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Mi lactancia es mía

Mi lactancia es mía

La tercera maternidad se vive de distinta manera. Hay luces y sombras, igual que en las anteriores. Pero la manera de afrontar las sombras es muy distinta. La experiencia es un grado en esto de la maternidad para una cosa al menos: vivirla con mayor libertad.

La primera maternidad se vive mucho más intensamente. Cuestionas cada cosa que haces, sufres cada juicio hacia tu manera de criar y te sientes demasiado vulnerable. Pero con la segunda o tercera hace tiempo que aprendiste que lo importante es como te sientes y qué necesitas para que tú y tu bebé seáis felices. Conectas contigo misma, sabiendo que lo más importante es estar bien y hacer aquello que sientes, sin pensar en el qué dirán.

Los sentimientos encontrados de la maternidad

Pero, eso, amigas, no quiere decir que no haya momentos de dudas, miedos, agotamiento y cuestionamiento. Creo que los sentimientos más encontrados en estos momentos me los genera la lactancia materna. En un mismo día fantaseo con la idea de darle un biberón. Como si el biberón fuera el pasaporte directo a una vida de relax absoluto, de bebé dormilón, como si el biberón le fuera a convertir en un nenuco, que no se mueve de su hamaca y le permite vivir con mayor autonomía. Me da la risa solo de escribirlo. Porque sé que no es verdad. Que como dice mi amiga Alejandra Melús si es un bebé demandante lo será igual con el biberón. Pero cuando llevas 3 horas con la teta fuera en bucle, la enajenación mental viene de la mano en forma de biberón o teletransportador del tiempo, pensando en cuándo se independizaran.

https://www.instagram.com/p/CCEB9RBpmL1/

El confinamiento ha supuesto un inicio de crianza mucho más intenso de lo que hubiera sido sin pandemia

Pero seguramente más consciente. Me ha permitido estar cerca en todo momento de Luci y eso nos ha unido mucho más, físicamente sobre todo. Ahora yo quiero hacer una vida más normal y poder tener mis tiempos o distancias, manteniendo la lactancia materna y eso se me está haciendo más complicado.

Con tener más distancia me refiero a que pueda entretenerse un ratito en su manta de juegos o estar con sus hermanas tranquila. Pero ella necesita mis brazos y es normal. Pero a la vez yo teletrabajo, soy autónoma, tengo equipo y un proyecto que me apasiona y quiero dedicarle el tiempo que se merece y disfrutarlo también. Diréis “nos han engañado” porque los primeros meses son así. Y lo sé. Pero por ello no quiero dejar de expresarme, compartir y desmitificar la idealización de la lactancia materna. Porque siempre esta comunidad ha sido esto, un lugar donde compartir, sentirnos acompañadas, independientemente de cómo lo estemos viviendo. Y “culpas pá fuera” como dice nuestra cami.

Si nos hacemos imágenes en nuestra cabeza de la lactancia materna no encontramos dolor ni ansiedad, pero la realidad es distinta, hasta que estableces la lactancia hay dolor, que va desapareciendo con la subida de la leche, una buena posición del bebé y todos los consejos que me dio Alba Padrón. Luego llegan las crisis de crecimiento y la sensación de que no se alimentan, que en mi caso siempre desaparecen cuando le ves las roscas de las piernas y los mofletones jaja. Pero el caso es que los primeros meses son meses de crisis, subidas, consuelo y teta fuera. Cosa que en verano se lleva mejor.

A los dos minutos de fantasear con el “salvador” biberón… la siento en mi pecho feliz y se me quitan las dudas. La conexión con ella en ese momento, mientras sonríe con el pezón en la boca es indescriptible. Te hace sentir poderosa y única. Es un acto incluso algo egoísta porque sientes que eres la única persona que le importa. Además sabes que esto se acabará y que será el último bebé y eso hace que te enganches a esos momentos. Además en la locura del día a día, la lactancia materna te permite parar, conectar y respirar, como me decía Laia el otro día. Esos ratitos de paz que os he contado otras veces por instagram, muchas veces me dan la vida.

Y Malasmadres, lo más importante…

Esta es mi realidad, esta es mi maternidad y esta es mi lactancia, ni mejor ni peor que la vuestra, distinta seguramente a muchas, parecida a otras. Y esta es la maravilla de la maternidad y de esta comunidad. La diversidad. Las distintas elecciones. Porque son todas válidas. Por eso cuando esta semana una Malamadre me dijo en un comentario desafortunado que era “excesivo cómo mostraba a mi hija en el pecho”, poniendo en duda mi agobio porque ella trabajaba fuera 12 horas me dio tristeza porque no me cabrea.

Voy a seguir luchando porque las mujeres nos respetemos, practiquemos la empatía y la sororidad. Porque si alguien pone en duda el trabajo de un autónoma con equipo a cargo, en postparto y viviendo el cóctel molotov de emociones, miedos, responsabilidad de esta crisis que nos afecta a todas, quiero pensar que ha vomitado ese comentario, dejándose llevar por sus agobios y miedos y sin pararse a pensar un momento y ponerse en la piel de quien contaba su historia.

Ser menos críticas

Practiquemos la sororidad

No me genera rencor, solo quiero que seamos menos críticas con la mujer de al lado, que la respetemos, abracemos virtualmente y acompañemos. Que le digamos: “lo estás haciendo bien”. Ese será el verdadero éxito de una vida más justa y comprometida. Porque “Juntas somos más fuertes”. Y el debate no es si lactar o no, es no desmenospreciar a otra mujer, criticarla injustamente o juzgarla sin conocerla. No hay más. Sororidad hermanas.

Mientras seguiré compartiendo mis dudas, mis miedos, siempre con respeto, siempre desde mi experiencia personal y compartiendo otras voces porque todas nos enriquecen, nos hacen pensar y ser mejores personas. Porque lactar también es esto: manchas de leche, pelos de loca, ojeras profundas, momentos de agobio y amor infinito. No idealicemos porque eso solo nos genera frustración, compartamos las luces y las sombras de todo tipo de maternidades. Pero esta que leen es la mía. Y sé que la mayoría somos ejemplos de respeto, amor y comprensión, así que sigamos así y hagamos ver que este es el único camino.

Le dedico este post a…

Alejandra, Natalia, Laia, Alba… mujeres muy distintas a mí, madres muy diferentes, pero que me han ayudado, acompañado y respetado.

Han comentado...

  1. Hola chicas haber si me podéis aconsejar soy madre primeriza tengo una bebé de 18 meses sigo dándole pecho pero la enfermera m ha dicho k no le dé el pecho cuando se despierte de madrugada porque le provoca caries y le está deformando el paladar y hace que no duerma del tirón tenía entendido todo lo contrario y ahora no sé qué hacer me podéis ayudar un saludo grande y gracias

  2. Es genial leerte! Cuando mi bebé tenía días, las primeras semanas, cada decisión que tomaba me hacía sentir culpable, de madrugada cuando la daba el pecho, nos quedábamos dormidos en la cama, cuando me daba cuenta… Si lo separaba y lo llevaba a su cuna, pensaba “pobre, con lo cómodo y calentito que estaba aquí pegado a mí”, si decidía dejarlo pegado a mí, pensaba “se acostumbrará a dormir aquí pegado y no lo podré separar nunca más, no puedo dar vuelta en la cama…” Lo mismo con los cambios de pañales por la noche, mientras estaba el peque dormido “si lo despierto, malo, si le dejo así, mañana tendrá el culete rojo…”

    Decidí, después de un tiempo, porque todo lleva su tiempo, y la cascada hormonal en esos momentos es tremenda, que LA DECISIÓN QUE TOMASE IBA A SER LA MEJOR DECISIÓN y punto

  3. Laura, gracias por tu post. La verdad es que necesitaba leer algo así ahora mismo. Soy madre primeriza desde primeros de junio, el Buenhijo no llega al mes y llevo desde el principio luchando con su crianza, la lactancia, los trámites burocráticos que implica la maternidad en tiempos del coronavirus y la montaña rusa emocional de las hormonas. Desde el principio he tenido claro que quería la lactancia materna para nosotros, pero he sucumbido al bibe porque no he encontrado sino baches, muchas lágrimas y poquísima ayuda de los sanitarios por el tema del coronavirus. En todos los sitios en los que he buscado consejo/ayuda me derivan a un grupo de lactancia (ahora no hay!!!) o a mi matrona (atención telefónica…difícil ver si el agarre es bueno y cómo corregirlo). El Buenhijo tampoco parece colaborar: le cuesta horrores engancharse a mi pecho y el biberón lo coje enseguida. Así que ahí me ves, con el sacaleches y llorando en silencio, pensando qué hacen todas esas madres encantadas con su lactancia y qué no hago o hago mal yo. Gracias por recordarme con tu post que la maternidad y la lactancia es una experiencia que cada una vive a su manera. Ojalá más apoyo entre nosotras, que bastante ya es vivir un post parto en estos tiempos

    1. Elena, cómo te entiendo. Yo también soy primeriza y di a luz el mismísimo día en que se declaró el estado de alarma. Mi lactancia ha sido una auténtica locura y muy, muy difícil desde el primer momento. Me hubiera ayudado mucho un grupo de lactancia o mi matrona, pero en la situación en la que hemos estado y estamos eso no existía (¡pero si nos saltamos hasta la revisión del mes por indicaciones del pediatra para no exponernos al dichoso virus! Cómo para ir a que te revisen el agarre o similar). He peleado, he llorado, me he frustrado, sentido rechazada y abandonada y mil sentimientos más por culpa de esta situación y finalmente, tras mucho pelear lo he dejado. Y he de decir que me siento tan culpable como aliviada, porque ver llorar a tu hijo cada vez que le acercas la teta es lo peor que he pasado y sin embargo es feliz con su biberón. Cada maternidad y cada lactancia es difícil, y tanto si es lactancia materna como si no nunca es de color de rosa, nunca es perfecta, siempre sentiremos que nos falta algo: si hay un biberón será esa conexión con nuestro bebé, si no lo hay esa libertad que tanto nos merecemos. Se nos enseña a sentirnos culpables se dé la situación que se dé. En mi recién estrenada maternidad he pasado ya por mil situaciones difíciles, ¡y las que me quedan! Pero debemos tener claro que hagamos lo que hagamos siempre queremos lo mejor para nuestro hijo y eso incluye a una mamá feliz y sin estrés, sea con pecho o sea con bibe.

      1. Te entendemos perfectamente Malamadre… muchos sentimientos encontrados en este confinamiento… Muchas madres como tú, nos hemos visto expuestas a esta decisión.
        Eso está claro, hagamos lo que hagamos siempre querremos lo mejor para nuestros buenoshijos y buenashijas.

        Besotesss y fuerza!!! ??

      2. Me paso igual que a vosotras…

        Mi situación fue hermosa en un comienzo, el embarazo en paz, un parto súper rápido, ella cogió el pecho en seguida aunque a mí siempre me dolía. Y de todo lo que me fue “fácil” la lactancia me ha supuesto el mayor reto de mi vida. Tanto físico como emocionalmente (esta segunda parte la he llevado al extremo)

        Mi bebé hacia la semana 6 comenzó a desesperarse en el pecho y a soltarlo. Yo volvía a ofrecerle y ella lloraba desconsoladamente. No entendía qué pasaba, busqué y busqué y supuse q se trataba de un brote de crecimiento. Y a lo mejor lo era. Pero ella no estaba generando su producción para cubrir esa necesidad.
        Vamos al control, mi bebé había comenzado a bajar de peso. Me envían a casa con una alarma de nerviosa y presionada para darle 100ml cada 3 hs. Me dispongo a la tarea con el sacaleches. Y casi que logro darle toda de mi leche, pero tuve q recurrir a la fórmula en dos ocasiones.

        Fueron dos días de estar conectada todo el día, más de 10 hs por día para aumentar la producción (porque ella no lo había hecho) y pude, pero….

        Mi bebé ya no quería el pecho. He intentado de todo, de verdad. Desde el relactador, diferentes posturas, ponerla al pecho dormida, despierta, con hambre, sin hambre. Y lo coge, pero se pelea, se pone nerviosa y lo suelta llorando, veo su frustración que me frustra a mi también y termino por entender que esto no le suma a ninguna.

        Jamás le encontraron problemas de agarre. 
Y hasta ahora así… tuve q optar (después de un millón de lágrimas) por lactancia diferida. La única «respuesta» que logró calmarme fue la de la fisio que la revisó absolutamente TODA y me dijo que no tenía ningún problema de succión, que lo veía todo muy bien solo que no vale solo con mi parte, también esta la parte de ella y no todos los bebés se adaptan al pecho.

        Que no hay lactancias mejores ni peores, simplemente hay diferentes tipos.

        Que igual siempre le ofrezca el pecho, pero que escuche a mi bebé, ella me estaba diciendo que el biberón era su manera elegida.. Y es duro ¿saben?

        Aquí vamos, mes 3… a ver cuánto me dura la leche, las ganas, la disciplina, la fortaleza y el consumo de tiempo de hacerlo todo día tras día. Siento que una cosa es hacerlo juntas con la beba, otra es hacerlo sola por ella.
        Y aquí voy, demostrándome todo lo que soy capaz de hacer, que ni siquiera me lo había imaginado.

        Se me caen las lágrimas pensando en lo que quería que fuera y ver lo que es – supongo también es parte de mi proceso – pero estoy intentando soltar…

        Nosotras siempre daremos y haremos todo, pero son nuestros hijos quienes marcan el paso.
        Y es cierto que uno encuentra cierta paz aceptando lo que no se puede cambiar.

        ¡Gracias y fuerza a todas, madres inmensas!

      3. Es un alivio leerles y saber que hay mujeres que pasan por esto y que cada maternidad, lactanciana es diferente.
        Tengo mi buenahija a punto de cumplir los dos meses. La lactancia ha sido un camino de espinas.
        Las primeras semanas una maravilla, me imaginé dando pecho de por vida. Después vino la poca ganancia de peso, después nos estabilizamos y vino el dolor en los pezones, el pecho y el llanto de mi hija por no obtener lo que quería. “Es un hito del crecimiento” me decía la doula que pagué para que me asesorara…
        10 días después seguí con dolor y mi bebé sin agarrar correctamente y las dos llorando, la malamadre con dolor y frustración, la buenahija con hambre en desesperación.
        “No sucumbas al biberón, la fórmula no es la opción” decían por todos lados. “Duele pero por qué hay mal agarre, mira videos” leía en comentarios y nunca falta el “Somos mamíferos” que cada que lo pienso a fondo solo puedo pensar: los mamíferos también se mueren.
        Las asesoras me dicen que la bebé se agarraba bien… y que como no tengo grietas no entienden mi dolor… pero yo cada que paso con la bebé más de 15 minutos pegada siento dolor y no disfruto pero le intento a eso de agarre entonces empieza la pelea: saca la teta, vuelve a acomodar… aún duele. Segundo intento… abre bien la boca… engancha y… dolor. Un intento más que este ya será el bueno… y el dolor persiste. Asi 4 o 5 más hasta que la bebé llora y yo con ella nuevamente, mientras tanto me pregunto: ¿Cuánto es suficiente?…
        por la mañana tomo la decisión de solo darle fórmula… y el primer post de instagram me recuerda que somos mamíferos, que es casi imposible que no lo logre… que debería poder hacerlo… que me extraiga cada 3 horas por 30 min… (claro! y que le hago a la bebé? la dejo llorar para sacarme leche que no sale y estimular para alimentarla cuando la dejo pasar hambre?) y entonces me viene la culpa y la esperanza y me repito “Bueno, bueno debe ser posible si muchas han estado aquí”.
        Sin embargo la realidad es que NO lo estoy disfrutando. Buenahija llora de hambre y yo quisiera esconder mis tetas o imaginar que es otra la historia… volvemos a intentar… volvemos a sufrir… y me armo de decisión y preparo su fórmula, y es en ese momento, mientras succiona su biberón, que la miro y me doy cuenta lo hermosa que es, le doy un beso mientras succiona fórmula de ese plástico como si nunca hubiera comido y mi alma descansa… por qué sé que era lo correcto.
        Después vuelve la culpa, el shot de mensajes en instagram, FB, los grupos de lactancia… las recomendaciones que debe ser lactancia exclusiva hasta los 6 meses MINIMO. Pero.. ¿si no es mi caso?… y si no quiero que mi hija aprenda que hay que sufrir por otros¿?…
        Y me da por buscar en internet: ‘si no doy pecho a mi bebé soy una mala madre?’ entonces llego hasta aquí y respiro… gracias por leerme…

    2. Mi 3r hijo ha nacido en las mismas circunstancias de coronavirus!!! Y ánimo y cero culpabilidad!! Yo finalmente pude tirar adelante la lactancia pero porque la experiencia me salvó!! Imposible encontrar ayuda en el sistema sanitario…te entiendo, ha sido duro, frustrante…si hubiese sido mi primer hijo me hubiese pasado igual que a ti! Busqué ayuda y no la encontré, Así que disfruta igual de tu lactancia con bibe que será igual de especial!

  4. Hola malasmadres!!! Me encantan tus historias Laura y casi te hablo como a una amiga porque te digo cómo si te conociese. Y hay días que me río y hay días que lloro contigo. Y me encantan las diferentes historias de todas las malasmadres, cada una diferente y enriquecedora por igual. Y todas me vienen a decir que lo estamos haciendo bien, de la forma que lo hagamos cada una. Hace años leí en algún sitio, cuando lo primer hijo tenía pocas semanas y yo vivía cagada de miedo, que si una madre se plantea si es buena madre o si lo estará haciendo bien es porque realmente lo está haciendo bien. Mis hijos se llevan ocho años. El mayor nació por cesárea y tomó biberón desde la primera semana y al pesar tan poco al nacer tenía que ser con un horario concreto. Mi hijo pequeño fue un parto vaginal, tomó teta desde el minuto dos de vida y a demanda, a mucha demanda, cada poco rato…va a cumplir dos años el mes próximo y sigue enganchado a su teta. Yo he tenido los dos modelos , por así decirlo, y lo he disfrutado cada uno de una forma. A veces pienso que el peque sigue sin dormir seguido y digo: fuera teta!!! Pero luego le veo tan feliz acurrucado a ella… Y pensaba que duraría hasta los cuatro meses…
    Me han criticado por las dos lactancias igualmente. Que si ay pobre bebé con biberón y a la guardería va a pillar todo…(por cierto que no se puso casi enfermo, ganas de ir a la persona que me hizo ese comentario y hacerle zas, en toda la boca), que si con el biberón no hay conexión con el bebé, que si se le van a torcer los dientes con tanta tetina… Y el extremo. Que si este niño está todo el día en teta, que si cuando se la vas a quitar, que si va a ir al instituto con la teta en la boca…y te callas por no ser borde, o abres la boca y lo eres, depende del día.
    Y a veces no saben las lágrimas que pude haber detrás, sobre todo con el primero.
    Creo que las madres somos un blanco fácil porque nos cuestionamos muchas cosas para intentar hacerlo lo mejor posible. Y sabéis qué? Lo hacemos

  5. ¡Cuanta razón Laura! Y que gran trabajo el de mostrarte en tus luces y sombras. Gracias por tu generosidad. Así sí que es real y totalmente de acuerdo: juntas somos más fuertes! Aún nos falta camino para sabernos respetar siempre y ser suficientemente empáticas en todas las situaciones, ¡pero gracias al club de las malasmadres avanzamos más rápido!

  6. Lo estamos haciendo genial!
    Sobre todo porque las decisiones que tomamos las tomamos pensando en nuestr@s peques!!
    Soy madre primeriza y la lactancia esta siendo de lo mas duro que he vivido nunca (el parto lo fue, pero duró “poco” en comparacion!! Jejjeje)
    He llorado mucho y he tenido muchos sentimientos encontrados mientras daba teta: felicidad, satisfacción, culpa, dudas, dolor (dicen que la lactancia no duele… dependerá de la madre!!), vergüenza…. pero se me pasan casi todos, cuando la veo sonreír tanto con la teta como con el biberón!!
    Hagas lo que hagas te miran mal, si das teta porque lo haces en público y si das biberón porque para que si hay teta… hagas lo que hagas alguien se sentirá con la potestad de opinar asi que… a disfrutar de tus decisiones!!!
    Animo a todas!!!

  7. Los sentimientos encontrados don nuestro día a día. A mi saber que era mi último bebe y que esto acabaría algún día me hizo disfrutar la lactancia de otra manera. Era nuestro momento de conexión y seguimos hasta los 4 años. Un día mi peque me dijo no se porque pero me da asco, jeje. Le dije eso es porque eres ya muy mayor y ya ha llegado el momento de dejarlo. Lo dejamos sin dramas y sin nostalgia sabiendo que habíamos disfrutado de nuestro momento. Un abrazo Laura y por supuesto respetar que cada maternidad es única y exclusivamente nuestra

    1. Parece sorprendente que hoy día haya mujeres que juzgan a otras mujeres. Tengo que decirte que mis hijos no nacieron durante el confinamiento, pero ambos han sido, y son, muuuuy demandantes, no sólo de mi pecho, sino de mi, de mi calor, de mi contacto, de mis brazos, y eso es muy bonito. Ahora bien, y todo hay que decirlo, hay momentos que eres la mujer más feliz del mundo y otros que te sientes la más desgraciada, porque no te dejan vivir, ni hacer nada…
      Y me da una rabia cuando hablo con otras madres y les explico, y me miran con cara rara, como si fuera de otro mundo…
      Te aseguro que si los niños vinieran con periodo de devolución, más de un@ lo devolvería, por lo menos yo lo hubiera hecho 😉 ah, y si vinieran con un botón de stand by ya sería la booomba!!
      Ánimo Laura que estamos contigo y que bien sienta saber, que no estoy sola.

  8. – [ ] ¡Hola malasmadres! Me encanta este post (como todos los de malamadre jefa). He revivido los momentos tan intensos de lactancia con mi segundo hijo (acaba de cumplir 1 año)… Con él la lactancia ha durado 7 meses (tuve que empezar una medicación que me impedía continuar) y FUE MI SALVACIÓN EN LA DEPRESIÓN POSPARTO (aún en terapia y recuperación).
    – [ ] Sentí que darle el pecho era lo único valioso que podía hacer en mi vida (mi hijo mayor enfocó su frustración por la nueva llegada hacia mí, recibí pocas muestras de interés de familia/amigos por ver cómo estábamos en el peque o yo misma, sin ayuda y muchos sentimientos negativos llegaron a hacerme pensar en que mi vida no merecía la pena. El único apoyo que tenía era mi marido. Mi médica de cabecera, psiquiatra y hasta la pediatra de mi hijo, estaban empeñados en que dejara la lactancia para tomar medicación para dormir (entre otras cosas) y que mientras el padre le daría sus biberones… Entiendo el punto de vista de priorizar mi bien mental ante la situación, pero NADIE QUISO ESCUCHAR cuando dije que NO QUERÍA DEJAR LA LACTANCIA! Algo dentro de mí me decía que al único al que importaba era a mi bebé y que la única que podría darle el pecho era yo, y si eso era lo único que me hacía no continuar con mis planes destructivos, había que intentarlo. Y tras varios meses de terapia, apoyo incansable de mi marido, pautas de la psicopedagoga del cole para calmar la con el mayor y mucha mucha fuerza (aún no sé de dónde la he sacado), puedo decir que ESTA LACTANCIA ME HA SALVADO LA VIDA ??
    – [ ] Y sí, necesitamos apoyarnos, darnos abrazos y transmitirnos fuerza (aunque sean virtuales). ¡ÁNIMO A TODAS LAS MALASMADRES, LO ESTAMOS HACIENDO BIEN!
    – [ ] P.D: Me gustaría aclarar que soy enfermera y he trabajado muchos años en maternidad y pediatría, y sé que la lactancia materna no es la única manera de alimentar a los bebés. No quiero ofender a nadie con mi comentario, sólo compartir mis sentimientos durante mi segunda lactancia. Gracias por leerme
    – [ ]

  9. Qué te entiendo cuando dices que necesitas un tiempo para ti. La mía tiene casi 4 años y medio y sigue con teta aunque ya antes de dormir un chupetón. Hasta el verano pasado estaba pegada a mi todo el tiempo. Recuerdo que evitaba sentarme en sofá porque venía como una lapita. Ahora me alegra y me alivia ver cómo es más independiente pero me da un poco de añoranza. En fin, que cada una lo vive como quiere y merecemos todo el respeto. Esto pasará más pronto que tarde y lo añoraremos. Mucho ánimo y fuerza.

  10. Gracias Laura, por tu precioso texto y sobre todo por tu crítica a la idealización y tu mensaje de respeto. Debemos dejar de juzgar a otras madres, y nuestro entorno tiene que respetar nuestras decisiones (incluidos los suegra y el vecino del quinto).
    Mucho ánimo en esta tercera maternidad, lo estás haciendo genial!!! Me ha encantado la foto que compartes en el post, realidad viva.

    ¡¡¡Que vivan las Malasmadres!!!

  11. Mi nombre es María, el día 5 de mayo fuimos padres por primera vez. Desde hace tiempo el sentimiento de “Malamadre” refleja muy bien la idea de maternidad que he tenido. Aunque haya gente que no lo entienda, tengo ganas de volver al trabajo y tener una rutina distinta sin que ello reste amor a nuestro niño. En el Post de hoy me he sentido muy identificada (casi al 100%), por la dureza, las dudas sobre la lactancia y por las crisis. Sin duda expresarlo y ver qué no eres la única ayuda muchísimo, cada día pienso más que nuestras madres son unas heroínas, calladitas y sufridoras. Creo que un pilar fundamental es la figura del Buenpadre y sobre ellos considero que está una gran parte del cambio sobre los movimientos feministas. Nuestro niño también es muy demandante e inquieto, pero verte teletrabajar me da ánimos para intentar estudiar la oposición que tengo. Un abrazo y gracias!

  12. Totalmente de acuerdo con tu post Laura!
    Me gustaría añadir algo desde mi experiencia personal… Yo tenía claro que no quería dar el pecho, y al final por la presión y los juicios de la gente, decidí darselo, decidí probar. Nunca nos fue bien. La niña nunca enganchó bien, siempre con pezoneras, así que hicimos lactancia mixtra tres meses. A partir de ahí biberón. Y fue más duro aún. Apoyo y ayuda de la matrona de mi centro de salud, cero.

    Me gustaría visibilizar de alguna manera con esto que igual que nos “quejamos” todas de que la gente nos mire mal y opine cuando nos sacamos la teta allá donde el bebé lo necesita, imaginaos añadir a esas miradas y juicios las de las madres que te miran mal por dar el biberón.
    Es duro, me atrevo a decir que es más duro aún.
    Me quedo con tu frase “con la mujer de al lado, respetémosla”. Tanto el biberón como la teta pueden ser elección, o no.

    1. Me pasó igual, Auro, quien peor me hizo sentir fueron los profesionales sanitarios, excepto el pediatra que era un hombre mayor (de la vieja escuela). Pero la matrona me hacía sentir fatal, la enfermera criticaba al pediatra, yo me veía continuamente como una niña pequeña dando explicaciones o teniéndome que escudar en que lo había intentado lo suficiente. Pues no sé si lo intenté lo suficiente, para mi sí que fue suficiente, llegó un momento que me rendí y empezamos con biberón. Y dejó de llorar el bebé, pero sobre todo dejé de llorar yo.
      Tengo amigas con lactancias prolongadas que me cuentan que cuando el bebé es muy pequeño ellas están bien consideradas y la demonizada soy yo. Pero cuando crece, cambian las tornas y a las que miran mal es a ellas. No hay derecho, respetemos por favor cada maternidad, y sobre todo cada lactancia! La que debe mandar en sus pechos es la dueña. Un saludo a todas

  13. Cuando alguien me pregunta sobre este tema siempre digo que yo he dado teta largo tiempo a mis tres hijos porque ninguno ha sido nunca de pedir a cada rato, y se han criado bien gorditos. Si hubiese sido de otro modo, ya te digo yo que habrían tomado también biberón o solo biberón.
    Entiendo que en esto de la lactancia hay muchas visiones, y que hay madres encantadas de tener al bebé siempre enganchado, y si para ellas eso es perfecto, y para el bebé también, para nadie más lo tiene que ser.
    Para mi es de otra manera, rara vez me separo de mis bebés, siempre conmigo, pero no a la teta todo el rato, también durmiendo, jugando, dándonos achuchones, haciéndonos cosquillas, riendo, gateando, corriendo…y no solo al pecho. Pero esta no es más que mi visión, lo que me hace a mi feliz con mis hijos, y entiendo que cada una tiene que encontrar cómo es feliz criando.
    Porque lo que sí tengo claro, y con cada hijo más, es que parpadeas y son mayores. Que los primeros años pasan en un suspiro y que yo lo que quiero es disfrutarlos al máximo.

  14. Como te entiendo Laura, con el cóctel hormonal que tenemos de cualquier comentario hacemos un mundo.
    Yo Siempre he tenido claro que quería dar el pecho, nace el primer hijo y le ingresan en neonatos una semana porque sufrió en el parto y era pequeño 2350 gr,todo lo leído de lactancia materna, piel con piel salta por los aires, pero con insistencia sale del hospital con un buen enganche, las primeras semanas El Niño hace poco peso y ya empiezan a decir dale biberón, yo que no junto el apoyo del padre, pediatra, enfermera y matrona, hasta tuve que aguantar que estrujaran el pecho (como si fuera un estropajo) para ver cuanta leche tenía,un mes después El Niño ya va cogiendo peso y la gente empieza a callarse. Lactancia exitosa durante 2 años y medio, en este tiempo un nuevo embarazo y al principio lactancia en tándem. Llega el segundo hijo, nace prematuramente de 34 semanas, otra vez salta todo por los aires, pesa 1850!y tiene poca fuerza para sacar del pecho, sacaleches y paciencia, está ingresado 17 días pero salimos con la lactancia materna bien establecida, con este ya nadie comentó nada, duración de la lactancia 3 años y medio con nuevo embarazo por medio y pandemia incluido. Nace el tercer hijo y por fin un parto de manual, piel con piel y lactancia desde el momento 0 y ahora que tiene un mes todo bien, con su cansancio pero una conexión total.
    En resumen que llevo 6 años con la teta fuera y criando a 3 hijos y lo que opine la gente me da igual, la lactancia es cosa de dos y mientras vaya bien y ambos la disfruten no hay que dar más explicaciones.

  15. Ay, ese comentario. La gente sigue pensando que el teletrabajo es lo mejor que nos ha podido pasar en la vida y ojo, porque cuando eres autónoma, tu jornada desde casa no es ni de 8, ni de 12 horas. Es un bucle del que es imposible desconectar. Voy camino de los 7 años de lactancia ininterrumpida, con 2 niños seguidos, con sus 6 meses en tándem, y 6 de ellos trabajando exclusivamente desde casa. Bien ¡pues ahora mismo estoy loca por volver al mundo laboral de la calle! No hay nada como probar en tus carnes aquello que crees la solución a tus problemas para darte cuenta de que tampoco es tan ideal como lo pintan. Sí, me ha permitido criar a mis hijos en primera persona, darles mucha teta, muy a demanda, llevarlos al colegio lo más tarde posible, no perderme un sarao escolar… Pero ¡con muchos peros! Porque cuando están en casa no puedo dedicarme al 100% a ellos, ni al 80, ni al 50. Porque cualquier momento es bueno para seguir trabajando y adelantar faena (esa que por más que adelantes nunca logras tener al día). Porque madrugo más que en todos los días de mi vida y mi entorno no tiene alicientes, no comparto vida laboral en persona con otros adultos, no cambio de aires. En fin, desde luego fue la mejor opción durante los primeros años de vida de mis hijos, pero llega un punto en el que como persona y profesional tu espíritu de pide volver a cambiar. Y no por trabajar más horas, ni más lejos se es mejor madre. Hija, no nos quitamos de encima esa sensación de que cuanto más sufridas mejor seremos. ¡Te dejo! Que el pequeño reclama la teta y ya no me llega la mano al teclado con el bulto enorme que hace.

  16. Ánimo Laura!!! Lo estas haciendo fenomenal!! Sobre todo lo estas haciendo como tu crees conveniente y eso es lo único que vale!! La lactancia es todo eso que has dicho y otra cosa más…. Es dormir prácticamente toda la noche con luz porque te duermes de una toma a la otra y dormir con una teta fuera jajajajaja. Estas en un momento de grandes cambios!!! Cuando dudes de como lo estas haciendo mira el mar y disfruta de esas vistas y lo veras todo más claro!!!

  17. Soy madre primeriza, y mi bebé nació el 4 de marzo, por lo qué mi post parto enterito, lo he vivido en confinamiento.
    Ha sido duro, y lo sigue siendo. Pero sobre todo, la lactancia, qué como bien dices, es un momento único y maravilloso, pero para mí, es muy sacrificado.
    Mil veces he pensado (hemos, qué mi pareja cuándo me veía o ve mal, también me lo ha dicho), en dejar el pecho y empezar con el bibe, pero siempre me pido un poquito más de tiempo.
    Qué de momento, voy a ir viendo como va la cosa, ya qué la vuelta al trabajo, también supondrá un giro, y entonces tendré que ver como es eso de compaginar teletrabajo, lactancia, maternidad, distancia…
    Reconozco qué por un lado, deseo una pequeña vuelta a la realidad, pero por otro me aterroriza pensar que el no tener todo el tiempo del mundo para él, pueda suponer algún tipo de desapego…
    En fin, cada mujer vive y debe vivir su maternidad cómo ella crea, y desde luego, todas somos muy respetables, y nuestras elecciones son nuestras, no de las demás.
    Desde luego, los primeros meses, no es un camino de rosas, yo he llorado mucho, muchísimo, a la vez qué he sentido y siento el mayor amor qué jamás imaginé.
    Así que Laura, gracias por tus palabras, me has ayudado mucho durante este tiempo, y espero que así siga siendo!
    Ánimo malas madres!

    1. Hola Belén, me he emocionado al leerte porque soy madre primeriza y mi bebé nació exactamente el mismo día que el tuyo… todo el posparto en el confinamiento, sin saber cómo iba a salir todo, con miedo a que el niño pudiera pasarle algo y no poder (o no querer) ir a urgencias, además de todo ese cóctel hormonal multiplicado por mil por el momento que estábamos viviendo. Lo nuestro fue una cuarentena doble y creo que nos marcará para el resto de nuestra vida… pero soy positiva y creo que después de este momento duro lo hará para bien, seguro que hemos aprendido mucho. Yo también lloré mucho, en mi caso después de más de dos meses intentándolo finalmente tuve que dar la lactancia por fracasada, me hacía tanta ilusión dar el pecho que aún me duele este tema, aunque cada día un poco menos. Bueno que te quería escribir porque al leer madre primeriza y 4 de marzo me he emocionado. Hoy hace un año además que me hice la prueba de embarazo e hice cuentas pensando que marzo sería un mes perfecto con la llegada de la primavera para poder salir con mi hijo de paseo y tomar el aire cuando lo necesitásemos… Seguro que me entiendes…
      Besos y ánimo!!!

  18. Laura!!!! Cuando se habla des del corazón no se falla. Comparto muchas cosas que has escrito, gracias por compartirlas! ???

  19. Hola Laura, disfruta de estos momentos. Sé que es complicado cuando lo quieres compaginar con el trabajo y con otras dos niñas, pero es un momento único y precioso. Yo no le pude dar el pecho a mis hijos y sufrí mucho por ello, por el sentimiento de culpa. Me había imaginado ese momento tan bonito…, y llegó la realidad de la maternidad. Sentía que todo el mundo me miraba mal. Era una mala madre. Por eso me encanta verte con Luci. Como tú bien dices, debemos respetarnos y apoyarnos más. Juntas podemos hacer mucho más.
    Gracias por todo y bienvenida a Málaga.
    Por cierto, a Luci se le ve tan bien por aquí, que solo le falta pedir un espeto de sardinas, jejeje…

    1. Muchas gracias por tu comentario, Malamadre. Sobre Luci… cualquier día la tenemos pidiendo espetos, sí. ???

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