Que me casooooooo, por sexta vez

Suena el despertador a las 7 de la mañana. Los nervios en el estómago, unas ojeras de infarto, pero la media sonrisa porque ES UN GRAN DÍA. No recuerdas a la hora que te quedaste dormida, dando vueltas en la cama y cuando consigues entrar en la fase REM, después de dos tilas y contar 12.000 ovejas saltando, sueñas con que te has olvidado de invitar a la prima del pueblo, se te han olvidado encargar las flores y no encuentras la faja por ningún rincón de la casa.
¡Que cunda el pánico!
Te metes en la ducha y respiras profundo. Intentas hacer eso del mindfullness de recorrer el cuerpo mentalmente para relajar el peso de los hombros y dejarte llevar porque no es la primera vez que te casas por todo lo grande, ¡ya es la sexta!

¿Qué puede salir mal después de 6 veces “mujé”?

Mi boda de verdad, la primera de todas, un 22 de mayo de hace 8 años fue mucho más fácil. Porque a fin de cuentas estaba rodeada de amigas y familia, de las que critican, pero de las que te quieren sin condición. Pero ¡espera un momento! Mis Malasmadres son de esas también. Llevan nerviosas dos semanas a mi lado sin saber ni qué ponerse, dándome guerra de si imprimen la entrada, de si pasaran frío, de si… pero también preguntándome en bucle si necesito algo y diciéndome que todo saldrá bien, aunque llueva, aunque se queden con hambre y aunque el aire acondicionado falle. Bueno esto último no, que ya pasamos bastante calor el año pasado.
En mis 5 bodas, esta será la sexta, me ha pasado de todo.

• En la primera, por poco un huracán en la Terraza Azotea del Hotel Emperador nos lleva por los aires. La música no se escuchaba, no podía andar besando a los allí presente y nos echó la policía.
• En la segunda, la intensidad se multiplicó por mil porque tuvimos la gran idea de hacerlo en dos partes. Así somos… desde la mañana, non stop, con el sacaleches a cuesta. Yo no recuerdo si quiera la fiesta de la noche, estaba muerta en vida. Tampoco podía dar un paso sin ser acorralada por mis queridas Malasmadres. La policía también nos echó de la Fundación Lázaro Galdiano.
• En la tercera, porque no hay dos sin tres, nos vinimos arriba. Fue una apuesta a TODO en el Palacio Santa Coloma maravilloso. Me temblaba la voz. La tercera era un número importante. Por poco morimos con una ola de calor venida del mismo Sahara. La policía también se personó por allí a decirnos cosas bonitas. Pero me vestí de rojo y triunfé. Ese traje será difícil de igualar. Decidí quedarme en una esquina, no moverme y que vinieran a mí. Un acierto.
• En la cuarta, el año pasado, nos vinimos arriba. Comenzamos a las 7 porque después de 3 años aprendimos algo y teníamos claro que aquí lo que queremos es FIESTA y charlitas un ratito y andando. Dimos vinos desde el principio. CRASO ERROR. Ese contento grupal unido a un sonido pésimo y a la falta de agua hicieron que fuera La Party más loca de todas. La policía no se personó porque era un lugar privado y cerrado. Fue la party que más he disfrutado hasta pude sentarme con mis amigos malagueños relajadamente. ¡Lo que viene siendo tener un equipo y estar bien acompañada!

Como la experiencia es un grado y cuando ya te casas 5 veces hay cosas que aprendes. Tenemos una máxima para esta noche en La Party 5:

1. En las mesas de debate no dar vino a discreción. Que si no perdemos los papeles y no es plan. Que son temas serios por los que luchamos cada día.
2. Hemos contratado agua para dar de beber a 100 camellos.
3. Hay aire acondicionado. Yo Dona y Malasmadres lo llevamos todo organizado al dedillo. Y sobre todo, sabemos que lo pasaremos bien aunque los fallos sean otros.

Porque lo importante es malamadrear juntas.
Eso sí, estamos overbooking, así que espero que a alguna Malamadre desmemoriada, se le olvide lo que tenía que hacer hoy y si no nos achucharemos como buenas hermanas. Porque señoras la quinta será recordada por muchas cosas, por ser en el lugar más maravilloso del mundo el Círculo de Bellas Artes de Madrid, por dar los primeros premios Malasmadres, por tener la compañía de Fundación Aladina y por muchas sorpresas que no puedo desvelar.
Por supuesto no iré de blanco, pero sí de largo y me embarga la emoción porque mi Hada Madrina me conoce como ninguna.
Así que atentas a las redes, que os contaremos todo con el hashtag #YoDonaMalasmadres Para que si no estáis físicamente, estéis presentes en la distancia.
Porque….
¿Qué somos?
MALASMADRES.
Y ¿qué queremos?
PARTY, aunque sea una vez al año y mañana madruguemos igual.

Que nos quiten lo bailao y que sigamos celebrando la sororidad, el respeto y la felicidad por este club que es nuestra comunidad.

*Ilustración preciosa de Belén