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Diario de malamadre: ¡qué facil es juzgar!

Diario de malamadre: ¡qué facil es juzgar!

Circulaba el pasado fin de semana un artículo en las redes sociales en el que se hablaba de un nuevo movimiento, el ‘mom shaming’, algo así como avergonzar a la madre, que en realidad quiere decir criticar y juzgar vía 2.0 lo que hacen otras madres, normalmente populares. La malamadre jefa lo compartía en facebook la noche del sábado y los comentarios resultaron un debate interesante. La realidad es que se juzga, somos juzgadas (podéis leer el artículo aquí).

Esto no es algo ni de lejos nuevo, es lo que siempre han vivido las madres a pie de calle, miradas de reojo y comentarios sentenciadores por parte de la suegra, la madre, la abuela, la tía, la tía abuela y hasta la vecina del quinto. Ese opinar tan ‘agradable’ que, al menos, si es cara a cara no es tan frecuente e hiriente como las palabras que quedan escritas en el espectro internauta, muchas veces bajo un anonimato que da cobertura y alas al que suelta lo que piensa como verdad absoluta. Y si hay un terreno en el que las verdades absolutas no existen ese es el de la maternidad.

Recuerdo ya con distancia y cierta sorna, las miradas que se clavaba sobre mí cuando le daba el pecho al buenhijo, ese mes y medio de lactancia frustrada y esos miles de comentarios acerca del tema en cuestión. ¡Cuántas pasiones despierta la lactancia! Nunca lo podía haber imaginado. Opiniones, miradas, comentarios, y bandos, dos, diferenciados. Frases lapidarias: este niño tiene hambre, tu leche no es nutritiva, este niño se queda con hambre,  ¿otra vez lo vas a poner al pecho?, yo creo que necesita una ayuda (suplemento de leche artificial)… Y una vez que fracasó la lactancia y pasamos al biberón: come mucho, ¿no?, ¿qué leche le das?, se va a poner muy gordo, claro la leche de fórmula es malísima… Y así un largo etcétera. (Puedes leer mi experiencia completa aquí).

Menos mal que, como madre primeriza, a medida que pasaron los meses esa inseguridad se fue esfumando.Coges confianza y piensas que haces lo mejor que puedes hacer y vas riéndote de los comentarios malintencionados. Uno de esos comentarios que se me quedó grabado fue en torno al porteo. Respeto y me encanta ver a las madres y padres que lo hacen pero a mí no me gusta, también porque tenía un giganto-niño y porque se ponía como un loco. En cualquier caso, no me gustaba, pues un día me dijeron “tanto quejarte de que tienes que perder peso, pues portea al niño y verás como adelgazas”. La cara que se me quedó fue de interrogación absoluta. ¿Tantas pasiones levanta el porteo?. ¿no somos capaces de respetar al otro sea cual sea tu forma de crianza?, ¿no podemos callarnos la boca aunque nos parezca distinto a lo que pensamos?

Si nos adentramos en otras cuestiones, la división está asegurada: la alimentación, que si purés o ‘Baby Led Weaning’, volvemos a los bandos, el colecho o no colecho, ahí tienes otro tema más, y como si la vida se nos fuera en ello se defienden posturas extremas y se acosa y derriba al que muestre su manera de ver la vida, en este caso la maternidad. Hay famosas a las que sigo y que, a veces, leer comentarios contra ellas me da hasta vergüenza ajena.

Por cierto, el buenhijo cuando se despierta de madrugada acaba durmiendo en mi cama y el buenpadre en el exilio de la habitación del niño. Y tranquilos que ni el buenpadre y yo nos queremos menos ni el niño se va a acostumbrar, no me lo veo a la vuelta de unos años compartiendo camastro con su madre. ¿Y qué? Lo hemos decidido así.

Todo este mundo la crítica feroz en torno a la maternidad me recuerda a aquel anuncio de Ikea que decía “esto no se toca, aquí no se juega…”, son los supertacañones de la maternidad.

Y a vosotras, ¿quién os ha criticado y por qué?

Han comentado...

  1. Aprendamos a no juzgar ni los Santos tienen derecho a juzgar solo Dios, como dice su palabra No juzgues y no seras juzgado.

  2. Yo tuve muy claro desde el principio que iba a tomar dosis doble de “amiplín” porque, ya en el embarazo, si llego a hacer caso a todo lo que me decían, me hubiera vuelto loca y, lo que es peor aún, me hubieran amargado lo que resultaron ser los meses más felices de mi vida (hasta el nacimiento de mi buenterremoto, claro!).
    Decidí que por nada del mundo iba a consentir que me amargaran un sólo minuto de aquellos 9 meses… y lo conseguí.
    Luego nació mi bichillo y empezamos otra vez con los consejos bienintencionados de todo el mundo… y sobre todo de quienes no pintan nada.
    Mi buenterremoto tiene 15 meses, pero aparenta fácilmente 6 más y le doy el pecho y, lo que recién nacido era un gesto de buenamadre, para algunos se ha transformado en algo vicioso o sucio… pero yo sigo con mi dosis doble de “amiplín”.
    El colecho… en fin, colecho perenne con el buenpadre de la criatura por supervivencia de los 3… y más felices que 3 perdices.
    Así que, que viva la empatía y el respeto! Y, para cuando no los encontramos… “amiplín”.

  3. A mi me viene a veces a la cabeza un monólogo de una cómica argentina, pónele acento:

    “Estoy harta de las mamás horteras, no son las que están faltas de glamour, ni las que se dedican a la horticultura, son las que dan por el horto, o sea, harta de las horteras”.

    Y a veces lo he soltado muerta de risa, con sorna e ironía, cual sonrisa de la Pantoja, oyes, se quedan muertas y aprovechando me voy

  4. Hola:

    a mí lo que me parece peor son ciertas críticas en las que otras madres dejan a sus buenoshijos con sus buenasabuelas más tiempo que lo que está el mío en la guardería pero resulta que es a mí a la que le están cuidando los hijos otros y que para eso mejor no haberlos tenido. Se lo comento a otra madre de quien esperaba que también reparara en esa doble bara de medir ¡y resulta que coincide con la primera!. Si me pongo con esta madre a comentar la crianza de nuestros hijos, más bien en cómo nos organizamos para llevarlo todo adelante, no sé cómo ocurre, pero en lo que no coincidimos siempre me suelta en que “es que mi hijo es lo primero”, como que aquello que hace “peor” por decirlo así, tiene una justificación de peso que no le puedes rebatir, como si tratar de buscar algo de comodidad o tiempo para tí es de malamadre.
    Con mi suegra pasa otra cosa y es que ella compara lo que hizo, en parte obedeciendo a su pediatra mientras que lo que yo hago que es obedeciendo al mío, si no coinciden, lo que el mío dice son tonterías, “los pediatras ahora no saben” y que mejor no le haga caso.

    1. Tranquila, yo creo que eso es inherente a las suegras/abuelas, ellas tienen la licenciatura en medicina, especializadas en pediatría con honores “cum laude”, y tú, que eres madre (pero como si fueras madre de mentirijillas), no sabes nada y eres tonta de remate….
      Haz como yo, cuando te digan algo así, deja que blablabla… No entres al trapo, no contrastes opiniones… No vale para nada, no atienden a razones, tú sonríe, sí, sí, sí… Y luego haz lo que te dé la gana. Aprendí que lo mejor es hacerme la sorda, sencillamente.

      1. Y por cierto, el día que dejé a mi hijo en la guardería, vi el cielo abierto…. Soy mala, malísima madre, pero es que el ratito que viajaba sola en el metro, oyendo música hasta llegar al trabajo, era casi celestial, coméntaselo de mi parte a esa otra madre… Mi hijo, por cierto, nunca lloró en la guarde, y cuando digo nunca, digo nunca de verdad, no es ningún trauma para algunos de ellos.

  5. Son tantas impertinencias las que se escuchan ¿verdad? Mi suegra se luce, pero bueno, ella es de natural pesssada, así, con triple “S”. Lo que me llama la atención / sorprende / cabrea son los consejos de la buenatía, mi hermana, que ni ha sido madre ni tiene intención de serlo a sus 40 años; pero sus comentarios en realidad son sentencias apocalípticas y órdenes: si la dejas en tu cama, luego ya no quiere dormir en su cama; si porteas, es malo para ella… Cuando le pregunto en base a qué experiencia personal me está diciendo lo que tengo que hacer, me responde que es lo que le cuentan sus compañeros de trabajo. Es decir, que sus compañeros son muchísimo mejores padres que yo, por el artículo 14. Así va el mundo… La última vez le contesté que les pidiera a sus compañeros que no fueran tan crueles de engañar a alguien tan profano como ella, que en maternidad no existen las matemáticas.

    1. Madre mia que identificada me siento contigo. Mi hermana tampoco es madre porque no puede serlo, no se queda embarazada y estoy de que se crea que tiene razón siempre hasta el moño. Que si el niño no se porta tan mal… que las rabietas son normales…. pero que Sabra ella si le ve un rato algunos días . Me molesta muchísimo porque parece que es que nosotras no sabemos controlar las pataletas y que no sabemos ser madres vamos

  6. Pues a mi hubo una crítica que aun a día de hoy la recuerdo después de casi 11 años y me pongo mala. 4 días ya de salir de cuentas empecé a echar el tapón mucoso y con la niña encajada desde hacia bastante, me dijo mi malísima suegra por aquel entonces, que me fuera corriendo al hospital no fuera ser que la niña estuviera muerta por montarme en moto aquel verano (estaba 5 ó 6 meses) desde aquel momento en el que lo pasé tan mal decidí hacer caso omiso a la gente. Mi lema es que me he bañado en un barreño de aceite y todo me resbala.

    Un saludo a todas

  7. Y como se puede leer, cada madre/hij@ es un mundo… Y a veces cuesta ignorar los comentarios porque algunos hieren… y las hormonas juegan malas pasadas… y luego el sueño… y los llantos…

    Como dice mi madre: “el maestro fullones, que no sabe para él pero da lecciones”

    Si se tuviera que pagar por opìnar, a ver cuánta gente lo hacía…

  8. Pasadas las abundantes críticas por mi no lactancia llegaron las de porqué no le cortas al niño la manzana en trozos. Y,como esas lenguas no saben estar quietas, ahora estamos en ese niño lleva el flequillo muy largo. ¿Sabéis que conteste la última vez? Pues ni corta ni perezosa le dije con guasa a mi suegro (que es calvo desde joven) que el lo que tenia era envidia del pelazo de mi hijo. Oye se quedo tan parado que no ha vuelto a las andadas!

  9. La última frase es un desastre jajaja. Quería decir: con las madres que me rodean, ver, oír, sonreir y apoyar.

  10. Para mí lo peor de todo es que las críticas siempre o.casi siempre venga de otras mujeres en su mayoría madres. Si nosotras mismas después de saber lo que es llevarlos dentro, parirlos, descubrirnos en el papel de madres y todo el largo etc que sigue somos incapaces de ponernos en el lugar de una madre primeriza… o no primeriza, yo tengo 2 y con la.segunda me dicen casi mas cosas que con el primero, yo no sé porqué algunas mujeres son tan capullas, con perdón, con las demás. Es como que la maternidad convalida por la carrera de pediatra, psicólogo, logopeda, maestra y de repente… Tachan! Lo saben todo! A mí me han criticado desde bañarles todos los días, porque se enfrían, como que la pequeña duerma conmigo, porque se malacostumbra, como que portee al mayor, que les lleve en carrito gemelar si no son gemelos y tidas las chorradas imaginables, y ya la lactancia, es para hacer una tesis. Yo nunca en mi vida me había enfrentado a una crítica tan feroz como desde que soy madre y la verdad, ne da mucha pena. Así que yo con las madres que ne rodeab cer, oír, sonreír y apoyar.

  11. Pues imaginaos las que habéis tenido problemas con la lactancia y habéis tenido que dar biberón “por obligación” y habéis recibido esas críticas tan constructivas. Aquí una que decidió no dar el pecho a ninguna de las dos buenashijas antes de quedarse embarazada podría decirse. La cantidad de opiniones vertidas que he recibido de gente insospechada. Añadido que con buenahija2 ponen cara de condescendencia como si pensaran q porque no se llevan ni año y medio cómo la voy a dar el pecho mientras le doy papilla a la otra. Claro que por tocar la moral a ésos les digo que buenahija1 come sola desde antes que naciera su hermana, para que critiquen pa sus adentros a ver si revientan.

    Que si come alimentos menos triturados y en otras fechas de lo que dictan los sagrados cánones del pediatra, MAL. Que me preguntan consejo sobre el baby led weaning o como se diga y contesto “eing?” porque no sé (sabía, gracias google) lo q era, que les damos de comer lo que nos sale… de la olla xD, PEOR, porque parece que me estoy guardando un gran secreto, que o método pediatra o método moderna, no hay más opción

    Y aquí acaba el capítulo alimentación que es el que más me ha tocado porque abundan las “Señoras que” te conozcan mucho, nada o regulero, al verte con un bebé dicen: ayyy qué preciosidad, ¿le das el pecho?. Y ante eso sólo hay dos respuestas cortas (sí/no) y da igual lo q digas que la conversación no acaba nunca ahí.

    Cuando ya preguntan qué tal duermen? Tiene celos la mayor?… contesto con un lacónico bien, lo normal o sucedáneos.

    Y a los comentarios sobre gestión de rabietas, o lo que creen que es una rabieta cuando en realidad es un déjame en paz o no me hables señora desconocida. Lo de para qué viajáis con ellas si no se van a acordar (que si te vas y las dejas con los buenosabuelos, pues también hay para opinar). Que si se va a escuernar porque la dejas subirse en todos lados. Que si tienen mamitis. Etc etc simplemente mejor hacer click y si es posible… Andaaa un capítulo en el que la señora rabbit no es la que lleva el negocio, esto no me lo pierdo (perdón si es un spoiler xD)

  12. Yo no se si a todas les paso pero recibí críticas desde el embarazo, hubo una persona concreta q decidí esquivarla porque me daban ganas de matarla, pero tampoco puedes decir nada para no escuchar “lo mal q llevas las Hormonas”.
    Creo q el peor comentario que recibí fue cuando me diagnosticaron diabetes gestacional y tuve q escuchar que la culpa era mia porque como mucha fruta. En ese momento me di cuenta de dos cosas:
    – que la estupidez humana no tiene límites , porque cuando escuchaba a alguien soltar una auténtica mierda por la boca y pensaba que lo había escuchado todo, aparecía otra persona q lo superaba.
    – que todo esto se trata de vivir la mejor experiencia de tu vida bajo el miedo, y sin poder mandar a la mierda porque claro… Las hormonas…
    Me encanta leer este tipo de artículos y darme cuenta que no son cosas mías.

  13. Hola!
    La gente habla por no estar callada.
    Tengo tres hijos y si me preguntan, contesto o doy mi opinión o cuento que con cada niño me funcionó una cosa diferente.
    El colecho o cuna, teta o biberón, porteo o carrito, chupo o no chupo, purés o sólidos, ropa de bebé o ropa de mayor son decisiones sólo nuestras y que cada uno haga lo que quiera, le apetezca o mejor le funcione…
    Pero no aguanto el “no te juzgo, pero…”, y me pasó con una de mis mejores amigas, no te juzgo pero deberías darle el pecho. No te fastidia, no me subía la leche y ella parecía “un surtidor”, perdón por la expresión.
    No te juzgo, pero eres muy conservadora, por el carrito, por el biberón, por la cuna…es mejor la crianza natural…y como acabé diciendo …claro, lo mío es crianza artificial…
    Y por otros lados, claro, estas madres modernas…

    Al final, pasar de todos y hacer lo que mejor te parezca para tus hijos.

    1. Peor cuando la llaman crianza con apego o respetuosa ( las otras son desapegadas e irrespetuosas???) jajaja.

      1. Sí, es crianza “con desapego”, además les llevé a la guardería desde que tenian un año, una o dos horas, para que tuvieran más “desapego” de mí…y me soltó “éso es aparcar a los niños para quitártelos de encima”…pues no te digo que no…buffff, soy más malamadre…

  14. A mi una de las cosas que peor me hizo sentir en el postparto fue leer al Carlos González ese. Sé que la gente lo adora pero yo lo veo como un gran machista- encubierto. Si no das lactancia a demanda malamadre, si no colechas malamadre, llevar a guardería malamadre, atar en el carrito si El Niño no quiere malamadre… Se supone que te facilita la vida xq te da permiso para “hacer lo que te apetece” pero a mí con el pecho, la guarde etc me hizo sentir fatal, como juzgada. Precisamente buscando en internet ” culpa lactancia” encontré este club!!

    1. Uffff ese tal González es el gurú de las prolactancia más radicales, es un extremista de mucho cuidado. A mi no me gusta nada de nada, dice barbaridades como templos.

  15. No juzgues mi camino si no has andado con mis zapatos!!! Más claro el agua!

    Gran defensora del soporte entre madres independientemente de los estilos de crianza!

  16. Yo, eso de las “buenas intenciones”, no sé qué deciros, pero a veces no veo buenas intenciones en ciertos comentarios. Más bien ganas de cotillear o de mangonear, por qué no decirlo.
    Con la lactancia tuve una experiencia desastrosa, pero veo que no soy la única y que parece ser bastante habitual. Lo que recuerdo porque fue lo que más impacto me produjo, fue un comentario de mi suegra..
    No hacía una semana que había nacido mi hijo, tan solo unos días que estábamos en casa, mi marido y yo llegábamos a casa y, cuando fui a coger a mi bebé, estaba dormidito. Era como un paquetito, pequeño y ligero, así que me lo acurruqué contra el pecho y me senté en el sofá a disfrutar de ese momento… Llegó mi suegra, se colocó de pie frente a mí (con los brazos en jarra), y me espetó un: “¿qué haces con ése niño en brazos? Ese niño tiene que estar en la cuna”.. Ese niño, como si me lo hubiese encontrado en la calle. Recuerdo que respiré, sonreí y le contesté que mi hijo estaba en el mejor sitio en el que podía estar: en los brazos de su madre. Ella me dijo que valiente respondona estaba hecha….
    Las veces que me han reprochado el coger a mi hijo, que lo iba a malcriar por cogerlo en brazos. Lo mejor era, según todos, dejarlo berrear y llorar hasta la extenuación, para que no se acostumbrara a los bracitos, tampoco al cariño ni al afecto de sus padres, les contestaba yo…
    Ya no contesto, el 80 por cierto de las veces, el otro 20 suelo soltar algún comentario cortante o borde, así se alejan rápido.

    1. Siiii ¿¿verdad?? Es como aquel ginecólogo que me dijo en una revisión que las reglas no duelen. Y le contesté ¿y eso lo sabe usted después de cuántos años con la regla, dice…?

  17. Qué gran verdad! Cuando tienes un bebé estás recibiendo críticas sin parar, que si por qué le das biberón, como es que duerme con vosotros, que si se va a enfriar… y así un monton de cosas que para una madre es un agobio continuo! Yo le tuve que dar biberon desde el principio y casi tuve que justificarme desde el principio por ello con gente conocida y no conocida (esto es lo que me parece muy fuerte, que gente que antes no te saludaba ahora te para y te hace un interrogatorio a cuenta del niño). Y como he leido en un comentario anterior, las peores somos las propias madres que nos creemos con derecho de opinar sobre la crianza de otros bebes…
    Al final cada relación niño-padres es un mundo y cada progenitor tiene que valorar lo que cree que es lo mejor en cada caso, y hacer oídos sordos a los comentarios en la medida que se pueda, porque el niño es nuestro, no de la vecina del quinto…

  18. Gran post! Y gran verdad! Es muy fácil criticar a los demás cuando te crees que eres la mejor madre del mundo mundial… Y lo siento en el alma, pero las peores somos las madres. Las peores críticas que he recibido han sido de madres o mujeres de mi entorno, con lo tranquila que yo vivo, que no me meto con nadie! Pues ni así te libras, hemos llegado al punto de que hasta los desconocidos opinan al verte en la calle! Es alucinante… Y muy triste, pero creo que lo mejor que podemos hacer es vivir y criar a nuestros hijos como nos parezca mejor y olvidar las criticas, no nos aportan ningún beneficio.

  19. Tengo un pseudoblog con una entrada dedicada a este tema con motivo del día de la madre ( nonainonaino.blogspot.com ) Creo que deberíamos aceptar que hay muchos caminos válidos para llegar a un objetivo final y común a tod@s (conseguir niños felices y sanos). Asì, de entrada, no debería ser tan difícil…

  20. Qué sabio es todo el mundo, menos tú claro. Yo hace mucho que decidí no opinar sobre los métodos de crianza de otros padres, cada cual con sus hijos lo que vea, pero luego no te quejes, me explico, si decides dar biberón luego no te quejes de que tienes que ir cargado con todo el equipo cuando sales fuera, es tu decisión, así que apechuga, si decides dar pecho y tienes grietas y duelen pero quieres seguir, no te quejes, es tu decisión, así que apechuga, cada decisión tiene unos pros y unos contras, si es lo que decides para ti y tus hijos genial, pero no me vale tener que aguantar tus quejas después. Ah! y si yo te respeto y no opino ni te juzgo haz tú lo mismo, y me comprometo a no quejarme.

    1. Ahí le has dado. Que cada cual haga lo que considere pero hay cada dramática que si se queja así haciendo lo mejor para sus hijos, ¡ay de sus oyentes/aguantantes si hiciera lo peor! Que hay que hacer un capítulo aparte para las que te hablan como si tu embarazo fue de luz y de color, tu parto un atchís (como en aquella peli), y tienes la suerte de tener unos seres angelicales que no lloran nunca, comen estupendamente, hacen caca que huele a rosas, nunca se ponen malos, se portan siempre como las buenasabuelas describen incluso en ausencia de ellas y todas esas cosas que no suceden, al menos todas a la vez

  21. Yo estoy un poco hasta las narices de este rollo de la maternidad.Desde el embarazo, la cesárea, la no lactancia de 3 semanas…aviso, no colecho y siempre ha dormido en su cuarto, no la portee, fue a guardería a pesar de que no estaba trabajando en ese momento (soy malamadre de manual) y encima solo he podido tener una…imaginad.A pesar de mis decisiones, muy sopesadas por otra parte,está feliz y sana como una manzana.Como se dice en el artículo, no podía imaginarme todo lo que esto generaba, la culpabilidad y el malestar que produce a las madres.No os quiero contar el shock que fue empezar en el colegio. Nunca había visto tanta competitividad, ego, frustración, culpabilidad, sentimiento de superioridad e inferioridad…Todas las grandezas y debilidades de la mujer ahí concentradas.En fín, he aprendido a pasar, a que no me afecte y a detectar a las que pueden destruir tu autoestima para no acercarme.No entiendo cómo hemos llegado a este grado de radicalización de posturas, de crítica a las demás y falta de respeto. Yo voy a lo mío y no juzgo a nadie, voy a hacer lo que considere oportuno con mi vida y la de mi familia y todo lo demás, me da igual.Me gustaría que hubiera mas RESPETO y menos radicalidad, se nos está yendo de las manos todo lo referente a los niños.

  22. Muy cierto todo… los comentarios y las criticas nunca se acabarán … el deporte nacional más usado sobre todo por las mujeres… intentó practicar el deporte de si si si pero hago lo que quiero… a mi me paso un día que una señora se metió en una conversación con mi hijo donde le estaba riñendo y rcplicando como comportarse y mi hijo le dijo señora usted no sabe que es de mala educación meterse en conversaciones ajenas.. eso con 7 años… eso necesitan algunas personas que se les paré los pies… sean familia o no… Yo acabe muy harta de los comentarios cuando fui madre primeriza… así a la que lo estén viviendo… Que pase de todo que una madre sólo tiene que confiar en su instinto y seguro que así acertara. Besos.

  23. Pffffffffff… Creo que todas hemos recibido comentarios de estos a patadas. En mi caso, uno de mis favoritos fue un día que estando en la peluquería cortando el pelo al buenhijo1, con sus dos añitos, le dije: Mira Javi, hoy no toca lavar el pelo en casa.
    A lo que otra chica que había allí me dice: ¿No bañarás a tu hijo todos los días?
    Yo: Normalmente sí, antes de cenar, le relaja mucho, aunque sea darle un agua.
    Respuesta (elevando el tono de voz): ¿Estás loca? ¿Sabes que te estás cargando su ph? Estás maltratando su piel, yo como mucho baño a mi hijo cada 3 días.
    La peluquera y yo nos quedamos ojipláticas, porque el discurso siguió… eso sí, yo no le dije nada ni opiné que fuese un poco guarrita por no bañar al niño, igual debería haberlo hecho y así ella dejaría también aquí un comentario 😉

    1. Con el tema baños también recibí yo mis criticas, me gusta bañarlo a diario aparte de que le relaja, huele, suda, en fin, un niño que no para, me gusta que esté limpito 🙂 pero como digo es lo que pienso y nunca se me ocurriría decirle nada a quien prefiere hacerlo cada dos días o el tiempo que considere oportuno.

  24. La silla… “A los 4 años todavía le llevas en sillita…” Qué fácil hablar cuando vas en coche a todas partes, le llevas en coche, le traes en coche, al cole, al súper, al parque… Qué poco saben lo que es que un niño realmente camine, un trayecto de media hora es una hora, diez minutos son media hora, y cuando hay poco tiempo los minutos son oro. ¿Alguien queda que de verdad camine con un niño, y no un paseíto, sino todo el tiempo? Qué suerte si tienen dos horas para comprar en el súper, o una hora para bajar a la ferretería a por unos tornillos. La necesidad familiar y el estilo de vida, generalmente impuesto, hacen de la malamadre un ser que va adelante como puede, no como quiere, y nadie vive la vida de nadie. El buenhijo va para seis y sí, camina, a hacer los recados, al centro comercial, al cole, a los columpios, y para entretenerle le voy contando historias porque no llevo un dvd integrado en la espalda. Y guardo la silla aún, porque acarrear a cuestas 20 kilos no es moco de pavo y a veces toca ir lejos y no llega el transporte público hasta la puerta. De modo que, todos aquellos de “¿En silla aún?” que dejen sus coches una semanita y vayan con sus retoños a patita. Y que luego vuelvan a opinar.

    1. Pues sí, yo llevo la silla para esos casos en los que el tiempo es oro, y bueno siempre va con nosotros por si acaso que nunca se sabe 😉

  25. Muy de acuerdo en todo. Yo comencé con teta, 15 días después con los pezones en carne viva y mi hija con una pérdida de peso de casi un kilo, la matrona aún me insistía en que tenía que seguir. Nadie entendía que no tenía subida de leche y que las tomas se habían convertido en una tortura. Así que la mire muy tranquila y la dije “ni hablar, mi hija se pasa al biberón”. Ha dormido en su cuarto desde los tres meses pero eso no quita que si está mala o tiene pesadillas acabe con nosotros en la cama y, la verdad, dormir es más importante que el “se acostumbrara y ya no querrá su cama”. A medida que ha ido creciendo me he ido adaptando a lo que mejor me funcionaba, todo por el método del ensayo-error. Porteo? Incómodo para mí y para ella (tengo mucho pecho), sillita de paseo? A los tres años me dijo que para Rita que ella quería andar, purés? Si, todos los del mundo pero también sólidos que la encantaba mordisquear. Y así con todo. Y a quien no le gustase que no mirase. Me quedan 30 días para salir de cuentas con él buenhijo y estoy firmemente convencida en seguir el mismo método porque se que cada niño es un mundo y lo que para mi buenahija funcionó tal vez para él no lo haga, así que según vaya viniendo la cosa así lo haremos. Fuerza malasmadres, no os dejéis avasallar por los ” opinologos”!!!

    1. Y además la experiencia es un grado, y comprobará como todo te importa menos en el sentido de los comentarios que puedan hacerte. Un abrazo 🙂

  26. Efectivamente a la gente le resulta muy fácil juzgar. Lo terrible de todo esto no es ya que la vecina opine, que la familia opine… porque en definitiva, cada uno que opina, en principio, no lo hace con mala intención, sino que te plantean su punto de vista de cómo lo hicieron ellos en su época, o cómo lo han hecho con sus hijos y les ha ido bien, o a lo mejor les ha ido mal usando tu mismo método de lo que sea (lactancia, colecho, horarios, alimentación….) y simplemente te “avisan” para que no cometas el mismo error. En muchos casos, son críticas sin mala intención, y hay que entenderlo. De hecho nosotras mismas muchas veces también opinamos cuando vemos otras madres haciendo algo que nos parece no correcto. Lo más terrible es cuando entran a mirar tu maternidad con lupa gente ajena que no busca una crítica constructiva, sino poner en duda tu capacidad como madre. Por ejemplo en un divorcio, en el que hay que pasar por el maldito gabinete psicosocial. No sé si os habrá pasado a alguna. Una tipa que se supone es psicóloga escudriña al milímetro tu método de crianza desde lo más estúpido como pueda ser si el niño desayuna galletas o cereales en un bol, pasando por si tiene autonomía vistiéndose antes de ir al colegio, que si le ayudas está mal, si no le ayudas es que le exiges mucho, si dejó hace años el chupete de forma tardía, o si le gusta venirse a tu cama por las noches porque tiene miedo. Juzgan con ojos se serpiente que le puedas leer un cuento para que se duerma, en lugar de -según su criterio- dejar que el niño se quede solo en su habitación sin rechistar y que se duerma sin presencia adulta. Opinan alegremente y te llaman mala madre consentidora en tu cara por confesar que cuando el niño hace alguna travesura tú te haces un poco la sueca y miras a otra parte porque no quieres reñirle..y en definitiva es un niño…. y prefieres no reñirle y que disfrute un poco de su pillinada. En este tipo de “entrevistas” te juzgan por todo, por horarios, por alimentación, por ayudarles por defecto o por exceso con los deberes, por sobreprotección, por dejadez, por hiperactividad (los niños también tienen que pasar tiempo en casa dicen) o al contrario por no hacer nada (a los niños hay que sacarlos de casa!). Da igual lo que hagas, siempre te harán sentir que lo haces mal, probablemente gente que ni siquiera es madre y que se creen con el derecho a opinar sobre tu vida simplemente porque les pagan para eso. Y desgraciadamente tienen el poder en sus manos para cambiar tu vida, y lo más importante, la de tu hijo. A toda esa gente les deseo que en algún momento de sus vidas pongan su maternidad bajo una lupa y que vivan en sus carnes lo que es tener a un ajeno opinando alegremente.

    1. Sí, es horrible, y muchas veces de personas que ni siquiera son madres o lo son pero no se ponen en tu lugar porque todos no vivimos la misma experiencia.

  27. Soy malamadre de un bicho de 22 meses. Desde lo que come, hasta el chupete pasando por que aún duerme en nuestra habitación no he tenido tregua. Aunque la crítica que más me ofendió fue al poco de nacer. El buenhijo nació mediante cesárea de urgencia y por circunstancias del quirófano yo quedé muy muy muy débil. Vamos que no me subió la leche ni a tiros y eso que lo intentamos tanto yo como hasta la jefa de enfermeras del nuevo HUCA que al ver mi desesperación intentó ayudarme. Bueno pues a los pocos días de salir del hospital vamos a dar un paseo por el muro de la playa San Lorenzo. Me para una señora y me dice que niño tan guapo para justo después esperarme un le das el pecho?. Yo pálida aún como una muerta y sin fuerzas literales pa coger a mi hijo en brazos le digo que no y va la Santa señora que no me conoce de nada y me suelta que por qué? Con una cara de reproche que dejó mudo hasta a mi marido con su 1,84 de altura.

  28. Yo no pude dar pecho y mi hija nació muy pequeña y con el bibe se podía controlar lo que comía, si no puedes que haces ¿matar literalmente de hambre a tu hija? Muy absurdo
    Y este año no puedo ir a #laparty 🙁

  29. Uf, Amelia, cómo te entiendo. Con la buenahija1 no hubo forma de que subiera la leche y, claro, comentarios para todos los gustos. Con la buenahija2, teta hasta los 3 años, ¡ni te cuento!
    Al final, una ración de ‘me resbala’ y pa’lante.
    Besos

  30. Bravo por el post Amelia. Tanta crítica y tanto juzgar al resto y luego mírame y no me toques. Hay que saber empalizar y respetar, yo la primera. Un abrazo

  31. Yo añadiría que ese síndrome empieza con el embarazo y el parto. A mí un hombre me llegó a cuestionar en mi tercer embarazo que ¡cómo se me ocurría parto natural, que si yo sabía lo que duele eso!

    Me resultó curioso que además me lo cuestionara un hombre, por su amplia experiencia en el tema XD

  32. Vivimos en una sociedad donde la critica es gratis! Y eso nos encanta…
    Desde q soy madre me he dado cuenta q las cosas hay q hacerlas por practicidad y comodidad de todas las partes (hijos y padres, se entiende!). Si ponerlo en tu cama a dormir implica q descansareis todos, hazlo! Lo necesitais! Si portearlo implica q está mas tranquilo, hazlo! Te permitirá salir a pasear menos estresada!
    Mi buenhijo durmió en nuestro dormitorio hasta pasado el año, cuando ya no tomaba el pecho desde los 8 meses… Porqué? Vivimos en un duplex, pero en la parte de arriba unicamente está el dormitorio de matrimonio. Nos resultaba mas comodo tenerlo en el mismo piso si teniamos q levantarnos a medianoche. Nada mas y nada menos q nuestra practicidad!
    Cada casa es un mundo, asi q solo nosotros conocemos nuestras necesidades!
    Animo @malasmadres! Hemos de sonreir cada vez q recibamos un comentario malicioso! Y pasar de él!! Jaja…

  33. Un verano fui a pasear con mi niña a la calle y le puse unas sandalias muy fresquitas para que no pasase calor y una buenavecina me recriminó que le iba a entrar arena en los pies y se iba a hacer daño, yo que en aquellos tiempos aún quería ser una buena madre le cambié las sandalias por unas deportivas con calcetines. Lo que no esperaba era encontrarme con otra buenavecina, que a su vez me regañó por llevar a la niña con calcetines con el calor que hacia.
    Aquel día decidi convertirme en la mala madre que sigo siendo y tomar mis propias decisiones.

  34. A mí con el buenohijo1 me criticaban por meterlo en mi cama y la verdad es que no era por convicción, era supervivencia. Ahora con la buenahija2, en la cama desde que llegamos del hospital. Me siguen criticando pero ahora ya me da igual!! Ahora sí que lo hago porque “quiero”!!!

    1. Yo creo recordar que de bebé también lo metí:
      1. Porque lloraba y así se consolaba.
      2. Porque yo con sueño no funciono.

      Gracias por contarnos. 🙂

  35. Pues mi niño más pequeño, que ya tiene 13 meses sigue tomando pecho y claro, las miradas y los comentarios son continuos….tan grande??? pues no come ya de todo??? en fin….

      1. Mínimo le tendrías que haber contestado: Que yo sea guarra o no es cuestionable, pero que usted es una maleducada es un hecho.(Aunque es para matarla, y decirle que se meta su opinión por donde amargan los pepinos)
        Y lo digo yo, que mis hijos pasaron al biberón al mes, mes y medio… Pero por dios, ya no es cuestión de pedir respeto, es cuestión de educación!!!

  36. Muy cierto…, mucha gente cuando habla, sentencia. Yo soy madre de dos gemelas que aún no han cumplido dos años, realmente intensas y a la vez maravillosas.
    Por el horario del buenpadre nunca coincidimos, salvo el fin de semana, así que ahí están para mi solita desde que las recojo de la guardería. Aunque he de decir que si no fuera por los buenosabuelos (mis padres) que son unos santos, no sé que hubiera sido de mi. Porque es la única ayuda que tengo. Trabajo 9 horas y no tengo más ayuda en casa.
    La cuestión es que yo he tomado muchas decisiones e incluso cambiado algunas de ellas conforme he ido evolucionando como malamadre y he visto las necesidades de mis buenashijas, nada es blanco o negro y lo que sirve para un buenhijo o una malamadre no sirve para otros. Por favor madres reaccionaras de mundo, entendedlo!
    Yo he optado por el colecho con mis dos buenashijas (las tres durmiendo desde hace más de un año en una cama de 1’50) por supervivencia y porque no me daba la gana ver a mis buenashijas llorar hasta la extenuación cada noche (eso de que a las tres noches se les pasaba en mi caso no fue así).
    Mi manera de ver a los niños no es como criaturas que han venido a hacernos la vida imposible, si no como seres indefensos que si lloran es por algo, igual solo quieren que los cojas, pero que no disciernen aún por lo tanto para ellos es tan básico eso de estar simplemente arropados que lloran cuando lo necesitan, no sólo lo hacen por hambre, dolor o sueño.
    A quien juzgue mi camino, que los hay y much@s, a esas personas que tiene la receta infalible para tener unos niños perfectos y que además muchas veces cuentan con toda la ayuda del mundo (que suerte! En serio) pues a esas personas les dejo mis zapatos.
    Así que malasmadres y buenospadres, lo único que importa es dar mucho amor a nuestros buenoshijos, sentir que lo hacemos lo mejor posible, ser felices e intentar contribuir a hacer de ellos personas adultas tolerantes, empáticas y buenas gente que es al final lo que importa.

    Gracias por este blog y por hacer ver que hay pocas cosas que importan en esas es en las que hay que volcarse.

    1. Jajajajaja, yo también meto al niño en la cama cuando llora como has leído, por supervivencia y porque no lo quiero dejar llorando.

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