Cómo elegir el mejor protector solar infantil

Seguro que muchas como yo os hacéis un lío a la hora de elegir protector solar para los buenoshijos. Hay tantas y de tantos tipos que la duda es grande. Yo lo que tengo claro que es que con el sol no se juega y que aquí toda la familia pasar por puesta de bañador y crema en grandes cantidades, es algo que tengro grabado a fuego. Y para aclararnos en qué debemos fijarnos, la Boticaria García nos ha preparado este post tan completito.

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¿Cómo elijo el mejor protector solar infantil?

Comprar un fotoprotector no es tarea fácil (os lo digo yo que soy farmacéutica y observo las dudas y más dudas en la cara de muchas madres). ¿Cuál será mejor? ¿Protegen todos igual? ¿Los parabenos son el demonio? Así que, para ponerlo fácil, hemos preparado 12 pistas para elegir el mejor protector solar infantil.

¡Allá van!

1. El peor protector solar es el del año pasado. Lo siento, pero para evitar tentaciones debemos empezar por el principio, tirando a la basura los restos del año anterior. Una vez abiertos los envases, su duración máxima suele ser de 12 meses (15 meses máximo). Podéis comprobar la duración buscando en el envase el símbolo de un tarrito abierto, acompañado de un número que indica cuántos meses pueden utilizarse. Una vez pasada esa fecha, no puede garantizarse que los filtros solares sigan siendo efectivos.
2. Los menores de seis meses no deben utilizar fotoprotector. Sí, aunque haya algunos envases donde ponga que pueden utilizarse desde el primer día, en menores de seis meses no está aconsejado utilizar ningún tipo de protector solar. Esto se debe a la especial sensibilidad de la piel del recién nacido. La recomendación es la fotoevitación total, es decir: bebé siempre a cubierto. De este modo, el fotoprotector no es necesario.
3. Los menores de tres años deben utilizar filtros físicos. Así lo recomienda la Academia Española de Dermatología y Venereología. Esto significa que en el envase debéis buscar aquellos en los que se indique que la composición es exclusivamente mineral. También son los aconsejados en niños con piel atópica. Los filtros minerales más comunes son óxido de zinc o dióxido de titanio. Si alguien quiere ampliar información, puede consultar aquí las diferencias entre filtros físicos y químicos.
4. Filtros físicos NANO: ¿Eso qué significa? Es posible que en el listado de ingredientes observéis el prefijo NANO junto al óxido de zinc o el dióxido de titanio. Esto se debe a que los filtros físicos citados se extienden regular, “dejan blanco”, y para mejorar su cosmeticidad y que sean más agradables se han formulado en forma de nanopartículas. ¡Que no cunda el pánico! A pesar de la controversia suscitada porque las nanopartículas puedan absorberse en cierta medida, el uso de los filtros en forma NANO es totalmente seguro.
5. A partir de los tres años, mezcla de filtros físicos y químicos. Se considera que los fotoprotectores más eficaces son los que incluyen una mezcla de filtros físicos y químicos. Como filtros químicos seguros y efectivos podemos citar Mexoryl SX o Tinosorb S y M. Aunque los nombres os suenen raro, si os fijáis en el listado de ingredientes, son los que contienen varias de las principales marcas de fotoprotectores especialmente pensados para pieles sensibles. ¡Importante! Los filtros químicos “tardan” media hora en ser efectivos sobre la piel, por lo tanto, este tipo de fotoprotectores hay que aplicarlos antes de salir de casa.
6. Factor de protección 30, 50+: ¿Qué significa? El factor de protección indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de la piel para no “quemarse”. Es decir, si “a pelo” un niño tarda 5 minutos en quemarse, con un factor 30 tardará 150 minutos. Aunque la elección dependerá del fototipo, del lugar geográfico, de la altitud, etc., en general, en niños se recomienda utilizar factores de alta (30) y muy alta protección (50+). Recordamos que la “pantalla total” no existe. Los filtros 50+ protegen del 97% de la radiación, pero algo siempre se escapa…
7. Filtros UVA: ¿estás segura de que lo contiene? Además de estar relacionada con el cáncer de piel, la radiación ultravioleta A es la que puede provocar las Alergias y Arrugas (fotoenvejecimiento). Para garantizar que un filtro solar ofrece protección frente a la radiación UVA, fíjate que en el envase estas siglas estén incluidas dentro de un circulito tal y como se indica aquí abajo. ¡Ojo porque no todas las marcas lo tienen!
8. Crema, fluido, barra, spray, bruma… ¿cuál es mejor? ¡Qué tiempos aquellos cuando sólo existían la cremita y “fu-fú”! Lo fundamental es aplicar la cantidad adecuada . Con los formatos “bruma” o “spray en aerosol” es fácil sobrevalorar la cantidad que hemos aplicado y la protección puede ser insuficiente. Además de la cantidad de producto “que se lleva el aire”. Para los niños, para personas pieles especialmente sensibles o reactivas al sol, aplicar formatos en crema, que es más untuosa, o en formato spray más fluidos (sin aerosol) puede ayudarnos a aplicar la cantidad correcta.
9. ¿Tamaño grande o pequeño? Salvo que se acerque el fin del verano, tamaño grande, ande o no ande. ¿Por qué? Porque si aplicáramos la cantidad adecuada (2 mg/cm²) un envase debería durar menos de una semana por niño. Has leído bien, lo adecuado es un bote por niño y semana. Si te dura más (tranquila, no eres la única) en lugar de estar aplicando un 50+, quizá estés aplicando sin saberlo un 40, un 30, un 25… pero no la protección que se indica en el envase.
10. ¿Water resistant o water proof? Los primeros soportan 40 minutos de inmersión y los segundos 80. Para nuestras pequeñas criaturas, que aún no se dedican a hacer triatlones, no es un factor relevante ya que siempre deben reaplicarse al salir del agua.
11. Parabenos: ¿debemos tener miedo? Actualmente se han retirado de los protectores solares los parabenos que podían tener un efecto como disruptores endocrinos. Si encontráis en la lista de ingredientes los parabenos methylparaben o ethylparaben, podéis estar tranquilas: son seguros y actúan como conservantes para conseguir que los filtros mantengan sus propiedades.
12. Fotoprotectores ecológicos: ¿sí o no? Si nos decantamos por esta opción, es importante localizar en el envase el sello “Ecocert”. Son los más respetuosos con el medio ambiente aunque su eficacia puede ser menor. Por ello es necesario aplicarlos con mayor frecuencia (lo normal con los filtros mixtos es cada dos horas y al salir del agua) y combinarlos especialmente con otras medidas como uso de sombrillas, ropa con protección solar, etc. Dada la importancia de la prevención en niños, no los recomendaría como opción de elección en los más pequeños ya que existen otras opciones más eficaces que también son respetuosas con el medio ambiente (por ejemplo, la combinación de filtros físicos con filtros químicos como Mexoryl XS).

Como veis, son muchos los factores que influyen a la hora de elegir el mejor protector solar infantil. Mi consejo es que consultéis a vuestro farmacéutico para que pueda asesoraros individualmente. Y por supuesto, si alguien se ha quedado con alguna duda sobre fotoprotección, me ofrezco a resolverla en los comentarios.

No me enrollo más. Si queréis seguir ampliando información, por ejemplo, sobre las camisetas que incluyen filtros de protección solar o sobre las famosas “sombrillas iglú” que pueblan nuestras playas, podéis hacerlo este post.

Feliz verano y mientras sea posible… ¡id todos por la sombra!