante? y eso porqué?
Si no dejan a mis hijos, tampoco a ellos, o a los que huelan mal, eructen o sean feos.
Seamos serios coño.
Exacto, eso hablaba el otro día con la buenabuela, hay adultos que molestan también o que molestan más pero no por ello se pone un cartel de prohibición.
Me parece fatal que se prohiba entrar a los niños en cualquier parte, y no quiero fijarme en si hay otra gente que molesta o no. Se que todo esto viene motivado por el egoismo humano que se fomenta en esta sociedad desde hace tiempo, por el cual lo primero somos cada uno de nosotros y si tienes familia y la cuidas parece que molestas porque ya te sales de ese canon. Para prohibir entrar con niños en ciertos restaurantes, y tengo entendido que en algunos hoteles de Menorca también pasa, se argumenta que los padres no cuidan de los hijos y les dejan corretear libremente molestando al resto del personal. Eso es cierto en algunos casos que también lo he visto pero no quiere decir que todos los padres seamos así. Efectivamente como decís si no se puede llevar a los niños a los sitios en los que los irás educando para que sean unos adultos que respeten a los demás apaga y vámonos nos tendremos que acabar metiendo en una cueva o mejor metemos ahí a los que no quieren vernos je je.
Me he enterado de la noticia por vosotras y todavía flipo. El negocio es libre de hacer lo que quiera, pero así mal vamos. Conozco bares que no dejan entrar sillas (ahora a los niños les llaman así, es su primer filtro hasta que te dicen que tampoco vale dejar la silla fuera, ni guardarla en el bolso…). Y a esos no iré jamás de los jamases. Porque yo puedo ser muchos tipos de cliente y en mí ya han perdido todos. Arrieritos somos…
Que los niños molestan en un restaurante? Para mí está claro que los padres somos los responsables. He visto situaciones y casos de tenerlos cuadradados… Pero otros nos preocupamos y no quitamos ojo al buenhijo, buscando mil recursos para que esté tranquilo. Pero es que los niños son niños! Y a unas edades ya puedes hacer lo que sea que te volverá loca.
Me da la sensación de que nuestra sociedad no respeta a los niños en ningún sentido, sólo por ser niños nos sentimos superiores. Y eso me da rabia y pena a partes iguales.
Al final uno repite en aquellos restaurantes donde le conocen y saben que no hay problema de ningún tipo, restaurantes además que también adaptan sus lugares a las necesidades de la familia.
No quiero pensar en un mundo donde los niños no se muevan, corran, jueguen y griten. Para eso son niños! A los niños hay que educarlos y cuando se trata de compartir espacio con otras personas hay que hacerles ver que tienen que estar más calmados, no hablar a gritos, etc. Ah! y el que haya nacido educado y sin pasar por ser niño que levante la educado que sea el primero en levantar la mano… Nadie?
Eso es, es una labor ardua además, educar exige de repetir mucho, de hacerles ver una y otra vez lo que está bien o no. Gracias por pasarte
La mejor cura para comprender a los niños es tenerlos en casa (no hace falta que sean tuyos, pueden ser un sobrino, un primo). ¿Nadie ha vivido eso en el trabajo por parte de la gente sin niños? Me refiero a que tus compañeros sin hijos (y posiblemente tú mismo antes de tener a los tuyos), creen que tener la “excusa” para irte a la carrera a tu hora (aunque tu no hayas perdido más de hora y media en comer y hace mil que no bajas al café para acabar todo a tiempo) es perfecta y que le “echas mucho morro”.
Las malas caras se convierten en caras que comprenden cuando has tenido o tienes uno igual cerca.
Tienes toda la razón, a veces no comprendemos otras situaciones,y cuando las viven lo comprenden todo.
En este mundo se nos está yendo la pinzaaaa. Nos molestas los niños en el parque infantil de la urbanización, que vayan en nuestro vagón jugando…ya no sabemos vivir en comunidad. Yo hago ruido pero el de al lado no puede. Yo un día tengo una reunión de amigos en casa y acabamos tarde…. Ojo si lo hace mi vecino. A todas partes se va con educación. A un restaurante, al teatro… No podemos pedir educación sólo a los niños cuando muchos adultos no la tienen. Nuestros niños son el futuro y resulta que molestan….. EDUCACION en todas las edades y menos egoísmos. Y el que no sepa vivir en sociedad que se haga ermitaño
Esxtoy de acuerdo contigo Elvi. Un abrazo y gracias por pasarte a comentar 🙂