Me encanta irme de terrazas todo el año pero en verano mucho más, si tengo que elegir lo tengo claro: frente al mar en mi tierrasanta. Pero, sin duda, hay lugares espectaculares por toda nuestra geografía, así que hoy queremos hacer el mapa del terraceo con o sin buenoshijos, para un día de malamadreo o para un día en compañía de la familia al completo (no sé lo que digo…). Nuestra colaboradora Noemí Navas nos ha hecho una estupenda selección que queremos completar con vuestras sugerencias. ¡Allá vamos!
Lo de mi adicción a las terrazas es un hecho. En Madrid sale el sol y nos encadenamos a una silla y a una mesa en la calle como si no hubiera mañana. Creo que es una enfermedad endémica española porque me he puesto a investigar para recomendaros terrazas fuera de la capital y el listado que me ha salido es infinito. No se acaba nunca. Y todas con unas vistas, entornos y unas ofertas gastronómicas de película…
Estaba yo pensando si podía meterme con el dresscode de las terrazas pero después de un rato, me he dado cuenta (de nuevo) que no soy Sophie así que no. Si yo no fuera yo y fuera ese YO soñado y estiloso, me sacudiría el polvo y el asfalto de la sandalia e iría todo el día de chiringuito en chiringuito y de azotea en azotea como si me acabara de escapar de Coachella. Venga de fleco, de short y de sandalia romana…
Pero aquí cada una sale del curro cuando puede y como puede. Bastante suerte es si puedes tomarte una caña: A) SOLA o con amigas (e infartada de la emoción) o B) con los buenoshijos bajo el brazo y sobornando con patatas fritas y aceitunas (e infartada también, porque van a robar patatas a otras mesas o se echan a correr). Si estás de vacaciones y puedes arremangarte la tela esa que te hace de pareo y atarte el pelo de cualquier modo, ya estás perfecta. Pide ese tinto de verano que estás deseando, exactamente aquí:
Madrid
Mi favorita sobre todas las cosas es la Azotea del Círculo de Bellas Artes, porque tiene la vista que más me gusta de Madrid. Y desde hace un par de años, la gastronomía allí se llama Tartan Roof. La carta es rica y original y la decoración, preciosa. No es barata pero tampoco te clavan por el entorno. Eso sí, para subir a la azotea sin reserva en el restaurante hay que pagar 4€.
Y para vista extraordinaria, la de la terraza de los ApartoSuite Jardines de Sabatini, una maravilla de azotea que se divide entre enfrentar el Palacio Real y el atardecer de la Casa de Campo (el mismo que deja ciegos a los fotógrafos de boda en el Templo de Debod, el mejor de Madrid) Es pequeña pero simpática, con una carta cortita pero muy apetecible y buenos combinados. Reserva, que si no, vas lista.
En un entorno más urbano, The Hat tiene ese ambientazo de erasmus ocioso que se respira en La Latina. Era un secreto pero ahora tiene muchos adeptos, porque es relajada y antipostureo. Unas cuantas raciones y tostas, cervezas frías y el toque de glamour: un día a la semana, los chicos del restaurante Triciclo (uno de los mejores de Madrid) hacen una cena para 20 personas.
Me echaréis en cara que a ver como subes tanto piso con el buenhijo. Me he metido mucho en mi papel de malamadre pero venga, os doy un par de claves para compartir aceitunas con enanos. A la Terraza Atenas se va a malamadrear porque ponen música molona, cócteles y está muy ambientada. Es de las más chulas de Madrid. Pero como está en medio del parque Atenas, puedes ir allí con la familia y que parezca que hasta te preocupas de las salidas familiares. No se te ocurra levantarte de la silla, que vaya el buenpadre. No hay dolor.
Y muy cerquita, en Príncipe Pío, acaban de estrenar la terraza El Andén, que está justo al lado del Gran Teatro Príncipe Pío (con programación infantil) y es amplia y colorida. Excusas, a mí…
Barcelona
En esta vida hay que tener amigos (y contactos de twitter) hasta en el infierno. Y a mi me sacas de mi capital elemento y me puedo perder. Sobre todo en la Ciudad Condal que la manejo a medias.
Pero David Moralejo, redactor jefe de Tapas (Premio Nacional de Gastronomía de este año) y mi bonvivant favorito, me recomienda “ir a Barraca a tomar un buen arroz del figura Xavier Pellicer”. Barraca, en primera línea de la playa de la Barceloneta, es un sueño gastronómico de arroces, pescados recién traídos de la lonja y productos ecológicos y de proximidad. Se queda en un precio muy ajustado teniendo en cuenta calidad y entorno.
Y para compartir con niños, me dejo aconsejar por la periodista gastronómica Mónica Escudero, del blog El Comidista y de la que me encantan los nombres de sus hijos y su aire disfrutón y gamberro. “La Terraza Martínez es perfecta: se come muy bien y está en medio de un parque”. Con una ubicación espectacular en Montjuic, ofrece unas vistas excelentes, ambiente fresquito y raciones que van desde el pescado frito a las ostras, todas con buena materia prima. Y un vermú de campeonato, que es lo que más se lleva.
Valencia
Leo a Marta Hurtado de Mendoza alabar en Vogue la terraza del restaurante La más bonita, en primera línea de playa en Valencia. Su terraza resume “la esencia del bienestar mediterráneo”, afirma. Con su aire de casa rústica de Formentera, sus azules contrastados con blanco, su bullicio y su comida casera, ecológica y de comercio justo desde el desayuno hasta las primeras copas. Contrasto con mi amiga Pilar de Valencia Happy y me da el visto bueno. No necesito más para querer huir ya hacia allá. Tiene dos locales, en La Patacona y en Ruzafa.
Málaga
Tierrasanta es el hogar natal de las jefas malasmadres Laura y Amelia pero también es mi patria chica. Aquí, me basto y me sobro para recomendaros que, en Málaga, en cuanto caiga la noche, os subáis a cualquiera de todas las azoteas que han abierto últimamente en cada hostel que inauguran. A mi me gusta Oasis Lounge para tomar una copa después de cenar, está céntrico tiene una vista preciosa y ambiente para bailar y charlar. Eso sí, se llena y es un poco de ver y dejarse ver.
Para esconderse y merendar, las sillas rústicas de la Tetería San Agustín, de camino al Museo Picasso. Ahora tiene más gente porque es una ruta turística pero no hay nada como la calma del patio de naranjos de la iglesia de San Agustín, justo enfrente mientras paladeas un té marroquí.
Donosti
Otra en la que juego con ventaja porque mi cuadrilla es mediovasca. El clásico entre los clásicos que no defrauda es el mirador del Restaurante Asador Alaia, de los que dejan sin palabras. Una vista desde Monte Igueldo difícil de olvidar y una carta que te hace recordar lo bien que se come en el norte.
Pero si quieres algo más bohemio, Kafé Botanika, en una calle peatonal sin ruidos ni bullicio. Música en directo, cafés deliciosos y ambiente gafapasta para esconderse y disfrutar.
Y vosotras malasmadres, ¿cuál es tu terraza o terrazas favoritas? Dejadnos vuestras recomendaciones para completar nuestro post de hoy.
Me ha encantado el artículo, la verdad es que las terrazas en verano se agradecen muchísimo sobretodo en Valencia, Mis favoritas son, la que ya has nombrado La Más Bonita y la del restaurante NOU RACÓ en el Palmar, nosotros solemos ir a comer con los niños y a parte de tener unas vistas espectaculares a la Albufera los niños tienen un parque y unos jardines enormes para jugar, casi no nos enteramos de ellos jajaja nos viene fenomenal para desconectar un ratito y tomarnos algo después de comer con las super vistas.
Buenos días malasmadres. Os dejamos un post reciente sobre terrazas en las alturas en Madrid, Barcelona y Sevilla, aunque son más bien para ir sin buenoshijos… 🙂
http://cuarentaneras.com/terrazas-en-las-alturas/
Pues en Sevilla, que es un oceano de terrazas (veladores que decimos nosotros) que lo invaden todo, aún hay alguna que se sale muy mucho de la media a pesar de estar mas que cerca de lugares icónicos. Al principio de la calle Castilla, junto al puente de Triana, está LA ENTRAÑABLE de mi colega Pepote, con unas tostas memorables (somos adictos a la de bacalao&salmorejo), la ensaladilla MARTIRIO (homenaje a sus peinetas) y unas croquetas de muerte (las probamos en la última reunión de jefes de proyecto y las de puchero a la hierbabuena hizo llorar de emoción a uno que yo sé). Hay muchas más, pero no como ésta.
En Madrid os recomiendo El Ventorillo, en la calle Bailen. Es una taberna clásica y con una terraza que tiene las mejores vistas de los jardines de Las Vistillas, la Casa de Campo, la Almudena iluminada, el Palacio Real…
Estuve la otra noche con el buenpadre solitos en plan novios, incluso conseguimos no hablar demasiado de los buenoshijos (esto debe ser ya de malamadre experta!, ja, ja…)
Las de Madrid Río y las del Lago de la Casa de Campo están bien para ir con los buenoshijos, que puedan corretear
El Castillo con unas espectaculares vistas a la playa de los Locos en Susnces, Csntabria.
Coincidimos en la mayoría de las terrazas . En la latina tb está el viajero , el hotel puerta de América y en Alcalá de henares en la torre de la GArena tb hay una chula pero sin niños . Las de Madrid río no están mal y espero no hayan quitado las del Arturo Soria plaza