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Ellas hablan: malasmadres ♥ Clara Alonso

Ellas hablan: malasmadres ♥ Clara Alonso

Clara Alonso, directora general de Signo Editores, es una mujer y malamadre de dos hijos de 4 y 7 años que ha conseguido aquello que todas ansiamos: una conciliación real de la vida laboral y personal, empezó como auxiliar administrativo en esta empresa allá por 1991 y ahora ocupa un puesto directivo después de varios años formándose en distintas áreas de la empresa. Ella nos explica qué políticas de conciliación lleva a cabo Signo Editores en los que la flexibilidad y unos horarios ‘a la europea’ son parte importante. Además nos cuenta qué supuso para ella la maternidad. Desde el club nos alegra saber que hay esperanza y que la conciliación se puede conseguir, el pasado lunes volvíamos a debatir sobre el tema con vosotras malasmadres. A continuación Alonso nos da las claves.

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Empezasteis en 2010 a llevar a cabo políticas de conciliación ¿en qué consisten estas medidas? ¿os habéis basado en algún modelo, en otro país para realizarlas?

Las medidas implantadas y que están puramente orientadas a la conciliación son tres (horario, retribución y teletrabajo), aunque hay otra serie de acciones como el Plan de Igualdad que están muy relacionadas y las complementan:

–       Implantación de un horario en las oficinas centrales de 7.10 a 16.30 horas, de lunes a jueves y hasta las 14.10 horas los viernes

–       Plan de Retribución Flexible que incluye incentivos como guardería, seguro médico y cheque comida.

–       Proyecto de Teletrabajo o desempeño del trabajo en casa.

Respecto a la segunda pregunta, no hemos tomado como referente ningún modelo ni país, sino que estas políticas responden a una propuesta realizada por los propios empleados, que se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo. Las necesidades que han ido surgiendo dentro de la plantilla respecto a la conciliación es lo que mejor ha marcado nuestro camino a seguir, adaptando, por ejemplo, el horario laboral para hacerlo lo más compatible posible con la vida personal.

En su caso personal, ¿en qué momento decidió que quería ser madre?, ¿tuvo que renunciar a algo en ese momento?

Siempre he querido formar un hogar. Así que cuando encontré la pareja adecuada y me sentí preparada para renunciar a mi libertad, decidimos tener hijos. Mi experiencia en la maternidad ha sido muy buena, pues afortunadamente he contado con el apoyo familiar para poder compaginar ambas facetas, la de madre y trabajadora. Para mí, llegar a casa y recibir el cariño de mis hijos es la mejor de las recompensas que puedo recibir. La realidad es que sí he renunciado a algunas cosas, personales más que profesionales.

Antes de plantearme tener hijos, todo mi tiempo libre lo dedicaba a mis aficiones: viajar mucho, salir….. La parte que más me costó aceptar fue la de perder mi independencia y mi libertad.

Respecto al aspecto profesional, gracias al apoyo de la empresa y a las medidas que se fueron tomando en su momento, puedo disfrutar de un buen horario, que me permite asumir todos los retos profesionales que se van presentando y dedicar toda la tarde a mis hijos, cuya atención y educación debe ser diaria y constante. También es muy importante el apoyo familiar y en este caso cuento con una ayuda excepcional por parte de mi marido.

Por último, hay que destacar la ayuda que ha supuesto para las madres y, en general, para todos los trabajadores, la implantación de las nuevas tecnologías en las empresas, al permitirte estar conectada a tú trabajo en cualquier momento y desde cualquier lugar.

La sociedad demanda más facilidad y mejores horarios para poder compaginar vida personal y laboral ¿por qué sois pocas las empresas españolas en hacerlo posible? ¿qué se necesita por parte de las empresas para poder llevar a cabo medidas de este tipo?

Se necesitan ganas y creer realmente en la importancia de la conciliación. Si la dirección está comprometida se puede conseguir y nosotros tenemos la suerte de contar con un consejo de dirección que no solo valora la cuenta de beneficios, sino que entiende que son las más de 600 personas que trabajan en Signo editores las que hacen posible que el balance sea positivo, y si ellas están bien aquí, la empresa va mejor.

La implantación de cualquier cambio dentro de una compañía requiere un periodo de adaptación, y lo mismo ocurre con las medidas que favorecen la conciliación. ¿Por qué destinamos recursos a un software informático o a un programa de gestión de cobros y no a implantar el teletrabajo? ¿Porque no aporta beneficios económicos inmediatos? Pues bien, nosotros podemos decir que ya estamos disfrutando de esos beneficios.

 ¿Cómo consigues conciliar familia y trabajo ocupando un puesto directivo? ¿se ha sentido juzgada por la sociedad?

Independientemente del puesto en el que trabajes, sigue siendo igual de complejo compaginar la vida familiar y laboral, más aún teniendo dos hijos pequeños, de 4 y 7 años. Así que la única solución es distribuirme bien el tiempo, para poder aprovechar lo máximo posible con mi familia. La suerte es que tengo un horario laboral que me permite llegar a casa pronto, disponiendo de toda la tarde libre.

Respecto a la segunda pregunta, en ciertas ocasiones sí me he sentido juzgada por la sociedad, pero teniendo claro lo que se quiere, lo demás no te debe importar.

Sin embargo, desde el principio de mi carrera profesional he contado con el apoyo familiar, que es primordial, y en el entorno laboral se ha valorado mi trabajo. De hecho, en Signo editores comencé en 1991 como auxiliar administrativo en el departamento de Cobros. A lo largo de estos años he mantenido una formación constante en las diferentes áreas de la empresa, siendo promocionada en varios puestos, hasta que en 2010 me nombraron directora general.

¿Qué habéis observado tras la implantación en el personal de Signo editores?

Nuestra plantilla está compuesta en un 58% por mujeres, y uno de los aspectos que mejor refleja la importancia de implantar medidas de conciliación es que todas lasmadresde Signo editores se han incorporado a la empresa tras su baja maternal. Además, 14 se quedaron embarazadas durante 2013, el doble que el año anterior. También se ha reducido el índice de absentismo, que se sitúa en el 2,6%.

La motivación de los trabajadores ha sido otro de los signos que nos ha permitido comprobar que vamos en el buen camino respecto a las políticas de conciliación que vamos implantando.

El establecimiento de un nuevo horario de 7.10 a 16.30 de lunes a jueves y hasta las 14.10 los viernes, ¿ha bajado la productividad o por el contrario habéis obtenido resultados positivos?

Los resultados no pueden ser mejores, no hemos notado diferencias significativas a nivel de balance financiero y sí un ahorro en otros costes como la electricidad, ya que con este horario aprovechamos más las horas de luz. Los empleados están más motivados, también porque a estas medidas hemos sumado otras dirigidas a mejorar el entorno laboral, la relación entre departamentos, etc.

¿En qué consiste vuestro plan de Retribución Flexible? ¿de qué ventajas cuenta para el trabajador/a que tiene familia?

En el año 2012 la editorial decidió implantar un plan de Retribución Flexible para facilitar a los trabajadores el acceso a unos servicios básicos, como son el seguro médico, la guardería de los hijos o el cheque comida, con ventajas tanto económicas como fiscales, al tratarse de empleados de Signo editores. La verdad es que esta iniciativa ha tenido muy buena acogida entre los trabajadores, que valoran que la empresa se preocupe por conseguir las mejores condiciones para la contratación de productos personales.

Ahora estáis poniendo en marcha un proyecto piloto para el teletrabajo, ¿qué tal ha sido recibido por los trabajadores de Signo editores? ¿qué os ha movido a llevarlo a cabo?

Hoy por hoy no es necesario mantener al empleado anclado en una silla de oficina. En nuestra empresa, como en casi todas, hay puestos que no necesitan una presencia constante del trabajador. Por ese motivo creemos que trabajar en casa puede ser un incentivo importante porque permite ahorrar tiempo en desplazamientos o gestionar el tiempo de manera diferente. Los resultados hasta el momento están siendo positivos y esperamos ampliar la experiencia en los próximos meses.

¿Qué debe cambiar en nuestro país para acercarnos a países en los que la conciliación es más real?

Lo primero que se debería cambiar es la concepción del trabajador pegado a su silla durante al menos 8 horas, con demasiado tiempo para comer, con reuniones interminables…. Debemos aprender a gestionar bien el tiempo.

En nuestro caso, lo que hemos comprobado tras implantar este horario es una mejora en la productividad, a lo que se suma la motivación de los empleados, que valoran el poder disponer de las tardes libres.

Las nuevas tecnologías aplicadas al entorno empresarial también ofrecen muchas ventajas que se deberían aprovechar. Entre ellas se encuentra el teletrabajo, que te permite estar conectado con la empresa, realizando la jornada laboral sin tener que estar necesariamente en el puesto de una manera física.

Como madre que eres ¿qué te parece el club de malasmadres y la reivindicación que hacemos de que no podemos dejar de ser mujeres y luchar por nuestros intereses no sólo como madres, sino también como profesionales?

Me parece una de esas ideas que al verla plasmada en un papel, o en la web como es el caso, piensas “esto me ha pasado a mí mil veces”, solo faltaba que alguien se lanzara a dar voz a las muchas mujeres que nos vemos reflejadas en el espejo de las malas madres. Aunque tengo que reconocer que el nombre me chocó la primera vez que lo oí, enseguida entendí y me identifiqué con la filosofía del club.

Y ahora un cuestionario rápido…

1. ¿Para qué comprarías el tiempo? Para poder compartirlo con mi familia, amigos… muchas veces no hay tiempo para nada, solo para ir cubriendo lo imprescindible. También para regalárselo a los niños o personas con enfermedades graves que fallecen pronto y no han podido disfrutar de la vida.

2. Ese momento de la semana, para ti sola… (¿qué haces?) Ir a darme un masaje balinés para relajarme.

3. Ese sueño/ meta que siempre está ahí y que algún día conseguirás… Estar a la altura de lo que todo el mundo espera de mi, tanto profesional como personalmente.

4. Un lugar donde te perderías una y otra vez… El mar. El sonido del mar me apasiona. Podría pasar horas mirándolo, me relaja.

5. ¿Cómo te ves dentro de 20 años cuando los buenoshijos se independicen (esperemos)…? Me veo con una perspectiva totalmente diferente a la de ahora. Una vida más tranquila, disfrutando más de mi misma y de mi pareja.

6. Un consejo para esas madres que se culpan por no llegar a todo… Hoy en día con las presiones personales y profesionales es imposible llegar a todo. Lo realmente importante es hacer lo que cada uno pueda y no comprometerse a más de eso. Además, es esencial contar con el apoyo familiar o de tu entorno para compartir cosas.

 

Han comentado...

  1. Como dice, si la empresa está convencida de que la conciliación es importante, es fácil hacerlo, pero lo complicado es eso, encontrar una empresa que lo crea así.
    Parece que no se dan cuenta de que sin conciliación cada vez hay menos niños, y ellos son el futuro, pero bueno, la esperanza es lo último que se pierde.

  2. Buenos días a todas!
    Ya sé que aquí el foro somos malasmadres y por eso los comentarios los centramos en conciliación o no conciliación enfocado, sobre todo, a atender a los buenoshijos. Yo creo que el asunto va más allá, la conciliación de la vida personal y profesional ha de ser una opción para todo el mundo, las mujeres que no tienen hijos, digo yo que tendrán amigos, casa, perro, familia… la cuestión es poder disfrutar de tiempo libre más allá del fin de semana (y a veces ni eso) al que todo el mundo tiene derecho. El problema es que si en las empresas sólo se adoptan medidas de conciliación para las madres, seremos siempre el garbanzo negro.
    Yo abogo por circunstancias como la que describe Clara: los horarios, el teletrabajo, la reducción de tiempo para comer (absurdo que aún muchas empresas en este país paren a mediodía del orden de 2 horas!!), la eficiencia de las reuniones (tanto en número como en duración) pero para todos los trabajadores, no sólo para los que tienen hijos y mucho menos sólo para las mujeres que tienen hijos pequeños.
    A mí me gustaría (y estoy dispuesta a luchar por ello) poder seguir dedicando el tiempo que creo tengo obligación de dedicar (y además me encanta) a mi hija hasta que sea necesario, espero que cuando llegue a los 12 años, y ya no me pueda acoger a la reducción de jornada posible según el estatuto de los trabajadores (no según mi empresa, ojo, que ese derecho es por ley) no nos convirtamos en desconocidas y en plena adolescencia (etapa difícil donde las haya) la pierda por falta de presencia en su vida.

    1. Creo que tienes mucha razón, Nieves. Yo no soy madre aunque me encanta este club y, si alguna vez llego a serlo, me uniré de cabeza. Lo que sí que tengo es mi propio negocio y, como ya me estoy planteando contratar a alguien que me eche una mano con mi trabajo, también me voy planteando cómo lo haremos para que esa persona pueda conciliar su vida laboral y personal y esté contenta trabajando conmigo. Así que esta entrevista me ha resultado muy inspiradora. Espero convertirme en la “buena jefa” que toda “mala madre” desearía tener.

  3. Hola a todas!!
    Menos mal que dais esperanza, yo estoy con mi segundo hijo y con un nudo en el estomago porque quiero pedir unos meses de excedencia en mi empresa, en la q es imposible conciliar. Los horarios son maratonianos y aún se ve mal salir a tu hora, aunque tengas tu trabajo más que hecho y preparado. El calentar silla es un orgullo para algunos empleados (una pena para mi, que me parecen mucho menos eficientes como profesionales).
    Con wl primero no lo hice y siempre me he arrepentido.
    Todo el mundo me esta metiendo miedo, y no quiero que ese miedo me eche atrás en mi decision.
    Bueno, espero que la historia acabe bien, pueda volver a trabajar después de la excedencia (me gusta mucho tener también vida profesional) y constar como ejemplo de conciliacion a las mujeres que trabajan en mi empresa, en vez de retroceder solo por puro miedo de perder el trabajo.
    Un beso a todas y gracias por los buenos ejemplos.

  4. Hola a todas, lectoras de Malas Madres:

    Estoy leyendo vuestros comentarios y, como bien indicáis en algunos de ellos, desafortunadamente todavía queda camino por recorrer hasta conseguir que todas las empresas, tanto públicas como privadas, tomen conciencia de la importancia de aplicar medidas que fomenten la conciliación entre la vida laboral y familiar (tanto si eres mujer como hombre, todos necesitamos de ese tiempo libre).
    Desde nuestra experiencia, en Signo editores apostamos por estas políticas y hemos comprobado que repercuten en beneficio para la empresa, ya que el rendimiento es mayor al trabajar bajo un buen clima laboral.
    Nosotros hicimos la prueba, atendiendo a la petición de los trabajadores, y estamos contentos con los resultados.

    Gracias por vuestros comentarios y ánimo porque con ilusión, acabamos llegando a todo.

    Clara Alonso,
    Directora general de Signo editores

  5. Yo tuve que abandonar mi puestecito y mi mierdabeca en una universidad pública que me había permitido trabajar durante 6 años desde casa. Cuando me incorporé tras la baja de maternidad se empeñaron en que mi jornada debería ser presencial de 10 de la mañana a 18:30 de la tarde. Mi bichilla por aquel entonces no tenía ni 5 meses y se acostaba a las 19:30 ¿cuándo iba a verla? Con horarios como el que comenta Clara yo creo firmemente en que la conciliación sí es posible, pero es que si ni siquiera los organismos públicos se esfuerzan por implantar este tipo de medidas ¿cómo vamos a exigirlo a las empresas privadas? Si algunas lo hacen de “buena voluntad” ¡qué suerte poder trabajar en ellas!

  6. Un horario de 7:10 a 16:30 es muy bonito, como de 8:30 a 17, el problema es tenerlo y que luego no puedas cumplirlo porque está mal visto… a veces más que el horario oficial de la compañía es la concepción que tu superior tenga de la conciliación, y por eso medidas que he oído que se toman en Europa como apagar la luz a partir de cierta hora me parecen muy importantes…

  7. Gracias! Tu eres un claro ejemplo de que con ganas se pueden hacer las cosas! La conciliación no debe suponer una utopía en este país… De nuevo gracias por darnos esperanza al resto de malasmadres que sufrimos la falta de ganas y desidia de otros.

  8. Claro que la conciliación es posible. Pero hay que creérselo. Me encanta que las propuestas hayan salido desde los trabajadores, quienes mejor para saber lo que necesitan en esta materia. los trabajadores queremos trabajar a gusto, porque sabemos que así seremos más productivos. Pues eso…que vayan copiando otros de lo bueno. Genia Clara

  9. Yo quiero trabajar en una empresa como esta !!!
    Es una pena que mujeres con amplia experiencia laboral y carreras brillantes estén “sufriendo” porque en muchos sectores todavía siguen anclados a metodologías del pasado, y al final, para poder seguir teniendo una buena carrera profesional haya que sufrir muchísimo.
    Con experiencias como la tuya poco a poco las cosas irán a mejor

  10. qué maravilla, qué suerte y qué esperanza me hace tener el leer que una empresa así es posible.
    Felicidades.
    #conciliación

  11. Tengo la suerte de trabajar en una empresa que concilia, en mi caso, puedo mantener la jornada completa ya que por la mañana trabajo en la oficina y por la tarde (hasta las 17:00) en casa, lo que me permite ir a casa, comer comida casera, seguir trabajando con motivación, ir al cole a por mi hija y a cambio de esta flexibilidad mi disposición hacia la empresa tb lo es,si en un momento dado me necesitan, tiro de portátil, smatphone y ahí estoy para lo que necesiten y al terminar pues a seguir jugando con mi peque…
    Creo que las mujeres que decidimos formarnos y trabajar, es porque lo que queremos es, trabajar, sentirnos realizadas, ser productivas, aportar a la empresa, a los proyectos pero a la vez tb muchas queremos tener proyectos personales que no por eso han de estar enfrentados o ser incompatibles con los profesionales.

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