Vivir como una reina

Antes de ser madre oía en más de una ocasión aquella frase de “vives como una reina” y pensaban que eran muy exagerados. Me lo decían sobre todo amigos y familiares que ya saboreaban las mieles de la maternidad/paternidad y que habían sido destronados de su propio reino de un plumazo. Yo tenía en ese instante aún el cetro en mi poder y eso creaba recelo. Ahora les comprendo, ahora la que recela soy yo por vivir como una reinona.

Con el paso de los años el “vives como una reina” ha mutado en “viven como unas reinas”. Las buenahijas, que se han apoderado de mi castillo y son las que disfrutan de todos los privilegios reales, me han quitado el sofá, me han quitado el silencio y me han quitado hasta mis cremas que usan para jugar con ellas, definitivamente estoy gobernada por dos niñas y su devenir diario.

Y así estoy yo, viviendo como una súbdita, mendigando momentos de nobleza y de reinado absoluto que resultan complicados de conseguir, más que dormir del tirón o entrar al váter sola. Así que atrás quedaron las tumbadas en el sofá sin clavarme objetos extraños, entiéndase por piezas de lego, coronas de princesa o ramas de árbol (algo a lo que se ha aficionado la buenahija2); atrás quedaron los visionados de series de madrugada; hacerse la manicura sin incidentes o meterse en la bañera sin hora ni final en el horizonte.

Mis intentos de reinado

Pero no creaís que una Malamadre se busca la vida como puede y le da la vuelta a la situación. He aquí mis intentos de reinado:

1. No dejar que el buenpadre se ofrezca a tirar la basura y con la excusa de salir me doy una vuelta por el barrio.
2. Abrir el congelador y ver que hay muchos tuppers de la buenabuela por utilizar. Descongelar, calentar, emplatar y a servir.
3. Quedarme en el coche al llegar a casa y echarme una cabezadita. Importante: poner la alarma del móvil.
4. Encerrarme en el baño y echar el pestillo aprovechando que el buenpadre juega con las niñas. Nota: abrir el agua de vez en cuando, que piensen que hay movimiento. Mientras, ponerme al día con las Redes Sociales.
5. Alegar dolor de cabeza para que te dejen tumbada y tranquila en el sofá por unos minutos.
6. Los domingos más que ningún día, hacerme la sorda, lo que sea por arañar minutos al reloj.
7. Apuntarme al gimnasio, además de hacer deporte, bañarme, exfoliarme, secarme el pelo y desayunar fuera de casa. Las clases de spinning cada vez son más largas.
8. Enseñar a las buenashijas a que se preparen el desayuno y se pongan los dibujitos. Asegurada una hora de prórroga los fines de semana.
9. Preparándome un baño de espuma, cerrando los ojos e imaginándome que estoy en un spa.
10. Aprovecho el buen tiempo, me siento en la terraza, me pongo música, un refresco, un sombrero y las gafas de sol. Es lo más cerca que estoy de una isla desierta.

Ahora te toca a ti

Cuéntanos tu momento de reinado y gana una estancia en un castillo para vivir de verdad como una reina

Queremos que nos muestres cuál es ese instante en el que te crees reina por un día, lo que haces para poder disfrutar de ese ratito de reinado sin el sabotaje de los buenoshijos. El mejor vídeo que recibamos ganará una estancia en un CASTILLO DE VERDAD con toda la familia con Homeaway. Y además ese castillo esconderá alguna que otra sorpresa, que te iremos desvelando esta semana por redes sociales.

Y no te preocupes de cómo llegar a tu castillo porque OPEL se encarga de ello y te pone un Opel con sistema OnStar para que solo tengas que preocuparte de disfrutar de esta aventura.

¿Qué tenéis que hacer?

• Rellena este formulario aquí.
• Hazte una fotografía o un vídeo de tu momento especial en el que te sientes como una Reina.
• Compártelo en Facebook, Twitter o Instagram con el hashtag #VivirComoUnaReina.
• Participa hasta el 10 de abril hasta las 23.59 horas (hora peninsular).
• La Malamadre que suba el mejor vídeo o fotografía disfrutará de la estancia en el castillo y las mejores finalistas recibirán detalle sorpresa para que se sientan reinas en su propia casa. Yeahhh!!!

Consulta las bases legales aquí .

¡A participar Malasmadres!