Creer en nosotras mismas, a veces es tan complicado. En vez de sacar a relucir nuestra virtudes, solemos caer en aquello que no tenemos y nuestra primera asignatura a aprobar debería ser la del amor propio. Sonia López, nuestra colaboradora, nos invita a tenerlo claro para poder transmitírselo a nuestros buenoshijos. Al fin y al cabo somos el espejo en el que se miran.
* Podéis seguirla en Facebook, Twitter y en su BLOG.
– ¿Por qué hay gente que parece que brille siempre?
– Yo creo que todos lo hacemos.
– ¿Y por qué hay días que no lo notamos?
– Porque nos empeñamos a ver siempre la parte más oscura de nosotros mismos.
– ¿Y cómo conseguimos ver el lado más bonito?
Esa mañana en la que decides que ha llegado el momento de quererte sin condición, en el que la confianza en ti mismo se convierte en tu mejor compañera de viaje, en el que necesitas empezar a volar. Siendo capaz de jugar con tus propias sombras, retando a la incertidumbre que antes te paralizaba, respirando fuerte aunque duela.
Y empiezas a vivir priorizando lo que te dicta el alma, convenciéndote que sólo tú diriges el timón de tu vida. Decidiendo, descartando, renunciando, creyendo en tu nueva ACTITUD. Aprendiendo, practicando, resolviendo inseguridades sin huir de uno mismo, sin rencores, titubeos o rabia.Viviendo sin disfraces, mirándote por dentro como te mereces, aprendiendo a hacer magia con los errores. Sin necesidad de demostrar, de ser perfecto, de tenerlo todo controlado. Entendiendo por fin que lo importante no es lo que haces, tienes o aparentas sino lo que ERES, lo que SIENTES, lo que DESEAS.
Y dibujas tu vida sin guiones ajenos, rediseñándola las veces que sea necesario, sin fraudes ni mentiras piadosas. Sintiéndote especial, cuidándote con mimo, susurrándote a diario lo mucho que vales.
Hijo, nunca olvides que tú ya eres EXTRAORDINARIO.
Y vosotras, ¿cómo le transmitís a los buenoshijos que son lo suficientemente buenos, que son lo más valioso que tienen?
Maravillosa reflexión. Me encanta!!
GRACIAS por el post
Yo lo intento con todas mis fuerzas porque quiero que se sienta capaz en la vida. Pero a veces me sorprendo diciendo en voz alta frases como “qué tonta, se me ha olvidado xxxx”. Y él me las repite y me doy cuenta de que, en lo que no caemos, en nuestros comportamientos cotidianos es, sin duda, cuando más educamos. Hay que está constantemente revisando y concentrados.
Sí hay que ir muy con cuidado con el vocabulario que utilizamos ya que en ocasiones les transmitimos nuestros miedos o preocupaciones.
Un abrazo
Acabo de darme cuenta de que yo también lo hago, y mucho, “que torpe soy, he tropezado”, “que despistada soy, me he dejado noseque cosa en la oficina”, y ellos lo repiten en sus equivocaciones diarias. Intentaré eliminar o reducir esos comentarios. Gracias!