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Ellas Opinan: Al fin soy libre

Ellas Opinan: Al fin soy libre

Cuando leemos historias como la que nos trae hoy esta Malamadre, que sin duda, ha nacido para luchar, no podemos olvidar lo ocurrido hace tan solo 3 días. La violencia de género ocurre a diario, Laura Luelmo ha sido la última víctima, pero puede pasarnos a todas. No podemos vivir con miedo, debemos luchar por ser felices y por no tener que vivir momentos tan duros como el de Laura o el que vivió nuestra protagonista de hoy.

Tengo 36 años y soy Malamadre de una buenahija de tres años y soy muy feliz. Lo soy ahora, pero no siempre fue así. Mi historia es una de aquellas que nadie debería vivir y menos un niño o una niña.

El recuerdo que tengo de mi casa

Desde que tengo uso de razón mi padre nunca estuvo ahí (y eso que soy hija única): ni el día que nací, ni cuando me puse enferma, ni cuando me operaron, nunca… Pero sí que recuerdo los insultos, los gritos, las amenazas, todo. Cierro los ojos y puedo ver las escenas que se vivían en casa, que eran dignas de una película de terror. Estar riéndonos, escuchar el timbre de la puerta y empezar el miedo a recorrerte por el cuerpo sin saber cómo sería ese día. A día de hoy, aunque ya han pasado 20 años, si estoy tranquila en casa y suena el timbre, todavía me sobresalto.

El día que nací, en vez de estar con mi madre, estaba de borrachera con los amigos. ¡Qué ironía! Si el día más feliz de tu vida no estás allí, ya se puede prever como serás como padre.

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El refugio de mi abuela y mi tía

Mi abuela nos cedió  la planta baja de su casa para vivir. Como él se lo gastaba todo de fiesta, borracheras, drogas y demás, no teníamos dinero para vivir en ningún otro sitio.

Cuando lo veía entrar, en vez de salir corriendo a darle un beso, yo salía escalera a arriba a refugiarme en casa de mi abuela, me ponía en una esquina a temblar hasta que mi abuela me cogía entre sus brazos. A los dos minutos de entrar por la puerta se escuchaban gritos, insultos y golpes. Mi tía, que por entonces vivía con mi abuela, bajaba a encarase a él.

Gracias a mi tía y a mi abuela yo tenía comida, libros y ropa.

Pensaba que mi vida no valía nada

Le tenía miedo, mucho miedo. Lo destrozaba todo: puertas, muebles, todo. Y lo peor: le daba una palizas a mi madre impresionantes.

Durante 16 largos años cada día me recordaban que yo era una mierda, que no valía  para nada. Me decía “puta”, “imbécil” y miles de insultos que no le gustaría escuchar a nadie. Me acostaba muchas noches llorando, suplicando morirme o que se muriera él. Llegas a pensar que no le importas a nadie, que tu vida no vale nada.

Cuando tenía 12  años llegué a casa con gastroenteritis del colegio, me cogió y, con la borrachera que llevaba, me llevo al hospital. Me gritaba todo el camino diciendo que seguro que estaba borracha, drogada o embarazada. El médico no sabía si llamar a asuntos sociales en el estado que llegó dando voces e insultándome.

Yo era muy buena estudiante. Era de aquellas que sacan buenas notas, que tienen muchos amigos y que siempre se ríen. Los profesores nunca se dieron cuenta, hasta que ya en séptimo curso la profesora le comentó a mi tía que por qué mi madre nunca iba a las reuniones. Mi tía lo contó todo y se echaron las manos a la cabeza.

Salía de casa con miedo: con miedo de no saber qué me esperaría cuando volviera ese día, de no saber si mi madre estaría viva o no, si le habría pegado una paliza o estaría con un ojo morado.

Dejé de estudiar para trabajar y poder comer

Con 14 años tuve que dejar de estudiar y ponerme a trabajar, ya no vivíamos en casa de mi abuela y él gastaba su sueldo (cerca de unos 2.500 euros de los de ahora) en fiesta. El día 5 no teníamos ni para comer, así que me puse a trabajar de 6 de la mañana a 9 de la noche por 600 euros. Cuando cobraba pagaba 300 euros de alquiler y comprábamos comida. Cuando llegábamos a casa, si él estaba enfadado, tiraba toda la comida a suelo y la pisaba.

Con 16 años tenía dos trabajos para mantener la casa. Mi madre, anulada por completo, solo miraba por él y yo trabajaba de 9 a 4 de la tarde y de 5 a 9 de la noche para darle de comer.

libertad

El día que dijimos “BASTA”

Un día mi madre me llamó al trabajo que por favor fuese rápido. Mi marido por aquel entonces ya estaba conmigo y fuimos a casa. La encontramos con la cara desfigurada y llena de sangre. Ese día decidí que se acabó. Cogí a mi madre y todo lo que pude entre los brazos y nos fuimos a casa de mi tía.

Mi madre al cabo del tiempo volvió con él, pero yo no, yo era LIBRE, al fin LIBRE: Yo me quedé en casa de mi tía y mi madre al cabo de dos semanas volvió con él… Mi madre al cabo de los años dijo “basta” y ahora es muy feliz junto a otra persona. Él estuvo en un centro de desintoxicación durante años.

No hay que vivir con rabia para dejar paso a la felicidad

A mí nunca me pegó. Yo me encaré a él muchas veces y le hice saber en más de una ocasión que yo no era como mi madre. Me puse muchas veces delante de ella para que no le pegara. No recibí besos, ni te quiero, ni caricias, solo insultos, gritos y desprecios y eso te marca de por vida. No sé ser cariñosa, tengo inseguridad en mi misma y a veces parezco un bloque de hielo.

Ahora con mi hija intentamos que tenga todo lo que yo no tuve: besos, caricias abrazos, todo eso que a los niños es lo que más feliz les hace. Creo que lo estamos consiguiendo porque ella muchas veces te dice: “mama soy muy feliz”.

Por favor, no aguantéis, no pongáis la excusa de los hijos, porque os puedo asegurar que ellos no quieren eso, nadie se merece una vida así, siempre hay una salida.

Pasé muchos años resentida con mi madre,  pero supongo que sentía dependencia, no sé. Y con él, por supuesto, estuve 15 años o más sin hablarme. Al final no hay que vivir con esa rabia en el cuerpo porque solo te haces daño tu misma y no dejas paso a tu felicidad. No se olvida, por su puesto. Él nunca será mi padre, nunca lo fue, pero dejar paso a la felicidad es lo más importante

¿Habéis tenido que vivir algo parecido, Malasmadres?

Han comentado...

  1. Que duro chicas…me quedo de piedra!!! La verdad que es algo que por desgracia está sucediendo pero que cuando alguién te lo expone como vosotras, valientes!!!, pone los pelos de punta.
    Yo también pienso que no hay que aguantar por los hijos…si no todo lo contrario. Pero luego hay que estar en la piel de cada uno y tiene que ser duro estar en esas situaciones.
    En mi casa tuvimos un episodio con mi hermana que muy joven se echo un novio muy posesivo, controlador y machista…no creo que la maltratará físicamente pero si creo que hubo maltrato psicológio (cuando alguien te intenta decir como vestir, como actuar, a dónde ir..o pensar por tí…malo). Afortunadamente era muy joven y abrió los ojos y cambió de novio. Son situaciones complicadas en las que las familias muchas veces sólo pueden apoyar y tratar de que no se produzca el aislamiento que tanto les gusta para poder manipular a su antojo.

    En fin me pongo enferma…ójala nadie tuviera que pasar por algo así, y por ello sois muy VALIENTES al contar vuestras historias y al tratar de seguir adelante e intentar que la historia no se repita.

    Un abrazo

  2. Mi hija de 20 años salió un año con un chico que la pegó que sepa yo dos veces. Aparte de hacerle cuernos y desgraciarle un año de estudios y un año de su vida. Lo dejaron unos meses y ahora vuelven. Yo solo tendría miedo y asco, pero ella no. Empieza suave como un corderito y acabará igual

    1. Anna, no la dejes de lado. Lo pasé con una hermana. Habla con ella todo lo que puedas. De verdad que no sabes el poder que tienen de absorción. Él puede absorberla tanto hasta que no la veas más. No dejes que pase eso. Hazle ver que lo aceptas, y aunque te cueste intenta tener una relación cordial, para que, si ella necesita ayuda, pueda pedírtela.
      En caso contrario estará más pegado a él por sentirse incomprendida por ti y él aprovechará eso para tenerla más en su terreno, y ella nunca, nunca te dirá como es él de verdad porque tú ya le tienes tirria.
      Ánimo Anna! No la dejes sola

  3. En mi familia el problema sigue ahí, mi padre con 73 años sigue bebiendo, no le pega pero la insulta, la menosprecia ( mi madre tiene una afasia provocada por un infarto cerebral), de más joven recuerdo cómo le suplicaba que se separara, pero era algo que no cabía en su cabeza, he sufrido mucho y seguimos sufriendo porque vives en una incertidumbre, a veces no se dejan ayudar y tú tienes que seguir viviendo y de algún modo protegerte. Es duro, triste pero mis hijos y mi marido me necesitan son sentimientos contrarios… que el que no los sufre no entiende.

  4. Que historia más desgarradora. A esta malamadre solo le tienen que venir cosas buenas porque las malas ya pasaron. Enhorabuena por su valentía que hoy la deja ser feliz.
    Un besazooo, un abrazo y todo lo bueno de la vida

  5. No sabes como te entiendo….
    Y cuando es tu madre? Tu madre la que te pega, la que te insulta y menosprecia continuamente. Sin ninguna adicción, sin ningún motivo, sin nada aparente más que los celos por tu padre!! Si, si, así como lo lees..
    Los regalos de estas fechas, cumpleaños, etc los entregaba así:
    “Aquí tienes tu regalo, aunque merecer..no te mereces nada!”
    Nos levantaba a portazos. Nos gritaba desde antes de despertarnos. Su cariño era material, y encima discutía con mi padre cuando nos acariciaba estando sentados en su regazo. Mi padre nos protegió muchas veces de sus golpes, pero no de sus insultos.
    Deseé morirme, pasaban por mi cabeza continuamente pensamientos suicidas…
    Tengo 42 años y todavía no he sido capaz de perdonarla!
    Lo peor es que dependo de ellos para que mi hijo esté atendido, y aunque es menos…con mi hijo actúa igual! Eso si, sabe que conmigo no se puede andar con tonterías y que desaparezco con mi hijo en un plis, plas…
    Nunca conseguiré entenderlo! Jamás entenderé como un padre o una madre puede disfrutar maltratando a sus hijos! Jamás!

    1. Ufff que duro, te puedo asegurar que yo como madre ahora tampoco entiendo como se puede tratar así a un hij@, no dejes que tus hijos pasen por ello, se que es dura la situación , pero es tan feliz tener una infancia feliz , los primeros 10 años de un niño o niña son tan importantes, ten mando mucha fuerza y se feliz riete de la vida hasta que te duela la barriga y que tu hijo se ria cada dia

      Mucha fuerza

  6. Me ha costado un poco leer esta publicación por su dureza, pero recomiendo su lectura, no podemos mirar para otro lado, un día podemos tener un caso de estos muy cerca y no es tan fácil enfrentarse a él como nos parece cuando le pasa a otros. Os felicito.
    Por favor, me gustaría que también un día abordarais el tema del maltrato psicológico, que hace muchísimo daño, deja unas secuelas horribles y es muy difícil salir de él porque, entre otras cosas, es muy difícil de detectar incluso para la propia víctima porque se suele realizar de una forma intermitente y muy sutil. Te anula la autoestima y la voluntad y se pasa mucho miedo.
    Muchas gracias

    1. Teresa gracias por leerlo ,tienes toda la razón yo sufri maltrato psicologico, nunca consentí que me pegara y es el mas duro, a veces tengo altibajos pero miro a la vida con ilusión , todo se puede conseguir , y es tan importante abrir los ojos y no mirar hacia otro lado.Tuve la gran suerte de tener a mi abuela y mi tia ellas fueron mi apoyo siempre, y ahora lo son mi marido y mi hija
      un abrazo

  7. ¡Madre mía, qué historia! Parece de película de terror. Pero más terror da pensar que es lo que viven cientos de mujeres, niños y niñas todos los días. Es importantísimo compartir experiencias y sacarlo a la luz. eres muy valiente. Muchas gracias por compartirlo.

    1. Gracias por tus palabras, me puse en contacto con ellas , por que si contando este poquito de mi vida, que aunque te marque ya quedo atrás , puedo ayudar a una sola Malamadre a que no se sienta sola, a ver si que hay salida , ya me sentiría contenta

      1. Es muy difícil dar el paso. Miedo al cambio de vida, miedo a que te juzguen por haber dejado tirada a una persona con problemas y miedo al rechazo y al que dirán. Yo pase pir una situación parecida. Recuerdo llegar a casa de trabajar lo más tarde que podía y con un miedo atroz, sin saber que iba a encontrarme. Insultos, algún golpe de vez en cuando. Me escupir, me hacía sentir realmente mal y no era capaz de contar nada. Tenía claro que no Le quería, pero que haría si me iba? Nunca me atreví a denunciar ni cuando decidí decir basta, por miedo a verme la cara con el y tener que contar todo. Hay que dejar el rencor dice el artículo, sí, yo ahora soy feliz después de más de diez años pero sigo deseando que se hunda en el pozo más profundo.

  8. Me quedo sin palabras … te mando un abrazo fuerte y mucho ánimo, y espero que el amor de tu hija pueda de alguna manera recompensarte, pero para eso te tienes que dejar querer.

    1. Gracias por tus palabras y tu abrazo , mi hija es el motor de mi vida, solo el verla reir y disfrutar cada minuto me recompensa la vida entera

  9. Enhorabuena por tu valentía y mucha fuerza para vivir con la mayor plenitud posible tú vida, la que tú quieras, esa que te haga tan feliz como sea posible! Eres una valiente, porque como me dijeron una vez, valiente no es quien no tiene miedo, sino quien a pesar de tenerlo actúa y se supera! Besos y feliz Navidad!

    1. Muchísimas gracias por tus palabras son muy bonitas ;un abrazo y Feliz Navdidad !!!

  10. Hola
    Yo he vivido esto mismo. Mi padre fue alcohólico. Y nos pasó casi lo mismo que a ti, con la diferencia de que mi padre nos pegaba también a mi hermano y a mi. Mi madre le dejo muchas veces pero siempre volvía, decía que por nosotros, pero era por la dependencia que tenía de él. Hace unos 7 años reuní valor y le denuncié. Solo estuvo un día en el calabozo, hubo un juicio y aunque fue declarado culpable no tuvo condena porque había sido yo la que hizo la denuncia y no mi madre. Mi madre volvió con el, de hecho siguen juntos, pero no la volvió a pegar. Ahora ya no bebe porque tuvo un ictus aunque está bien. Yo estoy felizmente casada y tengo dos hijos, pero una infancia así no se olvida. Pienso en ello casi a diario. Y aunque tenga una relación cordial con mi padre, el resentimiento siempre está allí. Yo desde pequeña le decía a mi madre que no tenía por que aguantar los malos tratos, que no lo hiciera por nosotros, que estaríamos mejor sin el. Estoy segura que hubiera tenido una infancia feliz si mi madre lo hubiera dejado. Así que desde aquí les digo a todas las mujeres que sufren malos tratos que no tienen que aguantar, los maltratadores no cambian aunque lo prometan mil veces. No tenéis porque ser desgraciadas ni hacer infelices a vuestros hijos. Cada uno elige la vida que quiere tener y debe buscar su felicidad. No tengáis miedo de dar el paso. Hay que denunciar

    1. Ana hay que dejar paso a una vida nueva, llena de momentos bonitos, no se olvida, yo pasé años enfadada con mi madre, me decía que lo dejaba por mi,una excusa que ellas crean en su interior y creo que ellas mismas la creen,pero si dejas de sentir ese resentimiento y esa agonía dejas la puerta abierta a un mundo nuevo de verdad,se todo lo feliz que no te dejaron ser

      Un abrazo muy fuerte

  11. Que tremenda historia… Yo te entiendo muy bien porque viví algo similar con mi padre, no tan fuerte pero si lo bastante como para dejarte marcada de por vida.
    Él es el típico que siempre le decía a mi madre que ella no tenía nada, que si la dejaba la mataba… Cuando mis hermanos mayores eran pequeños y se portaban mal, él les pegaba con el cinturón a modo de látigo (por la parte de la ebilla) hasta que ellos pudieron con él y entonces se le ocurrió arremeter más fuerte contra mi madre, muchas veces me enferente a él, hasta incluso lo levanté por los aires cuando yo tenía como 22 años.
    No recuerdo un beso suyo ni un abrazo ni un te quiero… Si recuerdo que cuando acabé mi carrera de geología y no encontraba trabajo, me puse a estudiar ingeniería y él me decía que era una puta que sólo estudiaba para sacarle el dinero…
    Un día decidí que aquello debía acabar, ya solo vivíamos en casa mi madre, él y yo y veía que de seguir ahí algo iba a pasar, cogí todo lo que pude y cargué el coche, cuando mi madre llegó a casa la metí en él y nos fuimos escondidas… Al cabo de un tiempo ella volvió con él (todas lo hacen, es la dependencia que tienen de ellos) tuve que volver, también para protegerla… Pero finalmente volvimos a salir de allí, no fue fácil, al principio no encontrábamos apoyo de muchos familiares pero poco a poco todo se destapó. Ahora soy feliz aprendí a vivir sin él y quiero que así siga siendo.
    Denuncias, no silencieis el maltrato, apoyad a las personas maltratadas, se puede salir.

    1. Marian ,que dura tu historia también , me alegro tanto que seas feliz, nosotras tenemos que dar todos esos besos y abrazos que no recibimos y enseñarles a nuestros hijos que no tienen que vivir eso de ninguna manera Un abrazo

  12. No tengo las palabras adecuadas para poner en este comentario. Sólo me sale decir que aunque es durísimo todo por lo que ha pasado esta malamadre, sí que muestra un ejemplo de valentía y esperanza, de querer ser feliz y de hacer felices a las personas que la rodean y que la quieren de la forma correcta. Gracias de todo corazón por compartir esta historia, por hacer visible una realidad que por desgracia existe, pero que gracias a todas las personas que hemos dicho ¡Basta! en algún momento, y a todas aquellas que nos ayudan a que el presente y el futuro sea mejor, vamos a convertirlo en historia. Porque nos lo merecemos y sobre todo se lo merecen las personas que vienen detrás nuestra. Luchemos por la felicidad de las personas hoy, mañana y siempre.

    1. Hay que ser feliz cada día,y que te salgan arrugas de tanto reírte , al final te das cuenta que nadie mas que tu puede decidir por ti y que nadie tiene el derecho de humillar a nadie un abrazo

  13. La historia de mi vida… Lamentablemente aún sigo luchando con las secuelas psicológicas (que no son pocas). Las más graves: caer en manos de parejas maltratadoras, o caer en la rutina de maltratar tú a tus hijos (porque desgraciadamente es lo que has aprendido….). Lucho cada día para que no sea así

    1. Hola Inma

      Adelante,piensa que tus hijos son lo mejor de tu vida, quiérete tú y lo demás vendrá solo,lucha,y busca ayuda,si quieres hablar nos podemos poner en contacto, que ellos sean todo lo feliz que a ti no te dejaron ser que cuando sean mayores y piensen su infancia la sonrisa les llegue a los ojos

  14. Me quedo helada al leer tu vida, un beso muy fuerte, aunque no nos conozcamos, me dan muchas ganas de abrazarte

  15. Madre mía, estremecedor…… te doy las gracias por compartir algo tan difícil, tan íntimo. Y me alegro tantísimo de que seas feliz ahora…….

    1. Gracias,soy muy feliz,siempre hay salida ,solo quiero que nadie pase por ello, y que sean fuertes y luchen.

    2. Gracias Maria, soy muy feliz, lo quería contar para que nadie vuelva a pasar por ello, y si esta en esa situación , que abra los ojos que siempre hay salida , un abrazo

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