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La ansiedad del ‘para ya’

La ansiedad del ‘para ya’

Corre, corre, que no te da tiempo… Mil tareas nos persiguen a diario en un estrés continuo de actividades que no cesan y que muchas veces son ‘para ya’. La ansiedad que genera puede provocarnos malestar y un efecto difícil de manejar por eso hoy nuestra colaboradora y coach Leonor Cabrera nos invita a bucear en esas emociones. En muchas ocasiones la propia exigencia y la externa es el germen de la ansiedad y es entonces cuando hay que parar y pedir un momento para nosotras.

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* Podéis seguirla en FacebookTwitter y en su BLOG.

Hoy es de esos días de locos, de esos en los que tienes cosas por hacer y parece que todas tienen que ser “para ya”. Contestar el correo electrónico que acaba de entrarme en el móvil y en el que alguien me pide algo que le tengo que mandar ya, responder ese wassap de una amiga que me propone tomar un té (imposible hoy) dentro de un rato y mandar este artículo dentro del plazo establecido y que concluye dentro de muy poco tiempo. Por no hablar de esas tres llamadas perdidas en el móvil sin contestar.

Hoy es uno de esos días en los que el ‘para ya’ está demasiado presente en mi vida, un para ya que me empuja a correr, a hacer las cosas sin pensarlas demasiado, a ser eficiente, a no entretenerme en nada y a hacer, hacer y hacer.

Ay, ¿a cuántas Malasmadres les suena esta historia como la historia del día a día de sus vidas? ¿Cuántas Malasmadres hay con la sensación de que la vida va demasiado rápida? Tan rápida que les gustaría bajarse al menos durante un ratito, apearse y simplemente ver la vida pasar.

Y es que ese efecto dañino del ‘para ya’ se multiplica cuando hay alguien que te está pidiendo que hagas tal o cual cosa ‘ya’. Los buenoshijos, lo sabemos, son expertos en ello. Les encanta pedir, demandar atención y usar ese ‘mamá’ infinitas veces durante el día. ¿Cómo hacerlo para no soltar ese ‘déjame en paz’ en forma de exabrupto que quedará planeando sobre tu conciencia? ¿Cómo hacerlo para soltar la ansiedad que provoca esa exigencia externa y que, al final, acabamos haciendo nuestra propia exigencia?

Cómo manejar el efecto del ‘para ya’

Establecer una cámara de aire entre la exigencia y la acción

Lo primero es establecer una especie de, podríamos llamarla, cámara de aire entre la exigencia, ya sea externa o interna, y la acción. Me explico: si alguien, por ejemplo tu hijo, te pide la merienda y la quiere ya hay dos opciones. La primera es ponerte a la tarea de forma inmediata sin pensarlo, corriendo y entrando en lo que podríamos llamar, un estado de ansiedad. Y la segunda es crear una especie de cámara de aire (sí, como las que tienen las zapatillas de deporte) entre la exigencia y ponerte a resolverla.

Se trata simplemente de pararte unos segundos, explorar tu estado interno ante esa exigencia y darte cuenta de cómo te hace sentir. Pararte a ti y, a veces, parar también al otro con “necesito un momento”. Lo más probable es que si te lanzas a hacer de forma inmediata te conectes con esa ansiedad de la que hablamos. La ansiedad es un sistema de alerta ante situaciones que consideramos amenazantes y lo normal es que vaya acompañada de una gran inquietud y una intensa excitación.

Cuando entramos en estas carreras que demasiado a menudo nos pone por delante la vida en las que es importante hacer tal o cual cosa ya, lo más probable es que esa excitación esté presente, una excitación que, además, acaba enganchando porque es un estímulo que nos hace sentir vivas e, incluso, importantes. Porque, ¿si no lo haces tú, quién va a hacerlo?

Detecta la emoción que nos genera

Lo segundo es detectar qué emoción adictiva nos genera resolver esas tareas de forma rápida y eficiente, aún a costa de nuestra salud. El otro día una clienta quería que en una sesión trabajaramos su tendencia a la procrastinación. Llegamos a un punto en el que ella se dio cuenta de que había tareas que las dejaba para última hora porque era más excitante hacerlas deprisa, a última hora, sintiendo la espada de Damocles sobre su cabeza.

Así que te invito a que observes qué emoción excitante y adictiva genera en ti el engancharte a ese ‘para ya’ y contestar los wassaps al mismo tiempo que andas por la calle o vestir a los buenos hijos tan rápido por la mañana, cuando existe la opción de levantarlos 15 minutos antes por las mañanas.

Mira cómo es ese ‘para ya’ interno

De forma habitual le echamos la culpa a los otros de nuestra ansiedad. “Es que mis buenos hijos no paran de pedirme, y el buen padre me llama siempre por teléfono cuando no debe. Y por si fuera poco, mi jefa quiere que haga todo rápido”, me contaba hace poco otra clienta. Muy agobiante, en efecto, pero ante estos requerimiento externos ¿cómo es tu diálogo interno ante una situación de este tipo? ¿Qué te dices a ti misma? Esta clienta lo vio claro: “Es verdad. Al final soy yo la que acabo metiéndome más prisa que nadie y la que me digo que lo tengo que hacer ya”.

¿Cómo te llevas tú con ese ‘para ya’? ¿Qué exigencia es en tu caso peor: la de los otros o la tuya propia? ¿Cómo se te ocurre que puedes llevar de forma más sostenible para ti y para los tuyos eso de tener que hacer las cosas tan rápido?

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Han comentado...

  1. Muchas gracias por tus posts,Leonor. Son uno de los motivos que me siguen enganchando a este club. Una tiene la sensación de no estar sola.
    En mi caso mi pareja ha sido el muro contra el que he chocado para no entrar en el círculo del “para ya”, que así no podía seguir y me hizo darme cuenta que estaba generando un problema familiar con tanta prisa y tanto grito a las 7 de la mañana. Tenemos que parar y priorizar.

  2. Gracias por el post, la verdad que a mi me pasa que muchos días me meto en una espiral en la que al final me doy cuenta que yo misma me exijo demasiado..sé que es difícil pero yo estoy aprendiendo como dice una canción que ” a veces lo urgente no es lo importante” y a priorizar.. y sobre todo a escaparme una hora a la semana a hacer ejercicio y desconectar para que mi salud física y mental..me permita disfrutar. Me encanta leeros. Un saludo.

  3. Exactamente. Y tendemos a echar la culpa a los que nos demandan cuando es responsabilidad de cada una el dar la respuesta adecuada. Por este “corre-corre” continuo empecé con mindfulness (a lo que me dedico ahora) aprendiendo a crear ese espacio, la cámara de aire que comentas, antes de activar la respuesta, es decir, responder en lugar de reaccionar automáticamente. No nos damos cuenta de cómo la ansiedad puede dominarnos. La respuesta está dentro de nosotras. Gracias

  4. Fijaos que yo habia cogido el artículo por otro lado… debe ser porque yo también sufro ansiedad cada vez que les digo a mis tres cerditos “parad ya”
    El “para ya” de tengo que hacerlo ahora y el “para ya, que te mueves más que los precios” rigen mi vida y me tienen “de los nervios” en parecida medida.
    Lo de bajarme de la vida un ratito estaría la mar de bien, pero es que no tengo tiempo NI PARA ESO
    Saludos

  5. Buenos días:
    El pasado sábado me desperté con la sensación de tener una bola en la boca del estomago. De ahí pasó a un dolor insoportable. En la primera visita a urgencias me diagnosticaron una gastritis y, en la segunda, determinaron ansiedad. Este día de fiesta me ha permitido descansar un poco y, con el apoyo, la ayuda y el cariño de mi pareja y los abrazos y besos de mis niños, lo llevo un poco mejor, pero está siendo complicado. Ahora toca lo más duro, reflexionar sobre lo que tengo/tenemos que cambiar (mi pareja y yo) para que ninguno de los dos caigamos enfermos por tanto nivel de autoexigencia. Y, sobre todo, hacer dichos cambios.

  6. Hola! Me siento muy identificada con todo esto. He tenido ansiedad durante 1 año que iba y venía. La solución? Para mi ha sido encontrar todos los días un rato de vacaciones,. Un rato de disfrute. Lo estoy consiguiendo y está ansiedad me ha permitido parar y ver con más claridad q es lo q quiero y q no. Sigo en ello xq no quiero que vuelva a ocurrir

  7. Buenos días Malasmadres…
    Buen tema el que tocas hoy. Hace un mes el “para ya” me provocó un ataque de ansiedad en la oficina, con taquicardias incluidas. Menudo susto… Afortunadamente tengo grandes compañeras de trabajo (es que todo son chicas…jajaja) y me soltaron un…” Vete a casa y descansa!!!” El medico me dio una semana de baja, y con una bajada de defensas increible. Vamos, un K.O. total. Así que ahora intentando tomarme las cosas con maaasss…calma? ????????????

    1. Ánimo Laura! Seguro que lo superas. Te recomiendo un método contra el “para ya” que aprendí viendo unos dibujos animados con mi buenhijo (“Peg+gato” creo que se llaman): cuando te notes que la situación te supera, para y cuenta hasta cinco al revés, ya sabes, 5, 4, 3,… son apenas unos segundos… los que una necesita para no tirarse a la espiral de la locura ja ja ja.
      Un besote a todas y a por el jueves!

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