* Podéis seguirla en @megustamibarrio y en su BLOG.
Sí, sí, leéis perfectamente. Chicas. Porque aquellas madres que pasan tiempo en la ciudad trabajando sin hijos se convierten automáticamente de nuevo en chicas.
Y es que últimamente percibo un nuevo tipo de vacación que consiste en dejar a los hijos con la buenabuela en el campo/playa/pueblo/tierrasanta y volver sufridamente a la capital a trabajar. Estos especímenes de los que os hablo van efectivamente al curro, llaman varias veces a interesarse por el bienestar de sus churumbeles pero describen este periodo como “otro tipo de vacación”. “Hombre”, me decía un colega por teléfono el otro día, “estoy currando un montón pero cuando salgo, cojo a mi chica y nos vamos de cañas o al cine. Es otra cosa”. Pues eso. Otra cosa, mariposa.
Yo no voy a disfrutar de este nuevo tipo de vacación. No. A mi me van a dejar de rodríguez como en las películas antiguas. Sola. En silencio. Van a ser cuatro días pero no se ni que voy a hacer con el tiempo. Me pongo nerviosa y todo de pensarlo. Así que me he hecho una lista de cosas que no me quiero perder, de planes adultos interesantes que se hacen sólo en agosto en Madrid. Dale.
- Hacer brunch en el hot spot de la temporada, Manzana Mahou 330: esta terraza colocada en el Palacio de Santa Bárbara no va a durar más que el veranito así que ya te puedes poner las pilas. Es un sitio precioso con una decoración natural muy trabajada en la que se combinan la gastronomía (responsabilidad de los chicos de El Viajero, en La Latina), el arte (con la galería de street art de la primera planta) la moda de la mano de Rughara, la alimentación ecológica con Kiki Market, los talleres, las catas artesanales, los conciertos exclusivos… El brunch es de La Carmencita, uno de esos sitios en los que hay que hacer cola en invierno para catarlo. Y si no, de noche, apuesta por las delicatessen de Asiana Next Door. No se a qué esperas. En el Palacio de Santa Bárbara, calle Hortaleza 87. Horario de lunes a domingo, de 11 a 00h.
- Convertirnos en sunsetlookers en terrazas molonas: yo soy muy fan de este plan. Sales de currar y aprovechas que aún es de día para colocarte las gafas de sol en la tumbona, un combinado y ver caer la tarde como los vampiros de aquel anuncio de gafas pero al revés. Hay varias muy interesantes para disfrutar del atardecer madrileño, como las que recomienda La Gastrónoma. A mí me ha impresionado seriamente este verano la de los Jardines de Sabatini y ya sabéis que profeso amor intenso a una que está tan solicitada este verano que se forman colas para subir. Y eso que se paga para entrar. ¡Ah! Y si os piden 15€ por pasar, en serio, pasad pero olímpicamente de ese sitio.
- Hacerte un concierto: clásico en los Veranos de la Villa, hipster en los Soundays de la Casa Encendida o alternativo con gracia y con conciencia en la Terraza del Matadero. No nos iremos de festival pero puedes ponerte tus mejores galas adolescentes y darle al bailoteo con música en directo. Además, así aprovechas para ponerte al día de lo que se lleva, porque no se tú pero en mi radio sólo suenan los Innombrables… Cada vez que dicen tallarín, muere una de mis neuronas. Ahí os lo dejo.
- Ir a una fiesta hawaiana: aquí mezclamos las dos propuestas anteriores y nos sale Kanaloa, una fiesta de lo más divertido en The Balcony, la nueva terraza abierta en el Hotel Innside Madrid Suecia. El espacio es muy chulo, con unas vistas espectaculares (es vecino del Círculo de Bellas Artes pero no tan alto), un pool deck, una barra de cócteles y un DJs que los domingos, en Kanaloa, pincha éxitos retro de samba, mambo, swing, chachachá mientras disfrutamos de tiki-cócteles con nuestros collares de flores. Esto no son los pajaritos, esto es puro hipster veraniego de sombrero, barba y bikini. Y si no, le echas un ojo a las fotos de Facebook.
- Ir antes que nadie al restaurante que estará de moda en otoño: mi socia llevaba semanas diciendo que la tortilla de este sitio era fenomenal y va David Moralejo y nos cuenta que Taberna Pedraza va a ser el sitio por el que nos matemos en septiembre. Dicho queda y yo de este chico ME FÍO. Si dice que se come bien, es que se come bien.
Otras recomendaciones muy interesantes están en este artículo de Traveler, que hablan de nuevas aperturas en Madrid, como Marieta o Celso y Manolo, que me llaman poderosamente la atención.
No sé si recomendároslo pero, desde luego, el sitio en el que ver y dejarse ver este otoño va a ser Otto Madrid, el restaurante de Rosauro Varo (el que preñó a Amaia Salamanca, sí, ese que se liaba con todas y que no sabíamos de qué vivía en Sevilla) porque lleva semanas abierto y ya reúne a lo más granado del famoseo. Definen su cocina como “mediterránea con aire italiano” (no se cómo será de efectiva), la puesta en escena es espectacular y el precio medio, 50€.
- O conocer la nueva tendencia gastro al estilo mercado que marcan Platea y el Mercado de San Ildefonso: dos puntos de partida similares que plantean el descubrimiento de la gastronomía y la cocina a través de puestos pequeños con ofertas variadas. El resultado es radicalmente distinto.
San Ildefonso apuesta por el street food recuperando un mercado tradicional, en la línea de otros como San Antón, San Fernando o San Miguel pero en el que sólo se come. No se hace la compra sino que se disfruta de la especialidad de cada puesto, con buenas calidades a precios asequibles. Un bocata de jamón del bueno de Arturo Sánchez en su patio es una delicia, por ejemplo. Dicen que hay que ir entre semana. Eso lo dicen porque no están aquí en agosto.
Plate es el por demás, la enésima potencia del ocio gastronómico en un espacio. 6.000 metros cuadrados, seis estrellas Michelin y 11 soles Repsol que ofrecen su cocina también en puestos repartidos en dos plantas, tres plateas y una zona dulce. Desde Paco Roncero, a los cócteles de Diego Cabrera pasando por los dulces de Mamma Framboise y mucho más. Talleres, showcooking, degustaciones, catas, microteatro… Y mucho que catar. Muy impresionante. Eso sí, con el bolsillo preparado.
- Visitar la exposición de la temporada: este verano, sin duda, Madrid Es Pop. Las fabulosas exposiciones Mitos del Pop en el museo Thyssen Bornemisza y la retrospectiva de Richard Hamilton en el Museo Reina Sofía convierten la capital en el “epicentro del Pop Art”. Una oportunidad imperdible… (y luego, a cenar al Mirador del Thyssen, que lo acaban de reformar).
Pero como soy incapaz de recomendaros sólo una, os diré que mi corazoncito bebe los vientos por ir a ver las increíbles fotografías del maestro Henri Cartier-Bresson en la Fundación Mapfre. Y Máscaras de Alberto Schommer, en el Museo del Prado.
- Desgañitarse cantando en el cine: como lo oyes, cantar a voz en grito en el cine sin que nadie te mire mal. Más que nada porque el de tu lado estará haciendo lo mismo que tú. La propuesta SingAlong en el Cuartel CityLights me chifla, nada menos que ver Grease, Mamma Mía, El Rey León o The Rocky Horror Picture Show con subtítulos para que cantes las canciones y disfrutes de estos clásicos musicales en cuerpo y alma. Un planazo en cine de verano.
Y si no te va el cante, no te pierdas este sitio de todos modos. Porque el espacio en Conde Duque es una pasada, porque la gastronomía la lleva Javier Muñoz Calero y es una fiesta, porque se puede comer, comprar, descansar, ver un estreno o un clásicazo al aire libre y marcharse a casa con el corazón contento. Sin cantar, también.
- Relajarse, sin más, tirado en el sofá con el aire acondicionado, un buen libro, una gran serie, una peli pendiente…Porque de eso también van las vacaciones. De desconectar y de poner True Detective. De leer sin que nadie diga Mamá mamá mamá mamá mamá mamá… Y de la bipolaridad de saber que, aunque estamos disfrutando, no dejamos de echarles de menos ni un segundo.
¡Sed felices, malasmadres! ¡Nos leemos en septiembre!
If your artclies are always this helpful, “I’ll be back.”
¡Solo quiero tomar un coctail raro en “la terraza de Benito”, una tarde-noche y sentirme treintañera de nuevo!
Buaaaaaaa!!!
¿En serio eso existe?
Muahahaha, risa de loca.
Yo he empezado mis “vacaciones”, dos semanas sola…. con las niñas, con el partner trabajando. Luego una semana familiar los cuatro juntos, y luego le toca a él veranear con las peques mientras yo trabajo.
Llevo dos días y estoy agotada (casa, comidas y actividades con las niñas, ya que el “pobre” está trabajando, me encargo de todo lo que antes hacíamos a medias).
No llego a septiembre…
¿Me lo dices o me lo cuentas?
Desde que nació la NiñaKoala hace 3 años, paso varias semanas en verano solteril. Los abuelos las secuestran el 21 de Junio y las devuelven el 31 de agosto. las vemos los fines de semana y un par de semanitas de playa familair.
Mientras, retomamos la pareja, hacemos reformas en casa, leemos, vemos series, vamos al cine…todo sin horarios.
Eso sí malasmadres, es una práctica de alto riesgo.
Te acostumbras muy pronto y cuando en septiembre vuelven a “invadir” el hogar…quieres morirte!!
A mí me salió una hernia un septiembre y otro acabé en el psicólogo pidiendo auxilio.. 😉
Geniales recomendaciones Noemi, me las guardo para la vuelta, y no se por cual me voy a decidir porque me apetecen muchas de tus propuestas.
Felices vacaciones!!!
Parece que me estabas vigilando!!! Hoy la buenabuela se ha llevado al buenhijo de 9 meses y esta mañana ya estaba pensando el la lista de cosas que quiero hacer que Barcelona se me va a quedar pequeña!! de momento ya tengo reserva para comer sin prisas en el Restaurante La Barraca, en la mismita playa. Y tengo hora en la pelu y para depilarme (me dan ganas hasta de llorar).
Yo soy de esas malasmadres que dejan a los hijos todo agosto con los abuelos en el pueblo… y si, esto son otras vacaciones… trabajo y luego planazos…. me apunto a todos los que aconsejas…. y ya tengo entradas para elCuartel City Lights… bravooo me encanta el verano en Madrid… besos
Vaya manera de ponerme los dientes largos. Yo ni estaré de rodríguez ni tengo esos planazos a mano.
¡¡Disfruta tú que puedes!!
Yo me quedo 2 semanas de cuasi soltera a ver si me uno a alguno de los planes, un besazo