El mito de los alimentos afrodisiacos

En la vida de una Malamadre no hay nada más afrodisiaco que los buenoshijos duerman del tirón y se hayan acostado temprano. Es ese momento en el que todo se vuelve de otro color. Hoy en el blog nuestra sexóloga Arancha Gómez nos explica qué hay de cierto en los alimentos afrodisiacos y nuestra cocinillas Rebeca de Torres nos ha preparado un menú ‘supuestamente afrodisiaco’ para una noche romántica de verano. ¡No te pierdas este post!

Hoy va a ser la gran noche. El buenpadre no lo sabe, pero los buenoshijos están ya con los buenosabuelos y se van a quedar a dormir en su casa esta noche. Te has depilado, exfoliado, puesto una mascarilla, hecho la mani-pedi y descansado. ¿Cuánto puede cundir una tarde sola? Te sientes con fuerzas hasta de hacer una cena rica. Así que te has venido al mercado y estás pensando el menú sobre la marcha.

¿Qué pones de cena? Hace un tiempo leíste algo sobre alimentos afrodisiacos. ¡Eso es! Buscas en internet para centrar tus platos: marisco, chocolate, espárragos, fresas, canela, miel, almendras, plátano, ostras, almejas, calabaza, huevos, vino… Y la lista sigue y sigue.

Los alimentos afrodisiacos no existen

Tengo que confesaros que los alimentos afrodisiacos no existen. Si los hubiera, los laboratorios farmacéuticos no hubieran desperdiciado tiempo y dinero buscando principios activos que pusieran en marcha nuestro deseo, se habrían limitado a hacer concentrados de esos alimentos, y sin embargo, llevan algunas décadas en busca de la píldora mágica que ponga ganas allí donde no las hay.

Como ya he comentado en otras ocasiones, el deseo es complejo y, de momento, no hay soluciones mágicas e instantáneas para el mismo. Esto es porque el mecanismo del deseo se activa en parte en el cerebro y, siendo el de la especie humana, el más grande y sofisticado de todos los que conocemos, la cosa no iba ser sencilla.

¿Y por qué “nos ponen” ciertas comidas?

En realidad, lo correcto sería preguntarse por qué nos ponemos nosotras con ciertas comidas o bebidas o imágenes o… y la razón sigue siendo nuestro cerebro. En él podemos encontrar algunas claves para poner en marcha las ganas.

Si nos fijamos en la lista de alimentos afrodisiacos, aunque a todos se les atribuyen energía, vitaminas y minerales que nos pondrán a tono, todos los que aparecen son sugerentes por un motivo u otro: por su forma fálica (espárragos, puerros, plátanos) o que recuerda ligeramente a una vulva (ostras, almejas, higos, calabaza), porque se asocian con algo exclusivo (el marisco, las ostras y antiguamente la canela), por su sabor dulce (chocolate, almendras, miel…), por su textura (el aguacate, la miel) …

Obviamente, estar en unas condiciones saludables favorece que todos los mecanismos del cuerpo funcionen mejor y para el deseo también opera esta regla. Pero las supuestas propiedades afrodisíacas de los alimentos están más relacionadas con el hecho de ver o imaginarnos al otr@ comiendo esos manjares al más puro 9 semanas y media. En ese sentido, cualquier cosa que se pueda lamer, masticar, morder, tragar de manera erótica se convierte per se en una comida altamente afrodisiaca.

El menú

Si ha llegado el día en que se alían los astros y no tenemos que trabajar (o no demasiado) y los buenoshijos están en el pueblo con los buenosabuelos, de campamento o en casa de un amigo, podemos pensar en una cenita romántica. Si quieres ganarte al buenpadre o a la otra malamadre, ya tienes plan. Afrodisiaca o no, la comida puede ayudar a elevar la temperatura si jugamos con ella. Vamos a repasar algunas recetas fáciles que nos ayuden a quedar bien sin pasar todo el día en la cocina: no queremos llegar cansadas a la cita.

Por ejemplo, como entrantes podemos servir unas cucharitas comestibles de paté de salmón o de crema de jamón, que podemos darnos uno a otro. Como las piruletas de parmesano, que también pueden invitar a ser compartidas. Si preparamos unos canapés de foie con gelatina de espumoso y frutos rojos podemos jugar con las frutillas y disfrutar con la explosión de sabores.

Como decía Arancha, la comida con forma alargada nos puede ayudar también a crear ambiente. Los rollitos de jamón con mango, queso y rúcula son tan fáciles de preparar como ricos. Los colines de pan mojados en cualquier crema, como tzatziki o queso crema con hierbas aromáticas. Y las banderillas, además de la forma, aportan un toque picantón. ¿Te atreves con ellas?

Dicen que el marisco es afrodisiaco por su alto contenido en minerales y sus proteínas. En cualquier caso, está tan rico, que seguro que enamora. Aquí van dos ideas fáciles: calamares rellenos de gambones y cigalas al horno. Y no pueden faltar las almejas, con todas las connotaciones sexuales que conllevan. ¿Cómo te gustan más, en salsa verde o a la marinera?

Si buscas un plato con carne, recuerda que las especias también tienen fama de subir la libido. Puedes preparar pollo al curry o asado con miel y mostaza. Si prefieres algo más ligero, prueba con una ensalada de pato y frutos rojos.

El momento más esperado suele ser el del postre. No defraudes a tu pareja y prepara algo rico. El chocolate se ha considerado el alimento afrodisiaco por excelencia. Prueba esta mousse de chocolate, que además lleva aguacate y dátiles, toda una bomba sexual. Si buscas algo más fresco, los polos de yogur y frambuesas o los polos cremosos de limón, invitarán a continuar el juego más allá de la mesa.

Y si queréis brindar por el amor y por todo lo bueno de la vida, la gelatina de espumoso o un cóctel, como el mojito o el agua de Valencia, pueden ser buenas opciones. Despide la cena con un juego: tapaos los ojos y daos una roca de almendra o un bombón relleno y averiguad el tipo del chocolate con el que están hechos.

Con tantas ideas, sólo tienes que elegir. El éxito de la velada está asegurado.

Y vosotras Malasmadres, ¿cómo hacéis que vuestro momento con la pareja sea de lo más afrodisiaco? ¡Os esperamos en los comentarios!