El debate está en la calle, en los grupos de whatsapp y en twitter. Familias que no llevarían a sus hijos/as al colegio sin un protocolo oficial que nos garantice la seguridad. Familias que no tienen otra opción y que reclaman el apoyo de los centros para poder trabajar y seguir adelante. Y mientras las instituciones dejando que el tiempo corra, a espera de un plan que “están estudiando” desde hace semanas.
El martes salí a la calle. No salgo todos los días
Ya en la vida antes del confinamiento había días que no salía, así que ahora esto no iba a cambiar. No quiero sentirme obligada a salir en mi hora de libertad condicional. Las niñas sí suelen salir casi todos los días, unos días conmigo, otros con el buenpadre. Y desde esta semana todos juntos. ¡APLAUSOS POR FAVOR! Ya era hora de que se permitiera que saliera la unidad familiar al completo y ya era hora de que ampliarán las horas de salida de los niños y las niñas. Lo de la niño/afobia en tiempos de confinamiento está llegando a sus cotas máximas.
El confinamiento de la desigualdad
A lo que iba, el martes cuando salía con Luci en el carrito de paseo por el barrio, sentí desasosiego, esa angustia que se te mete en el pecho y que te hace no entender nada y querer volver a casa corriendo a confinarme de por vida, pero confinada como antes, cuando todos y todas estábamos igual, en fase 0. No ahora en este confinamiento de la desigualdad, que clama al cielo. Donde unos tienen horarios y otros llenan terrazas, donde unos se saludan con la mano desde lejos y otros disfrutan del sol sin distancia física, con la mascarilla al cuello y compartiendo una cerveza. Muchos viviendo la nueva normalidad como la de antes, los más pequeños encerrados sin noticias del futuro escolar y las madres sin avanzar de la casilla de salida, renunciando a la vida, al trabajo, relegadas al cuidado.
Al llegar a casa, compartí por whatsapp mi indignación con mi amiga Sonia López, maestra y colaboradora del club, sobre la situación de las familias y los colegios. Y las dos llegábamos a la misma conclusión:
A las familias y a los colegios en España nos han dejado a nuestra suerte. En plan “apañaos como podáis”. Sin directrices, sin protocolos, sin medidas de apoyo, como si de un experimento social se tratara. Me imagino la conversación entre bambalinas tal que así:
“Los dejamos solos, que seguro que se sacan las castañas del fuego, como siempre, y así probamos qué tal y mientras decimos que estamos estudiando un programa de medidas, que es insuficiente, y un protocolo oficial de cara a Septiembre”.
Excedencias, permisos sin sueldo, renuncias que se multiplican, niños con los abuelos, niños solos en casa… con un único objetivo SOBREVIVIR. Sin poder planificar ni organizar nuestras vidas porque a día de hoy no se sabe nada.
¿Qué ha fallado?
Le preguntamos a nuestra colaboradora y maestra Sonia López
Y lo peor es que como dice Sonia “las directrices a los colegios siempre han sido confusas y lejos de la realidad que viven escuelas y familias. Eso ha hecho que en muchas ocasiones se hayan creado fisuras entre escuela-familia”. Lo que nos faltaba ya es enfrentarnos. Y eso está pasando.
Le pregunto a Sonia qué cree que ha fallado y lo tiene claro. “Lo primero que ha fallado es que no se le ha dado voz a las familias ni profesores. No han tenido ningún interés por saber cuáles son sus emociones o necesidades. Cada uno ha afrontado la crisis solo como ha podido. La conciliación es la gran olvidada de este país y esto va a suponer que como siempre vuelvan a ser las madres las q asuman la carga familiar y pierdan sus trabajos”. Porque señores que gobiernan “esto no es conciliar”, seguiremos diciéndolo hasta que pongan sobre la mesa esas medidas que nadie conoce aún cuando estamos a punto de entrar en el mes de junio.
Con la sombra de la apertura de muchos colegios en fase 2, Sonia coincide en que deberíamos esforzarnos en el plan para septiembre. “Les pediría a las instituciones que centrasen sus esfuerzos en la vuelta segura del 100% de los alumnos en septiembre. Tristemente pienso que esta pandemia no va a traer el cambio profundo que la educación tanto necesita. Ha servido para que emerja y ponga en evidencia todas las carencias que tiene.También pienso que el modelo híbrido online-presencial es inviable si no se doblan plantillas”. Además denuncia la falta de tecnología en la educación pública de este país y la preocupante brecha social que esta pandemia está provocando por la brecha digital.
Cada nueva noticia del Ministerio de Educación llega a la comunidad educativa por los medios de comunicación o redes sociales. “A menudo también creo que el problema reside en que muchos asesores del Ministerio hace muchos años que no pisan las aulas y desconocen la realidad”, me comenta nuestra colaboradora y maestra, que termina nuestra conversación por Whatsapp con un deseo: “asegurar en septiembre la seguridad de nuestros pequeños y sobretodo q la educación llegue a TODOS”.
También quisimos saber qué opina Nieves Horcajo, en contacto directo con las escuelas
Por su parte Nieves Horcajo, que nos explicaba la semana pasada la desescalada en los colegios, insiste que desde los centros se mantiene la preocupación por la falta de un protocolo claro y directrices que les ayuden a saber cómo actuar. Los que dan pasos adelante lo hacen sin saber muy bien si será el plan definitivo o no y pensando en sus alumnos y alumnas. Porque hasta ahora no saben si tendrán que flexibilizar horarios, apostar por un modelo mixto presencial/online. A día de hoy no existe ninguna resolución y nos transmite el miedo del profesorado por no saber cómo actuar en el próximo curso.
Mientras hablamos Nieves me manda la propuesta de los pediatras “un profesor por cada cinco niños en infantil y grupos de 15 alumnos en primaria”. Actualmente hay más de 20 en una clase de infantil de cualquier colegio público de la comunidad de Madrid. Mientras pienso cómo van a conseguir bajar el ratio así, Nieves me comenta que para ella hay 3 claves importantes:
- Formación en temas de higiene y protocolo claro de seguridad.
- Planificar el curso teniendo en cuenta a las familias, ya que ciertas ideas que se ponen sobre la mesa como la posible entrada por tramos podría ser muy complicado de conciliar para familias con más de un hijo/a.
- Y por último la necesidad de comunicar, dar directrices claras para que los centros puedan actuar.
Con esta falta clara de comunicación por parte de las instituciones, el tiempo corre en nuestra contra, siendo actualmente un caos insostenible esta situación tanto para las familias como para los colegios y escuelas infantiles.
Desde aquí todo mi ánimo. Seguiremos presionando para que se tomen medidas y contando con la voz de nuestras dos expertas para seguir informando de cualquier novedad.
Mi propuesta es horario intensivo. Por la mañana infantil y primaria, por la tarde secundaria y bachillerato/fp. Al
Mediodía desinfectar. Sin comedor, recreo ni extra escolares. Entradas y salidas escalonadas. Con un solo adulto por grupo familiar de niños.
Medidas de higiene y desinfección . Temperatura a todos los
Niños dos veces al día. Si un niño va malo al cole penalizar a los padres.
Hola,
Llevo días dándole vueltas, e indignada con las medidas sociales tomadas al respecto del tema educación y conciliación.
Como soluciones definitivas se me ocurre el cambio de horario escolar. Hacer horario intensivo, cómo se hace en algunas comunidades, ya que con el horario partido es imposible sobrevivir sin recurrir a las acogidas matinales, al servicio de comedor, a los abuelos, etc…principalmente porque no hay horarios de trabajo que se adapten a ese horario. Con la jornada intensiva en el colegio y la reducción de jornada semanal en el trabajo a 35h, como llevan tiempo valorando, habría más posibilidades de conciliar. Por otro lado debería existir una ley que permitiera flexibilizar horarios con respecto al de la pareja para ayudar a la conciliación. También se me ocurre que los trabajos en los que exista la opción de teletrabajar se valorara la posibilidad de combinarlo con el trabajo presencial.Y ya que estamos como la escolarización no es obligatoria hasta los seis años, permisos retribuidos hasta ese momento o por lo menos de 0 a 3 años. Periodo que directamente ignoran. Deben pensar que l@s niñ@s nacen con los 3 años cumplidos.
Como soluciones rápidas ante esta situación, me parecen buenas las opciones que se han comentado, como la de habilitar espacios públicos como bibliotecas, polideportivos y demás, así como la utilización de todas las instalaciones de los centros, como exteriores, si el tiempo lo permite, vestíbulos, gimnasios, etc… Y contratación de más profesorado sobretodo en infantil.
En fin espero que entre tod@s hagamos la fuerza suficiente para salvar la situación de la mejor manera y si es posible para que nuestros políticos se tomen este tema cómo lo que es, un tema de vital importancia para hacer de la infancia de hoy el futuro de mañana.
Mujeres trabajadoras agotadas y niños sin escuela desmotivados, a nuestra suerte y a la deriva cada día que pasa, sin ser nombrados en el telediario: ni por ministras ni ministros ni presidente, ni nadie; parecemos invisibles y transparentes. Es doloroso sentir desmotivación, confusión , vértigo y angustia por una situación que piensas que podría haber estado mejor gestionada. Ánimo a todas las madres
Pues aquí estoy, a las 3 de la mañana y sin poder dormir pensando en cómo sobreviviremos una semana más…
Mi marido y yo estamos desquiciados, tenemos dos niños pequeños, y da igual como gestionemos el día, que siempre en complicadisimo atender a todo…
Siento una angustia que no me deja respirar, y nunca me había sentido así.
Siento que nos han dejado a nuestra suerte, como bien decís, han pensado en todo menos en las familias. Nuestros niños, que van a ser el futuro, están en medio de toda esta locura!!!
Porque hay ayudas para las empresas y no para las familias?? Que va a ser de este país?? Quien se va a atrever a tener hijos con lo difícil que nos lo ponen?? Como es posible que haya protocolos para todo menos para los colegios???
En fin, ánimo a todas y a todos.
Yo soy sanitaria mamá de una buenahija de cuatro y un buenhijo de dos y medio que empieza este año al cole. Mi sueño se ve interrumpido por muchas cuestiones:
1. No puedo teletrabajar y ya tengo una reducción de jornada que no puedo estirar más porque no tengo plaza en propiedad. El buenpadre teletrabaja pero en algún momento se le tocará ir al trabajo. No tenemos familia cerca y encontrar quién se quede con los peques no es tan fácil, sobre todo a partir de septiembre.
2. Los peques tienen varios episodios de fiebre al año. Entiendo que si ocurre no los llevas al cole pero nos va a tocar hacer un test antes de que vuelvan, va a ser con cuarentenas?
3. Tanto padres como educadores necesitamos una idea del plan organizativo que tienen para poder organizar nuestro propio plan.
4. Si hay un rebrote y me toca pasar más tiempo en el hospital…. Esa situación me provoca hasta sudores fríos…
Y lamentablemente a estas alturas sólo puedo decir que no se me ocurre nada para afrontar la que se nos viene encima en septiembre.
Soy mamá de 4, cada hijo/a en una etapa, desde infantil a bachillerato. Mi marido y yo, profesores de secundaria. Hemos conciliado como hemos podido, dando clase por la mañana a nuestros respectivos alumnos y por la tarde, ocupándonos de los de casa. Nadie ha pensado en cómo se gestiona un hogar en estas condiciones ni cómo se llega a todo… A veces, con la sensación de que nuestros niños quedan al margen porque hay que seguir trabajando, pero ahora sin horario y sin un espacio físico para ello, con nuestros propios medios informáticos y descubriendo cómo adaptarnos a la enseñanza online, atendiendo a las demandas y necesidades de nuestro alumnado.
La conciliación no debería depender de la apertura de los centros como si fueran guarderías. Los profesores nos hemos formado para mucho más que para guardar alumnos. Hay que garantizar medidas de higiene y seguridad en los centros que ahora mismo no son ni planteables si no se cambian los modelos organizativos. La enseñanza online se ha comprobado que llega a algunos, pero no a todos. Modelos mixtos de enseñanza necesitarían dotaciones de personal e instalaciones preparadas y por desgracia, sabemos cómo hemos quedado a nivel económico con la pandemia…
La prioridad debería empezar por diseñar medidas de conciliación a las que acogernos. Desgraciadamente, a mí nadie me ha preguntado oponión, ni como madre, ni como docente… Ni a nadie de mi entorno.
Yo estoy trabajando en casa, con mi hija, la jefa de mi mujer se ha empeñado en que tienen que volver a la oficina a pesar de haber estado trabajando desde casa sin ningún problema. El gobierno no ha pensado en las familias trabajadoras, esas no le interesan, si son autosuficientes no van a venderse por subvenciones, la tasa de defunción entre fumadores y entre niños no tienen nada que ver, pero los estancos no han cerrado. Nadie obliga a nadie a renunciar a la carrera profesional, es algo que se elige, a lo mejor, lo que se eligió mal fue la pareja, ni mi madre, ni mi mujer, ni mis hermanas han tenido que reducir sus jornadas. Se habla de madres que renuncian a sus carreras profesionales para cuidar de los hijos, pero poco de los padres que renuncian a disfrutar de sus hijos para pagar las facturas porque las madres han renunciado a sus carreras profesionales.
Buenas tardes
Está claro que no somos una prioridad para el gobierno ni para las instituciones. NOS HAN ABANDONADO A NUESTRA SUERTE. Así es como mi marido y yo nos sentimos en este momento. Mientras la mitad de ESPAÑA avanza en las fases, las familias numerosas nos quedamos abandonadas en la fase -1
Soy por orden de prioridades, madre de cuatro hijos pequeños, hija de mis padres dependientes, hermana de una discapacitada, maestra de un colegio público de Andalucía.
Tenía concedida una reducción de jornada para conciliar mi vida familiar con la vida laboral, pero todo se truncó durante este confinamiento. El orden de prioridad no era el que nosotros queríamos para nuestra vida. A mi marido le obligan a trabajar presencialmente desde el mismo día 15 de marzo, porque es jardinero “y las plantas no entienden de epidemias” en jornada completa, porque ya estaba su mujer a cargo de los niños. Y si no ERTE.
Para mi colegio , se acabó la reducción de jornada (pero no la económica). Me exigen llevar el peso de toda la tutoría a jornada completa, con seguimiento total de alumnos, familias, burocracia, adaptación de programaciones, evaluaciones…
Pedí la revocación de la reducción a la delegación de educación , y esta fue negada al instante, porque según ellos “no había desaparecido el hecho de la reducción, es decir, el menor”.
Por lo tanto, reducción económica si, reducción de trabajo no. Recibo mensajes de whatsapp en fines de semana, en Semana Santa, de madrugada, tengo que tener reuniones docentes con mis hijos en brazos, haciendo programaciones con deberes de ellos encima, contestar a alumnos y padres con mis hijos en la ducha o cenando… esto es insoportable.
Y se me parte el alma mis padres y mi hermana. Dependientes, vulnerables, enfermos… mi marido les llevaba la comida, las medicinas… el 5 de mayo a mi hermana le dio un brote psicótico y ese mismo día me acabé de desbordar, con hospitales, médicos…
No hemos tenido ayuda de nadie, ni de servicios sociales (la ayuda a domicilio la quitaron el 15 de marzo y han empezado a trabajar el 25 de mayo), ni de ayuntamientos, ni por supuesto de este gobierno.
No he podido salir con mis hijos a comprar, porque son 4, y no 3 como al gobierno de España se les ocurrió.
Ni a pasear, porque qué sentido tiene ir sola con dos hijos, me faltaba la mitad de mi existir. (a quién eliges para pasear??
Tenemos mucha incertidumbre con lo que ocurrirá el próximo curso, cómo voy a conciliar, qué permisos habrá para los que tenemos hijos…
deben exigir esos permisos con el 100% de retribución a los que tenemos hijos menores.
¿Qué ocurrirá si deciden que vayan por turnos al colegio? ¿quién se queda con ellos? ¿o si se ponen enfermos con fiebre?…
Ahora estoy escuchando en estos días que hay una comisión de Reconstrucción de ESPAÑA, por favor, lleven nuestra voz, las propuestas de las familias , NO NOS ABANDONEN.
También dedico mis horas de desvelo, que son muchas, a buscar soluciones a este gran problema que se nos ha planteado a las familias. Lo que me ha quedado claro durante esta pandemia, si es que todavía tenía alguna duda, es que los niños (y sus malasmadres, preocupadas por su situación a partir de ahora) estorban a los que deberían tener la obligación moral de solucionarlo. El empresario se hace cruces cuando oye la palabra conciliación, y el gobierno sólo se refiere a los niños cuando habla de franjas horarias de paseo. La solución, en mi humilde opinión, deberían abordarla conjuntamente empresas y gobierno, escuchando a pediatras, colegios y familias. En ese acuerdo, la empresa deberá tener la obligación de facilitar el teletrabajo, y el gobierno reorganizar los colegios, recurriendo a gimnasios, bibliotecas, polideportivos…. para que los niños puedan volver, a la vez que facilitar tablet y wifi para los que no han podido acceder a ello. Si juntos llegan a ese acuerdo, habrá algunos niños que algunos días sigan el colegio desde casa, de modo que se reduciría el aforo en el cole.. Conjugando esas dos opciones juntas, no la una sin la otra, o una u otra, estoy segura de que vamos a rodar mucho más rápido.
El problema de las escuelas infantiles 0-3 que el contacto es necesario y obligatorio, y de eso no se puede prescindir.
Es más, si dejan el ratio que han establecido no va a quedar ni una viva. Nadie es capaz de aguantar con ese porcentaje de niños en clases y muchas educadoras tendrán que ir al paro.
Al final lo que va a ocurrir es que si dejan esos ratios, la escuela para subsistir tendrá que aumentar los precios y al final el que paga como siempre el usuario final.
En fin, espero que en septiembre adecuen todos los procedimientos y se vuelva entre comillas a una cierta normalidad.
Se habla mucho de infantil y primaria, y que pasa con secundaria? Hay una generación de niños que han realizado un último año de primaria, sexto curso, atípico, escaso, y van a pasar a secundaria con muchas espinas clavadas. Se han quedado sin viaje de fin de curso, sin graduación y lo más importante, con miedo a empezar secundaria sin haber acabado ese curso que los propios profesores tantas veces les han dicho que es el más importante….
No han realizado las visitas de contacto al nuevo centro, ni les han dado las charlas de orientación, van a ciegas y con muchas dudas e incertidumbre.
Hola a todos /as, me gustaría proponer una idea sobre cómo se podría cambiar el sistema educativo. Nos están diciendo que no es viable una ratio tan elevada, entonces dividimos las aulas en 2 grupos, el primer grupo asistirá una semana al colegio de forma presencial, mientras que el segundo grupo esa semana asistirá a parques dónde aprenderán sobre jardinería, agricultura, a cocinas dónde se aprenderá a cocinar, manipular alimentos etc…, o aprenderán a coser, o harán trabajos solidarios etc… La idea es dar importancia a la vida cotidiana y que aprendan sobre ella. Por otro lado me gustaría proponer que dado que la ratio estaría más baja, el maestro /a tendría más posibilidad de observar al alumnado, sus intereses etc… Y en función de esos intereses, trabajar con los niños más en el observar que en el instruir. Pienso que es viable y como siempre con voluntad política se podría hacer. Y para terminar quiero dar las gracias a malasmadres por hacernos visibles, porque queremos conciliar, no queremos renunciar. Gracias!
Me parece una muy buena idea.
Es más, aporto como dato que en el País Vasco (supongo que en otras provincias igual) cuando se empezaron a abrir los comedores escolares en los años ’80…muchos centros pidieron ayuda a las familias. Y muchas madres (y algún padre) fueron voluntarios a hacer menús y servir.
Se puede pedir ayuda y regular las medidas de higiene, etc que sean necesarias…no me parece tan loco!
Es cuestión de voluntad y de ir todos a una, familias y colegios. 😉
Paloma, yo también lo pensé asi, pero nos tienen que facilitar en nuestros trabajos estar con ellos en casa cuando no sea presencial…
Me parece una idea muy buena, María. Ojalá los políticos se sentaran de verdad a escucharnos, aunque ya se vio durante todo el confinamiento que los niños son absolutamente invisibles (incluso un estorbo) en este país.
Pero sí, la sensación general es que nos han abandonado a nuestra suerte.
Pues yo pienso que se pueden aprovechar otro tipo de espacios públicos para el alumnado más mayor, bibliotecas, en muchos hospitales tbien hay aulas, incluso en algunas facultades, ya que no necesitan unas instalaciones con patio y pueden hacer sus descansos en la calle. Y dejar los institutos con aulas libres e ir reubicando a alumnos de los últimos curso de EP en esos centro, por ejemplo… Y desde luego la contratación de más profesores es imprescindible. En el tramo 0-3 va a haber muchos problemas porque muchas escuelas están cerrando y no va a haber plaza en otras, de momento se reducen las ratios al 50%, las familias no van a tener esa opción y muchísimas educadoras van a quedar en el paro.
Hola, soy maestra de Ed.Infantil, y no puedo dormir por las noches pensando cómo va a ser la vuelta el septiembre. El nuevo curso empiezo con los peques de 3 añitos y no tengo ni idea de cómo se va a plantear la historia, pero me veo con mis 25 polluelos asustados, llorando sin poder cogerles, acariciarles, consolarles… No se tampoco cómo vamos a poder trabajar nada si no se van a poder hacer asambleas por respetar las distancias de seguridad (algo que veo imposible en esta etapa) o compartir materiales y juguetes que es un pilar fundamental… Todas las situaciones que se barajan de asistencia por días o por turnos me parecen terribles para la adaptación de los niños, con ellos la educación online no se puede plantear… Qué hacemos entonces? Necesitamos unas directrices claras desde el Ministerio que, a día de hoy, lo único que a hecho es dar a cada centro dos paquetes con 50 mascarillas higiénicas y un bote de gel hidroalcohólico ??♀️ Pues con eso, vamos apañados, señores! Una cosa es la teoría, que está muy bien: bajar la ratio, utilizar otros espacios… En la práctica, sabemos que esto no va a ser posible porque requiere de una inversión económica enorme que nadie está dispuesto a hacer. Nos queda seguir con esta angustia y esta preocupación a la espera de alguna directriz que venga “de arriba”, que, probablemente otra vez sea confusa, ambigua y no sirva para nada… Como madre y profesional de la educación enamorada de su trabajo mis desvelos van siempre en esa dirección…
Buenas, yo llevo sin descansar todo el confinamiento pensando una mini solución pero no veo muchas opciones. Ayer me llegó la noticia que en cumple de 20 personas salieron todos contagiados porque habían 4 asintomáticos, es decir, que la proporción son 5 por 1 asintomático. La proporciones es elevada, así q ahora aplícalo a una clase de infantil, a mi se me pone los pelos de punta, porque como vas conseguir q un niño de 3 años menos no toque no llore no tosa, por lo que veo, yo q tengo uno de 2 años, y q vamos ha hacer clases de 1 niño, no lo veo. Consideró que como indicaste necesitamos la familia ayudas para poder trabajar y cuidarlos sobre todo los de guardería e infantil que es más difícil que una de 6 años pero aún todos. Pero aún me preocupa más los niños con cualquier discapacidad, ahí ya mi corazón se encoge aún más.
A Lo mejor una solución sería llevarles a los niños a los expertos de educación ministros y asesores y q se pasaran 5 días laborales con ellos y vea las grandes dificultades tenemos los padres para conciliar. Gracias por dar visibilidad a esto. Besitos
Siento no aportar ideas (la única que se me ocurre es abrir los centros en septiembre, y ya está, igual que se están abriendo terrazas y no está pasando nada). Pero quería decir que estoy de acuerdo con lo que exponéis. Niños con abuelos veo muchos, mis padres a partir del lunes se encargarán de mis sobrinos, pues mi hermana (separada) debe incorporarse presencialmente a un trabajo que ha realizado durante dos meses en su casa sin problema.
Creo que nos pusieron el caramelo de la apertura de centros en fase 2, para distraernos y no abordar el tema gordo: septiembre. Nos esperan 3 meses de sálvese quien pueda, hay jefes que dicen que es el mismo problema de otros veranos, no señores, antes había campamentos y actividades, ahora no. Lo peor es pasar estos 3 meses sin horizonte, sin saber si a estos 3 meses seguirán otras 3, o el curso completo… mientras tanto no queda más que la renuncia, y ya sabemos quien renuncia siempre.