La maternidad abrió la puerta del Club de Malasmadres. Laura Baena, fundadora de esta comunidad que ya supera el millón de mujeres seguidoras, recuerda cómo la maternidad, sin saberlo, se convirtió en su mejor idea. Con 30 años se convirtió en madre por primera vez con una idea bastante edulcorada de lo que era ser madre, ¿a quién no le ha pasado? Hemos crecido en una generación donde en nuestra cabeza tener un bebé era sinónimo de felicidad, y por supuesto que lo es, pero como todo en la vida también tiene cara B que es necesario conocerla. Este año nos hemos propuesto seguir rompiendo mitos, algo que llevamos haciendo desde hace más de 7 años. También queremos ayudaros en este camino aclarando las dudas que tengáis sobre maternidad y crianza, y lo vamos a hacer con una de nuestras marcas Yo No Renuncio, comprometidas con la conciliación, Danone. Os animo a que nos sigáis en redes sociales porque tendremos mucho que contaros y necesitamos de vuestra participación. Juntas seguiremos desmitificando la maternidad en el nuevo proyecto ‘Malamadre, ¿Dígame?’que os contaremos muy pronto.
Maternidades hay muchas
Un libro en blanco que solo tienes que rellenar tú
Pensar que solo hay una forma de maternidad sería absurdo, sin embargo la sensación de sentirnos como un bicho raro es común. Cada una de nosotras somos las mejores madres que podemos ser para nuestros hijos e hijas y eso nadie puede cuestionarlo, siempre hacemos las cosas de la mejor manera que sabemos. Al final vamos escribiendo un libro con nuestras experiencias, aciertos y errores en el que no tenemos que caer en la trampa del juicio ajeno. Si algo tenemos en común en Malasmadres es la sororidad y el respeto por la formar de criar de otras mujeres, así hacemos equipo y aprendemos a empatizar las unas con las otras.
Algunos mitos
La felicidad
La maternidad tiene momentos de felicidad, eso es innegable, pero también tiene sus claroscuros, momentos en el que no todo va tan bien, en el que nos sentimos mal o superadas, momentos donde la culpa aparece y puede que no lo veamos todo del color de rosa del que nos tiñeron la maternidad. No podemos pensar que la maternidad nos hará más felices de manera automática, porque eso nos lleva a la frustración y a sentir culpa por no ser esa madre “tan” feliz que esperábamos.
Amor a primera vista
Las expectativas son altas y, sobre todo, cuando somos primerizas creemos que nada más nacer sentiremos un flechazo directo por nuestro buenhijo o buenahija. A veces no sucede y esta creencia puede hacernos sentir mala madre. Por eso en el club desde los inicios hemos hablado de ese choque entre las expectativas de la maternidad y la realidad que vivimos. Encontrar el equilibrio es nuestro gran reto.
El posparto
Del posparto cada vez se habla más y está ayudando a muchas mujeres a no sentirse solas en esta etapa. En esta parte del camino de la maternidad surgen muchas novedades, nos adaptamos a una nueva vida y sucede que hay mujeres que sufren depresión posparto o el conocido baby blues (tristeza posparto). Hablar sobre este tema nos ayuda.
La lactancia materna
La lactancia materna es satisfactoria para muchas mujeres madres y lo más recomendado para nuestros bebés. Pero muchas veces, por falta de información, por miedo, por culpa, por no hablar de ello abiertamente, se convierte en un camino lleno de dificultades. Estar bien asesoradas, que nos acompañen y que no nos sintamos culpables con la decisión que tomemos es fundamental para disfrutar de cada etapa de nuestra maternidad, de la lactancia también.
Dormir del tirón
“Duerme como un bebé” es una de las expresiones más escuchadas y que en muchas ocasiones se aleja totalmente de la realidad, que nos lo digan a las Malasmadres que soñamos con dormir del tirón y descansar de golpe. El sueño y el cansancio están presentes en los primeros años de crianza, sobre todo, y saberlo ayuda y mucho.
Seguro que vosotras Malasmadres podéis ayudarnos a hacer esta lista de mitos aun más grande, cuéntanos en comentarios.
Que digo yo, chicas, que hay que dedicarle coco al tema de las abuelas ( y algunos abuelos) cuidadoras….con las ganas de vivir que tenemos y todo lo que tenemos que reivindicar, no es posible que nos dejemos la piel xk los poderes públicos no se tomen en serio la supervivencia de la especie. Un beso desde las alturas de los 70 …..
Toda la razon Teresa. Para comenzar es preciso aprender a decir no, con amor y lo q quieras, pero no: porque sí, porque tengo planes, porque estoy cansada, porque no se me da la gana…
Porque nuestra responsabilidad era con nuestros hijos y lo de ser abuelas viene a noaotras pra gozar pero desde oTro lugar. Si no lo entienden nuestros hijos y los demás es su problema. Saludos,
Gracias por existir y luchar por y con nosotras