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Ellas hablan: malasmadres ♥  Laura Pérez (en París)

Ellas hablan: malasmadres ♥ Laura Pérez (en París)

Volvemos con nuestra sección de Ellas Hablan con una protagonista muy especial, Laura Pérez, bilbaína afincada en París desde hace 17 años. Laura es de las primeras malasmadres que entraron en el club y le tenemos un cariño muy especial. Madre de dos hijos, Michico y la Pelirouge, nos contará hoy su visión de la maternidad, cómo la vive, sus sueños, su manera de ver la vida y cómo compagina su papel de malamadre con las demás facetas de su vida. No os la podéis perder. Estamos encantadas de tenerla con nosotras.

una malamadre en paris

 

Podéis seguirla en @lauraenparis o en su blog.

¿Qué hace una bilbaína en París?, ¿cuántos años llevas en el país vecino?

Esta bilbaína se vino a mejorar el poco francés que sabía y hacer un master en derecho europeo. El nivel de francés que tenía no era suficiente para hacer un curso universitario así que estuve un año de au-pair en París,  el  año  siguiente me fui a la universidad de Estrasburgo para convalidar la Licenciatura en derecho y el tercer grado lo hice en París. Me vine en el ’98 y llevo ya casi 17 años (no me lo  puedo creer cómo pasa el tiempo).

Cuando me fui de casa, el “trato” con mis padres era que cuando terminase el tercer grado volvería pero después de tres años de libertad, de vivir sola, no pude, no me vi de vuelta en casa de mis padres.

Seis meses después me mudé de piso y empecé a compartir piso con el que es hoy mi marido. ¡Aquí la suerte estaba echada!

Eres jurista de profesión con trabajo a tiempo completo. ¿Cómo lo compaginas con tu vida personal?, ¿cómo conciliáis en tu familia?

Entre semana, bastante mal, la verdad. Si no me organizo y me pongo límites, solamente veo a mis hijos un rato por la mañana y un rato antes de que se acuesten. Si es verdad que desayunamos juntos y salvo excepción, cenamos juntos. Es, sin embargo, un tiempo de “hacer cosas” (vístete, lávate los dientes, ponte la servilleta, etc.) y no de “estar con ellos” por el hecho de estar.

El fin de semana es para ellos. Mi vida social y la de mi marido están muy maltrechas porque casi nunca salimos, el fin de semana es para disfrutar de los niños (aunque nos vuelvan locos).

Eso sí, de vez en cuando hay que “romper” con esta rutina y hacer algo solamente para ti (ir a correr, salir al cine,  tuitear, abrirse un blog, etc.). Tener un espacio en el que cuidas de ti y eres tú, no la madre, ni la jurista, ni la esposa, sino tú. Es mi manera de cargar las pilas para poder “dar” en los otros ámbitos de mi vida.

En mi familia “concilia” principalmente mi marido. Es funcionario y lo tiene mucho más fácil que yo para coger una reducción de jornada o para salir de la oficina a las 5:45. Él recoge a los niños a las 6:30, les lleva a casa, hace los deberes y prepara la cena.

Yo suelo llegar a las 7:30 o 8:00 y me encargo de las duchas, lavadoras, recoger la cocina.

A las fieras las acostamos juntos y luego nos derrumbamos a canon en el sofá.

Desconozco cómo concilian las madres francesas. Cuéntanos cómo es la situación allí.

La baja de maternidad en Francia es ridículamente corta, 10 semanas después del parto. Es posible cogerse una excedencia de 6 meses en la que la madre (o el padre) recibe unos 500 euros al mes y una excedencia de 2 años más en la que no se percibe ninguna ayuda y al final de la cual no está garantizado que tu empresa te ofrezca el mismo tipo de puesto de trabajo que tenías antes.

Las plazas en guardería pública o privada son muy escasas. Es raro y, difícil sin enchufe o una suerte loca, que tengas una plaza. Algunas empresas tienen sus propias guarderías, es una ventaja enorme. El coste de las guarderías se calcula en función del sueldo de los padres y del número de hijos a cargo. Suele ser de 700 euros con un hijo y de 500 euros cuando ya tienes dos.

También están las “nounous” o “assistants maternelles”, son niñeras  “certificadas” por los servicios sociales. Este tipo de niñeras cuidan de los niños en sus propias casas que tienen que estar preparadas para cuidar niños (a nivel de seguridad sobre todo, ventanas que no se puedan abrir fácilmente, armarios cerrados con llave, etc.) tienen que tener material de puericultura y ser suficientemente grandes.

Las nounous son más caras que la guarderías, en Paris, a tiempo completo, el coste es de unos 800 euros al mes. Tanto las guarderías como las nounous cuidan a los niños entre 8 y 10 horas al día.

Como los precios son bastante caros, cuando los sueldos no son muy altos sale más a cuenta cogerse la excedencia y cuidar de los niños en casa.

A  partir de la escuela infantil (3 años) la conciliación es relativamente más fácil, en el sentido de que hay medios (por lo menos en París) para que los padres puedan realizar una jornada de trabajo completa. En las escuelas, hay una guardería de mañana que abre a las 7:00 y otra de tarde que empieza a las 16:10 y dura hasta las 18:30 o 19:00. El coste de esas guarderías se calcula en función del sueldo de los padres y depende también del presupuesto del ayuntamiento. Yo por ejemplo pago por la guardería de la tarde 1 euro por niño.

Otra cuestión es si este sistema es el mejor para los niños, para su bienestar. Pienso que no. El sistema está pensado para que madres y padres puedan trabajar y no en beneficio de los niños que pasan mucho tiempo fuera de casa y terminan el día exhaustos.

¿Cuántas veces te has sentido malamadre?

Infinito y más allá. Todos los días me acompaña la culpa de no estar con ellos más tiempo. Pero voy mejorando.

¿Cuáles son a tu juicio las medidas que se deberían tomar para poder avanzar el tema conciliación?

Es un tema muy difícil, opinar es fácil pero visto el contexto actual de paro muchos nos damos por contentos con tener un trabajo.

Mis ideas en un mundo ideal:

-En profesiones de despacho como la mía, una solución sería sin duda, el trabajo desde casa. Para realizar correctamente mi trabajo necesitaría venir al despacho unos dos días a la semana, los otros tres días podría trabajar desde casa y me ahorraría las casi dos horas de idas y vueltas. Dos horas que podría pasar con mis hijos.

-En las profesiones en las que la presencia es obligatoria, pienso que lo ideal son los horarios continuos, trabajar 6 o 7 horas seguidas y luego a casa. En vez de coger a una persona y que trabaje 12 horas (con 2  horas de descanso al mediodía), coger dos personas que hagan 6 horas cada una.

-Cuando los dos padres trabajen uno de los dos debería poder coger una excedencia de al menos un año y recibir una ayuda que permita a la familia continuar con un tren de vida normal.

En Francia se dan muchas ayudas a los padres que recurren a niñeras (te ayudan a declarar a la niñera, recibes ayudas mensuales, desgravas de los impuestos) y también se invierte mucho dinero en guarderías públicas (que funcionan muy bien). Esos fondos (que están muy bien utilizados) también podrían utilizarse para financiar las excedencias.

-Dotar a las empresas de guarderías (un poco como los comedores de empresa pero para cuidar a los niños). Sería una solución “win-win” porque estoy segura que los empleados aumentarían su productividad y les facilitaría mucho la vida.

Todas estas ideas se encuentran con un obstáculo común que es la imagen negativa que tienen en las empresas, ya sea en Francia o en España. Cogerse una excedencia está muy mal visto y pedir una reducción de jornada también. Ese tipo de decisiones, como la maternidad, tiene consecuencias en la carrera de la persona que las toma. Hay un antes y un después. Y para solucionar este problema hay que cambiar de mentalidad, solo se me ocurre como solución que eduquemos a nuestros hijos de otra manera.

¿Cuál es ese mérito de malamadre que te ha hecho protagonista del tip del día y con el que te sientes más identificada?

Ya sabes que yo voy al trabajo a descansar del fin de semana. Esa es una grandísima verdad. Y no soy la única, mi marido antes no trabajaba el miércoles (los niños no tenían colegio) y  se quedaba con los niños, cuando yo volvía a casa después me lo encontraba medio desquiciado con esa mirada de “aquí tienes a TUS hijos”. No hay trabajo más duro y menos reconocido que el de ser ama de casa.

¿Qué consejos le darías a cualquier malamadre que tuviera que irse a París por trabajo?

¿Qué me llame y nos vamos de potes?

Seriamente, París es una ciudad preciosa pero como toda gran ciudad se pierde mucho tiempo en transporte, en ir de un sitio al otro. Para ganar en calidad de vida es mejor vivir lo más cerca posible del trabajo, más vale unos metros cuadrados de menos que unas estaciones de metro de más.

De apariencia, los parisinos son muy fríos, un poco hoscos y se quejan todo el rato (pero todo el rato, ¿eh? El apodo de mi marido es “ralito” (râler en francés quiere decir quejarse). Los españoles tenemos que conservar nuestra alegría natural, nuestra luz, reírnos a carcajadas si nos da la gana y no dejarnos llevar. Eso de quejarse es contagioso y poco a poco tú acabas siendo “ralita” y ¡eso no!

Si la mandan expatriada de España, que la empresa le busque guardería o niñera. Encontrar guardería o niñera en Paris es difícil sobre todo si llegas a medio curso o después de septiembre.

Si se viene ella sola, que empiece a buscar niñera o guardería antes de llegar.

En el distrito 16 hay una escuela española bilingüe (es púbica y depende del Ministerio de Educación español) que puede ser una buena idea para los niños que están en edad escolar y están de paso.

Al cabo de un tiempo de vivir en Paris, dejamos de “verlo”, de apreciarlo, pasearse por los Campos Eliseos es normal, la normalidad. Un último consejo es conservar la ilusión y la mirada del principio porque “no ver” París es un pecado mortal.

Y ahora un cuestionario rápido:

¿Para qué comprarías el tiempo? Para estar con mi marido a solas. ¡“Amoureux time”!

Ese momento de la semana, para ti sola… (¿Qué haces?) Ir a correr o poner la música a tope y bailar como una loca o hacer pasteles o irme de compras.

Ese sueño/ meta que siempre está ahí y que algún día conseguirás… Trabajar de abogada, seguro que lo haré cuando mis hijos ya no quieran de mí (snif!).

 4. Un lugar donde te perderías una y otra vez… Los muelles de París hacia Notre Dame, de noche y en verano.

 5. ¿Cómo te ves dentro de 20 años cuando los buenoshijos se independicen (esperemos). Dentro de 20 tendré 59 (¡ejem!) y mis hijos 28 y 23 (¡qué guapos serán!). Me veo trabajando de abogada, con tiempo para salir con mi marido, ver exposiciones, dar paseos, en resumen todo lo que hacíamos antes de ser padres. Viajando a sitios muy lejos. Espero que nuestros hijos vengan a vernos el fin de semana para que les demos tuppers y besos y abrazos o lo que quieran.

6. Un consejo para esas madres que se culpan por no llegar a todo… Que se concentren en valorar todo lo que hacen en vez de lo que no hacen (o lo que quisieran hacer). Hay que ser menos duros con uno mismo y también con los demás, tenemos una tendencia natural a ser muy críticos con los demás, con más empatía y tolerancia otro gallo nos cantaría.

 

Han comentado...

  1. Laura, ¿cuándo te pasas por aquí a tomarte una Mass Bier conmigo? Ya se abrió la veda de los Biergarten! 🙂

  2. Al final es una suerte estar en España donde hay guarderías y la baja es de 16 semanas!!! Que paradoja!

  3. Qué placer conocerte un poco más!
    Una de las blogueras con quién más me identifico y entiendo, lo que es vivir fuera, sus pro y sus contras.
    Además es tan seria, responsable pero tiene su puntito divertido, yo seguro que si paso por París la llamo para tomarnos unos potes!

  4. Que gran entrevista!!! me ha encantado conocerte un poco más eres una valinte!!!
    Muchos besos!!!

  5. Frases como “valorar más lo que se hace y no lo que no se hace”. Grande Laurita! Varias cosas en común con Alemania, como casi imposible encontrar plaza de guardería.

    Un beso enorme desde Deutschland*

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