Psicologa, terapeuta y madre de dos buenahijas, así es Ana Kovacs, nuestra nueva colaboradora en el club que nos ayudará a tener nuestra salud mental en plena forma y a entender mejor lo que nos ocurre o nos puede ocurrir cuando nos convertimos en madres y nuestra vida da un vuelco. Tenemos la suerte de contar con esta gran profesional y mujer que hoy os presentamos a través de esta interesante entrevista. ¿Qué temas os gustaría que tocará Ana? ¡Os esperamos en los comentarios con vuestras sugerencias!
*Podéis seguirla en facebook, twitter e instagram.
La maternidad supone un antes y un después en la vida de una mujer, ¿por qué sentimos a veces que estamos paralizadas?
Creo que las madres nunca estamos paradas, en todo caso diría “pasadas”… La maternidad requiere dedicación y disponibilidad, no sólo física sino también psíquica; sobre todo en los primeros años. Las continuas demandas de nuestros hijos tenemos que compaginarlas con las demandas del exterior: lo que “se nos pide” y, sobre todo, lo que nos pedimos a nosotras mismas. Con mucha frecuencia pretendemos continuar como si nada hubiera pasado: retomar la vida social de antes, volver al cuerpo de antes, a nuestra actividad de antes, a los tiempos de antes… La ecuación no funciona porque atender a todas las demandas a la vez es imposible. Entonces nos vemos envueltas en un quiero pero no puedo / podría pero no quiero, todo al mismo tiempo. Y en este bucle podemos sentirnos paralizadas.
Sin embargo tiene sus ventajas: nos obliga a priorizar, a elegir e inevitablemente a renunciar… Entre tantas demandas es complicado descubrir en qué nos hemos convertido, cuales son nuestros deseos en la actualidad y hacia dónde queremos ir. Cuando hacemos una parada podemos pensar con mayor claridad y, a lo mejor, aprovechar la oportunidad para reinventarnos
Como malamadre de dos buenashijas, ¿cuál ha sido tu experiencia personal?, ¿qué puertas te abrió el embarazo?
Mi primera hija nació en plena crisis económica. Si a eso le sumamos el shock que supone la llegada de un primer hijo, el embarazo me abrió las puertas ¡a un tsunami! Descubrí lo maravilloso que es tener un hijo, las renuncias a las que nos enfrentamos (sobre todo) las mujeres al ser madres, la locura que nos sobreviene y como entre todo este caos todavía podemos sacar energías para seguir adelante, criar y además crear. Personalmente creo que la maternidad nos vuelve a enseñar a ser generosos y la gran capacidad que tenemos para amar.
Al final los hijos nos mueven, porque nos mueve el amor, así que lejos de ser un obstáculo (y aunque a veces sintamos que estamos en pausa en algunos aspectos) nos inspiran, nos obligan a mirarnos de otra manera, a evaluarnos continuamente, a pensarnos y (re) pensarnos. Nos hacen mejores.
Licenciada en psicología, has tratado a todo tipo de personas, ¿qué te hizo indagar en la psicología perinatal?, ¿cómo surge este interés?
Con mi primer embarazo pude experimentar lo que había leído desde la teoría… el punto y aparte que supone la llegada de un hijo para un madre, qué acontece antes y después del embarazo. Los retos a los que nos enfrentamos y las dificultades que surgen en el proceso, para nosotros padres y madres y para los niños, que son quienes reciben el impacto.
Cuidar de la salud mental de las mujeres en estos momentos es, en mi opinión, un punto clave para el futuro bienestar de nuestros hijos. Sin embargo aún falta mucho por hacer… Tomé conciencia de la poca atención que recibe la salud mental en un momento tan crucial y tan vulnerable. Y como psicóloga, mujer y madre sentía que tenía un compromiso. Así llegué, con mi bebé en brazos, al grupo de trabajo de Psicología Perinatal en el Colegio de Psicólogos. Y después a la Asociación Española de Psicología Perinatal.
Tu proyecto Mundo M. habla de lo importante de la salud mental de las mujeres cuando se convierten en madres. Cuéntanos en qué consiste.
Una amiga decía que cuando dio a luz salieron a su encuentro los comités de expertos, donde todos sabían lo que tenía que hacer menos ella. Precisamente esta es una de las demandas a las que tenemos que hacer frente al convertirnos en madres: lo que se espera que hagamos. Las redes y los medios nos lo recuerdan continuamente, por eso encontramos estos debates tan polarizados sobre cómo ejercer la maternidad. En mi opinión, más allá de todo lo que una madre “debe hacer” está lo que cada una pueda. Y de aquí surge Mundo M.
Pero para esto es necesario tener el lugar, el espacio donde escucharse, y poder encontrar cada una su propia manera de ser madre. Si somos capaces de ejercerla con mayor libertad podremos vivirla con mayor satisfacción y sin duda tendrá su impacto sobre lo que nuestros hijos reciban de nosotras.
Mundo M lo pensé como un viaje a ese mundo diferente para cada una pero tan necesario donde poder escucharnos de otra forma, aprender y sobre todo intentar ser más benevolentes. Y con un punto en común: buscar tiempo para nosotras mismas.
En este rincón del mundo hay charlas, talleres y encuentros donde tratamos temas que nos preocupan como madres y padres, respecto a la maternidad/paternidad así que también está dirigido a quienes deseen serlo en algún momento o mujeres embarazadas: porque el vínculo que podamos entablar con nuestros hijos marcará como se relacionarán ellos en el futuro con las personas y con su entorno.
En las charlas, talleres y encuentros usamos la creatividad y la continua reinvención para buscar respuestas y, con suerte, alguna solución porque hay tantas formas de ser madre como personas.
¿Hay personas más tendentes a sufrir depresión postparto?, ¿cómo podemos detectarlo?
Es un diagnóstico complicado. En este cuadro intervienen muchos factores, no solo los cambios hormonales sino que también influyen las circunstancias e historia personal de cada mujer así que no puede generalizarse. Además pueden aparecer alteraciones psíquicas en distinto grado que puedan transformarse en una depresión, o puede tratarse de un trastorno de estrés postraumático después de un embarazo de riesgo o un parto complicado por ejemplo.
El embarazo es un estado fisiológico, normal, pero que moviliza nuestro cuerpo y nuestra mente. Nos lleva a la infancia, a cuando fuimos hijas… y las heridas no cerradas, o aspectos no abordados en su momento pueden debutar al convertirnos en madres. Por este motivo antes de hablar del postparto tendríamos que hablar de prevención. De apoyo por parte del entorno más cercano, de tener a mano más información veraz para poder prepararse y de una atención especializada desde los equipos de salud.
Cuidarnos durante el embarazo se asocia a la nutrición y al ejercicio físico. Y se olvida con frecuencia, lamentablemente, lo importante que es el cuidado de nuestra salud mental: de prepararnos nosotros como madres/padres para lo nuevo que viene.
Recientemente un equipo de profesionales ha hecho una propuesta al Ayuntamiento de Madrid para desarrollar estrategias de cuidado de la salud mental perinatal en la red de centros de salud, programas de prevención y tratamiento de trastornos psicológicos en relación a la maternidad. Aprovecho desde aquí para animar, a los residentes en Madrid, a apoyar la propuesta: https://decide.madrid.es/proposals/7106-salud-mental-perinatal
Te consideras malamadre, ¿qué anécdota atesoras y que te canonizaría como tal?
Tener el uniforme de la guardería para el día siguiente “impecable” gracias a unos toques de toallitas que todololimpian. Llevarnos a la más pequeña a una boda hasta el cierre. Poner “dibus” para poder trabajar/dormir un poco, o jugar a recoger la casa. Pero la palma se lo lleva… viajar 500 kilómetros con un bebé a cuestas para mantener la complicada logística que supone incorporarse al trabajo siendo autónoma y madre.
¿Qué problemas suelen sobrevolar a las mujeres a partir de convertirse en madres?
Principalmente las preocupaciones sobre nuestra capacidad como madres ¿Seré una buena madre? ¿Lo estoy haciendo bien? Y los problemas derivados de intentar contestarla: lo difícil que es compaginar la nueva vida personal con la profesional, lo que tenemos que dejar atrás, las nuevas responsabilidades que hay que asumir, convivir con nuestras incoherencias y asumir que somos imperfectas. Por mencionar algunos “detalles”… ahí es nada!
Y por último, ¿qué esperas aportar al club?
Pues me resulta difícil contestar… no sé si seré “una buena madre”. Es todo un reto!
Me gustaría poder aportar ideas nuevas que nos ofrezcan la posibilidad de cuidar nuestra mente. De cuidarnos como malasmadres y buenospadres, para sentirnos mejor, y por la responsabilidad que tenemos con nuestros hijos y su propio bienestar.
Y también visibilizar y normalizar la importancia de pedir ayuda, de aceptar que tenemos nuestras taras, que erramos cuando actuamos y a pesar de todo sentirnos mejor con lo que hacemos.
Estoy convencida que todas tenemos ojeras por dentro.
Ahora un cuestionario rápido:
¿Para qué comprarías el tiempo? Para dormir. Es lo primero que me viene a la cabeza. Y también para tener un día extra para poder sentarme a charlar a solas con el buenpadre.
Ese momento de la semana, para ti sola… (¿qué haces?) En casa de herrero… ya se sabe. Hace tiempo que intento tener ese tiempo habitual en la semana pero aún no lo he conseguido. Estas últimas vacaciones conseguí escaparme al cine con mis amigas. Tres horas fuera me supieron a lo que debe ser un crucero de una semana.
Ese sueño/ meta que siempre está ahí y que algún día conseguirás… Vivir de mi propio proyecto. Creo que es algo que sueño desde niña, pero como ocurre con la maternidad: quizás sea diferente a como lo había pensado, requiere mucho esfuerzo (y en ocasiones poco recompensado), surgen dudas e inseguridades pero al final sigues luchando para conseguirlo.
Un lugar donde te perderías una y otra vez… Todos los caminos llevan a Roma. Y allí podría perderme por las calles, sus tiendas, sus tesoros escondidos y visitando buenos amigos. Pero volviendo a la realidad: desde que llegó la buenahija pocos viajes hemos hecho a las afueras, y menos aún con un bebé reciente. Así que me perdería en algún café de Madrid a charlar con mis buenasamigas sin mirar el reloj.
¿Cómo te ves dentro de 20 años cuando los buenoshijos se independicen (esperemos)…? Me gusta pensar que para entonces hemos superado el desafío de ser padres (al menos una gran parte) y hemos sobrevivido a ello juntos. Si así fuera me veo haciendo las maletas para viajar con el buenpadre. Y espera, que me veo llamando por teléfono a las dos pequeñas brujas que seguramente aprovecharían nuestra ausencia para organizar alguna…
Un consejo para esas madres que se culpan por no llegar a todo… Les preguntaría para qué quieren llegar a tanto, si nadie vendrá a condecorarnos. Cuando antes asumamos que tenemos limitaciones, que nos equivocamos y que hacemos lo que podemos más ganaremos en salud y bienestar.
*Atentas al facebook que próximamente abriremos talleres en Mundo M para cuidar de nuestra salud mental.
Hola, me ha encantado el post. Ya se q voy tarde, pero me gustaria q se hable de las reglas y la lactancia. Se q no es muy habitual, pero desde q me ha venido la regla el sindrome premestrual se ha magnificado y es algo q no entiendo. Gracias
Uou! Sin duda alguna le sacaré jugo. Ya que leyendo el post me he sentido absolutamente identificada. En mi vida me he sentido tan paralizada y apática como hasta ahora, recién estrenada mi maternidad hace 10meses y con el segundo en camino….que a pesar de estar contenta a nivel familiar a nivel personal me siento en un bucle de insatisfacción y frustración! Te seguiré muy de cerca 🙂 muchas gracias
Bienvenida al club! Seguiré tus post… nos vendrán genial!
Hola, me ha encantado el artículo, está bien contar las posibles repercusiones que tiene ser madre, lo primero el tiempo, este desaperece…jjj, y en algunos casos y en estos tiempos hasta el trabajo, pero bueno ver su ilusión y sus ganas de vida también nos contagian de volver a vivir esa segunda juventud!! jeje, gracias! besos!
Hola Ana,
Qué alegría aprender contigo en este blog!
Pues yo leería con muchísimo interés tu opinión sobre el tema del apego en los primeros años, y en concreto la sobreprotección. Cómo afecta al desarrollo de los niños (a su autonomía, seguridad en sí mismos, etc) el que los sobreprotejamos. Gracias!
Hola Ana, qué alegría verte por aquí! hice un taller contigo hará un año o así en Planeta Invisible y luego te perdí la pista! Mucha suerte con tu proyecto y aquí con las ‘malasmadres’. 😀
Hola Montse! por supuesto que me acuerdo de ti! Y te tengo presente para que puedas venir invitada, si te apetece, al próximo taller. Muchas gracias por pasarte por aqui y dejarme un comentario!
Hola Ana, siento que estés pasando por esto. Si lo necesitas siempre puedes pedir ayuda. Animo!
Seguiré atenta tus colaboraciones. Por cierto, yo no tuve regalo del día de la madre. En mi caso, el “equipo” está tocado y hundiéndose. A ver cómo salimos a flote!
Hola!! A mi me gustaría que tratarás el tema del tiempo, como saber que el tiempo que le estás dedicando a cada uno de tus hijos es suficiente? tengo dos y creo que las edades de cada uno hace que el tiempo dedicado a ellos sea diferente, pero cómo sé si es el suficiente?. Gracias
Si, efectivamente no siempre dedicamos el mismo tiempo. Incluso siendo de la misma edad habrá diferencias sin duda. Tomo nota!! Gracias
Hola Ana, bienvenida al club!
A mi me gustaría un post que profundizara en ese sentimiento de culpa, ese que nos hace preguntarnos si lo estamos haciendo bien. Como conseguir no abrumarse por la responsabilidad de la maternidad. Un saludo!
Ay! La culpa! No abrumarse! A veces es inevitable… tomo nota para ir pensando… gracias por tu comentario Delia
Hola Carmen, sí que es difícil buscar un momento para salirnos de la “lavadora” continua que a veces parece nuestra mente. Tomo nota!!! Gracias por dejar tu comentario
Genial post! Bienvenida al club!!!
A mi me gustaría que trataras el tema de la desconexión, es decir, eso minutos al día que en teoría todos necesitamos para no aturullarnos. Como lo hacemos? En que momento? Como conseguir dejar la mente en blanco? Eso me parece súper didicil!!! Pero muy necesario!
Bienvenida al club, tus posts nos van ha ir de maravilla!!
Gracias Sonia!!
Buenísimo post!!! Me gustaría que se hablara con màs profundidad de cómo los conflictos familiares pasados influyen en la maternidad!
Qué buena idea Eva!! Tomo nota! gracias